El exdirector general de Pemex durante la administración de Enrique Peña Nieto tiene una larga lista de historias señaladas por la Auditoría Superior y el propio Pemex.
Édgar Sígler
La planta chatarra
La planta de Agro Nitrogenados (rebautizada como Pro Agroindustria en Pemex) llevaba 14 años detenida cuando Pemex pagó 275 millones de dólares (mdd) durante la dirección de Lozoya, que además estimaba inyectarle 200 mdd para su rehabilitación.“Se señaló que se formalizó la compra de la planta de fertilizantes con equipo incompleto, en mal estado y no utilizable, con 30 años de antigüedad y 18 años fuera de operación; asimismo, careció de estudios y análisis competentes para garantizar su rentabilidad y determinar adecuadamente los costos de mantenimiento desde el proceso de su adquisición”, explica la Auditoría Superior de la Federación (ASF) en un reporte dentro de la tercera entrega de la Cuenta Pública 2017.
Pemex se dio cuenta del alza en los precios de los trabajos para la rehabilitación de la planta, por lo que el presupuesto final de la adquisición pasó de 475 mdd a 760 mdd.
La administración de Andrés Manuel López Obrador aún se aferra a rescatar la cuantiosa inversión hecha en este complejo y espera que este año por fin renazca, para integrarse a la cadena de producción de fertilizantes junto a su ‘primo incómodo’ Fertinal.
El primo incómodo
Lozoya Austín se lanzó a la compra de Grupo Fertinal tras la adquisición de Agro Nitrogenados, con la intención de cerrar la pinza de la cadena para producir fertilizantes –el metano que se extrae desde las operaciones de Pemex Exploración y Producción, la elaboración de amoniaco en el complejo de Cosoleacaque, y la producción de urea en Pro Agro para alimentar a Fertinal.Pemex oficializa la compra a inicios de 2016 por 635 mdd, pero la compañía ha inyectado al menos 120 mdd al proyecto para hacerlo viable.
En total, Pemex lleva cerca de 1,500 mdd invertidos en los últimos cinco años en un plan para relanzar la producción de fertilizantes en el país y que incluye la segunda compra, la de la planta Fertinal.
Odebretch y la refinería de Tula
El contrato otorgado por Pemex a la firma brasileña Odebrecht para realizar trabajos en la refinería de Tula, Hidalgo, pudo generar daños o sobrecostos por cerca de 953 millones de pesos (mdp), según la Auditoría Superior de la Federación (ASF).“Son trabajos con características similares y que fueron ejecutados por una empresa mexicana adjudicada mediante licitación pública internacional y aprobado por la Gerencia de Proyectos 2 de Pemex Refinación en el mismo año, mismo que ofreció precios más convenientes para el estado en partidas similares, con lo que se comprobó que la propuesta de la contratista extranjera no fue la más conveniente para el Estado”, apunta la ASF en su auditoría 16-6-90T9M-04-0479, publicada en 2017, sobre el ejercicio 2016.
Reprobado en su último año
Lozoya ya había enfrentado anuncios de ajustes al gasto durante el final de su gestión, sin embargo, el propio Consejo de Administración de Pemex evidenció que no se realizaron de acuerdo a la planeación.“Los esfuerzos realizados por la Administración de Petróleos Mexicanos no fueron suficientes para cumplir los compromisos de gasto y producción aprobados en 2015 por el Consejo de Administración”, expuso el Consejo en su evaluación final sobre los resultados de Pemex en 2015.
La petrolera debía llevar a cabo un recorte de 62,000 mdp tras los ajustes presupuestarios del gobierno federal a inicios de 2015.
Pero una serie de gastos no programados por 25,000 mdp – como el pago de 4,600 mdp para terminar con un litigio de 15 años con la firma Concopra - dieron al traste con los ahorros prometidos.
Un récord histórico
La compañía había declarado pérdidas netas por 521,600 mdp al cierre de ese año, la más grande de la que se tenía registro en su historia.Pero el récord duró poco, pues una vez que se hizo el dictamen final de las cuentas para 2015, la pérdida neta se disparó a los 712,500 mdp, impulsada por los gastos extras en los que incurrió la empresa en el último año de administración de Lozoya Austin.
La deuda de Pemex también se elevó a 3.1 billones de pesos, además de poner en jaque a la cadena de prestadores de servicios petroleros, que vieron cortados los pagos por parte de la petrolera nacional.
Esto puso en serios aprietos financieros a las empresas, incluso algunas estuvieron al borde de la quiebra.
De altos vuelos
La Auditoría Superior de la Federación (ASF) realizó señalamientos sobre las costumbres de vuelo del exdirectivo.Lozoya y sus acompañantes realizaron 912 travesías en un helicóptero Eurocopter y en un avión Cessna Sovereign, adquiridos por Pemex, para tareas de patrullaje y la movilidad estratégica de funcionarios.
De estos vuelos, 588 fueron a instalaciones de Pemex y 324 fueron a lugares como destinos turísticos, hospitales, oficinas federales e incluso un medio de comunicación.
Sobre este segundo conjunto, la ASF advierte que no existe documentación que justifique que el entonces director tuviera que viajar por aire a tales sitios.
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