3 oct 2015

¡¡¡FLACOS FAVORES!!!


¡¡¡FLACOS FAVORES!!!

{"Tirar manteca al techo", vieja expresión que según antiguas  cronicas fueron orginadas por las "picaras travesuras" de los "niños bien" argentinos en Europa. También cuentan sobre los ricachos argentinos viajando al Viejo Mundo con una vaca lechera a cuesta para el desayuno de sus infantes. Ya en el siglo XX tenemos la "plata dulce" de Martínez de Hoz y luego el "deme dos" de los argetinitos en Miami en los tiempos del "menemato cavallistico". LLegando a la actualidad, "Decada Ganada" por medio y gracias al dolar "Turista" y el tarjeteo en el exterior un pequeño grupo de argentinitos dilapida lo que es de todos. No advierten que solo reciben las migajas que caen de la mesa de un banquete del que fueron exluidos ¡¡¡Renovada manera de tirar manteca al techo!!!}


Viernes 02 de Octubre de 2015 
"Cadena de favores": el campo resigna cada vez más riqueza para que haya dólar ahorro y viajes al exterior
02-10-2015 El tipo de cambio con el que hoy está trabajando el sector rural es, en términos reales, similar al de 2001, pese a que el precio de la soja es del doble. Como contrapartida, la clase media aprovecha el billete verde barato para atesorar, especular o, incluso, para vacacionar en Brasil o Miami


La Argentina, que gozaba de una larga trayectoria como uno de los “supermercados” de alimentos más completos y ricos del mundo, ahora se enfrenta a un escenario opuesto. 

De la mano de un cóctel de factores, en los que el atraso cambiario es el principal “ingrediente”, aquellos productos en los que el país debería ser altamente competitivo hoy se terminan pudriendo en los árboles o al costado de las rutas y no llegan a los mercados internacionales, tal como sucedió hace pocos días con manzanas, naranjas y otros cultivos.

Según datos del INDEC, en lo que va del año, 20 de los 30 principales productos de exportación de las economías regionales (entre los que figuran lácteos, carnes, frutas, cueros, miel o ajo), registraron tasas negativas respecto al mismo período de 2014. 

Para el economista Jorge Day, de Fundación Mediterránea, la principal causa que derivó en este deterioro generalizado –superando a factores como la baja de los precios internacionales y la menor demanda de Brasil o de China- se encuentra en los mayores costos en dólares que deben enfrentar las empresas del sector, de la mano de una inflación que hace tiempo viene corriendo por encima de la evolución del tipo de cambio”. 

Según estimaciones de la consultora, en menos de una década, dichos costos medidos en divisas estadounidenses se dispararon casi 150%.  

"¿Por qué no hay cambios? Básicamente porque el dólar barato es la forma actual que tiene el Gobierno para intentar contener la inflación”, según el experto, al tiempo que fue la estrategia elegida para tratar de propiciar una reactivación del consumo, especialmente en esta recta final a las urnas. 

El problema es que, este tipo de cambio, ahora puesto en "modo electoral”, se está traduciendo en un pesado lastre, especialmente para aquellas actividades vinculadas con el sector agropecuario que además deben enfrentar una menor cotización de sus productos. 

Pero esta estrategia de la administración K de ir conteniendo el billete verde oficial, así como por un lado golpea a casi la totalidad de los sectores productivos con negocios en el exterior, es la que permite “subsidiarle” a la clase media la compra de dólar ahorro, así como también pasajes y paquetes para viajar al exterior.

“A lo largo de la historia argentina, el valor de la divisa estadounidense en el mercado local siempre tuvo efectos redistributivos. Hoy, el atraso cambiario está beneficiando a los salarios, generando una momentánea sensación de mayor poder adquisitivo, al permitir acceder a más bienes y servicios dolarizados”, afirmó Luciano Cohan, analista de Elypsis. 

“Los particulares que están comprando billetes verdes por las ventanillas de la AFIP o haciendo turismo en el exterior, sin dudas están accediendo a un tipo de cambio subsidiado. Pero los perdedores de este esquema son los sectores productivos, como el campo o las economías regionales”, subrayó. 

En igual sentido, el economista Gabriel Caamaño Gómez enfatiza el hecho de que "el Gobierno le está subsidiando el dólar a los particulares y, como contrapartida, perjudica al campo y a la industria". 

Según el experto, "esto implica claramente una transferencia de riqueza hacia actividades improductivas, a costa de sectores que agregan valor”. 

Soja, termómetro del atraso
 
Según la Consultora Ledesma, la soja en particular y los granos en general fueron, por lejos, los productos de la agroindustria que mejor estaban soportando el mencionado contexto adverso, justamente porque hasta el año pasado los precios externos seguían sosteniéndose en niveles que más que duplicaban el promedio histórico. 


Sin embargo, el fortalecimiento del billete verde a nivel global y la baja de la cotización de las materias primas, dejaron al descubierto los graves problemas de competitividad cambiaria que enfrenta el campo.

Según un relevamiento de la consultora, actualmente el “dólar soja”, es decir el tipo de cambio real efectivo que recibe cada productor por la comercialización de sus granos, es de apenas $6,10, tomando como punto de partida el año 1997. 

Así las cosas, el valor del billete verde para esta actividad hoy se encuentra un 42% por debajo del promedio de los últimos trece años (ver cuadro).


No sólo eso: el “dólar soja” actual es similar al que estaba vigente en 2001, pese a que durante el epílogo de la convertibilidad la tonelada valía apenas u$s170, menos de la mitad que en la actualidad. 

"De esto se desprende que el productor sale de la última cosecha y encara la próxima campaña con el peor nivel de sustentabilidad financiera de los últimos 14 años y la tercera más adversa en más de dos décadas”, es la contundente conclusión de la Consultora Ledesma. 

La transferencia de riqueza desde el sector sojero, debido al atraso cambiario, ha sido sustancial.

Según datos del Ministerio de Agricultura, hasta fines de septiembre, los cerca de 46.000 productores de la oleaginosa que hay en la Argentina habían comercializado cerca del 65% de la cosecha, que alcanzó un total de 60 millones de toneladas. 

Esto implica que unas 40 millones de toneladas fueron vendidas a las plantas productoras de aceite y a grandes exportadores. Por ese volumen, el sector agrícola recibió cerca de $80.000 millones, descontadas retenciones.

Ahora bien, si se considerara un valor nominal para el billete verde cercano a los $13 –nivel en el cual, según el creciente consenso entre economistas, la Argentina volvería a los niveles de competitividad de 2010- entonces, la soja comercializada por esos chacareros hubiese pasado a tener  un valor cercano a los $116.000 millones.

Este simple ejercicio permite ver cómo, por el efecto del atraso cambiario, los más de 46.000 productores –considerando chicos, medianos y hasta pooles de siembra- perdieron de ganar una cifra superior a los $36.000 millones.

Para ponerlo en perspectiva, esta cifra equivale al 70% del monto que los particulares destinaron para adquirir dólar ahorro a través de las ventanillas habilitadas por la AFIP entre enero y septiembre. 

Sin embargo, los problemas no son exclusivos del sector sojero. Desde el Ieral acotaron que “esta situación hoy se observa en la mayoría de las economías regionales”. 

De acuerdo con la consultora, de los casi 15 productos más importantes para dichas economías (entre los que figuran manzanas, mosto, ajo, trigo, maíz, carne vacuna, arroz, aceite de oliva y cítricos, entre otros), todos ellos están trabajando con un tipo de cambio real más desventajoso que en 2014, cuando tuvo lugar la devaluación de enero (ver cuadro). 


Un tipo de cambio “a medida” de los particulares

 Desde Ecolatina destacaron que “la estrategia cambiaria electoral es muy clara: el Gobierno descartó aplicar una devaluación como la de 2014. De hecho, el Ejecutivo recurrió a profundizar el atraso cambiario, manteniendo la suba de la divisa oficial por debajo del alza de precios”. 

Si bien la AFIP topea el límite en función de los ingresos, un buen ejercicio es calcular cómo fue evolucionando el poder de compra de los salarios en términos de billete verde:
   
En el primer trimestre de 2014, luego de la devaluación de enero y una vez habilitada las ventanillas, el sueldo promedio de un empleado de la Ciudad de Buenos Aires ($10.300, según INDEC) equivalía a u$s1.070.

Luego de las paritarias y a raíz de un billete verde que se movió de a cuentagotas, el ingreso mensual de esa misma persona pasó a rendir u$s1.200, es decir, un 11% más que hace un año.

Esta variable, sumada a la creciente tensión en el mercado cambiario y a la influencia de la cercanía de los comicios, fue la que terminó potenciando la compra de “dólar ahorro”, que en julio y agosto promedió los u$s680 millones y que en septiembre, si no fue récord (cerró en u$s660 millones) fue únicamente porque el Gobierno redujo la entrega de divisas por operación. 


En el caso del turismo emisivo, se está reeditando un verdadero boom, con agencias de primera línea que afirman estar vendiendo un 50% más de paquetes y pasajes respecto de los niveles del año pasado.

Confirma esta tendencia el hecho de que los saldos de gastos por compras con tarjeta de crédito en moneda extranjera acumularon en septiembre un promedio de casi u$s400 millones, cifra que se ubicó un 45% por encima del mismo lapso del año pasado. 


Además, en septiembre se disparó la cantidad de particulares que hicieron el trámite ante la AFIP para adquirir el llamado “dólar turista” (oficial + recargo del 35%), que elevó el monto de divisas entregadas hasta tocar el récord de los últimos 20 meses. 

De la mano de esta tendencia, se prevé que por estos tres conceptos (ahorro, turismo y gastos con tarjeta), el BCRA termine resignando unos u$s15.000 millones en todo el año.

"Me da vergüenza que el Central me subsidie  las vacaciones en el exterior, sobre todo en un contexto en el que faltan insumos para el sector industrial", señaló Javier González Fraga, ex presidente del Banco Central, quien hace pocos meses vio como su ex empresa, La Salamandra, cerró sus puertas por la brutal pérdida de competitividad.

En este sentido, hay imágenes que tienen el poder de resumir cualquier situación de manera mucho más contundente que a través de estadísticas y gráficos. 

Productores tucumanos lanzando bolsas de granos en las puertas de la AFIP; tamberos santafecinos derramando miles de litros de leche en esa provincia; chacareros del Valle de Río Negro desperdiciando toneladas de peras y manzanas al costado de la ruta o pequeños emprendimientos de Entre Ríos tirando cientos de kilos de naranjas al basurero municipal, son algunas de esas imágenes capaces de transmitir más que cualquier indicador.

Una protesta de un sector puntual puede ser reflejo de un conflicto aislado y propio de la coyuntura de esa actividad. Sin embargo, cuando los ejemplos se multiplican y brindan un panorama como el que hoy están entregando numerosas economías regionales, evidentemente es que se está ante una crisis generalizada.

Sin embargo, para Caamaño Gómez, “el problema del atraso cambiario excede a la soja e, incluso, al agro. Hoy es una variable que complica a todos los sectores productivos y que pega hasta en las automotrices".

“Con el dólar barato, lo que terminó haciendo el Gobierno fue financiar la especulación por parte de ahorristas y la compra de viajes al exterior. Es decir, potenció actividades improductivas a costa de los sectores productivos”, concluyó. 

fuente
"iProfesional", 02.10.2015

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¡BIENVENIDOS, GRACIAS POR ARRIMARSE!

Me atrevo a interpelar, por sentirlos muy cercanos, por más que las apariencias parecieran indicar lo contrario; insisto en lo de la cercanía, por que estamos en el mismo bote – que hace agua - , tenemos pesares, angustias y problemas comunes, recién después vienen las diferencias.

La idea es dialogar, hablar de nuestras cosas, hay textos que nos proporcionan la información básica – no única-, solo es una propuesta como para empezar. La continuidad depende de Ustedes, un eventual resultado adicional depende de todos.La idea es hablar desde un “nosotros” y sobre “nuestro futuro” desde la buena fe, los problemas exigen soluciones que requieren racionalidad, honestidad intelectual que jamás puede nacer desde la parcialidad, la mezquindad, la especulación.

Encontraran en “HASTA EL PELO MÁS DELGADO ...”, textos y opiniones sobre una temática variada y sin un orden temporal, es así no por desorganizado, sino por intención – a Ustedes corresponde juzgar el resultado -.Como no he vivido en una capsula, ya peino canas, tengo opiniones y simpatías, pero de ninguna manera significa dogmatismo, parcialidad cerrada.Soy radical (neto sin adiciones de letras ninguna), pero no se preocupen no es contagiosos … creo, solo una opción en el universo de las ideas argentinas. Las referencias al radicalismo están debidamente identificadas, depende de Ustedes si deciden “pizpear” o no.

El acá y ahora, el nosotros y el futuro constituyen la responsabilidad de todos.Hace más de cuatro décadas, en mi lejana secundaria, de una pasadita que nos dieron por Lógica, recuerdo el Principio de Identidad, era más o menos así: “Si 'A' no es 'A', no es 'A' ni es nada”, por esos años me pareció una reverenda huevada, hoy lo tomo con mucho más respeto y consideración. Variaciones de los mismo: no existe un ligero embarazo; no se puede ser buena gente los días pares.

Llegando al Bicentenario – y aunque se me tildé de negativo- siento que como pueblo, desde 1810, hemos estado paveando … a vos ¿qué te parece?. En algún momento perdimos el rumbo y ahí andamos “como pan que no se vende. Cuentan que don Ángel Vicente Peñaloza decía: “Como ei de andar, en Chile y di a pie, cuando hay de que no hay cunque, cuando hay cunque no hay deque”.

De tanto mirarnos el, ombligo y su pelusa, tenemos un cerebro paralitico, cubierto de telarañas y en estado de grave inanición. Padecemos una trágica concurrencia de factores que nos impiden advertir – debidamente -, este, nuestro triste presente y lo que es peor aún, nos va dejando sin futuro.

A los malos, los maulas, los sotretas, los villanos, los mala leche, los h'jo puta, los podemos enfrentar pero … ¿qué hacemos con los indiferentes, con los que solo se meten en sus cosas, y no advierten que el nosotros y el futuro por más que sean plurales son cosas personalisimas? Y luego dicen que quieren a sus hijos y su familia; ¡JA!, ¡doble JA!, ¡triple JA! (il lupo fero).

¡¡EL REY ESTÁ EN PELOTAS!!, dijo el niño de la calle, hijo de padre desconocido y madre ausente, ese niño es mi héroe favorito.

¿QUÉ ES PEOR LA IGNORANCIA O LA INDIFERENCIA?

¡¡NO LO SÉ Y NO ME IMPORTA!!

El impertinente, el preguntón es nuestra esperanza, nuestro “Chapulin Colorado”.

Mis querido “Chichipios” - diría don Tato- no olviden que además de ver el vaso medio vació o medio lleno, hay que saber que contiene – sino que le pregunten a Socrates - ¡Bienvenidos! Adelante. Julio


Mendoza, 11 de noviembre de 2009.