Y LA SEÑORA FERNÁNDEZ… ¿VIENE?
26 mayo, 2017
Cristina viene por todo
El nuevo editorial de Alfredo Leuco en Le doy mi palabra
Cristina viene por todo.
Anoche fue el lanzamiento de su candidatura a senadora nacional por la provincia de Buenos Aires.
El acto fue televisado. Una escasa militancia en la calle gritaba “Vamos a volver/vamos a volver” y “Macri basura/ vos sos la dictadura”.
Tres para-periodistas y una señorita hicieron de escenografía y de mayordomos de la información.
Fueron los encargados de colocar la alfombra roja para que Cristina se luciera y anunciara su plataforma electoral.
Cristina viene por todo.
Es la misma falsamente exitosa abogada pero recargada.
No fue capaz de reconocer aunque sea un mínimo error.
La palabra autocrítica no existe en el diccionario de los autoritarios.
Solo se lamentó de no haber ido más a fondo.
Por eso sus propuestas fueron claramente de un chavismo kleptocrático que todavía sigue convocando a un sector importante de la población.
Las urnas dirán que porcentaje de bonaerenses sigue bancando a Cristina y no le importan ni su autoritarismo confeso ni que haya sido la jefa de una asociación ilícita dedicada a saquear al estado, como dicen los fiscales Pollicita y Mahiques.
Cristina viene por todo.
Su mirada jurásica es profundamente paternalista y descalificadora de los más humildes.
Ella cree que los 13 millones de ciudadanos que votaron a Macri en contra de ella y de Scioli son tontitos que se dejaron engañar por los medios de comunicación y por lo ella bautizó: “una colosal estafa electoral”, de Cambiemos.
Justo ella dice que hicieron todo lo contrario a lo que prometieron.
Cristina no dejó delito por cometer y no dejó mentira por pronunciar.
Con la cara de piedra dijo que ella había entregado un gobierno que estaba bajando la inflación y la pobreza cuando ni siquiera se atrevieron a medirla.
La ocultaron, falsificaron las estadísticas.
La inflación ya era galopante con ella y la pobreza, que Macri aumentó, era infinitamente superior a la de Alemania.
Cristina viene por todo.
Ella citó elogiosamente en varias ocasiones al cardenal Mario Poli que ayer hizo una homilía con un reclamo directo al gobierno de Macri por los niveles de marginalidad que generan violencia y por las promesas no cumplidas.
Ni Poli ni el Papa Francisco en su afectuosa carta a Milagro Sala, mencionan la palabra autoritarismo ni corrupción.
Mucha gente sospecha que Poli y Bergoglio no quieren condenar el patoterismo ni los robos de Cristina, Hebe o Milagro Sala.
Sobre el tema, no han dicho una palabra y Cristina se subió a esa movida papal.
Esa simpatía del sumo pontífice por los movimientos populistas de la región es cada vez más explícita.
Su formación peronista juvenil y la opción por los pobres lo coloca en la vereda de denunciar la miseria como un escándalo moral. Y eso está muy bien.
Solo que falta una cara de esa moneda.
Y es la defensa de la libertad, la república y la condena a la corrupción y el autoritarismo.
El cardenal Poli llegó a decir que no hay nada que festejar en el día de la patria.
Se puede festejar que hay un gobierno que se alejó de Irán, Venezuela y Cuba, que respeta la división de poderes, que no utiliza los medios del estado para perseguir a disidentes, que no espía a los cardenales, que está haciendo cloacas y llevando agua a los más humildes, que arrancó con la reparación histórica de los jubilados y que no roba con formato de mafia organizada.
Cristina viene por todo.
Propone declarar las emergencias casi en todos los terrenos.
Es una manera elegante o eufemística de poner a la Constitución debajo de la alfombra y poder hacer de prepo lo que se les cante: apretar empresarios, expropiar medios, nombrar todos los jueces y crear un consumo ficticio que implica pan para hoy y hambre para mañana.
Fueron tantas las falsedades que Cristina expresó ayer que llegó a fingir preocupación por la inseguridad, los secuestros, los robos, etc, como si este drama cotidiano hubiera nacido con Macri Presidente.
Dijo que hay un aumento exponencial de la violencia.
Ella jamás pronunció la palabra inseguridad mientras fue presidente y su lenguaraz preferido, Anibal llegó a la irresponsabilidad irrespetuosa de decir que “era solo una sensación”.
Ahora hay inseguridad y con Cristina también.
Solo que este gobierno no la niega.
La reconoce y la combate como puede.
Y enfrenta las mafias policiales con las que Daniel Scioli convivió en la provincia.
Esa es la verdad. Y Cristina y los kirchneristas miraron muchos años para otro lado y decían que la pelea por una mayor seguridad era una bandera de la derecha mientras, de la mano de Zaffaroni, dejaban en libertad a criminales y violadores.
Cristina viene por todo.
Mantiene su jurásica y conspirativa opinión de los medios de comunicación.
Dice que hay un blindaje sobre el gobierno de Macri y que nadie lo critica y eso no es cierto.
Llegó a la irracionalidad de decir que juegan en democracia el mismo rol que los militares en dictadura.
Ya no hacen falta las desapariciones, ahora los medios te ningunean y te borran del debate: esa fue su conclusión.
Su obsesión por lo que publican los diarios la sigue enfermando.
¿Te imaginás como van a titular mañana Clarín y La Nación?¿Me banqué 8 mil tapas de Clarín y me bancaría 20 mil más.
Necesitamos legisladores que no se dejen correr por un par de tapas de Clarín.
Eso lo dijo para llenar las listas con muchachos de La Cámpora por pedido de su hijo Máximo. Tiene la idea fija.
Cristina viene por todo.
Es altanera y soberbia pero no come vidrio.
Va a ser candidata pero no quiere competir en las internas con Florencio Randazzo ni con nadie.
Sabe que en las PASO cualquier ciudadano puede votar en cualquier partido.
Y que muchos bonaerenses que no quieren volver al pasado podrían votar en contra de ella en esos comicios.
Es un riesgo que ella no está dispuesta a correr.
¿Se imaginan si pierde las PASO? Sería el final de su carrera política.
Por lo tanto va a ordenar a su tropa que no le permitan competir a Randazzo.
¿Qué hará al ex ministro? Eso es motivo de otro análisis.
La otra pregunta es a quien pondrá de compañero para los dos lugares para el senado y para encabezar la lista de diputados.
¿Daniel Scioli todavía está en carrera? ¿Verónica Magario como candidatura testimonial para que luego ingresen los camporistas?
Veremos. Ese toma y daca recién empieza.
Todo indica que los que no tienen chance son Juan Manuel Abal Medina, Miguel Angel Pichetto o Diego Bossio a los que considera traidores aunque no haya querido calificarlos asi.
Crecen las posibilidades de Amado Boudou, el que va a juicio oral por el intento de apropiación de la máquina de hacer billetes y de Luis D’Elía el vocero de Irán que cobra casi 80 mil pesos de jubilación, doce veces más que los pobres que dice defender.
Cristina viene por todo.
Hizo agua cuando habló del agua y de las motos.
No le gusta que la gente de Recoleta pague más que los que viven en Constitución.
Y esa es una medida que justamente trata de poner mayor equidad y que no paguen lo mismo los barrios con más posibilidades que los que tienen mayores carencias.
Lo de las motos fue desopilante.
Quiso demostrar que este es un gobierno de ricos que favorece la compra de productos de lujo y alta gama.
Y que por eso ahora se había multiplicado geométricamente la venta de Harley Davidson y autos BMW mientras baja el consumo de leche.
Y la verdad rigurosa y estadística es que en su gobierno no se podían comprar motos de ese nivel porque no entraban al país.
Los que lo querían hacer se anotaban en lista de espera.
Cristina viene por todo.
Dice que no volvimos al mundo. Que volvimos al peor de los mundos. Al del neoliberalismo.
Asegura que la justicia la persigue por orden de Macri y que por eso la han puesto en dos asociaciones ilícitas, su familia y su gobierno.
Cristina viene por todo.
Es candidata para octubre.
Solo el voto popular le puede poner un freno y reducir su proyecto a cenizas o lanzarla a la candidatura presidencial.
Las urnas tienen la palabra.
fuente
"Le doy mi palabra", Radio Mitre, 26.05.2017
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