SANTA CRUZ Y... EL ¿MISTERIO?...

SANTA CRUZ Y…

EL ¿MISTERIO? DEL BARRIL SIN FONDO

domingo 30 de Abril de 2017

La gobernadora que resiste desde el bastión K, a punto de derrumbarse

La hermana del ex presidente Néstor Kirchner está al frente de Santa Cruz, que hoy atraviesa una grave crisis social. 

Para salir a flote necesitan de Cambiemos, que negocia algo más que dinero

por Alejandra Adi

Santa Cruz era el bastión. 

El baluarte de los Kirchner. 

El territorio al que supieron sacarle brillo, y la Justicia dirá si algo más, para ofrecer la mayor de las resistencias. 

La fortaleza K. Una suerte de feudo hoy gobernado por Alicia Kirchner. 

La mandataria de 70 años que vio bien de cerca los atributos del gobierno provincial, por primera vez, cuando su hermano menor, Néstor los recibió de manos de otro justicialista, hace casi 26 años. 

La que lo siguió como compañera y parte de sus tres mandatos consecutivos. 

En esa provincia también la vio a su cuñada Cristina Fernández ser diputada provincial y electa diputada nacional. 

Hoy, allí, su hija Romina se desempeña como fiscal en El Calafate. 

Desde ahí, en representación de los santacruceños, su sobrino Máximo llegó a Buenos Aires para ocupar una banca en la Cámara Alta, mientras Virginia García, la concuñada del joven, lo hace en Senadores. 

La misma geografía que los acogió de niños, que les dio aire para la militancia y que ofició de suerte de trampolín político es en la actualidad el territorio de calles que están siendo alcanzadas por los docentes que marchan a pie reclamando que se les pague el sueldo y porque no les alcanzará con el 3% de aumento que les anunciaron. 

Que se manifiestan con pancartas en las que se lee la frase "Salarios, Educación, Salud y Justicia", apostando a la simple mención de sus derechos como grito, acompañados de los padres de los alumnos que hace más de 40 días no asisten a clases porque el ciclo lectivo aún no puede comenzar. 

Provincia cuyo Tribunal Superior de Justicia es testigo del acampe de sus trabajadores que reclaman cobrar en un solo tramo y que rechazan la inconstitucionalidad que declaró la Fiscalía de Estado sobre el aumento del 10% otorgado por la Corte Suprema. 

En donde la Caja de Previsión Social ve desfilar a los jubilados, al menos a los que pueden, que exigen volver a cobrar en tiempo y forma, porque saben que no son responsables de los $600 millones de déficit del sistema que los incluye, a duras penas.

Ahí adonde los empleados del Estado, que son 115 cada mil habitantes (más del doble del promedio nacional, que es de 51), no cobran desde marzo –algunos hablan de febrero– y que han tomado pacíficamente algunas dependencias en reclamo, como el Ministerio de Economía. 

Territorio en donde las rutas están siendo cortadas por sindicalistas. 

También por gremialistas petroleros, referentes de una actividad que en 2016 vio la caída más abrupta en lo que refiere a producción de crudo, que los llevó a tener el peor desempeño de las principales productoras de petróleo del país entre 2012 y 2016. 

Lugar en donde una protesta de más de 600 personas en las afueras de la residencia de la gobernadora, en donde también se encontraba Cristina Fernández con su nieta, Helena Vaca Narvaja, terminó en heridos y con la ex presidenta mostrando videos de los desmanes en repudio a los manifestantes. 

Ese es hoy el panorama, y así no hay fortaleza que se mantenga en pie. 

Santa Cruz era el bastión. Pero está por derrumbarse. 

De tejes y manejes

"La provincia está quebrada en sus finanzas". 

Lo que pareciera ser una lectura de la actualidad que atraviesa la provincia patagónica fue una de las primeras frases oficiales que pronunció Alicia Margarita Kirchner en su discurso de asunción como gobernadora, el jueves 10 de diciembre de 2015.

Entre otras declaraciones, la mandataria quería aclarar que agarraba la papa caliente, como se conoce popularmente a la jugada en la que nadie quiere hacerse cargo de algo que arde. 

Aludía a una herencia. Pero no usó específicamente esa palabra, que no le pertenece, justamente, al vocabulario K, pero sí que es común en su oposición, nada más ni nada menos que los que gobiernan a nivel nacional. 

Con el mote de "pesada", la herencia ha sido el caballito de batalla promovido desde el presidente Mauricio Macri hacia abajo, para justificar un nuevo modelo económico, la necesidad de tarifazos, después de la década ganada o perdida gracias a los Kirchner, según del lado de la grieta desde donde se la mire.

Hoy, ambas administraciones, la santacruceña y la nacional, tiran de la soga y tratan de sacar provecho desde cada extremo para ver cuál de las dos se asoma más al abismo y deberá ceder para no caerse.

Kirchner asegura que la culpa de lo que sucede en Santa Cruz es de la gestión que la antecedió en la provincia y de la presidencia, por oponerse esta última a un acuerdo social y por recortarle fondos, como supo decir estos días la trabajadora social que no ha dejado de estar en el poder, entre un cargo y otro, desde que su hermano la nombrara secretaria de promoción de la intendencia de Río Gallegos, en 1987.

"Quieren mi cabeza para la campaña electoral nacional", dijo ella, reconociendo un momento crítico para Santa Cruz pero hablando de "una intencionalidad" y una "oposición obstructiva y destructiva". 

Del otro lado de la vereda, aunque supo caminar en el mismo sentido que los Kirchner, que lo llevaron al poder en 2007, el ex gobernador Daniel Peralta aseguró que la provincia no está quebrada y que el problema es la falta de gestión. 

"Es importante poner una cuota de serenidad, no es fácil gobernar Santa Cruz, pero más difícil es con la lógica cerrada que la manejan. 

Tuvieron errores que son atribuibles a ellos y no a otros", expresó, ya sin ton ni son en la necesidad de un plan de salvataje, pero caldeando la discusión.

Los que están enfrentados partidariamente a Alicia, que son justamente quienes deben también velar por Santa Cruz, sí que tensionan la cuerda. 

El mismo Macri dijo hace unos días en medio del relanzamiento del Instituto Nacional de la Administración Pública (INAP): "De lo que estamos seguros, y vemos que está pasando en Santa Cruz y tantos otros lugares, es de que tenemos que alejar la figura del Estado como un aguantadero en la política". 

Hacía alusión al crecimiento de más del 60% de la planta de trabajadores del territorio que vio nacer la era K.

Plan serio de gobierno. Eso fue uno de los primeros pedidos formales que le hicieron a la gobernación santacruceña para darle, a cambio, asistencia financiera. 

"¿Cuál es el plan serio? ¿Echar gente? No lo voy a hacer. 

La provincia, lo que necesita es que las represas estén funcionando y que los rembolsos (a las exportaciones por puertos patagónicos) vuelva a recibirlos la provincia, ya que significan en el año $345 millones", les respondió ella, aludiendo a los 5.000 empleos que dijo generan las represas y que mueven la actividad económica.

Desde Cambiemos también salieron a vociferar cifras. 

Dijeron que desde que comenzó 2017 le enviaron $1.170 millones en concepto de adelantos financieros y unos $205 millones como devolución de lo que se le retuvo al distrito en el primer trimestre del año en el marco del Programa de Desendeudamiento. 

Además, desde el Ministerio del Interior informaron que recibió $60 millones como Aportes del Tesoro y, por otro lado, que en 2016 recibió hasta $1.860 millones. 

En total, el año pasado Santa Cruz recibió más de $8.900 millones por la Ley de Coparticipación, y este año esa cifra alcanzará los $11.200 millones.

Pero el negociado no sólo apuntaría desde ambas partes a lo económico, como debiera ser ante la crisis social que padecen los santacruceños, sino que la letra chiquita hace referecia también a lo político. 

Por la Ley de Lemas, que es la herramienta que le permitió a Alicia acceder a la gobernación sumando los votos de Peralta para derrotar a Eduardo Costa, y que a su hermano le valió para la reelección indefinida.

"Está probado que no es el mejor sistema para la democracia. Y ella ya dijo que la va a derogar", afirmaron en el Ministerio del Interior, luego de que los funcionarios del gabinete de Kirchner arribaran a Buenos Aires para participar en una "mesa de diálogo político" pluripartidaria, en la que debatirían el "plan de readecuación fiscal" para salir de la crisis. 

Atado a éste está la posibilidad de que accedan al crédito del Banco Nación solicitado, que en un principio se planteó por $900 millones.

fuente

UNO", 30.04.2017