9 may 2018

ARGENTINA Y LATINOAMÉRICA












ARGENTINA Y LATINOAMÉRICA


La fortaleza del dólar pone en jaque a las grandes divisas latinoamericanas

Las monedas de Brasil, México Colombia y Chile sufren por la subida de tasas en EE UU, pero esquivan el cataclismo del peso argentino


IGNACIO FARIZA

México

Una casa de cambio, este martes, en Buenos Aires.
 Una casa de cambio, este martes, en Buenos Aires. AFP




El mundo emergente se había acostumbrado en los últimos tiempos a una extraña sensación de calma

Los enormes volúmenes de liquidez acumulados tras años de políticas monetarias expansivas en las economías avanzadas habían rebosado las Bolsas y los mercados de bonos, llegando también a los activos de los países en desarrollo. 

Pero la volatilidad es inherente a su propia naturaleza emergente y, antes o después, vuelve a tocar a su puerta. 

Esta vez, la causa ha sido una combinación de factores que van desde el fortalecimiento del dólar estadounidense por la subida de tipos de interés en la primera potencia mundial hasta el efecto contagio de las dificultades argentinas, pasando por las expectativas de mayor inflación y la creciente percepción de proximidad del fin de ciclo económico. 

Un cóctel que amenaza con convertirse en un quebradero de cabeza en América Latina.

Mayo ha traído consigo turbulencias en el mercado cambiario. 

La primera semana del mes fue la peor para las monedas emergentes en más de un año y esta avanza por los mismos derroteros. 

El nerviosismo se ha instalado sobre la tercera economía de América Latina, Argentina, un país que lleva el pánico financiero en su ADN y que ya ha tenido que pedir un rescate al Fondo Monetario

Y se ha extendido al resto de grandes países de la región. 

A la sangría del peso argentino se han sumado las fuertes caídas del peso mexicano, colombiano y chileno

También del real brasileño, que se deja un 14% en los tres últimos meses. 

"Al estar incluidos en la misma categoría de activos [emergentes y latinoamericanos], hay un cierto contagio de lo que está sucediendo en Argentina", apunta Jonathan Heath, ex economista principal de HSBC para Latinoamérica y hoy analista independiente.

Salvo inesperado cambio de rumbo, los tipos de interés de referencia en Estados Unidos llegarán en junio al 2% por primera vez desde mediados de 2008. 

Eran otros tiempos: Lehman Brothers aún vivía y la Gran Recesión solo empezaba a fraguarse. 

Y aunque el incremento en el precio del dinero ha sido telegrafiado desde el día uno después de la crisis, las consecuencias se dejan sentir en los mercados: el endurecimiento de la política monetaria y la expectativa de mayor inflación en los próximos trimestres ha llevado el interés del bono estadounidense a 10 años al filo del 3%, su nivel más alto desde 2014, introduciendo una variable nueva en el juego de equilibrios en la balanza de muchos inversores. 

"¿Merece más la pena depositar el dinero en activos de riesgo cuando el papel estadounidense —teóricamente exento de incertidumbre sobre su futuro pago— empieza a ofrecer rentabilidades atractivas?", se empiezan a preguntar en los cuarteles generales de las grandes firmas de inversión. 

Y el mero cuestionamiento agita a América Latina y el resto de emergentes.

"La combinación de mayores tasas en EE UU y perspectivas de inflación más altas es muy negativa para las monedas latinoamericanas", asevera Armando Armenta, estratega del banco de inversión suizo UBS para mercados emergentes. 

"La gente empieza a ver fundamentos menos sólidos y algunos entran en pánico, golpeando a los países con fundamentos más débiles, como Argentina", agrega un segundo analista de una gran firma de inversión que prefiere no revelar su nombre. 

"Es un año más volátil en general: lo hemos visto en la Bolsa y en el mercado de renta fija, y empezamos a verlo en el mercado de divisas". 

Paradójicamente, el bache de las monedas emergentes llega en momento dulce para el petróleo —una variable que suele estar positivamente correlacionada con la evolución de las monedas de la región, donde casi todos los países son productores—, que cotiza en máximos de tres años y medio impulsado por la inestabilidad geopolítica.

En poco más de 20 días, los grandes inversores han sacado 5.500 millones de dólares de los mercados emergentes de deuda, según los datos del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, por sus siglas en inglés) recopilados por Reuters. 

En el caso de Latinoamérica, esa cifra asciende a 1.200 millones de dólares solamente en la última semana, cuando se han acelerado las salidas, según Bloomberg. 

Este movimiento tiene, inevitablemente, un efecto directo sobre la cotización de las respectivas monedas regionales: vender deuda de un país supone, también, deshacerse de moneda nacional. 

Todo sin que, todavía, la mayor área económica del mundo junto con EE UU, la eurozona, haya movido ficha en forma de subidas de tipos.

En este entorno, Argentina es, por mucho, el país que peor lo tiene

A su posición más débil de reservas internacionales que el resto de grandes países latinoamericanos se suma la gran proporción de deuda pública denominada en dólares, tras haber recurrido en mayor medida a emisiones en moneda estadounidense para cubrir sus necesidades de financiación. 

Pero no es el único. 

México es la economía latinoamericana más expuesta al mercado estadounidense, y el debilitamiento del peso frente al dólar —que ya ha borrado todas las ganancias cosechadas desde el pasado 1 de enero— tiene efectos de calado su economía. 

Negativos, como el encarecimiento de los productos importados, con el consecuente repunte de la inflación o la pérdida de valor internacional de los ahorros de sus nacionales.

Y positivos, como la mayor competitividad, un factor nada despreciable en una economía tan abierta como la mexicana: las manufacturas del país norteamericano son hoy un 8% más baratas que hace tres semanas por un único factor ajeno a la cadena productiva, la depreciación del peso.

"En líneas generales, los países de la región están mejor preparados que en el pasado para afrontar una situación así", apunta Martín Castellano, economista jefe del IIF para América Latina. 

"Sin embargo, la posición fiscal es peor, con deudas más altas y mayores déficits en todos los países de la región"

El mayor riesgo pasa, en su opinión, por un giro radical de la política macroeconómica tras las elecciones que se celebran este año en tres países clave de la región: Brasil, Colombia y, sobre todo, México. 

En este último caso, aunque el candidato de Morena, Andrés Manuel López Obrador, lleva meses tratando de tranquilizar a los mercados, los financieros no las tienen todas consigo. 

No, al menos, hasta no ver con sus propios ojos que la retórica cristaliza en una política fiscal prudente y en la total independencia del banco central.

"En México hay factores propios que han llevado a la depreciación del peso: la incertidumbre en torno a la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC) y la cercanía de las elecciones", agrega Alberto Ramos, de Goldman Sachs. 

"La disputa entre el sector privado y el candidato puntero en las encuestas [López Obrador] ha creado un entorno de volatilidad que no ha sido atajado, con la consecuente salida de capitales y la pérdida de fuerza del peso", cierra José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico de México.

Fuente
“EL PAÍS”, España, 09.05.2018

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¡BIENVENIDOS, GRACIAS POR ARRIMARSE!

Me atrevo a interpelar, por sentirlos muy cercanos, por más que las apariencias parecieran indicar lo contrario; insisto en lo de la cercanía, por que estamos en el mismo bote – que hace agua - , tenemos pesares, angustias y problemas comunes, recién después vienen las diferencias.

La idea es dialogar, hablar de nuestras cosas, hay textos que nos proporcionan la información básica – no única-, solo es una propuesta como para empezar. La continuidad depende de Ustedes, un eventual resultado adicional depende de todos.La idea es hablar desde un “nosotros” y sobre “nuestro futuro” desde la buena fe, los problemas exigen soluciones que requieren racionalidad, honestidad intelectual que jamás puede nacer desde la parcialidad, la mezquindad, la especulación.

Encontraran en “HASTA EL PELO MÁS DELGADO ...”, textos y opiniones sobre una temática variada y sin un orden temporal, es así no por desorganizado, sino por intención – a Ustedes corresponde juzgar el resultado -.Como no he vivido en una capsula, ya peino canas, tengo opiniones y simpatías, pero de ninguna manera significa dogmatismo, parcialidad cerrada.Soy radical (neto sin adiciones de letras ninguna), pero no se preocupen no es contagiosos … creo, solo una opción en el universo de las ideas argentinas. Las referencias al radicalismo están debidamente identificadas, depende de Ustedes si deciden “pizpear” o no.

El acá y ahora, el nosotros y el futuro constituyen la responsabilidad de todos.Hace más de cuatro décadas, en mi lejana secundaria, de una pasadita que nos dieron por Lógica, recuerdo el Principio de Identidad, era más o menos así: “Si 'A' no es 'A', no es 'A' ni es nada”, por esos años me pareció una reverenda huevada, hoy lo tomo con mucho más respeto y consideración. Variaciones de los mismo: no existe un ligero embarazo; no se puede ser buena gente los días pares.

Llegando al Bicentenario – y aunque se me tildé de negativo- siento que como pueblo, desde 1810, hemos estado paveando … a vos ¿qué te parece?. En algún momento perdimos el rumbo y ahí andamos “como pan que no se vende. Cuentan que don Ángel Vicente Peñaloza decía: “Como ei de andar, en Chile y di a pie, cuando hay de que no hay cunque, cuando hay cunque no hay deque”.

De tanto mirarnos el, ombligo y su pelusa, tenemos un cerebro paralitico, cubierto de telarañas y en estado de grave inanición. Padecemos una trágica concurrencia de factores que nos impiden advertir – debidamente -, este, nuestro triste presente y lo que es peor aún, nos va dejando sin futuro.

A los malos, los maulas, los sotretas, los villanos, los mala leche, los h'jo puta, los podemos enfrentar pero … ¿qué hacemos con los indiferentes, con los que solo se meten en sus cosas, y no advierten que el nosotros y el futuro por más que sean plurales son cosas personalisimas? Y luego dicen que quieren a sus hijos y su familia; ¡JA!, ¡doble JA!, ¡triple JA! (il lupo fero).

¡¡EL REY ESTÁ EN PELOTAS!!, dijo el niño de la calle, hijo de padre desconocido y madre ausente, ese niño es mi héroe favorito.

¿QUÉ ES PEOR LA IGNORANCIA O LA INDIFERENCIA?

¡¡NO LO SÉ Y NO ME IMPORTA!!

El impertinente, el preguntón es nuestra esperanza, nuestro “Chapulin Colorado”.

Mis querido “Chichipios” - diría don Tato- no olviden que además de ver el vaso medio vació o medio lleno, hay que saber que contiene – sino que le pregunten a Socrates - ¡Bienvenidos! Adelante. Julio


Mendoza, 11 de noviembre de 2009.