16 feb 2021

JUSTICIA Y… “LA FURIA”

 

 

 

 

 

JUSTICIA Y… LA FURIA

 

El indulto encubierto a Cristina

 

Joaquín Morales Solá 

 

Pintura del Gran Incendio

 

Ocho senadores y diputados cristinistas resolvieron con una simple resolución el debate sobre si habrá –o no– un indulto para Cristina Kirchner

Lo habrá, aunque de una manera sinuosa y furtiva

Al mismo tiempo, el oficialismo le lanzó una guerra sin cuartel ni medidas a la Justicia porque esta no consuma la venganza contra el gobierno de Mauricio Macri. 

Varios jueces que condenaron a la expresidenta serán perseguidos, tal como consigna LA NACIÓN, pero la furia de Cristina estalló porque la Cámara de Casación no siguió su proyecto de revancha en un caso contra el gobierno macrista que se ventilaba en Lomas de Zamara. 

Algo puede suceder. 

La ofensiva fue acompañada por una desconocida ministra de Justicia, Marcela Losardo, quien criticó con ferocidad a la Justicia y a los medios periodísticos. 

¿La guerra será también contra el periodismo?

Losardo tenía fama de persona moderada y sensata. 

El propio Alberto Fernández merodeó también cerca de las posiciones de Losardo

Todos se volvieron cerriles cristinistas.

Volvamos, entonces, a Cristina

La vicepresidenta está siendo juzgada por varios delitos de corrupción supuestamente cometidos durante su presidencia. 

Sin embargo, y según la nueva normativa, solo irá presa, si fuera condenada, cuando la sentencia se considere definitiva, ya sea por decisión de la Corte Suprema o de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

Pueden pasar tantos años que tal vez la respuesta más acertada sea nunca para la pregunta de si alguna vez conocerá la prisión.

Esos ocho legisladores integran una comisión bicameral de seguimiento e implementación de las reformas al Código Procesal Penal Federal, que está autorizada por el Congreso para ejecutar las modificaciones. 

Esos ocho representan a una ajustada mayoría; la oposición de Juntos por el Cambio no votó esos beneficios para los investigados por corrupción.

 

La necesidad es más fuerte que los principios para el cristinismo: terminó beneficiando también a los narcotraficantes y a los que lucran con la esclavitud

 

Las reformas al Código Procesal refieren solo a los delitos federales. 

Esto es: corrupción de funcionarios públicos, narcotráfico, trata de personas, delitos de lesa humanidad o los cometidos contra el ambiente.

La modificación reglamenta cuándo una sentencia debe considerarse definitiva para que una persona vaya presa. 

Según la jurisprudencia de la Corte Suprema, dos sentencias coincidentes de los tribunales orales y de la Cámara de Casación, la máxima instancia penal del país, son suficientes para que un condenado empiece a cumplir la condena

La disposición de los legisladores cristinistas modifica ese criterio y señala que solo podrán ir presas las personas con sentencias definitivas

Y considera que esa calificación solo puede surgir de una decisión de la Corte Suprema, si es que no hay un pedido de nulidad del juicio ante la Corte Interamericana

Ni la Corte Suprema argentina ni la Interamericana tienen plazos para expedirse sobre los casos que llegan a sus manos. 

Son pocos jueces, además, que deben resolver cada año miles de expediente. 

¿Las demoras son culpa de esos tribunales o de la política que arroja sobre sus escritorios los casos que la política no puede resolver?

En ningún país serio del mundo, los perseguidos por corrupción, por narcotráfico o por trata de personas eluden tan fácilmente la prisión

La necesidad es más fuerte que los principios para el cristinismo: terminó beneficiando también a los narcotraficantes y a los delincuentes que lucran con la esclavitud de las personas

La corrupción y esos delitos van juntos en la justicia federal.

Si se mira bien la gestión judicial del cristinismo, hay dos reformas judiciales. 

Una pomposa y paralitica. 

Es la que envió Alberto Fernández al Congreso y que triplica el número de juzgados federales del país. 

Se frenó en la Cámara de Diputados. 

Los números no alcanzan para aprobarla. 

La otra reforma es la que se pone en práctica sin tantos formalismos ni simulaciones

La hacen, directamente

Sucedió con las designaciones de los jueces Eduardo Farah y Roberto Boico como integrantes de la importante Cámara Federal, que debe resolver sobre delitos de corrupción.

Uno regresó después de haberse ido sospechado de las peores prácticas; el otro es abogado defensor de Cristina Kirchner

Siguió con el nombramiento de Alejo Ramos Padilla como juez federal y electoral de La Plata, una de las autoridades electorales más significativas del país. 

Ramos Padilla participó del armado de una causa en Dolores, donde era juez federal, para desestabilizar al fiscal Carlos Stornelli por su activa participación en la prisión de Julio De Vido y en la investigación de la causa de los cuadernos del chofer Oscar Centeno

Es precisamente el caso de Stornelli, quien fue sorteado como el nuevo fiscal de la causa contra el gobierno macrista que se ventilaba en Lomas de Zamora, lo que encendió la mecha de la violencia verbal y el odio en el cristinismo.

Ya el año pasado esa misma comisión bicameral había impuesto nuevas condiciones para que un sospechado de corrupción esté con prisión preventiva. 

La decisión liberó de la cárcel, entre otros, a De Vido y a su mano derecha, Roberto Baratta, mencionado innumerables veces en los cuadernos del chofer Centeno

Es cierto que solo los jueces pueden despojar a una persona de la libertad y que, por lo tanto, la prisión preventiva (que se aplica cuando aún está vigente el principio de inocencia) no debe ser arbitraria. 

Esa es una verdad; la otra verdad es que no se puede eliminar de hecho la prisión preventiva, que es lo que hace el cristinismo

Las personas que tienen recursos suficientes para comprar voluntades, para conspirar contra la Justicia o para fugarse, y que están acusadas de graves delitos, deben estar presas. 

Tienen la posibilidad de esquivar a los jueces.

Ahora ocurrió esta nueva implementación parcial del Código Procesal, que lleva hasta la eternidad la ejecución de una condena a prisión.

La persona más claramente beneficiada es Cristina Kirchner, porque por su condición de expresidenta, de vicepresidenta (o de exvicepresidenta en su momento) difícilmente le será negada la apelación ante la Corte Suprema.

Son casos de “gravedad institucional”, como los llaman en la jerga judicial. 

De hecho, el caso de Carlos Menem por el contrabando de armas está en estudio de la Corte Suprema desde hace mucho tiempo

Esa causa tiene 26 años desde la primera denuncia y 20 años desde la primera indagatoria de un juez al expresidente. 

De todos modos, el propio Alberto Fernández suele decir que él solo pide un juicio objetivo para Cristina

¿Y De VidoAmado BoudouBaratta, José López y Ricardo Jaime

“Que se hagan cargo de lo que hicieron”, responde. 

A ellos les será también más difícil llegar a la Corte Suprema. 

La escalera para subir a esa cima es de una sola persona: Cristina.

Otro aspecto notable de la estrategia judicial del cristinismo es que aplica solo las reformas que le convienen

Esas reformas están incluidas en una modificación integral del Código Procesal para instaurar en el país el sistema acusatorio, que deposita las investigaciones en manos de los fiscales. 

Los jueces pasarán a ser jueces de garantías y de sentencias. 

El cristinismo no implementará jamás ese sistema en la Justicia porque su propósito inicial es tumbar a los fiscales independientes o cooptarlos para su cofradía ya numerosa de fiscales propios

Es decir: elige los aspectos que le conviene de la reforma al Código Procesal y los aplica.

Descarta y desprecia las partes que no le conviene. 

Cristinismo explícito y expuesto.

Todo esto ocurrió un par de días antes de que sucedieron la ofensiva de Cristina Kirchner, de Losardo y del propio Presidente contra los jueces que alguna vez condenaron a la expresidenta o decidieron contra sus objetivos.

La lista es breve, pero incluye a los magistrados que tuvieron mayor coraje y honestidad intelectual para resolver los casos de corrupción

El periodismo quedó también en el blanco de los disparos cristinistas.

De todos modos, lo peor que está haciendo el oficialismo es desalentar a los fiscales jóvenes.

¿Para qué se esforzarían en investigar la corrupción de los poderosos

¿Para qué correrían el riesgo de ser perseguidos por los servicios de inteligencia o por el discurso y las prácticas oficiales? 

¿Para qué, si un indulto explícito o encubierto enterrará sus investigaciones y sus pruebas

¿Para qué, si el final será siempre la nada?

fuente

"LA NACIÓN", 14.02.2021

 

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Me atrevo a interpelar, por sentirlos muy cercanos, por más que las apariencias parecieran indicar lo contrario; insisto en lo de la cercanía, por que estamos en el mismo bote – que hace agua - , tenemos pesares, angustias y problemas comunes, recién después vienen las diferencias.

La idea es dialogar, hablar de nuestras cosas, hay textos que nos proporcionan la información básica – no única-, solo es una propuesta como para empezar. La continuidad depende de Ustedes, un eventual resultado adicional depende de todos.La idea es hablar desde un “nosotros” y sobre “nuestro futuro” desde la buena fe, los problemas exigen soluciones que requieren racionalidad, honestidad intelectual que jamás puede nacer desde la parcialidad, la mezquindad, la especulación.

Encontraran en “HASTA EL PELO MÁS DELGADO ...”, textos y opiniones sobre una temática variada y sin un orden temporal, es así no por desorganizado, sino por intención – a Ustedes corresponde juzgar el resultado -.Como no he vivido en una capsula, ya peino canas, tengo opiniones y simpatías, pero de ninguna manera significa dogmatismo, parcialidad cerrada.Soy radical (neto sin adiciones de letras ninguna), pero no se preocupen no es contagiosos … creo, solo una opción en el universo de las ideas argentinas. Las referencias al radicalismo están debidamente identificadas, depende de Ustedes si deciden “pizpear” o no.

El acá y ahora, el nosotros y el futuro constituyen la responsabilidad de todos.Hace más de cuatro décadas, en mi lejana secundaria, de una pasadita que nos dieron por Lógica, recuerdo el Principio de Identidad, era más o menos así: “Si 'A' no es 'A', no es 'A' ni es nada”, por esos años me pareció una reverenda huevada, hoy lo tomo con mucho más respeto y consideración. Variaciones de los mismo: no existe un ligero embarazo; no se puede ser buena gente los días pares.

Llegando al Bicentenario – y aunque se me tildé de negativo- siento que como pueblo, desde 1810, hemos estado paveando … a vos ¿qué te parece?. En algún momento perdimos el rumbo y ahí andamos “como pan que no se vende. Cuentan que don Ángel Vicente Peñaloza decía: “Como ei de andar, en Chile y di a pie, cuando hay de que no hay cunque, cuando hay cunque no hay deque”.

De tanto mirarnos el, ombligo y su pelusa, tenemos un cerebro paralitico, cubierto de telarañas y en estado de grave inanición. Padecemos una trágica concurrencia de factores que nos impiden advertir – debidamente -, este, nuestro triste presente y lo que es peor aún, nos va dejando sin futuro.

A los malos, los maulas, los sotretas, los villanos, los mala leche, los h'jo puta, los podemos enfrentar pero … ¿qué hacemos con los indiferentes, con los que solo se meten en sus cosas, y no advierten que el nosotros y el futuro por más que sean plurales son cosas personalisimas? Y luego dicen que quieren a sus hijos y su familia; ¡JA!, ¡doble JA!, ¡triple JA! (il lupo fero).

¡¡EL REY ESTÁ EN PELOTAS!!, dijo el niño de la calle, hijo de padre desconocido y madre ausente, ese niño es mi héroe favorito.

¿QUÉ ES PEOR LA IGNORANCIA O LA INDIFERENCIA?

¡¡NO LO SÉ Y NO ME IMPORTA!!

El impertinente, el preguntón es nuestra esperanza, nuestro “Chapulin Colorado”.

Mis querido “Chichipios” - diría don Tato- no olviden que además de ver el vaso medio vació o medio lleno, hay que saber que contiene – sino que le pregunten a Socrates - ¡Bienvenidos! Adelante. Julio


Mendoza, 11 de noviembre de 2009.