6 may 2019

ECUADOR: JUBILADOS UNIVERSITARIOS












ECUADOR:
JUBILADOS UNIVERSITARIOS

Cobro de haberes, un viacrucis para jubilados de Universidad de Guayaquil



Cobro de haberes, un viacrucis para jubilados de universidad



5 de mayo, 2019


1.501 casos de jubilados ha atendido la Comisión de Intervención en funciones desde octubre del año pasado.
Los ojos se le inyectan y la voz se le entrecorta al referirse a su situación. 
Después de 45 años de servicio en la Universidad de Guayaquil, Máximo Astudillo se jubiló como docente de la Facultad de Odontología pensando que su entrega en el trabajo sería recompensada, mas, el tiempo lo desilusionó.
Otros jubilados del centro superior dicen experimentar igual sensación al sentirse afectados en beneficios que por ley les corresponde, según ellos.
A muchos, la muerte los ha sorprendido en espera de cobrar sus haberes, partieron sin cumplir ese propósito y hoy la lucha es de sus familiares.



Quienes se sienten perjudicados atribuyen su problemática a la “caótica administración” que tuvo en años anteriores el centro porteño. 
Esas irregularidades administrativas, financieras y académicas fueron causales para que el Consejo de Educación Superior (CES) disponga la intervención de la institución, proceso que culminará en enero del 2021.
En la actualidad, la Comisión de Intervención y Fortalecimiento Institucional (CIFI) ha analizado 1.501 casos relacionados con jubilación complementaria, patronal y compensación económica con proyección al plan anual de inversión (PAI) correspondiente al 2019.
“Lo mismo nos dijeron la primera vez que hubo la intervención de la Universidad, que nos iban a pagar lo más pronto posible (...) hasta la fecha no nos pagan esos valores”, expresa Astudillo con desazón.



Hace un año, por razones que él aún no tiene claras, dejó de recibir valores correspondientes a la jubilación complementaria, por lo que su pensión de unos $ 1.500 se redujo en alrededor del 50%.
Aquello le dificulta costear el tratamiento adicional al del Seguro Social, que tiene particularmente, para la diabetes y mal de Parkinson que sufre hace 19 y 15 años, respectivamente. 
Hace una semana le detectaron una enfermedad renal, de la que también se debe atender.
“Los medicamentos que me proporcionan son medicamentos que no satisfacen plenamente la necesidad que tengo, especialmente para el párkinson”, expresa Astudillo, de 84 años, sobre los insumos que recibe del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS).
El hombre que, a la par de la docencia, mantuvo un consultorio particular hasta hace cinco años, calcula que cada mes gasta más de $ 300 en medicamentos para sus males.
Según dicen van a pagar lo más pronto posible, tenemos la esperanza, porque nos han engañado muchas veces. Hemos ido y dicen que regresemos en quince días y así sucesivamente ”.
Máximo Astudillo

Tanto él, que fue profesor de Endodoncia, como Remberto Rodríguez, su colega excatedrático de Cirugía Dentomaxilar, tienen expectativa de que en esta ocasión sí se cumpla el anuncio de que sus haberes serán cancelados pronto.
Rodríguez, jubilado en el 2012 con 30 años de servicio y 60 de edad, considera que las malas administraciones de la Universidad de Guayaquil (intervenida dos veces en cinco años) provocaron que se cometa una injusticia al suspendérseles el valor de la jubilación complementaria.
“De pronto el exrector Salcedo (Galo) suspendió la complementaria y que se iba a investigar, porque había colegas, o sea, compañeros docentes que cobraban de más...”, relata y agrega que a él le suspendieron el pago por ocho meses, pero que antes de la salida del funcionario en mención le cubrieron esos valores.
Con 68 años, este jubilado tiene problemas prostáticos y hace un año le detectaron prediabetes. 
Ello se suma a una intervención quirúrgica que le practicaron por complicaciones en el corazón.
Por ende, afirma, mensualmente gasta $ 250 en medicamentos adicionales a los que recibe del Seguro Social.
Rodríguez señala que también apoya económicamente a uno de sus nietos que está en sexto grado de básica.
Por eso su pedido es: “Que las autoridades reconozcan, hay que ser recíprocos. Hablamos de tanto humanismo, que lo pongan en práctica”.
Jorge Ayala se jubiló en marzo del 2017, tras 34 años como profesor titular de Finanzas en la Facultad de Ciencias Administrativas y 70 de edad.
Han pasado 25 meses y no recibe la compensación económica (pago por el retiro jubilar), cuyo cálculo tiene un tope de $ 53.100, en función de la carga horaria. 
A él, según estima, le corresponden unos $ 40 mil.
Ya están barriendo las irregularidades que ha habido, eso es bueno. Aquí la gente está en silencio. Es el miedo que tienen, porque aquí había un sistema oscuro que ha manejado la Universidad”.
Jorge Ayala

¿Por qué no le consignan ese pago? Ayala sostiene que hasta hace poco en la Dirección de Talento Humano de la Universidad no aparecía su nombramiento como profesor titular y que esa ha sido la traba que le impide cobrar hasta hoy.
“Aquí deben tener ellos obligadamente ese documento en su registro, no lo tienen. Y ellos (administraciones anteriores) no buscaron alternativas de solución”, reseña el exprofesor.
Ahora Ayala y su excompañero Manuel Ochoa, jubilado con 42 años de servicio que estaba en la misma situación, esperan cobrar en un mes, según diálogos mantenidos con una comisión formada para atender los casos de los jubilados de la U. (I)

Roberto Passailaigue: ‘Esperamos que  Finanzas asigne los valores’
Roberto Passailaigue, rector de la Universidad de Guayaquil y presidente de la Comisión de Intervención y Fortalecimiento Institucional (CIFI), señala que el pago de ciertos haberes a los jubilados está pendiente desde el 2013, periodo en el que el centro superior fue intervenido por primera vez. 
Sostiene que de las situaciones analizadas en este segundo proceso de intervención que se inició en octubre del año pasado ya se han generado órdenes de pago en 773 casos.
“Estamos esperando que el Ministerio de Economía y Finanzas nos asigne los valores. Como yo he dicho, ya no depende de mí”, expresa al ser consultado sobre cuándo se harán efectivos los pagos.
Passailaigue calcula que para que la Universidad de Guayaquil cumpla con las obligaciones pendientes con el personal jubilado requiere de alrededor de $ 3’500.000.
El rector menciona que aunque inicialmente en el centro superior se hablaba de una cifra de 1.300 jubilados, la CIFI hizo una base de datos de 1.501.
De estos, agrega, se han tramitado 1.018 procesos;  671 corresponden a jubilación complementaria,  275 a jubilación patronal y 72 son de compensación económica.
“En un proceso de reajuste tributario y presupuestario estamos viendo cuál es el derecho real de esa persona. Y cuando ya se determina que tiene el derecho, se le paga lo que por derecho le corresponde”, argumenta Passailaigue.
Manejo político
Y añade que cierto grupo de jubilados está siendo manejado políticamente por quienes estuvieron en contra de la intervención y ahora pretenden desestabilizar ese proceso.
Oswaldo Pacheco, quien fue vicerrector general del centro superior porteño, considera que la administración actual está haciendo esfuerzos para cumplir con los jubilados.
No obstante, dice, hay “mandos medios” que están haciendo liquidaciones que no corresponden a la realidad y aquello causa perjuicio económico.
Pacheco, quien representa a los jubilados ante la Asociación de Profesores de la Universidad de Guayaquil (APUG), manifiesta que el año pasado los recursos estuvieron asignados, pero por procesos engorrosos no se canceló a todos.

Fuente
“EL UNIVERSO”, Ecuador, 05.05.2019

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Me atrevo a interpelar, por sentirlos muy cercanos, por más que las apariencias parecieran indicar lo contrario; insisto en lo de la cercanía, por que estamos en el mismo bote – que hace agua - , tenemos pesares, angustias y problemas comunes, recién después vienen las diferencias.

La idea es dialogar, hablar de nuestras cosas, hay textos que nos proporcionan la información básica – no única-, solo es una propuesta como para empezar. La continuidad depende de Ustedes, un eventual resultado adicional depende de todos.La idea es hablar desde un “nosotros” y sobre “nuestro futuro” desde la buena fe, los problemas exigen soluciones que requieren racionalidad, honestidad intelectual que jamás puede nacer desde la parcialidad, la mezquindad, la especulación.

Encontraran en “HASTA EL PELO MÁS DELGADO ...”, textos y opiniones sobre una temática variada y sin un orden temporal, es así no por desorganizado, sino por intención – a Ustedes corresponde juzgar el resultado -.Como no he vivido en una capsula, ya peino canas, tengo opiniones y simpatías, pero de ninguna manera significa dogmatismo, parcialidad cerrada.Soy radical (neto sin adiciones de letras ninguna), pero no se preocupen no es contagiosos … creo, solo una opción en el universo de las ideas argentinas. Las referencias al radicalismo están debidamente identificadas, depende de Ustedes si deciden “pizpear” o no.

El acá y ahora, el nosotros y el futuro constituyen la responsabilidad de todos.Hace más de cuatro décadas, en mi lejana secundaria, de una pasadita que nos dieron por Lógica, recuerdo el Principio de Identidad, era más o menos así: “Si 'A' no es 'A', no es 'A' ni es nada”, por esos años me pareció una reverenda huevada, hoy lo tomo con mucho más respeto y consideración. Variaciones de los mismo: no existe un ligero embarazo; no se puede ser buena gente los días pares.

Llegando al Bicentenario – y aunque se me tildé de negativo- siento que como pueblo, desde 1810, hemos estado paveando … a vos ¿qué te parece?. En algún momento perdimos el rumbo y ahí andamos “como pan que no se vende. Cuentan que don Ángel Vicente Peñaloza decía: “Como ei de andar, en Chile y di a pie, cuando hay de que no hay cunque, cuando hay cunque no hay deque”.

De tanto mirarnos el, ombligo y su pelusa, tenemos un cerebro paralitico, cubierto de telarañas y en estado de grave inanición. Padecemos una trágica concurrencia de factores que nos impiden advertir – debidamente -, este, nuestro triste presente y lo que es peor aún, nos va dejando sin futuro.

A los malos, los maulas, los sotretas, los villanos, los mala leche, los h'jo puta, los podemos enfrentar pero … ¿qué hacemos con los indiferentes, con los que solo se meten en sus cosas, y no advierten que el nosotros y el futuro por más que sean plurales son cosas personalisimas? Y luego dicen que quieren a sus hijos y su familia; ¡JA!, ¡doble JA!, ¡triple JA! (il lupo fero).

¡¡EL REY ESTÁ EN PELOTAS!!, dijo el niño de la calle, hijo de padre desconocido y madre ausente, ese niño es mi héroe favorito.

¿QUÉ ES PEOR LA IGNORANCIA O LA INDIFERENCIA?

¡¡NO LO SÉ Y NO ME IMPORTA!!

El impertinente, el preguntón es nuestra esperanza, nuestro “Chapulin Colorado”.

Mis querido “Chichipios” - diría don Tato- no olviden que además de ver el vaso medio vació o medio lleno, hay que saber que contiene – sino que le pregunten a Socrates - ¡Bienvenidos! Adelante. Julio


Mendoza, 11 de noviembre de 2009.