NISMAN:
BAJO LA “LUPA” K
EL APARATO DE INTELIGENCIA K
La
carpeta blanca: cómo espiaba el gobierno de Cristina al
fiscal Nisman y a su
familia
María
Cecilia Rodríguez, ex ministra de Seguridad de Cristina Kirchner, mandó a
espiar al fiscal asesinado y a su familia.
Está citada a declarar el jueves 7
por ese tema.
Clarín accedió al registro de ese seguimiento que hizo el aparato
de inteligencia.
NICOLÁS
WIÑAZKY
04/03/2019
·
La carpeta es blanca. Estaba
ordenada.
Las horas de trabajo con su contenido dejaron arrugadas algunas de
las muchas hojas que reúne.
Otras se desengancharon de los anillos que las
sujetaban.
Cuestiones de forma.
El fondo, intacto, es lo que se busca leer en
esos papeles. Que queman.
Estos informes impresos con anotaciones manuscritas
anillados a lo largo del tiempo constituyen prueba a la vez detallada y rotunda
de que el Ministerio de Seguridad K al mando de María Cecilia Rodríguez vigiló en vida al
fiscal federal especial que investigaba el ataque a la
AMIA de 1994.
Después de que Alberto Nisman apareció
muerto el 18 de enero de 2015 con un disparo en la cabeza, vigilaron
a sus hijas, a su ex esposa y a su mayor contacto en la ex SIDE, el
ex director General de Operaciones del organismo.
Una fuente del Ministerio de
Seguridad -en los hechos controlado por el viceministro, el teniente coronel
(RE) Sergio Berni- entregó estos documentos al autor de esta nota.
Según esta
fuente, le habían ordenado la desaparición física y la eliminación de
toda memoria de la carpeta.
Las cosas no se dieron así.
El
propio Berni confirmó a quien esto escribe que la carpeta existió y no fue
desaparecida (y que existe aún).
Pero afirmó que
el tema no fue manejado por él, sino por su superiora inmediata, la joven
ministra Rodríguez.
En el juzgado federal de Julián Ercolini, el fiscal
Eduardo Taiano lleva adelante la causa que busca determinar cómo y por
quiénes fue asesinado Nisman.
La ex ministra de Seguridad Nacional K,
Cecilia Rodríguez, fue citada por el fiscal Taiano para que el
7 de marzo dé explicaciones sobre esos documentos inquietantes.
Los investigadores del caso Nisman quieren saber
por qué el Gobierno, denunciado por el fiscal del caso AMIA como encubridor del
atentado más grave que sufrió la Argentina a través de un pacto con Irán, controlaba
extra-judicialmente el expediente de esta investigación y recopilaba
información sobre su familia y la del ex jefe de la SIDE Antonio Stiuso.
También analizaron otras variables del caso sobre las que la carpeta puede
arrojar luz.
La carpeta que contiene los datos del seguimiento que hizo el gobierno de Cristina Kirchner de Alberto Nisman, su familia y su entorno.
¿Qué dice la ‘Carpeta Nisman’?
Empieza con copias de la declaración del
testigo del caso AMIAque contó, bajo juramento, cómo siendo oficial de la
Policía Federal se infiltró en la comunidad judía y se
involucró en maniobras que, afirmó, ayudaron a que sus jefes directos, y no la
Policía Federal como institución, contaran con datos que no serían inútiles
para quienes eventualmente planearan volar con una bomba la sede de la mutual
judía.
Según indica la documentación de la carpeta, Nisman
firmó ese testimonio y lo incorporó al expediente.
El agente secreto se llama
José Pérez y lo apodan con el alias ‘Iosi’.
Iosi, dice en la carpeta, le
reveló al fiscal que por su paciente trabajo llegó a ser uno de los encargados
de manejar las actas de la dirigencia de la AMIA.
Y confesó que entregó planos
del edificio en el que funcionaba la sede central de ese organismo, detalles de
cómo funcionaba la seguridad y nombres claves que formaban parte de ese
esquema.
La carpeta que contiene los datos del seguimiento que hizo el gobierno de Cristina Kirchner de Alberto Nisman y su familia está dividida en folios con diferentes fuerzas de seguridad y objetivos.
¿Por qué esta
declaración le importaba tanto al Ministerio de Seguridad K?
Los primeros
papeles de la carpeta, entonces, están vinculados al testimonio dramático de
Iosi, que agregó un dato todavía más inquietante en su declaración con Nisman.
El agente secreto de la Policía Federal le contó al fiscal que había alertado a la
anterior ministra de Seguridad de los Kirchner, Nilda Garré, sobre su historia
y su denuncia.
Y que ella no solo no lo protegió como él necesitaba, sino que
lo destinó al Departamento Central de la Policía Federal, donde “podía ser
visto” e identificado por cualquier persona de la “comunidad judía”.
La
carpeta prueba que Nisman le pidió a la Federal explicaciones sobre Pérez.
Y
que la Fuerza realizó los trámites burocráticos correspondientes y entregó a
Nisman el legajo de Pérez que
confirmaba que había actuado como espía de la Federal.
El legajo del espía de la Policía Federal José Alberto Pérez, en la carpeta que contiene los datos del seguimiento que hizo el gobierno de Cristina Kirchner de Alberto Nisman y su familia.
El fiscal además consiguió,
siempre según los documentos originales de esa carpeta blanca del Ministerio de
Rodríguez-Berni, que la Policía también le entregara el legajo confidencial de quien fue
durante años la jefa de Pérez, alguien a quien ni siquiera él
conocía por su identidad verdadera.
Este
descubrimiento de Nisman inquietó a la Federal.
También a la Dirección de
Inteligencia Criminal (DINICRI), quien le sugirió a la ministra Rodríguez que
le pida al investigador del caso AMIA que trate la información sobre Pérez de
forma “Secreta y Confidencial”.
Ese
pedido está incluido en la carpeta blanca de Nisman: la ministra Rodríguez se
lo envió con su firma al fiscal.
Nisman se ocupó de pedirle al Ministerio de
Justicia K que brindara protección al testigo José Pérez.
Las autoridades de
este otro Ministerio hicieron lugar a la solicitud y obraron en consecuencia.
En
uno de los documentos que guarda la carpeta de la polémica, consta el ingreso
de Pérez al Programa de Protección de Testigos.
Entre otros, ese trámite fue
firmado por el entonces funcionario del Ministerio de Justicia, Martín
Mena.
El
agente Pérez, o ‘Iosi’, pasó entonces a ser cuidado por una orden que firmaba
quien iba después a ser el redactor del texto del
“Memorando de Entendimiento con la República Islámica de Irán”.
Mena, en las
vísperas de la denuncia de Nisman contra la presidenta Cristina Kirchner -a la
que acusó de canjear por negocios la impunidad de iraníes imputados como
posibles autores del atentando a la AMIA-, fue nombrado subjefe de la nueva SIDE.
Meses
después de ese intercambio de pedidos y respuestas dirigidos por él al
Ministerio de Seguridad K y a la Policía Federal, el fiscal Nisman apareció,
yacente, en el baño de su departamento de la torre Le Parc, en Puerto Madero.
Muerto. Con un tiro en la cabeza.
Uno de los informes de inteligencia sobre Alberto Nisman y su entorno que hizo el Gobienro de Cristina Kirchner. Allí aparece el argumento de Diego Lagomarsino sobre la muerte de Nisman.
Berni acudió al lugar del hecho.
Ingresó con barro en las botas: el Secretario de Seguridad de la Nación debería
haber cuidado preservar y no contaminar la escena de la muerte.
Una vez dentro,
le dio su pésame a la madre de Nisman, Sara Garfunkel, quien había encontrado a
su hijo muerto.
A Sara también la habían seguido
(espiado) los agentes secretos del Gobierno K.
Y la
siguieron espiando.
En la carpeta se puede leer qué hizo tras la muerte de
su hijo.
Viajó al exterior, según consta en una hoja sin firma
ni membrete.
Y se agrega que tomó el mismo vuelo en el que viajaron también las
hijas de Stiuso.
También
se realizó inteligencia
sobre Sandra Arroyo Salgado, jueza federal, ex esposa de Nisman
y madre de sus dos hijas.
En otras hojas, también sin firma ni sello, hay
información sobre lo que supuestamente hablaba ella en la intimidad respecto
de su vínculo con Nisman, de qué discutían con su ex marido.
Se mencionan,
incluso, los nombres de los custodios que prefería tras la muerte del padre de
sus hijas, y los nombres de aquellos otros de quienes desconfiaba.
En
otro apartado de esas hojas anilladas se incorporó a la carpeta blanca un
listado de todos los viajes al exterior y entradas y salidas del país que hizo
el fiscal Nisman durante los últimos años de su vida.
Se
incluyeron también partes del expediente judicial sobre la muerte del fiscal
que instruía la errática fiscal Viviana Fein.
Consta allí un
listado de los llamados cruzados que hicieron, el domingo
en el que Nisman apareció muerto, pero antes de que se conociera públicamente
la noticia, la plana mayor de la ex SIDE, el ex jefe del Ejército y ex jefe de
Inteligencia de las Fuerzas Armadas, general Gerardo Santo del Corazón de Jesús
Milani.
Y también el Ministerio de Seguridad se interesó sobre qué había
recolectado la Justicia sobre las comunicaciones entre los custodios de Nisman.
Entre
toda esa documentación, típica del espionaje,
se incluyó también la agenda de la secretaria personal de
Nisman que muestra quién lo llamó y para qué durante el
miércoles 14 de enero.
Ese día el fiscal había presentado su denuncia contra el
Gobierno K respecto al Pacto con Irán.
Las
últimas hojas de la carpeta incluyen gráficos y nombres de agentes de
Inteligencia que corresponden a los llamados cruzados que hicieron esos jefes
de la ex SIDE, Milani, Nisman y sus custodios.
En la carpeta que contiene los datos del seguimiento que hizo el gobierno de Cristina Kirchner de Alberto Nisman y su familia figuran los cruces de llamadas de espías de la SI como Jaime Stiuso y el aparato de seguridad que debía proteger al fiscal.
No se especifica en ningún lugar
quién realizó ese análisis que no tiene el mismo formato del que existe en el
expediente oficial sobre la muerte, considerada por la Justicia como asesinato,
del fiscal.
La
carpeta empieza a obtener mayor repercusión en el ámbito judicial.
En
la calle, generó un altercado entre Berni y el poderoso Stiuso.
El ex “jefe” de
la Seguridad K se cruzó al ex líder del espionaje nacional en el shopping Patio
Bullrich.
Berni
saludó a Stiuso como si todo estuviera bien entre ellos.
El ex agente –aunque, en rigor, el espionaje sea una carrera que jamás se
abandona- se levantó de su asiento, y se le acercó para reprocharle a viva voz
que hubiera hecho vigilar en secreto a su familia.
Berni no
entendía de qué le estaba hablando: hasta que Stiuso le recordó la
existencia y el contenido de la
carpeta blanca.
Un testigo presencial de esa discusión le
aseguró a Clarínque Berni se asustó.
Y que Stiuso le
terminó pegando al menos un cachetazo al
teniente coronel (RE).
Berni
abandonó el lugar.
Sobre
el contenido de la carpeta se puede leer en esta nota.
Y ver sus fotos,
también.
Fuente
“Clarín.com”, 04.03.2019
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