EL DIFICIL FIN DE MES
- Domingo, 17 de mayo de 201
Sueldos: más de la mitad de los mendocinos apenas llega a fin de mes
Así lo declaran en una encuesta realizada en mayo. Al 26% directamente sus salarios no le alcanzan. Influye la pérdida del poder adquisitivo y no haber cerrado negociaciones paritarias. Buenas expectativas para el 2016.
|@ (Los Andes)
Diana Chiani - dchiani@losandes.com.ar
A más de la mitad de los mendocinos, el 54,4% para ser más específico, “apenas les alcanzan” los ingresos de que disponen para llegar a fin de mes. En tanto, el 26,3% directamente no logra dicho cometido mientras que sólo un privilegiado 19,3% surfea los gastos del mes sin inconvenientes. Así lo determinó la encuesta que la consultora Reale-Dallatorre realizó para Los Andes durante mayo.
Este mes, los mendocinos fueron más pesimistas respecto de la
situación económica en general en relación con la anterior encuesta
realizada en marzo por esta consultora y, entre los principales temas de
preocupación, aparecen los salarios bajos, el desempleo y la inflación,
aunque en este último ítem la preocupación disminuyó unos puntos.
El pesimismo sobre las expectativas respecto de la evolución económica durante 2015 aumentó 7,77% respecto del tercer mes del año y el 67,3% de los consultados se manifestó “pesimista” al respecto, mientras que en marzo dicha cifra había sido de 59,6%.
Del mismo modo, al dato de que alrededor del 54,4% tiene serias dificultades para llegar a fin de mes, se suma el número de que el 44,7% de los encuestados observa que la situación económica es “peor” respecto de un año atrás mientras que 46,4% estimó que es igual. En marzo, estas cifras eran de 41,7% y 48,4%, respectivamente.
Las malas perspectivas, incluso, se mantienen para los meses posteriores a las elecciones presidenciales para cuando el 49,6% de los mendocinos es pesimista respecto de la economía. No obstante, ya para 2016 las expectativas económicas mejoran 17,73% respecto de 2015.
“Las respuestas en relación a lo que llamamos clima social son absolutamente sensibles al contexto”, explicó Martha Reale, una de las directoras de la consultora. En este contexto, señaló que a la vez que se observó una menor preocupación por la inflación, apareció la dificultad por la cantidad de dinero que ingresa al hogar.
“Es probable que si se cierran paritarias, esa tendencia cambie”, observó la especialista para ejemplificar la estrecha relación con el contexto acerca de las percepciones sobre la economía, relación que no siempre se verifica cuando se habla de la imagen de los políticos.
Los mendocinos, continúa Reale, están pendientes de los temas económicos. Es que, en el ranking de preocupaciones y luego de la “imbatible” inseguridad, se encuentran la inflación, el desempleo y los salarios bajos. La “angustia” por la suba de precios no bajaba del 70% en las últimas encuestas realizadas por la consultora pero esta vez, aunque sigue en el segundo puesto de las preocupaciones, este porcentaje fue, en mayo, de 64%.
Por último, y en medio de una categoría nueva dentro de la última encuesta, aparece el empleo como la segunda área que deberá priorizar el próximo gobernador de Mendoza. Con el 47% de las respuestas, se ubica luego de educación y producción.
Menor poder adquisitivo
El tema de los sueldos es una preocupación más personal que general y se condice con la respuesta de que la mayoría de los consultados percibe que con sus ingresos no llega o apenas alcanza a cubrir los gastos del mes.
Para el economista y docente Sebastián Laza, la percepción registrada acerca de que sólo el 20 por ciento de los consultados no tiene problemas para cubrir todos los gastos del mes es acertada ya que la mayoría de los mendocinos vive de un salario y sólo el 10 por ciento paga impuesto a las ganancias por lo que el porcentaje restante gana menos de $ 15.000 mensuales.
De hecho, el sueldo promedio en la provincia, según Laza, no supera los $ 9.000. “Una familia tipo necesita al menos $ 15.000 para vivir y, en este contexto, son claras las dificultades para llegar a fin de mes”, calculó este especialista.
En el mismo sentido, el economista e investigador del Ieral, Fundación Mediterránea, Jorge Day, opinó que la encuesta pone de manifiesto la disminución del poder de compra de los salarios que se verificó durante el año pasado y que aún no se recompone. “En 2014 los precios aumentaron más que los salarios y ahora hay una situación donde sueldos y costos pueden ir de la mano pero lo perdido ya no se va a poder recuperar”, sintetizó Day.
Por su parte, Raúl Mercau, economista, ex ministro de Producción de la Provincia y director de la Universidad Champagnat a cargo de elaborar el Índice de Confianza Empresaria de Mendoza en colaboración con la FEM, sostuvo que el 54% de quienes manifiestan que “apenas les alcanzan” sus ingresos, está en estrecha relación con la la inflación ya que, más allá de que la preocupación haya disminuido, más del 60% de la gente está pensando en la suba de los precios.
El economista señaló que la percepción general se condice con las encuestas realizadas a empresarios en donde la mayoría piensa que este año va a continuar el estancamiento. “Hay un pesimismo generalizado que incide en el aumento de las preocupación por la economía personal y general”, señaló Mercau.
Año negro
Acerca de la preocupación por el empleo manifestada por los mendocinos, los economistas evalúan que esto se relaciona con la incertidumbre electoral existente -que frena decisiones de inversión- así como por el estancamiento existente más allá de una pequeña mejora de algunos indicadores como el de las ventas minoristas (no así en la industria) que, no obstante, se comparan con un 2014 recesivo para casi todas las actividades de la economía de Mendoza.
“No hay una situación que se perciba como catastrófica pero la situación de estancamiento implica temor en torno al empleo como concepto amplio”, explicó Mercau quien agregó que otra cosa que puede suceder es que -justamente por las dificultades para llegar a fin de mes- es probable que más gente salga a buscar trabajo y de allí también puede surgir la preocupación por lo laboral.
Del mismo modo, Jorge Day coincidió en que la percepción negativa de la situación económica lleva a pensar en el trabajo: “No hay despidos masivos pero uno se entera de que cuesta conseguir empleo cuando lo pierde”.
A esto Laza agrega: “La economía se ve tambaleante y la incertidumbre general hace temer por el empleo”. Los tres especialistas explicaron que no se prevén despidos masivos ni situaciones de desempleo alto para este año, pero que hay una idea generalizada de cuidar el trabajo.
Ficha Técnica
Metodología: muestra aleatoria, polietápica y estratificada por zonas.
La selección del entrevistado se realizó de acuerdo a cuotas de sexo y edad, siguiendo parámetros censales de 2010, ajustado a niveles socioeconómicos.
Las entrevistas se hicieron 95% presenciales y 5% telefónicas.
Cantidad de casos: 1.200 con un nivel de confianza del 95 % y un margen de error del +/- 2,5 %.
Localización de la muestra: Guaymallén, Godoy Cruz, Las Heras, Capital, Maipú, Luján, San Martín y San Rafael.
Fecha de relevamiento: Desde el 30 de abril al 6 de mayo.
FUENTE
"LOS ANDES", 17.05.2015
El pesimismo sobre las expectativas respecto de la evolución económica durante 2015 aumentó 7,77% respecto del tercer mes del año y el 67,3% de los consultados se manifestó “pesimista” al respecto, mientras que en marzo dicha cifra había sido de 59,6%.
Del mismo modo, al dato de que alrededor del 54,4% tiene serias dificultades para llegar a fin de mes, se suma el número de que el 44,7% de los encuestados observa que la situación económica es “peor” respecto de un año atrás mientras que 46,4% estimó que es igual. En marzo, estas cifras eran de 41,7% y 48,4%, respectivamente.
Las malas perspectivas, incluso, se mantienen para los meses posteriores a las elecciones presidenciales para cuando el 49,6% de los mendocinos es pesimista respecto de la economía. No obstante, ya para 2016 las expectativas económicas mejoran 17,73% respecto de 2015.
“Las respuestas en relación a lo que llamamos clima social son absolutamente sensibles al contexto”, explicó Martha Reale, una de las directoras de la consultora. En este contexto, señaló que a la vez que se observó una menor preocupación por la inflación, apareció la dificultad por la cantidad de dinero que ingresa al hogar.
“Es probable que si se cierran paritarias, esa tendencia cambie”, observó la especialista para ejemplificar la estrecha relación con el contexto acerca de las percepciones sobre la economía, relación que no siempre se verifica cuando se habla de la imagen de los políticos.
Los mendocinos, continúa Reale, están pendientes de los temas económicos. Es que, en el ranking de preocupaciones y luego de la “imbatible” inseguridad, se encuentran la inflación, el desempleo y los salarios bajos. La “angustia” por la suba de precios no bajaba del 70% en las últimas encuestas realizadas por la consultora pero esta vez, aunque sigue en el segundo puesto de las preocupaciones, este porcentaje fue, en mayo, de 64%.
Por último, y en medio de una categoría nueva dentro de la última encuesta, aparece el empleo como la segunda área que deberá priorizar el próximo gobernador de Mendoza. Con el 47% de las respuestas, se ubica luego de educación y producción.
Menor poder adquisitivo
El tema de los sueldos es una preocupación más personal que general y se condice con la respuesta de que la mayoría de los consultados percibe que con sus ingresos no llega o apenas alcanza a cubrir los gastos del mes.
Para el economista y docente Sebastián Laza, la percepción registrada acerca de que sólo el 20 por ciento de los consultados no tiene problemas para cubrir todos los gastos del mes es acertada ya que la mayoría de los mendocinos vive de un salario y sólo el 10 por ciento paga impuesto a las ganancias por lo que el porcentaje restante gana menos de $ 15.000 mensuales.
De hecho, el sueldo promedio en la provincia, según Laza, no supera los $ 9.000. “Una familia tipo necesita al menos $ 15.000 para vivir y, en este contexto, son claras las dificultades para llegar a fin de mes”, calculó este especialista.
En el mismo sentido, el economista e investigador del Ieral, Fundación Mediterránea, Jorge Day, opinó que la encuesta pone de manifiesto la disminución del poder de compra de los salarios que se verificó durante el año pasado y que aún no se recompone. “En 2014 los precios aumentaron más que los salarios y ahora hay una situación donde sueldos y costos pueden ir de la mano pero lo perdido ya no se va a poder recuperar”, sintetizó Day.
Por su parte, Raúl Mercau, economista, ex ministro de Producción de la Provincia y director de la Universidad Champagnat a cargo de elaborar el Índice de Confianza Empresaria de Mendoza en colaboración con la FEM, sostuvo que el 54% de quienes manifiestan que “apenas les alcanzan” sus ingresos, está en estrecha relación con la la inflación ya que, más allá de que la preocupación haya disminuido, más del 60% de la gente está pensando en la suba de los precios.
El economista señaló que la percepción general se condice con las encuestas realizadas a empresarios en donde la mayoría piensa que este año va a continuar el estancamiento. “Hay un pesimismo generalizado que incide en el aumento de las preocupación por la economía personal y general”, señaló Mercau.
Año negro
Acerca de la preocupación por el empleo manifestada por los mendocinos, los economistas evalúan que esto se relaciona con la incertidumbre electoral existente -que frena decisiones de inversión- así como por el estancamiento existente más allá de una pequeña mejora de algunos indicadores como el de las ventas minoristas (no así en la industria) que, no obstante, se comparan con un 2014 recesivo para casi todas las actividades de la economía de Mendoza.
“No hay una situación que se perciba como catastrófica pero la situación de estancamiento implica temor en torno al empleo como concepto amplio”, explicó Mercau quien agregó que otra cosa que puede suceder es que -justamente por las dificultades para llegar a fin de mes- es probable que más gente salga a buscar trabajo y de allí también puede surgir la preocupación por lo laboral.
Del mismo modo, Jorge Day coincidió en que la percepción negativa de la situación económica lleva a pensar en el trabajo: “No hay despidos masivos pero uno se entera de que cuesta conseguir empleo cuando lo pierde”.
A esto Laza agrega: “La economía se ve tambaleante y la incertidumbre general hace temer por el empleo”. Los tres especialistas explicaron que no se prevén despidos masivos ni situaciones de desempleo alto para este año, pero que hay una idea generalizada de cuidar el trabajo.
Ficha Técnica
Metodología: muestra aleatoria, polietápica y estratificada por zonas.
La selección del entrevistado se realizó de acuerdo a cuotas de sexo y edad, siguiendo parámetros censales de 2010, ajustado a niveles socioeconómicos.
Las entrevistas se hicieron 95% presenciales y 5% telefónicas.
Cantidad de casos: 1.200 con un nivel de confianza del 95 % y un margen de error del +/- 2,5 %.
Localización de la muestra: Guaymallén, Godoy Cruz, Las Heras, Capital, Maipú, Luján, San Martín y San Rafael.
Fecha de relevamiento: Desde el 30 de abril al 6 de mayo.
FUENTE
"LOS ANDES", 17.05.2015
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