EL JEQUE PETROLERO (Parte 1)
Pereyra SRL
Las múltiples empresas que crearon los familiares
del jefe sindical petrolero.
Están orientadas a nichos del negocio
hidrocarburífero y del propio gremio.
Abarcan desde el transporte hasta la
salud y las cobranzas.
Extraños vínculos con dos fuertes empresarios del
sector.
16 de mayo 2017
Los 30 le pisaban los talones cuando
decidió buscar en Neuquén una oportunidad de trabajo que no le garantizaba
Bowen, su pueblito mendocino natal cerca de General Alvear.
Eran
los inicios de los ´70, cuando la provincia despuntaba como fuerte proveedora
de hidroelectricidad, gas y petróleo para la pampa húmeda y el litoral
argentino.
Guillermo Juan
Pereyra, alias “El Caballo”, pidió trabajar en la primera petrolera que
se le cruzó.
Changarín fue el puesto que le dieron.
En algún momento también se
lo vio como custodio de “El Farolito”, el recordado boliche al que iban
petroleros deseosos de esparcimiento.
Pero a las tres semanas consiguió algo
mejor en la perforadora Astrafor.
Y sin escalas pasó de ayudante de boca de
pozo a “enganchador” de tuberías, a 27 metros de altura.
No
pasó mucho tiempo hasta que se vio seducido por la actividad gremial, en un
sindicato que daba sus primeros pasos al mando de Hugo Rozar.
Éste vio en
Pereyra -ya delegado- un hombre inquieto y con temperamento.
Por eso lo invitó
a integrar la comisión directiva como Secretario Administrativo.
Pocos días
antes del golpe del ’76, Rozar murió y el gremio permaneció intervenido por los
militares hasta 1983, cuando Pereyra vio la oportunidad de liderarlo.
No le fue
fácil. Consiguió el mando por apenas 62 votos.
Sin
embargo, desde entonces no sólo nunca se despegó del poder.
Lo multiplicó de
tal modo que resultó imbatible para sus opositores. También para los políticos.
Hoy,
a los 73 años, “El Caballo” lo probó todo: funcionario de Trabajo de Sobisch,
diputado provincial, senador nacional, director de YPF, adjunto de la CGT y
mandamás de un gremio fuerte en tres provincias.
Moviliza
masas obreras por millares, y con ellas muestra fusta y presión.
Domina a
empresarios petroleros.
En el gremio está encaramado desde hace 33 años y nadie
lo sacará hasta el 2020, por lo menos.
Arrasó no sólo en las elecciones
sindicales; también en las legislativas que lo catapultaron en el Senado como
presidente de la influyente Comisión de Minería, Energía y Combustibles.
A
fuerza de internas, destronó a “números puestos” del MPN y, hoy por hoy, se
muestra en el partido como un padrino aglutinador y referencial.
Por
añadidura, se convirtió en el sindicalista más mimado del presidente Mauricio
Macri, por haber sido la llave de sus deseos de cambiar los convenios
colectivos de trabajo para reducir costos y aumentar productividad.
Eso es Pereyra. Pero no es sólo eso.
Guillermo “El Caballo
Pereyra” empezó como changarín cuando tenía casi 30 años.
No tardó en lograr un
puesto clave en el gremio.
Tras la muerte de Rozar, su fundador, y al cabo de
la intervención militar, se convirtió en líder imparable.
Una abultada billetera
Los
negocios que el senador y gremialista viene haciendo al ritmo del bombeo de
crudo son millonarios (aun cuando las cifras totales manejadas representen una
cuestión tabú).
De todos modos, muchos de esos millones son exhibidos en
edificaciones deslumbrantes para beneficio de los afiliados de una geografía
vasta, pero también para ostentación de poder.
La
billetera gremial, que hoy cosecharía un piso de 2.500 millones de pesos al año
con la retención del 18% promedio del salario bruto de los trabajadores
petroleros y del aporte patronal, podría verse engrosada en 500 millones más
con la puesta en marcha de la nueva ART de la mutual petrolera propia (más
detalles en la edición de mañana).
Esa billetera incluye plazos fijos que, en
2015, ya eran de 1.800 millones de pesos.
Paralelamente,
el entorno familiar directo del sindicalista no ha perdido la oportunidad de
desarrollar negocios particulares a través de la creación de una decena de
empresas, varias de las cuales -llamativamente- están relacionadas con la
actividad petrolera, con requerimientos constructivos u operativos del gremio,
o con sus nichos a desarrollar, como la salud.
¿Pereyra
tiene intereses en estos negocios? No hay evidencia de su participación en las
constituciones societarias.
Sin embargo, sí se ha podido comprobar el
involucramiento de sociedades integradas por familiares, amigos y hasta
empleados en construcciones, cobranzas y trabajos realizados para el Sindicato
de Petróleo y Gas Privado, su Mutual, su Obra Social y centros recreativos que
dirige.
Hay distintos anillos en el universo cercano a
Pereyra:
Su ex esposa Norma Martínez (con quien el
gremialista prolongó una buena relación) y sus hijos Paola Alejandra, Martín
Guillermo y Flavio David son empresarios en firmas de las más diversas
actividades.
Hay también, familiares políticos del sindicalista
que aparecen al frente de otras sociedades.
Un empleado calificado de Pereyra en el Senado
constituyó una consultora ambiental junto a un hijo del gremialista.
Un antiguo empleado del sindicato integró una
constructora que participó en la edificación de la suntuosa Mutual de 12 pisos,
recientemente inaugurada, y de otros establecimientos del gremio.
La ex esposa y la hija, curiosamente, estuvieron
durante algunos meses al frente de una de las más importantes empresas de
servicios petroleros de la región, propiedad del empresario Claudio Urcera.
Hay una firma de “soluciones ambientales” que es
señalada como muy cercana a los intereses de Pereyra, sospecha alimentada
cuando el propio gremio la promocionó con énfasis.
Un ex empleado municipal la
creó y un simpatizante del senador la maneja.
Otra empresa que administra un
servicio de verificación técnica vehicular invitó a Pereyra a su inauguración y
le alquila a la ex esposa el predio y el galpón.
Apasionados del transporte
Los
Martínez-Pereyra generaron sociedades que apuntaron directamente a actividades
subsidiarias del negocio hidrocarburífero: el transporte de combustibles, la
verificación técnica de rodados y el área ambiental.
Y crearon otras firmas que
parecen encajar en las necesidades actuales o futuras del gremio: búsqueda de
recursos humanos, cobranzas de deudas impagas, innovación tecnológica,
gerenciamiento de empresas de salud, marketing y servicio de apoyo para
extracción de hidrocarburos.
El
área del transporte de petróleo es el que más suele reportar beneficios, siempre
que -claro está- se tenga la posibilidad de ingresar en un selecto grupo de
operadores.
Aquí hay (o hubo durante años) dos abrepuertas del negocio que el
mundo petrolero conoce bien: YPF, con su poder para orientar contratos, y el
gremio, con su capacidad para allanarlos (o no entorpecerlos).
El
propio Pereyra vio la veta. Siendo jefe del sindicato, no tuvo pudor en crear a
inicios de 2001 la empresa Transporte Horizonte SRL. Lo hizo en
sociedad con sus eternos mano derecha Ricardo Astrada, Carlos Lorenzo y Osvaldo
Marín (aún forman parte de la comisión directiva del gremio).
En 2002 se dio
cuenta de que debía disimular el negocio y los cuatro popes gremiales
transfirieron la sociedad a Norma Martínez (ex esposa) y Vicente Ventimiglia.
Un
año más tarde, Transporte Horizonte mudó a Soitué SRL, creada por
Norma y los tres hijos: Paola, Flavio y Martín.
El objeto social señala:
“transporte de cargas y pasajeros”.
Pero en 2012 le agregaron uno más:
“inspección técnica obligatoria de transporte de pasajeros y carga”.
Más aún,
crearon una página y el logo para la verificadora técnica vehicular.
Coincidencia o no, en 2014 se inaugura un taller de VTV en cercanías de una
curva peligrosa de la Ruta 151, cerca de Cinco Saltos, un sitio inapropiado
para un emprendimiento de este tipo.
El predio y la construcción pertenecen a
Norma Martínez, confirmó a este diario una fuente de ITV S.A, la firma que
gerencia Técnica Sur, que nació vinculada al cuartel de Bomberos de San Martín
de los Andes (entidad sin fines de lucro, que no pudo evitar lucrar en este
caso).
Pereyra fue una de las figuras de la inauguración sin que se supiera qué
tenía que ver con una verificadora.
Norma
Martínez siguió con la saga Soitué y fundó en mayo de 2007 Transportes
Soitué SA junto a un funcionario del Tribunal de Cuentas de Neuquén,
dedicada también a “servicio de transporte de pasajeros y carga” con el añadido
de “preparación y limpieza de tanques de petróleo y cañerías”.
Para
ratificar que el transporte de combustibles es lo suyo, Norma Martínez también
fue presidenta en 2012 de VDN SA -con una participación social
de 1.600.000 pesos de entonces-, y su hija Paola directora suplente. VDN y TSB
son las principales compañías del grupo del empresario cipoleño Claudio Urcera,
padre del consagrado piloto de TC Manuel.
VDN está radicada en Buenos Aires
pero opera en la región.
Resulta llamativo que Urcera haya cedido por seis
meses el control total de esa empresa que moviliza enormes camiones-tanque a la
esposa de Pereyra, allá por diciembre de 2011.
Legisladores neuquinos
detectaron ese mes “importantes movimientos financieros realizados entre VDN y
una cuenta bancaria que pertenecía a Norma Martínez y a Martín Pereyra”.
Registros societarios confirman que la ex esposa de Guillermo Pereyra ya venía
desempeñándose como accionista de VDN en 2010.
“Con
Pereyra somos buenos amigos”, reconoció Cifuentes a este diario.
Personas
muy cercanas al oficialismo nacional no descartaron que, en breve, los Pereyra
obtengan autorización para operar una verificadora de camiones, colectivos y
autos en general.
Coincidiría con las buenas migas entre Nación y el senador, y
el hecho de que Técnica Sur no mantendría hoy aceitado vínculo con la locadora,
ex mujer del gremialista.
El ballet de los millones
1.900.000 de pesos es el activo de que dispone el sindicato,
según su titular. Y el superávit es de “367 millones”.
de pesos es lo que el sindicato invirtió en el
edificio de la Mutual, recién inaugurado.
de pesos es lo que planea gastar el gremio en la
suntuosa Ciudad Sanitaria, de 53.000 metros cuadrados. Se edificará “por
administración”.
afiliados tiene el sindicato de Petróleo y Gas
Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa. Pereyra ha llegado a movilizar cerca
de 10.000
Flavio Pereyra, el mayor de los hijos varones, dueño de Volta.
Flavio
Pereyra es el más parecido a su padre.
Desde muy joven quedó hechizado por la
tecnología.
Varios años atrás decidió emular al petrolero en su faz gremial y
fundó el Sindicato de Informáticos y Afines, cuando era incipiente la
actividad. Pero luego de incursionar en estudios de abogacía y publicidad, optó
por transformarse de sindicalista a empresario:
En
agosto de 2015, creó Volta SRL junto a su esposa, la fotógrafa
Vanesa Baselli.
Ya había tenido una experiencia empresarial frustrada cuando
fundó -junto a unos amigos- Servicios Especiales Quattro SRL para
participar en la “construcción de obras viales y civiles”, así como para
ofrecer “alquiler de maquinarias y herramientas”.
Hoy
Volta es su mayor satisfacción.
Fue concebida para dotar de infraestructura
tecnológica a edificios privados y públicos y digitalización documental, pero
-de paso- también para “dar soluciones en servicios generales a industrias del
petróleo”.
A fuerza de tercerizaciones, contratos y capacitación de una pequeña
dotación propia, Volta fue creciendo, se animó a presentarse en grandes
licitaciones y actualmente se enorgullece de haber convertido al Sindicato
Petroleros Privados en un “edificio inteligente de características únicas en el
país”.
Pese
a su perfil empresarial, Flavio no deja de prestar servicios para el gremio
como empleado “referente” del Área de Sistemas.
Su
esposa, Vanesa Baselli, lo siguió en la carrera empresarial y, a fines de 2013,
constituyó Degex Desarrollo y Gestión SRL en vinculación con
socios, uno de los cuales a su vez integra una empresa de construcciones, Fabot
SRL.
El objetivo de Degex es brindar “servicios de recursos humanos” y
“seleccionar personal técnico operario y de seguridad privada”.
Una
familiar de Baselli también incursionó en un rubro similar a través de Segma
SRL, que fuentes consultadas por este diario vincularon a servicios de
auditoría prestados al gremio.
Esta mujer también habría sido socia de Fabot
Construcciones.
“Estamos terminando de configurar el edificio del
Sindicato Petroleros Privados, un edificio inteligente de características
únicas en nuestro país”.
Posteo de la firma Volta, de Flavio Pereyra, en el
“face”.
Salud, divino tesoro
Paola
Pereyra, la primogénita, son los ojos del senador en el gremio, donde ocupó
sensibles tareas como jefa de Compras.
Sin embargo, también tiene la vena
empresaria.
Además
de Soitué SRL y VDN, Paola fundó la sociedad Maper Salud SRL en
febrero de este año, junto a una farmacéutica de Catriel.
El objeto social es
la “compra, venta, exportación e importación de elementos descartables,
implantes medicinales y cosméticos”.
También se ocupa de la “limpieza,
desinfección de equipamiento médico, odontológico y de laboratorio”,
especialidad que es el fuerte de su socia.
No
es la única empresa vinculada a la medicina del clan Pereyra.
Está
también Strane SA, creada en 2013 por la ex esposa Norma Martínez
en vínculo con un contador del grupo, Mariano Perrotta, también socio de la
principal firma de la mujer, Grupo Gestión SA (ver más adelante).
Strane
se dedica a “administrar auditorías de farmacias, consultorios y clínicas
destinados a la atención de particulares, obras sociales y medicina prepaga”.
También incursiona en “medicina legal” y en el “gerenciamiento de empresas de
salud”.
Y tiene incluso potestad para “administrar, proyectar y ejecutar
licitaciones, contratar y concursar precios de obras”.
Todo
hace presumir que Strane y Maper pudieron haber sido pergeñadas con miras a la
Ciudad Sanitaria, monumental clínica de 52.000 metros cuadrados, cinco pisos y
100 millones de dólares de inversión, cuya edificación Pereyra anunció en 2015
para impresionar a muchos.
La recaudadora
La
empresa madre bajo la batuta de Norma Martínez es Grupo Gestión SA. Se
trata una activa organización de “cobranzas y recupero de carteras de créditos
en mora de entidades financieras, comerciales, públicas y privadas”.
Además,
asesora en cuestiones de comercialización y administra recursos humanos.
Sus
oficinas están en Alberdi al 200 de Neuquén capital, en el mismo edificio que
alberga a Soitue, Transportes Soitue y Strane.
Tres abogados y otros tantos
contadores actúan en la sociedad.
El cobro de las deudas a la obra social y a
la Mutual del Sindicato Petrolero estarían tercerizadas en esa firma.
Lo
corroboraron dos fuentes ante este diario: “Es una empresa clave en el universo
Pereyra. Genera, por ejemplo, auditorías a empresas que adeudan el pago de la
obra social del sindicato.
Sus honorarios representarían entre un 10 y un 20%
del total de los montos en juego que, en general, son millonarios.
Yo mismo
debí pagar cerca de 16 millones”, sostuvo -para graficar la magnitud del
negocio- un empresario que prefirió no identificarse.
“Es una caja enorme. Con
empresas chicas, la presión es mucho más fácil de ejercer”, asegura.
Otro
empresario lo explica más crudamente: “Uno de las mano derecha de Norma te
llama para ‘conciliar cuentas’. Te dice: ‘tenés una deuda x’. Vos respondés:
‘eso no es real’ y mostrás los comprobantes. Te retrucan: ‘a nos nosotros nos
figura que nos debés tanto’. Al final de la puja queda en claro que, sea como
fuere, hay que pagar un 10% por la ‘gestión judicial’ ”.
El mimado político
Flavio Pereyra, el mayor de los hijos varones, dueño de Volta.
A
estas alturas no hay dudas de que el hijo menor de Guillermo Pereyra es el
“pollo” político del senador.
Probablemente su apuesta para prolongar la
dinastía.
Por ese motivo lo viene instalando en sus actos y discursos como
eventual candidato a diputado nacional.
Hablamos
de Martín Guillermo “Pichi” Pereyra, un diseñador gráfico de 40 años.
Incansable viajero por el mundo, ex residente en España e hincha de Boca (en
esto no salió al padre, tan fanático de River que hasta tiene un palco en el
Monumental).
A
su regreso de España, su padre ya le tenía reservado el puesto con mejor
categoría en el Senado de la Nación (A-1), en la función de jefe de despacho
del senador.
En las mismas oficinas trabaja su mejor amigo, Estanislao López,
en una categoría levemente menor.
No es sólo su amigo, también es su socio en
la empresa que Martín Pereyra creó a fines de 2014: la consultora de impacto
ambiental Servantec SA.
¿Su actividad principal? “Servicios de
apoyo para la extracción de petróleo y gas”, amén de “servicios de arquitectura
e ingeniería”.
Se trata de la única firma de la familia radicada en Buenos
Aires, en Av. del Libertador 592.
El rubro petrolero siempre en alto.
No
es la única sociedad de Martín.
En noviembre de 2016 inscribió junto a otros
amigos Ibuky SRL, una consultora de publicidad, marketing y
comunicaciones, además de “diseño de logos y sitios de internet”, es decir su
original oficio.
No
obstante, la pasión del menor de los Pereyra parece estar centrada en la Fundación
Conygriega, creada -como vemos en nota aparte- para desarrollar
solidaridad, pero también profuso clientelismo al más viejo estilo, para
beneficio del senador y el suyo propio.
“Nuestro local de VTV se lo alquilamos a la ex
mujer de Pereyra. Ella dirige Soitué. Antes pretendía poner un taller de
verificación nacional de camiones”.
De un directivo de Técnica Sur, en Cinco Saltos.
Entre los senadores más acaudalados del
país
Pereyra
estuvo en el “top-ten” de los diez senadores más ricos del país.
Esto,
considerando las escasas dos declaraciones juradas que presentó en su vida
parlamentaria.
En
la última -del 2015-se advierte que sus bienes, depósitos y dinero en efectivo
al cierre del período ascendieron a 7.493.700,51 pesos.
A valores de hoy,
equivaldrían a más de 11 millones de pesos.
Al inicio de ese mismo año, tenía
3.648.461,62, de modo que experimentó un salto de 105,39%.
Al final de 2013,
había declarado $ 1.166.974,10. Es decir, que en dos años el respingo fue del
540%.
“Lo
único que tengo es un departamento y un Passat”, había dicho en agosto de 2012.
Era cierto, sólo que le faltó hablar de los plazos fijos.
Sea
como fuere, Pereyra no se fija en gastos cuando se trata de satisfacer un
gusto, de los pocos que le deja su intensa actividad: el boxeo.
En 2104,
adquirió una butaca en el sector de las estrellas del Madinson Square Garden de
Nueva York para ver a Sergio “Maravilla” Martínez. Justo detrás del astro
portugués Cristiano Ronaldo.
Clientelismo a todo vapor, de la mano
del hijo “sucesor”
“El
Caballo” Pereyra posó su mano sobre el hombro del menor de sus hijos para
bendecirlo como sucesor político.
Martín Guillermo entendió perfectamente las
necesidades promocionales de su padre cuando organizó Fundación Conygriega tras
regresar de España, donde vivía.
Desde
la organización, Pereyra Jr. planifica giras por los más recónditos parajes de
la provincia para repartir kits escolares en escuelas, golosinas a los niños,
organizar eventos deportivos o formar cuadros infantiles.
La
ayuda solidaria llega en cajas con la gigantesca grafía “Pereyra”, su firma,
hechas probablemente por el diseñador gráfico de la familia, Flavio.
Hay
insólitas donaciones, como una camionada de caños tubing al municipio de Junín
de los Andes para el Vía Christi.
Se
advierte mucho dinero y no pocos colaboradores en juego dentro de la
organización.
La
fundación paga capacitadores, solventa equipos de fútbol y grupos de ballet,
contrata camarógrafos, etcétera.
Los
repartos de kits y cajas remiten al más rancio estilo clientelar que la nueva
política castiga.
Fundación
Conygriega se combina con las actividades de la Casa del Senador, otra fuente
de promoción que reasigna los pasajes terrestres y aéreos que recibe Pereyra en
el Senado para “asistir a los neuquinos para trasladarse por estudios médicos,
visitar parientes internados o participar de eventos de cualquier índole
(SIC)”.
Martín
Pereyra organiza toda esta intensa actividad mientras es empleado de la planta
permanente del Senador con el sueldo más alto.
Esquivo
“Río Negro” intentó durante más de una semana
realizar una entrevista personal con Guillermo Pereyra, pero el gremialista no
respondió llamadas ni mensajes enviados desde el 3 de mayo.
Se buscó sin éxito
la intermediación de su vocero de prensa.
Su hijo Martín, tras alguna demora,
sí respondió y aseguró que su padre aceptaría el encuentro, pero a la hora de
definir fecha hubo tan sólo vaivenes.
Fuente
No hay comentarios:
Publicar un comentario