8 ago 2017

VENEZUELA: 2014 UNA OPINIÓN






VENEZUELA: 2014 UNA OPINIÓN






Osiris Alonso DAmomio para JorgeAsisDigital.com. Viernes, 21 Febrero , 2014


No es fascismo, Maduro, es hartazgo

EDITORIAL: Ausencia de liderazgo. 

Dilma y Cristina caen en la indignidad geopolítica.


No es fascismo, Maduro, es hartazgo


escribe Osiris Alonso D’Amomio
Política Internacional, especial
para JorgeAsísDigital


Inepto, escandalosamente grotesco, el improvisado presidente Nicolás Maduro profundiza los desastres legados por el extinto Hugo Chávez. 
Arrastra a la Venezuela Bolivariana hacia el dilatado calvario que avergonzaría hasta la memoria de Simón Bolívar.
Arrastra además, por si no bastara, a las presidentas Dilma y Cristina hacia la indignidad geopolítica. 
Y permite que Obama, gratuitamente, se consolide como un sólido estadista que llama a la racionalidad del diálogo tan imposible como la sensatez.

Lo que se subraya es la inadmisible falta de liderazgo en el subcontinente.

Ni Brasil ni Argentina asumen el peso de su historia.

Tanto Dilma como Cristina se extravían al confundir el sentido de la solidaridad política. 
Ambas, con su distante complacencia, se inmolan en la peor complicidad.
Maduro impone la dinámica represiva que es lícita consecuencia de su mala praxis. 
Pero complementado por un discurso de encendida condena hacia los fascistas imaginarios que sólo despierta compasión. 
Y una misericordia intelectual que acentúa también las falencias alarmantes de los instrumentos continentales de cooperación multilateral. 
Muestran que Unasur es apenas el gran invento propagandístico que no sirve para nada. Y que incluso supera, en materia de insignificancia, a la OEA.

Debe tenerse en cuenta que por aquella payasada equivocada del avión del Evo que nadie desvió, los emocionados mandatarios del subcontinente se auto-convocaron, en su oportunidad, para una cumbre retóricamente inflamada de la Unasur. 
A los efectos de ensayar un antimperialismo de utilería oral que remitía a la adolescencia ideológica destinada al consumo interno.
No es fascismo, Maduro, es hartazgo
Hoy, en cambio, al optar -ante las imposturas de Maduro- por la conveniencia del silencio, los mandatarios confirman que dejaron de sobreactuar el redituable patriotismo. 
En adelante son, también, cómplices.
En su magnífica impotencia, Maduro y los bolivarianos movilizados caen en las barbaridades de manual. 
Las que supieron aplicar los dictadores árabes que parecen, en el fondo, inspirarlo. 
Los que culparon de sus males y fracasos a la cadena Al Jazeera, del siempre sospechado Qatar.

Para algarabía de los pintorescos bolivarianos con cascos rojos, Maduro prefiere emprenderla contra la CNN.
Aunque si se la compara con el tratamiento informativo de Telesur, debe destacarse a la CNN como el máximo ejemplo de objetividad.

El chavismo póstumo y el hartazgo

No es fascismo, Maduro, es hartazgo

Cuesta asegurar, a esta altura, la estabilidad del insolvente chavismo póstumo.

Sin la fraseología, sin la audacia, sin sobre todo la astucia inteligente del animador principal que condujo la debacle, y en medio del descalabro económico que agrava la dimensión del fracaso, ningún Maduro ni Diosdado podrá sostenerse al frente del gobierno (si aún se lo puede llamar así).

El 2019 está mucho más allá de la posteridad. 
Y la estabilidad bolivariana no peligra porque el colectivo revolucionario se encuentre hostigado por una tenebrosa banda armada de fascistas financiados por Washington, como no para de comunicarse en Telesur.

Si la estabilidad del chavismo póstumo peligra es por el colapso fatal de la falta de estrategia económica que condujo al desabastecimiento
Hacia el rencor de la división, la corruptela desenfrenada, el desperdicio de la riqueza dilapidada y la inseguridad que rebela.

Si el chavismo póstumo se pulveriza es por el hartazgo de su sociedad.

Entonces no es fascismo, Maduro, es hartazgo.
Como variable, hasta aquí, el hartazgo no fue computado en el análisis político.

En adelante los aventureros que accedan al poder en el subcontinente tendrán que contemplar la variable concreta del hartazgo. 
El cansancio moral de los ciudadanos que sin más nada para perder deciden salir directamente a la calle. Con una cacerola o un insulto. 
Es el escenario moderno de la batalla, que enriquecen las redes sociales y multiplican los medios de comunicación.
La legitimidad del acceso al poder debe cotejarse cotidianamente, con la legitimidad para justificar la permanencia. 
Sin producir el previsible agotamiento de “la sociedad harta que espera” (cliquear)
Sin canales de representación. 
Ante la insuficiencia de una oposición que no puede aprovechar la potencia de la multitud que oposita.

Vaya entonces, como principio ético, la solidaridad con los hartos de la Venezuela Bolivariana que agoniza.
No es fascismo, Maduro, es hartazgo
Osiris Alonso D’Amomio
para JorgeAsisDigital.com

fuente

"Jorge Asís Digítal.com", 21.02.2014
(Referencia: "El Cronista", 08.08.2017)


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¡BIENVENIDOS, GRACIAS POR ARRIMARSE!

Me atrevo a interpelar, por sentirlos muy cercanos, por más que las apariencias parecieran indicar lo contrario; insisto en lo de la cercanía, por que estamos en el mismo bote – que hace agua - , tenemos pesares, angustias y problemas comunes, recién después vienen las diferencias.

La idea es dialogar, hablar de nuestras cosas, hay textos que nos proporcionan la información básica – no única-, solo es una propuesta como para empezar. La continuidad depende de Ustedes, un eventual resultado adicional depende de todos.La idea es hablar desde un “nosotros” y sobre “nuestro futuro” desde la buena fe, los problemas exigen soluciones que requieren racionalidad, honestidad intelectual que jamás puede nacer desde la parcialidad, la mezquindad, la especulación.

Encontraran en “HASTA EL PELO MÁS DELGADO ...”, textos y opiniones sobre una temática variada y sin un orden temporal, es así no por desorganizado, sino por intención – a Ustedes corresponde juzgar el resultado -.Como no he vivido en una capsula, ya peino canas, tengo opiniones y simpatías, pero de ninguna manera significa dogmatismo, parcialidad cerrada.Soy radical (neto sin adiciones de letras ninguna), pero no se preocupen no es contagiosos … creo, solo una opción en el universo de las ideas argentinas. Las referencias al radicalismo están debidamente identificadas, depende de Ustedes si deciden “pizpear” o no.

El acá y ahora, el nosotros y el futuro constituyen la responsabilidad de todos.Hace más de cuatro décadas, en mi lejana secundaria, de una pasadita que nos dieron por Lógica, recuerdo el Principio de Identidad, era más o menos así: “Si 'A' no es 'A', no es 'A' ni es nada”, por esos años me pareció una reverenda huevada, hoy lo tomo con mucho más respeto y consideración. Variaciones de los mismo: no existe un ligero embarazo; no se puede ser buena gente los días pares.

Llegando al Bicentenario – y aunque se me tildé de negativo- siento que como pueblo, desde 1810, hemos estado paveando … a vos ¿qué te parece?. En algún momento perdimos el rumbo y ahí andamos “como pan que no se vende. Cuentan que don Ángel Vicente Peñaloza decía: “Como ei de andar, en Chile y di a pie, cuando hay de que no hay cunque, cuando hay cunque no hay deque”.

De tanto mirarnos el, ombligo y su pelusa, tenemos un cerebro paralitico, cubierto de telarañas y en estado de grave inanición. Padecemos una trágica concurrencia de factores que nos impiden advertir – debidamente -, este, nuestro triste presente y lo que es peor aún, nos va dejando sin futuro.

A los malos, los maulas, los sotretas, los villanos, los mala leche, los h'jo puta, los podemos enfrentar pero … ¿qué hacemos con los indiferentes, con los que solo se meten en sus cosas, y no advierten que el nosotros y el futuro por más que sean plurales son cosas personalisimas? Y luego dicen que quieren a sus hijos y su familia; ¡JA!, ¡doble JA!, ¡triple JA! (il lupo fero).

¡¡EL REY ESTÁ EN PELOTAS!!, dijo el niño de la calle, hijo de padre desconocido y madre ausente, ese niño es mi héroe favorito.

¿QUÉ ES PEOR LA IGNORANCIA O LA INDIFERENCIA?

¡¡NO LO SÉ Y NO ME IMPORTA!!

El impertinente, el preguntón es nuestra esperanza, nuestro “Chapulin Colorado”.

Mis querido “Chichipios” - diría don Tato- no olviden que además de ver el vaso medio vació o medio lleno, hay que saber que contiene – sino que le pregunten a Socrates - ¡Bienvenidos! Adelante. Julio


Mendoza, 11 de noviembre de 2009.