ELÉCTRICOS:
UNA VERDADERA REVOLUCIÓN
Ya empieza el plan de instalación de "enchufes" en la vía
pública para autos eléctricos
23-05-2017
El Gobierno habilitó la importación de este
tipo de unidades con una fuerte quita de aranceles.
Es el primer paso hacia una
carrera por la transformación del sistema de transporte.
Los privados apuran el
proceso, empujando una reglamentación que permita planificar el mercado para el
mediano plazo
Por Gastón Fenés
Después
de mucho tiempo, la Argentina dio un paso clave para avanzar
con el lanzamiento de la era de los vehículos eléctricos.
A
través del decreto 331/2017, el presidente Mauricio Macri determinó un arancel de entre
0% y 5% para la importación de hasta 6.000 unidades propulsadas con energía
eléctrica.
Ahora,
las terminales se tendrán que preparar para exponerlos en las concesionarias,
ya que son las únicas autorizadas para aprovechar el negocio.
Esta
medida fue consecuencia de las negociaciones que llevó adelante la
multisectorial nucleada en la “Mesa del Vehículo Eléctrico”.
De
ese espacio de discusión participan automotrices,
petroleras, distribuidoras y fabricantes, además de seis
Ministerios nacionales:
Energía y Minería, Medio Ambiente, Transporte, Producción, Ciencia y
Tecnología, y Educación.
En
líneas generales, hay un fuerte consenso sobre este plan en las distintas áreas
de Gobierno.
Sólo el ministro Juan José Aranguren,
referente de la cartera energética, no se involucró de lleno en el debate.
Incluso,
planteó su preocupación ante un incremento de la
demanda de electricidad, dado que
la normalización del servicio, según viene advirtiendo, llevará un
tiempo.
Por
el lado de los usuarios, en cambio, se
espera que haya un creciente interés,
dado que si bien tendrán que afrontar una inversión inicial mayor, gozarán de
un menor costo de abastecimiento.
Según
tarifas actualizadas, teniendo en cuenta una facturación con todos los cargos,
el impacto al bolsillo se reduce considerablemente: mientras que recorrer un
kilómetro con nafta súper hoy demanda $2,
la carga de batería para la misma distancia insumiría $0,60,
es decir, un 70% menos.
En
un viaje de 1.000 kilómetros, en
tanto, el ahorro logradó sería de $1.400.
Una reducción incluso más importante
que la que hoy ofrece el GNC, que actualmente
está en el centro de la tormenta.
Sin
embargo, para avanzar de plano en esta tarea, será necesario completar algunos vacíos
legales, a través de una nueva ley que desde hace tiempo viene
trabajando la Asociación Argentina de Vehículos Eléctricos y Alternativos
(AAVEA) en conjunto con otros actores.
En
contacto con iProfesional, Mariano
Jimena, presidente de AAVEA, aclaró algunos
mitos infundados: en primer lugar, asegura que “actualmente es legal la circulación de vehículoseléctricos en todo el territorio nacional",
dado que está contemplado en la Ley Nacional de Tránsito (24.449).
De
acuerdo con el plan del Gobierno, primero se impulsarán los automóviles de
hasta 1.500 Kg, importados y prácticamente exentos de
impuestos desde otros países que no formen parte del Mercosur.
En
una segunda etapa, ingresará el transporte mediano y pesado, una vez que
esté desarrollada la infraestructura de carga y cuando los precios sean más
convenientes para las empresas de logística.
Automotrices ponen primera
El directivo de AAVEA confía en que en poco tiempo se verán varios modelos
recorriendo las calles argentinas,
como ocurre en ciudades de Estados Unidos, Israel y Europa, donde el negocio
avanza a gran velocidad.
De
hecho, las principales marcas están programando el lanzamiento de modelos
híbridos y 100%
eléctricos.
En
esta última categoría, el primer modelo en debutar en territorio nacional
sería la Renault Kangoo ZE, cuyo
lanzamiento está previsto para este año.
Ofrece una autonomía de 270 kilómetros
y fue homologado según las normas locales a fines de 2016.
Con la
reducción de aranceles, su precio de venta al público pasaría de los u$s41.000
que se especulaba podía llegar a costar, a unos u$s32.000.
Esto
representa un 56% más que la versión
naftera full.
Sin embargo, como argumento de comercialización,
la compañía confía en el ahorro de cerca del 70% que se
lograría por el reemplazo del combustible líquido y en el bajísimo
costo de mantenimiento (no requiere cambio de filtros,
ni de aceite y el motor eléctrico tiende a fallar menos que el de
combustión).
En
tanto que Kia Argentina acaba de hacer oficial que
concluyó el proceso de homologación del Soul
EV para el
mercado nacional.
Es el primer vehículo 100%
eléctrico de la marca coreana y que cuenta con una autonomía de 212 kilómetros.
Al
ser una marca importadora y no tener terminal, Kia no se beneficiará con los
aranceles bajos de importación, pero igualmente marca el interés de la
industria por este nuevo negocio.
Se
estima que este último pasará de los u$s62.000 que costaba según la última
lista de valores de venta al público a cerca de u$s46.000.
Interés de las terminales
El objetivo de pegar el salto hacia el desarrollo de vehículos
eléctricos involucra directamente a ADEFA, la asociación
que nuclea a las terminales automotrices.
Por eso es que se están
desarrollando numerosas reuniones con sus directivos.
“Estamos
conversando y tranzando una agenda para trabajar en conjunto en
materia de regulación técnica y promoción”, detalló
Jimena.
Se refiere a “cuestiones
técnicas y de seguridad” que, aseguró, es necesario “ir mejorando”: esto
involucra a cuestiones básicas como infraestructura de recarga, estructuras y
cargadores, modos de carga, tipos de conexión y conectores, entre otras.
El último encuentro se
desarrolló hace pocos días y el próximo está prevista para julio, luego de que
se realice le exposición del Salón del Automóvil, en el predio de La
Rural.
“Todo
esto tiene que estar regulado; tenemos que
pensar cómo va a ser la industria de aquí a diez años. Por eso es muy
importante la formación de técnicos y profesionales”,
destacó el presidente de AAVEA.
El desafío de agregar valor
Para Jimena hablar
de fabricación de vehículos eléctricos en lo inmediato es "imprudente".
Básicamente porque "la escala del mercado no lo permitiría, menos cuando
las plantas en el mundo están con excedentes de producción”.
Sin embargo, el directivo afirmó que
sí es importante “planificar los próximos años de la industria
automotriz argentina, ya sea instalando nuevas plantas como reacondicionando
las existentes".
Pero así como es fundamental pensar
esta rama de actividad a largo plazo, un tema que sí requerirá soluciones
inmediatas es cómo desarrollar toda la infraestructura que
se requiere para que puedan funcionar los vehículos eléctricos que se comiencen
a importar.
Es decir, algo tan básico como el
hecho de ver cómo se hará la carga.
Los rodados que pueden legalmente
circular en Argentina requieren de algo así como de 8 horas para
completar las baterías, en el caso de las redes hogareñas.
Considerando que la media de
utilización en Capital Federal, según indica Jimena, es de 55 Km por
día, y que en promedio estas unidades cuentan con una autonomía de
almacenamiento que permite recorrer 150 Km, entonces la carga total alcanzaría
para tres días.
No obstante, considera vital preparar la infraestructura de
recarga incorporando “enchufes” de energía eléctrica en algunas de las
más de 4.000 bocas que tiene el país despachando naftas y
gasoil.
“En las estaciones de servicio
tenemos que analizar cómo van a convivir las dos tecnologías,
pero entendemos que no va a haber problemas. Hay locales en Francia que
tienen las dos opciones”, afirmó.
Desde el punto de vista del espacio,
agregó que sería una buena alternativa acondicionar las playas
de estacionamiento, aunque para eso primero entiende necesario diseñar un plan
estratégico con las cámaras empresarias del rubro.
Cabe destacar que la petrolera YPF
dio el gran paso en el mercado anunciando la creación de su primera
red de puntos de carga para autos eléctricos.
Según informó oficialmente la
compañía pondrá postes en 220 estaciones, a lo largo y ancho del
país. Para ello destinará u$s13 millones.
Las primeras se instalarán desde
mitad de año en las de la autopista Buenos Aires-La Plata, a través
de los servicios de QEV Argentina en asociación con el grupo ABB (ASEA Brown
Broveri).
Esta última empresa es la
desarrolladora del equipamiento que ofrece carga rápida: se requerirá entre 15
y 30 minutos para cargar el 90% de la batería.
Además, trascendió que estos
surtidores eléctricos serán “inteligentes”: los usuarios podrán
geolocalizar el punto de recarga más cercano, reservar de turnos y pagar con
tarjeta de crédito a través de una app.
El gerente ejecutivo comercial de
YPF, Enrique Levallois, aseguró que el acuerdo “se enmarca en la visión
estratégica de YPF de ser una empresa integral de energía, a la
vanguardia del mercado automovilístico y las necesidades del cliente”.
Un cambio de paradigma
El cambio de paradigma en el
transporte exige instancias profundas de discusión que, en este tema, se están
dando en la multisectorial denominada “Mesa del Vehículo Eléctrico”.
En representación de los privados,
asisten nada menos que 15 cámaras empresarias vinculadas con la industria
automotriz, entre las que figura ADEFA.
Y, en forma individual, se anotaron
más de 50 compañías “peso pesado”. Audi, Nissan, Renault,
Corven, Siemens, Naval Motor, Mercedes Benz, Toyota y Ford son algunas de
ellas.
Si bien cada subsector aprovecha para
sentar posición en la defensa de sus intereses, de a poco se logran consensuar políticas
generales que marcan un camino sin retorno hacia la transformación de
la industria.
En las más de 70 reuniones que se
llevaron adelante, directivos y funcionarios toman como referencia las
experiencias recogidas en Europa y los Estados Unidos,
por más que la intención es crear reglas propias y adaptadas a la Argentina.
Mientras las petroleras temen perder
su jugoso negocio, las distribuidoras de energía, como Edesur y Edenor,
se entusiasman con la reconversión del parque
automotor, conformado por 14 millones de unidades.
Claro que el cambio tecnológico abre
la posibilidad para que usuarios particulares puedan autogenerar su
propia energía.
Es decir, ya no sólo abastecer las
necesidades de sus hogares y de sus electrodomésticos, sino también
destinar una parte de los recursos para cargar las baterías de los vehículos.
Con una ley que autorice a las casas que
tengan paneles solares vender los excedentes de
energía que producen cuando hay sol, se podría reducir al
mínimo la dependencia de la red de distribución, aseguran los expertos.
Esto, claro, siempre y cuando el Gobierno cumpla
con su promesa de sancionar una ley de “Generación Distribuida” que
lo habilite.
Según los expertos, este es el verdadero modelo que se viene en el
mundo y que preocupa a la industria petrolera.
Fuente
“iProfesional”, 23.05.2017
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