¿Dónde está el posible riesgo?
Si bien la reforma laboral establece para los trabajadores el voto directo, personal, libre y secreto para definir a sus dirigentes, así como otros avances en la democracia sindical y la negociación colectiva, también deja un hueco que podría ser aprovechado por alguna figura como el líder minero, con el fin de ganar poder para su agrupación y tejer relaciones con las autoridades.De acuerdo con lo aprobado en las cámaras, se creará un Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral en sustitución de la actual Junta Federal de Conciliación y Arbitraje.
El titular de tal organismo será designado por el Senado, de una terna propuesta por el Ejecutivo federal, y dicha instancia será la encargada de los registros sindicales y de contratos colectivos.
Para el coordinador del Comité de Derecho Laboral de la Asociación Nacional de Abogados de Empresa (ANADE), Jorge Sales Boyoli, este es un tema que preocupa porque hace pensar que, al impulsar como titular del Centro Federal a una persona cercana al morenismo, la Presidencia de la República podría seguir conservando los registros de las organizaciones sindicales como una forma de control político y, en paralelo, favorecer a una central que le sea afín, como la de Gómez Urrutia.
"Es lo que hemos llamado una especie de trampa de control, porque se deja en el poder político la decisión de otorgar o negar contratos colectivos, o la decisión de otorgar o negar registros sindicales; posiblemente, vamos a presenciar nueva forma de corporativismo sindical en versión '4T'", afirma Sales en entrevista.
¿Qué dicen AMLO y 'Napo?'
En contraste con lo que dicen los analistas, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha rechazado que la confederación de Gómez Urrutia sea como una nueva CTM.También ha insistido en que no habrá sindicatos promovidos por su administración.
"El cambio en esta materia es que no hay sindicatos promovidos por el gobierno, no hay sindicatos amparados, protegidos por el gobierno, tampoco dirigentes sindicales subordinados al gobierno, apoyados por el gobierno", dijo en su conferencia de prensa matutina del pasado 14 de febrero.
En otra conferencia de prensa, la del 25 de abril, defendió a Gómez Urrutia y señaló que "quienes se creían dueños de México" expulsaron al líder minero del país por 12 años, pero que ahora son tiempos distintos y que él no quiere que el gobierno sea como un comité al servicio de una minoría.
"Nosotros protegemos a quienes son perseguidos, pero al mismo tiempo no permitimos ningún acto antidemocrático y estamos en contra del 'charrismo sindical'", afirmó.
Por su parte, el senador afirmó en febrero pasado, al presentar a su nueva organización, que con la CIT comenzará una nueva etapa para el sector obrero mexicano.
Asimismo, invitó a otros organismos a unirse a su confederación e insistió en que no tendrá relación con Morena.
"No somos agencia ni del gobierno ni del grupo político de Morena", dijo Gómez Urrutia, aunque los especialistas señalan que todavía está por verse cómo será la relación entre el Poder Ejecutivo federal encabezado por López Obrador y los liderazgos sindicales.
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