23 abr 2019

UCRANIA -III- ¿AGRESION EXTERNA?












UCRANIA  -III-
¿AGRESION EXTERNA?

Guerra en el este

La intervención rusa en Ucrania es una crisis de seguridad para Europa




Una mujer muestra un pasaporte ucraniano y uno ruso.



Una mujer muestra un pasaporte ucraniano y uno ruso. REUTERS


Hoy se cumplen cinco años del plebiscito ilegal que sirvió a Rusia para anexionarse la península de Crimea, un territorio perteneciente a Ucrania y reconocido como tal por Rusia en múltiples documentos internacionales y bilaterales; entre ellos, el tratado de amistad de 1997, el “gran tratado”, que expirará formalmente el próximo 1 de abril. 

El continente europeo vive un periodo de turbulencias y es el escenario de una guerra híbrida entre Ucrania y los separatistas prorrusos de la región de Donbás, apoyados por Moscú. 

El año 2014 marcó una fisura en Europa y socavó el orden internacional vigente desde la desintegración de la URSS en 1991. 

La anexión de Crimea fue el punto de partida de una cadena de sanciones occidentales contra Rusia que continuó tras el levantamiento de los separatistas del este de Ucrania en abril y mayo de 2014 y el derribo del avión malasio con tres centenares de personas a bordo sobre el territorio de la refriega en julio de aquel año.

Según el último balance del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU, del 14 de abril de 2014 al 15 de febrero de 2019, en el conflicto de Donbás han perecido entre 12.800 y 13.000 personas (de ellas, un mínimo de 3.321 civiles y 9.500 combatientes)

A esta cifra, hay que añadir hasta 30.000 heridos

La guerra en el este de Ucrania continúa, en fase de baja intensidad, sin perspectivas de acabar, dado que ni Rusia quiere anexionarse la arruinada región minera industrial de Donbás ni los dirigentes de Kiev están interesados en una población hostil al proyecto de Ucrania integrada en la Unión Europea y la OTAN. 

A las sanciones occidentales, Rusia replicó con sus propias restricciones. 

Hoy, sanciones y contrasanciones forman una intrincada maraña en la que resulta difícil deslindar causas y efectos. 

Cinco años después de la anexión, Crimea está de hecho integrada en Rusia, con sus viejos y nuevos problemas, y la culminación de ese proceso es el puente sobre el estrecho de Kerch, una exhibición de ingeniería que fue inaugurado en 2018 y que asegura la conexión directa entre la península y Rusia.
 
Moscú ha intervenido en Crimea a su manera, con desconfianza hacia la población autóctona, recortando las libertades, reprimiendo las instituciones tártaras y persiguiendo a sus líderes, que se han visto obligados a abandonar la península. 

Lo ha hecho también con escándalos de corrupción, apropiaciones truculentas de empresas y tierras, y, de momento, no está dispuesta a dar explicaciones a nadie.

Vladímir Putin obtuvo grandes réditos personales de la campaña de Crimea, pero la popularidad del líder que creció gracias al fervor nacionalista de 2014 va remitiendo a medida que Rusia se embarranca en la crisis económica y recorta prestaciones sociales para afrontar una nueva carrera armamentística. 

Durante estos cinco años, Ucrania se ha sumergido en la crisis económica, y sus problemas son magnificados y manipulados por los medios de comunicación rusos. 

Las tergiversaciones de Moscú han llegado al punto de presentar el fin del tratado de amistad entre los dos países, que estipulaba la inviolabilidad de las fronteras, como una consecuencia de las transgresiones de Ucrania.

Fuente
“EL PAÍS”, España, 15.03.2019

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¡BIENVENIDOS, GRACIAS POR ARRIMARSE!

Me atrevo a interpelar, por sentirlos muy cercanos, por más que las apariencias parecieran indicar lo contrario; insisto en lo de la cercanía, por que estamos en el mismo bote – que hace agua - , tenemos pesares, angustias y problemas comunes, recién después vienen las diferencias.

La idea es dialogar, hablar de nuestras cosas, hay textos que nos proporcionan la información básica – no única-, solo es una propuesta como para empezar. La continuidad depende de Ustedes, un eventual resultado adicional depende de todos.La idea es hablar desde un “nosotros” y sobre “nuestro futuro” desde la buena fe, los problemas exigen soluciones que requieren racionalidad, honestidad intelectual que jamás puede nacer desde la parcialidad, la mezquindad, la especulación.

Encontraran en “HASTA EL PELO MÁS DELGADO ...”, textos y opiniones sobre una temática variada y sin un orden temporal, es así no por desorganizado, sino por intención – a Ustedes corresponde juzgar el resultado -.Como no he vivido en una capsula, ya peino canas, tengo opiniones y simpatías, pero de ninguna manera significa dogmatismo, parcialidad cerrada.Soy radical (neto sin adiciones de letras ninguna), pero no se preocupen no es contagiosos … creo, solo una opción en el universo de las ideas argentinas. Las referencias al radicalismo están debidamente identificadas, depende de Ustedes si deciden “pizpear” o no.

El acá y ahora, el nosotros y el futuro constituyen la responsabilidad de todos.Hace más de cuatro décadas, en mi lejana secundaria, de una pasadita que nos dieron por Lógica, recuerdo el Principio de Identidad, era más o menos así: “Si 'A' no es 'A', no es 'A' ni es nada”, por esos años me pareció una reverenda huevada, hoy lo tomo con mucho más respeto y consideración. Variaciones de los mismo: no existe un ligero embarazo; no se puede ser buena gente los días pares.

Llegando al Bicentenario – y aunque se me tildé de negativo- siento que como pueblo, desde 1810, hemos estado paveando … a vos ¿qué te parece?. En algún momento perdimos el rumbo y ahí andamos “como pan que no se vende. Cuentan que don Ángel Vicente Peñaloza decía: “Como ei de andar, en Chile y di a pie, cuando hay de que no hay cunque, cuando hay cunque no hay deque”.

De tanto mirarnos el, ombligo y su pelusa, tenemos un cerebro paralitico, cubierto de telarañas y en estado de grave inanición. Padecemos una trágica concurrencia de factores que nos impiden advertir – debidamente -, este, nuestro triste presente y lo que es peor aún, nos va dejando sin futuro.

A los malos, los maulas, los sotretas, los villanos, los mala leche, los h'jo puta, los podemos enfrentar pero … ¿qué hacemos con los indiferentes, con los que solo se meten en sus cosas, y no advierten que el nosotros y el futuro por más que sean plurales son cosas personalisimas? Y luego dicen que quieren a sus hijos y su familia; ¡JA!, ¡doble JA!, ¡triple JA! (il lupo fero).

¡¡EL REY ESTÁ EN PELOTAS!!, dijo el niño de la calle, hijo de padre desconocido y madre ausente, ese niño es mi héroe favorito.

¿QUÉ ES PEOR LA IGNORANCIA O LA INDIFERENCIA?

¡¡NO LO SÉ Y NO ME IMPORTA!!

El impertinente, el preguntón es nuestra esperanza, nuestro “Chapulin Colorado”.

Mis querido “Chichipios” - diría don Tato- no olviden que además de ver el vaso medio vació o medio lleno, hay que saber que contiene – sino que le pregunten a Socrates - ¡Bienvenidos! Adelante. Julio


Mendoza, 11 de noviembre de 2009.