Quién es este magistrado y cómo queda integrada la Cámara Federal tras su partida.
Se desempeñaba desde 2008 como magistrado de la Sala I de la Cámara Federal porteña y desde marzo el oficialismo impulsaba su destitución en el Consejo de la Magistratura luego de que hubiera firmado el fallo que ordenó la liberación del empresario Cristóbal López.
Casi en simultáneo, el Gobierno nacional confirmó el traslado de Eduardo Farah, miembro de la Sala II, a un Tribunal Oral en lo Penal Económico.
Esto abre una nueva vacante en un tribunal que revisa las decisiones de los jueces de primera instancia en casos de corrupción y narcotráfico, entre otros delitos.
Llegó al cargo por concurso y fue la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner la que eligió su nombre dentro de una terna que compartía con el juez en lo Penal Económico Javier López Biscayart y el abogado Domingo Montanaro.
Desde su asunción hasta 2015 se identificó a esa Sala, que compartía con Farah y con Eduardo Freiler, como cercana al kirchnerismo.
Hacia fines de la década del ‘80 se desempeñaba como secretario del Juzgado Federal N° 2 porteño.
Por entonces, ese juzgado se encontraba a cargo de Miguel del Castillo, quien en 1990 fue reemplazado por Ricardo Wechsler, hoy fiscal de la Cámara Federal de Casación Penal.
Ballestero trabajó en ese juzgado hasta 1992, cuando el entonces presidente Carlos Menem lo nombró fiscal federal.
Un año más tarde volvió al Juzgado Federal N° 2, pero esta vez en calidad de juez.
Tuvo a su cargo ese juzgado durante 15 años.
ámbito judicial, Ballestero integra desde hace dos décadas el Tribunal de Disciplina de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA).
En este tribunal deportivo comparte tareas con Sergio Fernández, juez de la Cámara en lo Contencioso Administrativo Federal y hermano de Javier Fernández (miembro de la Auditoría General de la Nación); y Fernando Mitjans, escribano casado con la ex secretaria de Justicia de la Nación entre 2005 y 2009, Marcela Losardo.
Años atrás integró este tribunal el abogado Darío Richarte, ex subsecretario de Inteligencia de la Nación.
Actualmente, Ballestero también es juez del Tribunal de Apelaciones del Comité Olímpico Argentino.
Este incremento, según explicó, se debió a la venta por medio millón de dólares de un inmueble en el partido de Pilar, que en 2015 había consignado de acuerdo a su valor fiscal, cercano a los $1,6 millones.
Por ese entonces la Sala I la integraban Ballestero, Freiler y Farah, este último en calidad de subrogante.
De esos tres magistrados ya no queda ninguno. Farah renunció a esa subrogancia, Freiler fue destituido y Ballestero renunció.
Actualmente el único magistrado es Leopoldo Bruglia, quien se desempeñaba como juez de un Tribunal Oral en lo Criminal Federal y el oficialismo promovió su traslado a la Cámara.
Cattani renunció a principios de este año por razones de salud y Farah pidió su traslado a un Tribunal Oral en lo Penal Económico, también en medio de las críticas por el fallo que liberó a López.
El Gobierno nacional, a través de un decreto publicado ayer en el Boletín Oficial, aprobó su pedido y Farah dejará esta semana su lugar en la Sala II, por lo que sólo quedará Irurzun en este tribunal.
El Consejo de la Magistratura finalizó a fines de 2017 un concurso que se había iniciado en 2008.
De los tres postulantes, el Gobierno eligió a Mariano Llorens, que espera acuerdo del Senado para ser camarista federal.
Llorens se desempeña actualmente como secretario del Tribunal Oral en lo Criminal N° 26 porteño y trabajó durante más de una década en la Justicia federal de San Martín.
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