Además de saber que esté medio lleno o medio vacío, hay que conocer que contiene. Sócrates
26 feb 2019
RELATOS ASOMBROSOS Y… (SALVAJES)
RELATOS ASOMBROSOS Y…
(SALVAJES)
La causa de los cuadernos de las
coimas
Tres relatos
sobre la maldición del dinero de la corrupción K
El contador Víctor Manzanares y el
asesor Juan Manuel Campillo revelaron detalles extraordinarios en sus
declaraciones ante la Justicia como arrepentidos.
Daniel Muñoz, detrás de Néstor y Cristina Kirchner.
NICOLÁ WIÑAZKY
El secretario más fiel de los
Kirchner, Daniel Muñoz le contó una vez al contador de la familia ex
presidencial, Víctor Alejandro Manzanares, una escena que no lo sorprendió lo
que debería, a pesar de ser asombrosa.
Entre los asesores más íntimos de los ex
presidentes Néstor y Cristina Kirchner podían pasar cosas como las que escuchó
aquel día.
-Polo
(así es el apodo de Manzanares). ¿Alguna vez viste cinco mil millones de
dólares en efectivo?
- Nunca-.
Muñoz
entonces dijo lo que ya tenía pensado contar: - Yo sí. Cinco mil millones de dólares
todos juntos y en efectivo. Estaban en una pileta.
El contador de los KirchnerVictor Manzanares. Foto: Telam
La escena es alucinante.
Se
desconoce si fue producto de una broma de un amigo a otro.
Lo cierto es que
ambos estaban muy acostumbrados, eso sí, a manejar millones y millones de
dólares o euros en billetes físicos.
El mito que afirma que en el sur austral
se escondió o esconde un tesoro multimillonario y en cash, de plata de la
corrupción, nació de los propios asesores que más intimidad tenían con losKirchner.
Manzanares
reconstruyó ese diálogo con Muñoz en una de sus cuatro declaraciones como
arrepentido ante el fiscal del caso de “Los Cuadernos de las Coimas”, Carlos
Stornelli.
Así se lo aseguraron a Clarín fuentes que conocen al ex contador de
los Kirchner desde la infancia en Santa Cruz.
Los
investigadores judiciales habrían tomado nota de la historia de la pileta pero
dándole entidad de un dato de color extravagante.
El expediente de la causa
“Cuadernos de la Corrupción” recopiló, hasta hoy, treinta declaraciones de
arrepentidos en las que se encuentran anécdotas y revelaciones extraordinarias
sobre lo que pasaba entre quienes integraban el sistema de acumulación y
reparto de dinero de lacorrupciónK.
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Los dichos sobre qué pasaba con
los millones que se juntaban en bolsos fueron confesados por empresarios que
aceptaron haber pagado esos sobornos.
Y por ex funcionarios de relevancia en el
esquema de la administración presidencial de los Kirchner, que admitieron ante
la Justicia haberlos cobrado.
A ellos se sumaron otros imputados y procesados
que sinceraron cómo se reunía en diferentes locaciones toda esa montaña de
plata.
Y que describieron cómo se la intentó “blanquear” debido a que tenía
origen ilícito.
Las
confesiones de las causa “Cuadernos” son una ventana única para conocer un
mundo de ilegalidades.
La muerte de algunos de los protagonistas de esta trama
desató guerras sórdidas por dinero, en la que se repiten los robos y engaños.
Tras
algunos escándalos y denuncias de la oposición y de la prensa, los ex funcionarios
se desesperaron para desprenderse de sus millones.
Varios
arrepentidos aseguraron con frases rotundas que Néstor y Cristina Kirchner eran
los verdaderos dueños de esos multimillones.
Y que los dos
estaban al tanto del esquema de corrupción colosal.
Otros lo dieron a entender
de modo casi explícito.
Lo que se va conociendo de algunas
de sus aventuras financieras son historias que parecen surrealistas pero son
reales.
La Justicia deberá cotejar varias de las pruebas que aportaron los
“arrepentidos”. Otras, aún no.
Hubo arrepentidos que describieron que el dinero
de la corrupción terminó siendo para ellos como una especie de maldición.
Muñoz según Campillo: “Puse a mi nombre una
fortuna que no es mía”.
Juan
Manuel Campillo fue uno de los asesores y funcionarios especializados en
economía más confiables para Néstor Kirchner.
No para Cristina, con quien
siempre se llevó mal.
Juan Manuel Campillo, el ex ministro de Hacienda de Santa Cruz. / OPI
Campillo declaró como arrepentido
en la causa de los “Cuadernos” y aportó información muy valiosa sobre cómo fue
que lo contactó el ex secretario de los Kirchner, Daniel Muñoz, para que lo
ayudara a “desarmar” la red de sociedades comerciales que había creado en el
exterior para ocultar parte de una fortuna que jamás pudo haber juntado como
empleado público, el trabajo del que vivió Muñoz casi toda su vida.
Murió de
cáncer en el 2016.
Campillo
contó que fue otro ex secretario de Cristina Fernández, Isidro Bounine, hoy
preso por este mismo expediente, el que lo puso en contacto con la familia de
Muñoz.
Según Campillo, tanto Muñoz como Bounine siguieron trabajando en la
Quinta de Olivos para los Kirchner aun a pesar de que públicamente y de modo
oficial habían renunciado a sus puestos.
Campillo afirmó que presentía que el
llamado de Bounine para que ayude a Muñoz era, en rigor, un llamado que le
había ordenado hacer la familia Kirchner.
El
ex ministro de Hacienda de Santa Cruz admitió a la Justicia que viajó a los
Estados Unidos para ayudar a Muñoz con sus inversiones en el extranjero.
Pero
contó que su asesoramiento se tornó imposible cuando conoció a quienes habían
rodeado a la esposa de Muñoz, Carolina Pochetti, también arrepentida en esta
causa judicial.
El ex funcionario describió como un mamarracho a ese entorno,
en el que nombro al abogado Miguel Ángel Plo, hoy preso, y a los testaferros de
Muñoz en el extranjero y el país, sobre todo, a Elizabeth Municoy.
Buena parte de la confesión de
Campillo ya trascendió en los medios, pero el ex funcionario le contó al fiscal
Carlos Stornelli, a su colega Carlos Rivolo y al juez del caso, Claudio
Bonadio, una escena que describe la desesperación que sintió Muñoz cuando
entendió que estaba por morir de cáncer y le dejaba un problema a su familia.
Campillo
relató que tuvo una larga reunión con Muñoz, a solas, en la habitación de su
mansión del barrio de Saavedra.
Su interlocutor ya no podía levantarse de la
cama.
Fue
allí, acostado, donde cenó.
En
ese diálogo, siempre según el testimonio de Campillo, Muñoz le admitió que era
testaferro de los Kirchner, aunque sin nombrarlos. “estaba sobreentendido”,
dijo, y agregó: “estaba en el aire que los dueños de la plata eran Néstor y
Cristina.
“Tengo
este problema. Me quedé con todo este dinero a mi nombre, y no se lo
quiero dejar a mi mujer, es parte de una fortuna que no es mía”, le
dijo Muñoz a Campillo.
Este último le aseguró a los investigadores que Muñoz
tenía una carpeta amarilla con un listado de bienes e inversiones Fue (SIC) entonces
cuando él le dijo que podía ayudarlo y Muñoz le preguntó cuánto le cobraría.
Después de un regateo, acordaron que el asesor se quedaría con el diez por
ciento del patrimonio que ayudara a “ocultar”.
En rigor, Campillo, según él,
cobró 200 mil euros por su trabajo, del que no está satisfecho porque apenas
pudo intervenir en un proceso repleto de gente que dice que no entendía nada de
negocios.
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Antes de eso, Campillo entendió
que la verdadera preocupación para Muñoz era otra: - Si son bienes o dinero a tu nombre,
reintegráselos a sus verdaderos dueños.-. sugirió Campillo.
- No
puedo, eso me va a generar un problema grave con mi mujer.-
contestó Muñoz.
-
¿Quién se está muriendo? ¿Vos o tu mujer?-.
Retrucó Campillo, quien creía que
la esposa de Muñoz se quería quedar con todos sus bienes y eso complicaba todo.
Insistió: - Solucioná tu problema con tu mujer-, repitió el “asesor”.
Pero
Muñoz insistía con el “no”.
Campillo le contó entonces que él había estudiado
metafísica, y que había alcanzado el grado Zen y Larga Vida.
Y le aconsejó algo
impensado para muchos: - Yo te puedo ayudar más con el cáncer que con los
bienes. El cáncer lo generan el odio y el rencor. Sacate los odios y rencores
de encima, dale la plata a sus legítimos dueños y no te morís más.- aconsejó.
Muñoz
le pidió ayuda en el sentido en el que él se la había pedido.
Campillo aceptó
pero terminó chocando con la esposa de su amigo y sus testaferros, lo mismo que
con su abogado.
Para Campillo, fue sospechoso enterarse que el día que murió
Muñoz, el ex secretario K, Isidro Bounine, estaba en los Estados Unidos.
“Entendí que estaba haciendo algo tan importante como para no estar cuando él
falleció”, declaró.
Y agregó que sintió que hablando con él, Muñoz se estaba
“sincerando”.
El contador: “Habrá U$S 200 millones en el
sur”
El
contador de los Kirchner desde 1988, Víctor “Polo” Manzanares, aún no es un
arrepentido oficial en la causa de los “CuadernosK”.
Tuvo
al menos cuatro charlas muy sinceras con el fiscal del expediente, Carlos
Stornelli.
Ahora espera que el juez Claudio Bonadio, que instruye este caso de
corrupción monumental, homologue su acuerdo con el Ministerio Público para ser
formalmente considerado un “imputado colaborador”.
“Polo”
ya tuvo una primera reunión con el magistrado.
Manzanares es el “arrepentido” más
singular del caso.
- Quiero
contar lo que hice por mis hijos, y mi esposa. Me dejé llevar por la oscuridad.
Si consigo una reducción de mi condena, mejor. Pero si no, seguiré en la
cárcel-, le dijo a la Justicia, palabras más, palabras menos,
Manzanares,presidente del Automóvil Club de Río Gallegos, y de una cooperadora
escolar, es además el titular del estudio contable más tradicional de Santa
Cruz.
En
1988 conoció a sus clientes más problemático: Néstor Kirchner y su esposa
Cristina Fernández.
“Polo”
cayó preso debido a sus labores para los K.
Cobró
alquileres de la inmobiliaria casi fantasma, llamada “Los Sauces”, cuando la
Justicia había prohibido a esa empresa de los Kirchner quedarse con las
ganancias que les generaba esa firma.
Manzanares
se sintió solo en la cárcel.
Su familia siguió viviendo en Santa Cruz mientras
él, que dice no haber tocado un peso de esos alquileres de sus ex jefes, estaba
detenido en Marcos Paz.
Ante
el fiscal Carlos Stornelli, confesó que hizo negocios ilegales para ayudar a su
amigo Daniel Muñoz.
Aseguró
que fue él quien compró los primeros tres departamentos en Miami para el ex
secretario, inmuebles que los investigadores no conocían.
Relató la increíble anécdota de la
pileta con 5 mil millones de dólares.
Involucró a banqueros con el escondite del
posible tesoro del dinero K.
Admitió
que junto a Muñoz llevó bolsos con millones y millones de dólares a Santa Cruz.
Y relató cómo Cristina Fernándezsiempre supo que la plata que le llegaba a sus
cuentas de los alquileres de sus hoteles en El Calafate, en realidad, era
generada gracias a un mecanismo ilegal: los contratos con los administradores
de esos negocios eran contratistas de la obra pública.
Pagaban cifras
absolutamente altas para el mercado hotelero con un solo fin: generarle dinero
“en blanco” a Cristina, que podía inscribir en sus declaraciones juradas como
Presidente de la República.
Habló, sobre todo, de la familia Relats, que
alquiló el hotel de los Kirchner que está al lado de su casa de El Calafate.
Manzanares aventuró que aún hay
dinero en efectivo en Santa Cruz producto de la corrupción.
Siempre
de acuerdo a fuentes de su entorno, debido a que los investigadores no dejaron
trascender nada al respecto, “Polo” dijo así, mostrando cierta seguridad:
“Habrá 200 millones de dólares en efectivo en el sur”.
El
ex contador K reconstruyó cómo fue que el ex secretario Muñoz, con su ayuda,
compró una cantidad notable de inmuebles tanto en la Patagonia, los Estados
Unidos y la Capital Federal.
Describió las operatorias que se hicieron para que
el “Grupo Muñoz” adquiera una farmacia que luego se transformó en una cadena
con veintidós locales. Un laboratorio. Una petrolera. Y hasta una fábrica de
nebulizadores muy reconocida en el mercado.
La
voracidad de losKfue tan grande que todo terminó mal.
Los
testaferros de Muñoz volaban en círculos alrededor de un hombre, el ex
secretario de los K, que se enfermó de cáncer y se desesperó para que los
millones de dólares que había puesto a su nombre no le generasen un problema a
sus familia. Pasó.
Muñoz murió en el 2016.
Antes
de eso, le envió un mensaje a su amigo: “Víctor, te vas a enterar de cosas que
no sabías. Te pido que me sigas ayudando”.
Esas “cosas” eran negocios de los
que “Polo” quedó afuera.
Manzanares
estaba decidido a hablar en marzo del año pasado.
Después tomó impulso gracias
a sus abogados, Roberto Herrera y Alejandro Baldini.
Al primero lo conoció en
la cárcel viendolo trabajar con un cliente que era compañero suyo del
penal.
Manzanares notó que Herrera le prestaba mucha atención a su cliente
y pensó: "Mi abogado Carlos Beraldi no hace lo mismo conmigo".
A
Baldini lo frecuenta de toda la vida.
Baldini acepta que fue conjuez nombrado
por el kircherismo en Santa Cruz.
Pero
“Polo” le reconoce a su amigo que se haya enfrentado a Lázaro Báez, por ejemplo,
cuando le vendió una empresa llamada “Valle Mitre”, que luego el constructor y
socio de los Kirchner usó para alquilar los hoteles de la familia ex
presidencial.
Me atrevo a interpelar, por sentirlos muy cercanos, por más que las apariencias parecieran indicar lo contrario; insisto en lo de la cercanía, por que estamos en el mismo bote – que hace agua - , tenemos pesares, angustias y problemas comunes, recién después vienen las diferencias.
La idea es dialogar, hablar de nuestras cosas, hay textos que nos proporcionan la información básica – no única-, solo es una propuesta como para empezar. La continuidad depende de Ustedes, un eventual resultado adicional depende de todos.La idea es hablar desde un “nosotros” y sobre “nuestro futuro” desde la buena fe, los problemas exigen soluciones que requieren racionalidad, honestidad intelectual que jamás puede nacer desde la parcialidad, la mezquindad, la especulación.
Encontraran en “HASTA EL PELO MÁS DELGADO ...”, textos y opiniones sobre una temática variada y sin un orden temporal, es así no por desorganizado, sino por intención – a Ustedes corresponde juzgar el resultado -.Como no he vivido en una capsula, ya peino canas, tengo opiniones y simpatías, pero de ninguna manera significa dogmatismo, parcialidad cerrada.Soy radical (neto sin adiciones de letras ninguna), pero no se preocupen no es contagiosos … creo, solo una opción en el universo de las ideas argentinas. Las referencias al radicalismo están debidamente identificadas, depende de Ustedes si deciden “pizpear” o no.
El acá y ahora, el nosotros y el futuro constituyen la responsabilidad de todos.Hace más de cuatro décadas, en mi lejana secundaria, de una pasadita que nos dieron por Lógica, recuerdo el Principio de Identidad, era más o menos así: “Si 'A' no es 'A', no es 'A' ni es nada”, por esos años me pareció una reverenda huevada, hoy lo tomo con mucho más respeto y consideración. Variaciones de los mismo: no existe un ligero embarazo; no se puede ser buena gente los días pares.
Llegando al Bicentenario – y aunque se me tildé de negativo- siento que como pueblo, desde 1810, hemos estado paveando … a vos ¿qué te parece?. En algún momento perdimos el rumbo y ahí andamos “como pan que no se vende. Cuentan que don Ángel Vicente Peñaloza decía: “Como ei de andar, en Chile y di a pie, cuando hay de que no hay cunque, cuando hay cunque no hay deque”.
De tanto mirarnos el, ombligo y su pelusa, tenemos un cerebro paralitico, cubierto de telarañas y en estado de grave inanición. Padecemos una trágica concurrencia de factores que nos impiden advertir – debidamente -, este, nuestro triste presente y lo que es peor aún, nos va dejando sin futuro.
A los malos, los maulas, los sotretas, los villanos, los mala leche, los h'jo puta, los podemos enfrentar pero … ¿qué hacemos con los indiferentes, con los que solo se meten en sus cosas, y no advierten que el nosotros y el futuro por más que sean plurales son cosas personalisimas? Y luego dicen que quieren a sus hijos y su familia; ¡JA!, ¡doble JA!, ¡triple JA! (il lupo fero).
¡¡EL REY ESTÁ EN PELOTAS!!, dijo el niño de la calle, hijo de padre desconocido y madre ausente, ese niño es mi héroe favorito.
¿QUÉ ES PEOR LA IGNORANCIA O LA INDIFERENCIA?
¡¡NO LO SÉ Y NO ME IMPORTA!!
El impertinente, el preguntón es nuestra esperanza, nuestro “Chapulin Colorado”.
Mis querido “Chichipios” - diría don Tato- no olviden que además de ver el vaso medio vació o medio lleno, hay que saber que contiene – sino que le pregunten a Socrates - ¡Bienvenidos! Adelante. Julio
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