Cristina Kirchner y Axel Kicillof celebraron con ganas la cancelación del Boden 2015 en Tecnópolis que, dicho sea de paso, se presenta como un estrado mucho más descontracturado que el olvidado Salón Blanco de la Casa Rosada.
Claro que no todos se mostraban exultantes. Daniel Scioli, a la derecha de la mandataria, apenas sonreía y su rostro entremezclaba cansancio y preocupación.
No hay duda que hoy en día no hay tema más importante para el Gobierno que los dólares. O, mejor dicho, que la aguda, preocupante y manifiesta escasez de dólares.
A Cristina se la veía contenta y el "relato" del desendeudamiento -sobre el final de su mandato- volvía a hacerse presente con más fuerza que nunca, tras haber podido sortear la cancelación de u$s5.900 millones.
A Scioli, que aspira a sucederla, no tanto. Ese pago en cash lo deja casi sin margen de maniobra, en un contexto en el que las reservas sólo alcanzan para llegar a diciembre, según vaticinó la calificadora Moody´s.
En el plano económico, no hay tema que ocupe tanto como conseguir dólares en carácter de urgencia.
Hasta quedó vieja la discusión entre "gradualismo" o "shock" (en cuanto a la velocidad para implementar los cambios). El desajuste en las variables es de tal magnitud que "hirió de muerte" a la primera opción y va dejando en pie sólo a la segunda.
Fuentes cercanas al candidato del Frente para la Victoria cuentan -off the record- que tienen la estricta orden de hilvanar un plan que asegure la existencia de dólares al menos para los cien días iniciales de un eventual mandato.
"Las primeras señales de fortaleza hay que darlas ya mismo. No tenemos mucho tiempo", apunta a iProfesional uno de los asesores de Scioli.
Mario Blejer, otro de los integrantes del equipo, no muestra reparos a la hora de reconocer abiertamente que será complicado cumplir con "semejante" objetivo y conseguir esas divisas.
"Estamos llegando tarde a la fiesta", dijo, en relación a poder sacar rédito de las bajas tasas actuales que imperan a nivel global.
Él sabe de lo que está hablando. Por cierto, es quien tiene más contactos en Wall Street dentro del equipo económico del candidato oficialista.
Y es precisamente -tal como adelantara iProfesional- quien comandará una suerte de "expedición sciolista" a la asamblea anual del FMI, que desde este jueves se lleva a cabo en Lima, Perú. (ver nota: El eterno retorno del FMI: viajan los equipos económicos de Macri y Scioli para hacer las paces con el mercado).
El objetivo es claro: entrevistarse con funcionarios de organismos internacionales y con jerarcas de bancos de inversión para transmitirles una visión optimista acerca del futuro inmediato de la Argentina.
Con pocas diferencias de matices entre los equipos de los candidatos, el mensaje será "conciso y al punto": a partir de diciembre, encontrarán a un Presidente que tendrá como misión N°1 la de solucionar rápidamente el conflicto con "buitres".
Un presidente que, además, adoptará una actitud "market-friendly" y que tratará de normalizar los flujos de dólares para inversiones.
Capítulo Buitres
En las últimas jornadas, distintos interlocutores hablaron de un acercamiento de Scioli o de gente de su equipo a los holdouts, con el objetivo de llegar a un entendimiento -en el despacho del juez Thomas Griesa- que abra las puertas a futuras emisiones de deuda.
El salteño José Manuel Urtubey y posteriormente Blejer pidieron un rápido acuerdo en los tribunales de Nueva York. Esta premura tiene que ver con las urgencias que plantea la economía.
Cuando se encienden las cámaras, Scioli matiza sus comentarios y asegura que el tema de los buitres no será prioritario en su agenda presidencial. Más bien, es una respuesta de manual: a pocos días de las elecciones no puede darse el lujo de confrontar con Cristina Kirchner.
Hoy, como no había ocurrido en otra oportunidad, el sciolismo tiene una agenda diferente a la del kirchnerismo. Eso se hace evidente en Lima, Perú, donde se lleva a cabo la Asamblea del FMI:
• Los funcionarios kirchneristas, como Alejandro Vanoli, armaron reuniones para asegurarse una ampliación del acuerdo monetario con China y seguir "maquillando" las reservas del Banco Central con yuanes. Intentan evitar que se note la inexorable caída de las tenencias del BCRA.
• Los enviados por Daniel Scioli, en cambio, tienen como única misión la de asegurarse el flujo de dólares para cuando asuma el ahora candidato oficialista.
La agenda que plantearán los paneles que participen de la Asamblea en Lima incluye debates y análisis sobre el impacto de las devaluaciones de las distintas monedas en los mercados emergentes y la sensible caída en los precios de las materias primas.
Todos hechos que redundan en un menor crecimiento (o directamente en recesión) de las economías en desarrollo, con Brasil como un caso emblemático de la región.
Esta serie de temáticas, abiertas al público, forman parte del "show on". Pero, por detrás de escena, los asesores de Scioli tendrán una misión mucho más importante: avanzar en una agenda "dolarizadora".
-¿Podrá oírse un anuncio concreto? ¿Un compromiso del BID o del Banco Mundial para que lleguen a la Argentina inversiones, apenas asuma el nuevo Gobierno?, preguntó iProfesional a un allegado al directorio de uno de los organismos, que pidió no ser mencionado.
"Dificilísimo, por no decir imposible. Hoy en día, en Washington no tenemos interlocutores con el país para dialogar sobre planes a futuro. Apenas se pueden intercambiar ideas y apuntes sobre lo que podría venir", comenta.
-Pero la Argentina necesita dólares de manera urgente. ¿No hay ninguna línea disponible?, insistió iProfesional.
"Que yo sepa no. De todos modos, hay que saber que los organismos internacionales suelen tener movimientos extremadamente lentos, de tipo ´elefante´. Las burocracias adormecen las urgencias. Por otra parte, aportan dinero contra el cumplimiento en el avance de obras concretas. Hasta donde sé, no hay nada que se esté cerrando para el corto plazo", afirma.
La idea de los economistas sciolistas es, entonces, plantear que la Argentina, bajo la conducción del gobernador, se volverá a alinear rápidamente con los organismos, incluido el FMI.
Con este último, la cuestión es retomar la resolución del denominado "Artículo 4°", por el que la entidad podría volver a organizar misiones hacia el país, suspendidas desde el gobierno de Néstor Kirchner.
"Por ahora nos contentamos con que el FMI no nos juegue en contra y que nos ayude a agilizar un acuerdo con otros organismos", se sinceró un economista -ex funcionario K- que ahora milita en filas sciolistas.
A la espera de los tan ansiados dólares que pudieran ingresar de la mano de los organismos, el plan "S" (por Scioli) es mandar una señal urgente a los mercados de que el escenario financiero es manejable.
Capítulo China
Las reuniones en Lima servirán también para cerrar lo que ya está pactado de palabra: la extensión del "swap" con China.
El borrador dice que el stock actual, cercano al equivalente a u$s11.000 millones, podría elevarse en u$s2.000 millones.
El único objetivo es que las reservas del Banco Central no registren la fuga diaria de divisas, de entre u$s100 millones y u$s120 millones. Es la intervención necesaria para evitar un salto en la cotización de la paridad "oficial".
De este modo, es muy probable que una vez rubricado este pacto con la nación asiática, el Banco Central cuente con más cantidad de yuanes que de dólares en su Tesoro.
Por esta razón es que a Scioli se lo ve preocupado, más allá de sus declaraciones públicas.
¿Medidas antes de asumir?
Habrá que estar atentos al lunes 26 de octubre, en caso de que Scioli gane en primera vuelta.
Al día de hoy, hay asesores políticos y económicos del candidato que sugieren que ese mismo día encare las primeras medidas concretas de su futuro gobierno.
-Punto 1. Dólar ahorro
La expectativa central es el cepo. Nadie piensa en una flexibilización sino, más bien, todo lo contrario.
Algunos asesores económicos prefieren que, no bien pasen las elecciones, el Gobierno deje de vender "dólares ahorro", que suponen una sangría de casi u$s700 millones mensuales.
Los más extremistas preferirían, incluso, el establecimiento de un tope para los gastos con tarjetas en el extranjero.
-Punto 2. Devaluación
Nadie lo va a mencionar públicamente, y mucho menos a semanas de las elecciones, pero el debate en el interior del sciolismo es la forma de acelerar el ritmo de suba del dólar.
En algún momento Miguel Bein hizo referencia a una "devaluación moderada" para luego empardar el incremento de la divisa con la inflación.
Hoy en día gana la posición de acelerar el paso de las minidevaluaciones diarias ni bien se elija al próximo Presidente (en el lapso que va entre octubre y diciembre). Un esquema parecido al de 2013 y que desembocó en la devaluación de enero 2014.
Como en aquel momento, ahora también la prioridad es frenar la fuga.
La diferencia es que en la actualidad ya se han comenzado las gestiones paralelas para conseguir divisas. Falta conocer el plan integral para atemperar los impactos negativos de un ajuste devaluatorio.
Da la sensación de que, aun cuando restan más de dos semanas para las elecciones, empiezan a definirse temas importantes para el futuro de la economía. Eso sí: con el dólar en el centro de la escena.
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