El ocaso de la "mimada K": sin caja oficial, Electroingeniería merodea el default y vende activos
14-10-2016 Durante la gestión anterior se codeaba con el éxito y con negocios de cientos de millones destinados a la obra pública.
Compró incluso medios de comunicación.
El viento político cambió y la empresa enfrenta una situación compleja, patrimonio en baja y licitaciones canceladas
Ya no cuenta con el flujo de fondos que durante años le aseguró el kirchnerismo y ahora debe hacerle frente a un nuevo escenario político, con sus controladas atravesando severascomplicaciones financieras.
Durante la gestión de Cristina Kirchner, pasó de ser una contratista entre pequeña y mediana a transformarse en referente ineludible de la obra pública.
Lejos de aquellas épocas de gloria, su presente deambula en un entorno de pérdidas crecientes, rumores de venta y descalabros en su cadena de pagos.
Salarios atrasados, deudas con proveedores, concesiones que se caen y fondos frescos que no llegan forman parte de la agenda de problemas de esta empresa que había puesto sus fichas en el desarrollo de represas, en Santa Cruz, ahora con destino incierto.
Para sobrevivir a lo largo de estos meses, Electroingeniería tuvo que avanzar en la venta de algunos activos, que le aportó algo de oxígeno, si bien esta bocanada resultó ínfima frente a los numerosos conflictos que debe cubrir la firma que todavía timonean Gerardo Ferreyra y Osvaldo Acosta.
A fines de septiembre, la compañía debió venderle al Estado su participación en Transener, la principal transportadora de electricidad del país, que asumió el control a través de Enarsa.
La operación le reportó a la cordobesa unos u$s27 millones que debió destinar en su gran mayoría a cubrir las deudas de la constructora.
Claro que también tuvo que reservar parte de esos fondos para reducir el déficit generado por la estructura de medios de comunicación que edificó en tiempos del kirchnerismo.
Aun así, Electroingeniería mantiene deudas con sus empleados prácticamente desde principios de año.
Su declive financiero se aceleró con el macrismo, luego de que este dejara en suspenso la totalidad de la obra pública que fuera licitada por el kirchnerismo, centrales santacruceñas incluidas.
No obstante, la empresa ya venía mostrando señales de desplome desde el último tramo del gobierno anterior.
El patrimonio neto sufrió una caída muy fuerte en el último tiempo, tal como ha quedado reflejado en sus balances: se redujo desde los $411 millones a poco más de $200 millones en un año.
Las pérdidas por "apenas" $11 millones se multiplicaron por veinte en tan solo doce meses, de modo tal que en 2015 ese rojo se disparó a los $222 millones.
Por cierto, los proveedores figuran entre los más afectados por el traspié de la constructora: cuando paga, la cordobesa libera cheques a 150 días.
La decisión del Gobierno de Macri de poner la lupa sobre los proyectos de las represas Kirchner y Cepernic pegó de lleno en las finanzas de la firma.
Electroingeniería, con Cristina Kirchner, se había asegurado el ingreso de unos u$s5.000 millones para la ejecución de estas obras.
Aun más duro fue el mazazo luego de que la actual gestión suspendiera la totalidad de las propuestas de obra pública impulsadas por la gestión anterior y de que, en paralelo,cancelara partidas para quienes ya tenían emprendimientos asignados.
Electroingeniería desembolsó $100 millones para llevar a cabo los trabajos técnicos y de monitoreo requeridos por las futuras centrales hidroeléctricas.
El Gobierno, hasta el momento, no devolvió un solo centavo de esa cifra.
"Electroingeniería tenía la 'vaca atada' con el kirchnerismo y sus dueños creyeron que por tener asignado el proyecto sólo tenían que sentarse a esperar el inicio de obras", aseguró aiProfesional un empresario cercano a la compañía que pidió el off the record.
Además, sostuvo que para el macrismo el proyecto de Santa Cruz vale menos de lo presupuestado, lo que lo lleva a un profundo análisis de los números.
Esto, "para Electroingeniería es letal, ya que no ha recibido ni un sólo pago por lo que ya ha destinado en la previa al desarrollo".
Para la central Kirchner, el proyecto original contemplaba la instalación de 11 turbinas, mientras que para la Cepernic era de 5.
En la visión del gobierno de Macri, semejante despliegue implica un impacto de por sí excesivo en la geografía y en el hábitat de la zona, por lo que decidió acotar el número de turbinas a 8 y 3, respectivamente.
Sólo ese movimiento le permitirá al Gobierno ahorrarse unos u$s1.000 millones.
Electroingeniería integra un consorcio en sociedad con la china Gezhouba Group Corporation y la firma nacional Hidrocuyo.
La indefinición le viene saliendo por demás de cara: los proyectos ya implicaron la contratación de 1.500 operarios que demandan un desembolso mensual de alrededor de u$s4 millones que, hasta ahora, es un "costo muerto" a raíz de la paralización de las obras.
Precisamente Gezhouba viene siendo mencionada en el mercado como una potencial compradora del 50% de Electroingeniería.
La asiática se desempeña a nivel global en gran cantidad de proyectos de infraestructura, con énfasis en iniciativas de obra pública.
A principios de año, la cordobesa recibió otro duro revés de parte del macrismo cuando Vialidad Nacional decidió quitarle la concesión a Vialnoa, perteneciente a Electroingeniería, por incumplir obras en el corredor vial 7.
Desde 2010, la compañía tenía bajo su control unos 800 kilómetros de rutas en provincias como Santiago del Estero, Salta y Tucumán.
Al mismo tiempo, la decisión de Cambiemos de cancelar desarrollos en el complejo nuclear Atucha también colocó en situación de "nocaut" a Vialco, otra de las controladas por Electroingeniería.
En enero, el gobierno de Evo Morales le rescindió un contrato por u$s250 millones por falta de pago a proveedores locales y a raíz de la demora en el inicio de las obras.
Tras haberse quedado en 2010 con el desarrollo de la ruta Santa Bárbara-Caranavi-Río Alto Beni-Quiquibey, la constructora prácticamente no completó ningún tramo del emprendimiento.
Sin embargo, tampoco puede festejar en demasía, ya que hasta el momento no recibió delGobierno nacional un solo aporte por los fondos que ya destinó a las labores técnicas para el inicio de la construcción.
Otro frente que expone con claridad el resquebrajamiento que atraviesa Electroingeniería viene por el lado de los medios que todavía controla.
En este sentido, fuentes vinculadas a radio Del Plata aseguraron a iProfesional que desde febrero a esta parte la firma viene abonando los sueldos hasta en cuatro cuotas.
"La radio hace mucho que no nos paga", afirmó el conductor.
En este sentido, crecen los rumores sobre un posible alejamiento del periodista Gustavo Sylvestre por motivos similares.
"El martes 4 de octubre a Electroingeniería le embargaron dos cuentas por deudas con la AFIP.
"A la incertidumbre salarial, que genera un clima muy feo, se le suma que la empresa está en busca de cualquier motivo que le sirva para despedir gente", completó.
La fuente consultada dijo, a modo de ejemplo, que "un técnico de la radio sufrió una fractura y tuvo que cubrir la cirugía de su propio bolsillo, ya que la empresa dejó de hacerle los aportes a las prepagas".
"En 360 TV la situación es incluso peor, ya que a la mayoría de los empleados se le adeuda meses completos", agregó.
En otro orden, indicó que en junio Electroingeniería mantuvo tratativas con La Nación para venderle 360 TV, pero que la negociación no avanzó más allá de una serie de encuentros y de llamados entre los popes de ambas compañías.
Según pudo saber iProfesional, los problemas de caja la obligan a tener que seguir recortando personal hasta concluir el 2016 con una dotación de apenas 20 empleados.
Muy cerca de la empresa señalan que la situación de 360 TV se volvió dramática luego del freno en la pauta publicitaria, en particular de Anses, que aplicara el macrismo apenas asumió.
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