22/05 – 15:00 – La represión que sufrieron ayer afiliados de ATE en la ruta nacional Nº 3, fue un dato más de la controvertida realidad que vive Santa Cruz, de la equivocación en la que incurrió ATE y la perversidad del kirchnerismo, quien no duda en utilizar todos y cualquier recurso para trasladar su pelea política con el gobierno nacional a cualquier nivel, incluyendo sobre la integridad de hombres y mujeres impulsados a cortar una ruta para provocar el incidente y balconearla desde el discurso, cuando han sido ellos, históricamente, quienes persiguieron, golpearon y reprimieron a los trabajadores de esta provincia, frente a la casa de Kirchner en el 2007 o sin ir muy lejos, en los últimos incidentes frente a la residencia oficial el mes pasado o la golpiza a los docentes y ATE en 28 de Noviembre, durante el año 2011. (Por Rubén Lasagno)
Como primera medida vamos a aclarar que cualquier hecho de represión pública es deleznable, sea quien sea el que la ordene, lo apoye y la ejecute.
Luego empatemos esta posición diciendo que cualquiera en situación de corte total de una ruta sabe a lo que se expone.
Es una obviedad señalar que siempre debe primar la sensatez de un lado y otro, para evitar estos hechos lamentables.
Cuando ello no ocurre, las consecuencias son tristes, como las vividas el día domingo por la gente de ATE en Río Gallegos, quienes fueron desalojados de la ruta tras un piquete de casi 10 días, mantenido con corte total del tránsito y esporádicas habilitaciones la vía pública, lo cual provocó innumerables inconvenientes.
¿Quién tuvo la culpa?, es un interrogante similar al de establecer quién nació primero, si el huevo o la gallina.
Podemos hacer cualquier tipo de digresiones respecto de lo ocurrido ayer domingo, pero hay hechos concluyentes que preceden al acto concreto del desalojo impuesto por la Gendarmería a los afiliados de ATE y se hace necesario analizar el contexto de lo sucedido para entender por qué se llegó a este punto.
Error de ATE
No quiero entrar en detalles políticos/sindicales que extiendan esta nota, pero digamos escuetamente que Alejandro Garzón, Secretario General de ATE, ingresó en una zona peligrosa de “compatibilidades” con el gobierno provincial, que lo corrió definitivamente del eje central de liderazgo y lo asoció (voluntaria o involuntariamente) a lo peor de la política provincial.
El dirigente, en conversaciones con quien esto escribe, dio su explicación y su punto de vista, el cual es atendible, pero claramente (también en mi opinión) equivocado, mal aconsejado y horrorosamente comunicado desde el propio sector sindical.
El gobierno, indudablemente ha utilizado sus bajas armas para doblegar la fuerza imparable de un gremio absolutamente confrontativo como ATE, con acuerdos que no están dentro de esta nota analizar, pero se perciben funcionales a un solo sector (el político) en detrimento del otro (el sindical).
Está clara la estrategia del kirchnerismo, al llamar a la titular de los jubilados en la CPS Susana Ruiz y Alejandro Garzón, como titular de ATE, gremio que junto con ADOSAC son los motores históricos de las mayores protestas, reclamos y paros en la provincia.
A ambos, Alicia les pidió que salieran a solicitar la inmediata reunión de Eduardo Costa “como representante de Macri en la provincia” (¿?) con ella, “para buscar una salida a Santa Cruz”.
Algo realmente inconsistente por donde se lo mire.
Primero porque Costa no es ningún articulador de política nacional, en todo caso representa a la provincia ante el Congreso y luego, porque Alicia Kirchner está reuniéndose con Rogelio Frigerio desde el año 2016 y la negativa a llegar a un acuerdo, es porque ella misma lo impide, al negarse a abrir los números de las cuentas públicas de la provincia.
Claramente, la intención del gobierno fue utilizar a ambos dirigentes para capitalizar sus voces y manipular y neutralizar, especialmente en el caso de ATE, una de las bases más potentes del reclamo provincial.
Uno de los argumentos que se expusieron desde adentro de la dirigencia del sindicato, para explicar el apartamiento de ATE de los principales temas comunes que atraviesan hoy a los demás gremios que reclaman en la calle, su virtual ausencia en las marchas y en las protestas hacia la gobernadora, fue que el gobierno mantiene al día los salarios del sector.
Si uno abre el plano y mira todo el cuadro, verá que este es un detalle mínimo en el concierto de problemas de Santa Cruz, más aún teniendo en cuenta que los salarios de la administración central oscilan entre los 10 y 12 mil pesos, montos claramente por debajo de la línea de pobreza y este es más que un fundamento justo para ser un pedido expreso de aumento de sueldos, el verdadero reclamo sindical al gobierno que tiene postergados a los empleados públicos.
El abrazo del oso
Algo que demuestra claramente el oportunismo, la planificación del uso político y la utilización del sindicato por parte de Alicia Kirchner, fue la inmediata respuesta que dio el kirchnerismo, tras los hechos ocurridos en la ruta donde Gendarmería desalojó por la fuerza a unos 40 afiliados de ATE.
El gobierno sacó un comunicado de prensa donde informó el estado de los heridos en la acción de Gendarmería, indicando que en el HRRG fueron atendidos 9 pacientes, indicando “Ocho de ellos eran manifestantes que ingresaron con lesiones eritematosas en cara y cuello, más queratoconjuntivitis química. Uno de los pacientes atendidos tuvo estación corneal leve, mientras que otro debió ser evaluado con RX de resultado normal. El restante paciente se trató de un agente de gendarmería que ingresó con una herida cortante en cuero cabelludo” y agrega “Todos recibieron curaciones locales, antiinflamatorio, lavados oculares y evaluación por oftalmología. De menor cuantía los pacientes presentaban contusiones mínimas en cuerpo y extremidades. Pasadas las 20hs todos los pacientes ya obtuvieron su alta médica”.
Lo que debiera ser un procedimiento normal, ante cualquier situación de este tipo, es un hecho aislado y esta es la primera vez que el gobierno provincial comunica a la opinión pública el estado de salud de la gente golpeada en un operativo de este tipo.
Desde el 2007 hasta hoy, podemos contabilizar decenas de operativos similares, cuando docentes y empleados de ATE llegaban al hospital con las cabezas rotas, heridas de bala de goma, contusiones y ojos cerrados por el gas pimienta, y nunca el gobierno admitió la represión y mucho menos comunicó los resultados de las heridas.
Claro, se entiende: eran ellos quienes mandaban a realizar la represión.
Hoy el oportunismo y la intencionalidad es usar la mala prensa que tiene un acto represivo, en contra del gobierno nacional, al mismo que le están pidiendo plata para tapar el déficit descomunal que tiene Santa Cruz.
Si algo le faltaba a ATE, fue el abrazo del oso que le dio Pablo Grasso como presidente del FPV/PJ, al exteriorizar un “repudio de forma enérgica” a la represión ejercida por Gendarmería Nacional, olvidándose que hasta el 2015, era la misma que golpeaba en Santa Cruz enviada por Berni y CFK, avalada por ellos mismos y jamás tuvo un repudio de su parte.
Grasso, para sepultar a Garzón dijo “… los compañeros pertenecientes al gremio de ATE Santa Cruz, quienes se encontraban ejerciendo el derecho a huelga, llevando adelante un corte en la ruta Nacional N° 3 de manera pacífica, para reclamarle al diputado Nacional Eduardo Costa que tenga el gesto de sentarse con la Gobernadora de la Provincia para aunar esfuerzos y así, entre todos poder paliar la situación de crisis que se vive en la Provincia”, un verdadero sinvergüenza que no mide el nivel de hipocresía que tiene su discurso, que no duda en subirse al colectivo imaginario de “los medios de la Corpo” para meter todo dentro de una licuadora, hacer un batido de cualquier cosa y sacar un discurso distorsionado y falaz, con el solo objeto de pegarle a Macri, al que van a llorarle para que les saque las papas del fuego.
Alejandro Garzón se equivocó y hoy paga las consecuencias, porque alinea a su histórica lucha, a los mismos culpables de sus desgracias.
Algo le hizo perder el norte y considerar que sus victimarios son las víctimas.
Sobre esto, aparece el gobierno “solidarizándose” con “los compañeros de ATE”, una forma de sepultar al sindicato bajo la mugre de los propios desechos kirchneristas, que durante tantos años combatió el sindicato y fue la principal bandera que lo hizo crecer a Garzón como uno de los referentes más importantes del espectro sindical de la provincia.
Pero el tema no se agota ahí.
La idea del gobierno, además de partir el movimiento sindical de la provincia, donde ATE, ADOSAC y Judiciales son “los más fuertes”, le pega a la Mesa de Unidad Sindical por debajo de la línea de flotación, toda vez que sus integrantes ya habían levantado gruesas críticas por la falta de acompañamiento de ATE en las últimas marchas y en los paros propuestos a nivel provincial.
Si bien el propio Garzón confió que hubo un “sinceramiento” de la situación y que ciertamente reconoce su equivocación, el daño que pretendió infligir el gobierno, está logrado.
Hoy, paradójicamente, nos encontramos ante una situación muy loca: el gobierno provincial y todos los gremios se solidarizan con ATE y critican al gobierno nacional.
El efecto que pretendía conseguir Alicia Kirchner fue alcanzado ampliamente, aunque sea momentáneo.
Habrá que ver como se reinterpreta eso a nivel gremial, cómo actúa ATE de ahora en adelante y especialmente como comunicará Alejandro Garzón este desliz inexplicable de su sector.
El mensaje que trata de dar ATE, exigiendo que Costa se reúna con Alicia para resolver el problema de Santa Cruz es falso e ineficaz.
Resulta del mismo, una intencionalidad de ser funcional a la estrategia del Kirchnerismo, quien desde Santa Cruz plantea conflictos en sectores nacionales como YPF, YCRT, Represas, etc para lo cual utiliza a sectores afines, como es el caso de Claudio Vidal Secretario General del Petroleros Privados, a quien unió en una foto junto a Garzón, en un nivel de daño inconmensurable para ATE, sin que nadie lo haya asesorado previamente al dirigente de los estatales, del valor icónico de su foto con Alicia y Vidal.
Deberá entonces, ATE, definir en las próximas horas de qué lado se pone en este contexto.
Un gremio siempre debe ser contrapoder; es como el periodismo.; cualquier atisbo de funcionalidad con el gobierno de turno (nacional, provincial municipal, etc), es una identificación lisa y llana de partidización.
Y eso le modifica el objetivo y el índice de credibilidad que tiene un sindicato institucionalmente.
Garzón aún puede arreglar este desastre pero necesita una verdadera política gremial y un entorno que no lo arrastre a la debacle y el aislacionismo. (Agencia OPI Santa Cruz)
fuente
"OPI Santa Cruz", 22.05.2017
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