SANTA CRUZ:
PETROLEROS Y SINOPEC
{Ver la entrada "SANTA CRUZ... "COMBATIENDO EL CAPITAL", 21.07.2017}
Publicado el: 7, Ago, 2017
Con los chinos se terminaron los guapos
07/08 – 18:20 – Con esta frase se podría resignificar el valor del trabajo en una provincia como Santa Cruz, donde no es un bien que abunde, precisamente.
El gremialismo petrolero, ha perdido de vista, en muchos casos, que los capitales privados de los cuales vive un trabajador, no tienen obligación de poner plata en ciclos improductivos y muchos menos soportar conflictos donde se le impide producir, lo cual, paradójicamente es lo que permite sostener el salario de quienes bloquean la capacidad de producción de la empresa.
Esto no significa resignar derechos laborales, es simplemente, ser conscientes, ajustarse a los momentos históricos del país y acordar de la mejor manera los beneficios.
Es un problema cultural y en esa materia, es muy difícil cambiar la cultura oriental que lleva 5 mil años de civilización.(Por Rubén Lasagno)
Acá mismo contamos que debido a un piquete planteado en Las Heras por el Sindicato de Petroleros Privados de Santa Cruz, encabezado por Claudio Vidal, donde mantuvieron por varias horas encerradonada menos que al presidente de la Compañía Sinopec, el chino desistió de seguir con las inversiones en la provincia y amenazó con retirarse, posiblemente del país.
Por motivos similares, Sinopec dejó de invertir en Chubut, donde el sector petrolero sintió el cimbronazo por la mano de obra que debió reubicarse como pudo y el gobierno por las pérdidas de regalías, es decir, perdieron todos. Sinopec sigue viva.
También desde este espacio dijismo, a través de una nota generada por OPI Chubut, que tanto el titular del Sindicato en esa provincia Jorge Ávila, como José Lludgar de Jerárquicos y el Secretario Gral de petroleros de Neuquén Guillermo Ferreyra, habían aceptado una serie de modificaciones o “flexibilizaciones” en los convenios colectivos, por cuanto las operadoras vienen presionando para pagar menos por el mismo trabajo, no pagar por los que no trabajan o pagar mejor por trabajos más calificados.
Después del golpe de Sinopec, los sindicatos de Chubut y Neuquén entendieron como venía la mano, el contexto internacional del valor del crudo, los factores de costos para la exploración, explotación, el “llamado “costo argentino” y fundamentalmente la conflictividad social, etc, son temas que inciden de manera directa con las decisiones empresarias en la materia.
Con más criterio que ganas, en mayo de este año las empresas petroleras que operan en Chubut y los sindicatos de trabajadores petroleros de base y jerárquicos firmaron en Buenos Aires un acuerdo por dos años donde se establecen condiciones laborales específicas y compromisos de inversión para preservar la producción de todos los yacimientos convencionales de hidrocarburos de la Provincia.
Esto, claro no fue gratuito.
Los sindicatos chubutenses debieron pasar por momentos de gran zozobra e incertidumbre, ante la posición de los capitales de inversión.
Estuvieron allí representadas, para la firma de la Addenda al CCT con los sindicatos: Tepetrol, YPF, Pan American Energy, Enap-Sipetrol, Capsa, la Cámara de Exploración y Producción de Hidrocarburos (CEPH), la de Empresas de Servicios del Golfo San Jorge (CESGSJ) y la Cámara de Empresas de Operaciones Petroleras Especiales (CEOPE).
Posteriormente tanto Ávila, como Lludgar y Ferreyra de Neuquén, consideraron necesario “aggiornarse” a los nuevos tiempos y “achicar” conquistas para no perder el trabajo.
Ellos mismos, fueron claros al señalar que no estaban de acuerdo de ceder en términos del Convenio Colectivo, pero la realidad actual indica que un sistema prebendario, dentro de la actividad privada, en épocas de vacas flacas deja a más gente en la calle y por tal motivo, haciendo uso de la lógica, optaron por el mal menor.
Ávila de Chubut, luego del convenio dijo “no es lo ideal pero por lo menos permite mantener una inversión en la que YPF se compromete a mantener los cuatro equipos perforadores, ocho equipos del pulling, y diez workover que tiene en la Cuenca, PAE se compromete a mantener los doce perforadores, los workover y los pulling que tiene, y a sumar un pulling y un workover más por lo menos hasta diciembre” y por entonces agregó “también Tecpetrol adelantará la puesta de un perforador a finales de mayo, lo cual por lo menos es una garantía de estabilidad laboral“.
Cuando le preguntaron si el sindicato de Santa Cruz debería hacer lo mismo, Ávila, si bien se cuidó de no intervenir en la decisión de sus colegas remarcó “vamos hacia un cambio de paradigma; ya las empresas no están como antes y en el Golfo debemos cuidar los puestos de trabajo”; con este culebreo dialéctivo, donde evitó referirse de manera directa a su sindicato hermano, el dirigente quiso decir que exigirle a las empresas un esfuerzo superior al dispuesto, sería un tiro de gracia para la actividad, por cuanto entonces habría menos exploración, menos explotación, menos empresas de servicio contratadas y en definitiva, más desocupación.
El “Ché”, sin barba, sin boina y sin habbano (SIC)
El “Ché” Guevara fue único e irrepetible, no por lo bueno que pudiera ser, sino porque cada uno en si mismo es único e irrepetible, como una huella dactilar; por lo tanto tratar de imitarlo, aún desde el discurso, en contra de la “patria capitalista”, “la oligarquía empresaria” o “las multinacionales que se roban el país”, no es posible y de ninguna manera reeditar su ideología, a riesgo de quedar como un desubicado temporal, descolgado de la historia del mundo 50 años después y verse reducido, simplemente, a un patotero oportunista, queriendo infundir temor en capitales transnacionales, quienes por algo están donde están y han logrado su presente.
Lejos de la retórica figura del “Ché”, cuyos émulos reproduce la política y el gremialismo en nuestro país, el Secretario General de Petroleros Privados de Santa Cruz, Claudio Vidal, auguró en medios de zona norte “una rebelión de los trabajadores petroleros de el Chubut”.
Se ve que los rebeldes no alcanzaron a bajar de Sierra Maestra porque en mayo, los sindicatos petroleros más políticos firmaron la “adenda” y la “rebelión” no se produjo.
Vidal, también se puso muy duro con las operadoras provinciales y dijo cosas como que “no va a permitir que quieran sacarle la plata al trabajador para dársela a los empresarios” explicó que la “rebelión” de los trabajadores chubutenses es porque no coinciden con la conducción sindical y “no aceptan lo que firmó la conducción gremial” y finalmente alegó que “Flexibilizar los convenios colectivos de trabajo para las nuevas inversiones no es la salida”.
Obvio, no dijo cuál es la salida.
Así se hace más fácil discursear y medir “quien la tiene más larga”.
Mucho más si el sindicalista K está rodeado de sus amigos del alma: el Vicegobernador Pablo González, el presidente del Instituto de Energía Jaime Álvarez y el Secretario de Trabajo de la provincia, Teodoro Camino.
Pero esto no basta para los “revolucionarios” de cabotaje y por eso, para diferenciarse de los dirigentes de Chubut, Vidal buscando el escarmiento de los empresarios con intenciones de “usar como variable de ajuste el salario y los puestos de trabajo de los petroleros”, en el mes de julio de este año le plantó un piquete en el yacimiento Huemul en Las Heras justo en el momento en que el Presidente de Sinopec Group, Chengyu Fu, había llegado para inaugurar un hotel de lujo para el personal jerárquico, a un costo de 10 millones de pesos.
La falta de sentido de la oportunidad, un horroroso análisis previo, una conducción sindical desastrosa, improvisada y carente de toda estrategia, hizo que Claudio Vidal ordenara un piquete a un chino cuyo leit motiv en su país y en el mundo es, simplemente: ganar dinero.
La intransigencia, la necedad, la falta de perspicacia, de tacto y de criterio, por parte de la conducción sindical de los petroleros de Santa Cruz, logró un “gran triunfo”, manteniendo por varias horas retenido al jerarca chino y también logró que al momento de irse, decidiera dejar de invertir en Santa Cruz y retirarse de esta provincia, antes de llegar, como lo hizo en Chubut.
Estaba claro. Vidal no había aprendido nada.
Nunca leyó un libro de historia, al menos, para conocer la idiosincrasia oriental que no admite que se subvierta la autoridad y, le guste o no a Vidal, mientras Sinopec sea el inversor, la autoridad es del chino Chengyu Fu.
Por lo tanto, en vista de que sus “arremetidas” no amilanaron a los chinos, quienes la tienen clara y no vendrán a Santa Cruz a hacer beneficiencia, como pretende Vidal, el dirigente petrolero en la últimas declaraciones a medios locales bajó las pulsaciones, colgó la boina y el habano y dijo “la intención de la operadora SINOPEC de querer irse y la desinversión de YPF generan una incertidumbre laboral, debemos seguir trabajando, con la colaboración de provincia, para garantizar la actividad y la preservación de los puestos de trabajo”.
Digamos que ahora si el mensaje se encamina hacia la cordura y la tan ansiada “rebelión”, se ha transformado en una mansa negociación, donde tienen más para perder que para ganar los petroleros, después de haberse dejado llevar por el espíritu “revolucionario” y mostrarle al chino, la peor cara de Argentina.
Ese país del piquete, de los cortes permanentes, de los paros que generan pérdidas a las empresas que invierten, terminan, en la mayoría de los casos, con la huida de los capitales hacia otras provincias y/o países.
La era dorada de la YPF estatal donde los empleados tenían barrio propio, cobraban sueldos descomunales, todos usaban vehículos de la empresa hasta para llevar a sus hijos a la escuela y junto a los de “Gas del Estado” y “Servicios Públicos” tenían la posibilidad de ser muchos, trabajar poco y cobrar como en el primer mundo, se terminó.
Ese paradigma del estado “benefactor” ya no va más.
Hoy los capitales extranjeros buscan llevarse todo en el menor tiempo posible, lo más barato que puedan y lo más rápido que se les permita.
Es la política y el Estado, quien debe poner condiciones a la hora de negociar las áreas petroleras.
Es inútil tratar de remediar en el campo con piquetes y bloqueos, lo que no se pactó, aclaró y acordó en las reuniones de negociación previa.
Los chinos no piensan en los mismos términos que nosotros los argentinos.
Y si no les conviene, levantan y se van.
Argentina, energéticamente, no les representa nada.
Similar hecho va ocurrir cuando se inicie (si es que algún día empieza) la construcción de las represas.
Más allá de lo que dicen los políticos santacruceños en campaña, va a suceder como en Neuquén donde levantaron el observatorios astronómico (antenas satelitales de vigilancia y seguimiento), una parte de la mano de obra fue china desde el principio y al finalizar, toda la mano de obra era china, puesto que no estuvieron de acuerdo en pactar con la UOCRA en las condiciones impuestas desde el sindicato de la construcción que hacía paro y detenían la construcción y echaron a las empresas de servicios que habían subcontratados.
¿Por qué tendría que ser Sinopec diferente a otras empresas chinas, si el trabajo y las ganancias derivadas de esos negocios es lo que motoriza sus capitales?.
La ecuación es simple: invierten para ganar plata; trabajan sin interrumpir la producción y venden el producto.
Si algo de esto no lo pueden hacer, porque cien personas les cortan las rutas, le impiden salir los camiones o encierran a sus CEOS por una protesta laboral, se van.
Lo peor es que si vuelven, tales las nuevas tratativas entre los gobiernos (nacional y provincial) y el sindicato, las condiciones para los trabajadores petroleros van a ser aún más desventajosas que si antes de generar el piquete, se hubieran sentado a hablar y a consensuar de manera prolija, política y coherente; ajustado a los tiempos que corren y no movidos por rebeliones y discursos de guapos que ahora los han dejado con más incertidumbre y sin posibilidad de revertir el caos que significan casi 4 mil puestos perdidos, a menos, claro que los chinos, decidan dar vuelta la hoja; pero ¡Ojo!, no va a ser fácil ni gratis. (Agencia OPI Santa Cruz)
fuente
"OPI Santa Cruz", 07.08.2017
No hay comentarios:
Publicar un comentario