Condenan al Estado a pagar más de US$ 320 millones por la expropiación de Aerolíneas durante el kirchnerismo
Lo resolvió el tribunal internacional del Banco Mundial.
Fue por el accionar del Gobierno de Cristina Kirchner en 2008, cuando la empresa pertenecía al Grupo Marsans.
Un avión de Aerolíneas aterriza en el Aeroparque Metropolitano. Foto Néstor García.
Finalmente, desde Washington llegó una mala noticia.
El Estado fue condenado a pagar US$ 320,7 millones (más intereses) al Grupo Marsans, último dueño de la firma.
Según el texto del fallo, al que accedió Clarín, "el demandado incumplió el artículo IV del Tratado al no haber entregado a las demandantes un trato justo y equitativo de sus inversiones".
El 16 de diciembre de 2008, a las pocas horas de que el Senado sancionara la ley que declaró "sujetas a expropiación" las acciones de Aerolíneas Argentinas y Austral, Marsans presentó un reclamo de indemnización por US$ 1.560 millones de dólares.
Ahora, además de los US$ 320 millones, el tribunal impuso otros US$ 23,76 millones más intereses a la Argentina en concepto de compensación por los daños causados por la expropiación.
Y US$ 3,5 millones más para cubrir los costos legales del demandante.
Recién el 9 de enero de 2009, el Gobierno de por la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner publicó el decreto 2347, a través del que designó al Ministerio de Planificación como organismo "expropiante" de Aerolíneas Argentinas y Austral, y creó una Unidad Administrativa que "tendrá a su cargo todas las tareas de manejo de la compañía".
El rol ejecutivo quedó a cargo de Julio Alak y Juan de Dios Cincunegui, quien ya había integrado la comisión de transición en julio de 2008, en representación del Estado.
En ese momento también fueron designados el ex titular de la Unidad de Renegociación y Análisis de Contratos de Servicios Públicos (UNIREN), Gustavo Simeonoff, y el ex interventor de Racing, Héctor García Cuerva.
Más tarde tomaría el mando de la empresa Mariano Recalde.
La negociación fallida
Entre enero y junio de 2009, la demanda internacional de Marsans fue la prenda de una negociación entre el grupo español y el Gobierno.El por entonces ministro de Planificación, Julio De Vido (procesado en numerosas causas), y ex secretario de Transportes, Ricardo Jaime (preso por corrupción), se comprometieron a absorber en nombre del Estado parte de un contrato de compra de aviones Airbus que Marsans había suscripto en 2007.
Jaime llegó a hablar de "entre 30 y 35 aviones", antes de irse del Gobierno, si bien con el correr de los meses la cifra bajó a 13 aeronaves.
Marsans se habría comprometido en principio a desistir de la demanda ante el Ciadi y a entregar voluntariamente sus acciones de Interinvest, la compañía controlante del 95% de Aerolíneas y 98% de la empresa Austral.
Cuando Jaime fue eyectado del Gobierno a raíz de un escándalo judicial, la negociación con Marsans se cayó definitivamente.
Llegó a haber un encuentro reservado en Madrid entre el reemplazante de Jaime, Juan Pablo Schiavi -hoy también detenido-, y el titular de Aerolíneas, Recalde, con representantes de Marsans.
Pero en octubre de 2009, Recalde brindó un informe ante la Comisión Bicameral de Seguimiento de las Privatizaciones, y dijo que la negociación con Marsans no había prosperado.
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