IGLESIA, NARCOTRÁFCO Y...
EL GOBIERNO ANTERIOR
- Clarin.com
- Política
- 04/09/16
Advierten desde la Iglesia: “El Gobierno anterior minimizaba el narcotráfico”
El avance de las drogas.
Lo aseguró en una entrevista con Clarín el titular de la Pastoral Social, Jorge Lozano.
Y fue cauto respecto al plan lanzado por Macri.
Además, se mostró a favor de un acuerdo social que exceda precios y salarios.
Monseñor Jorge Lozano recibió esta semana dos reconocimientos bien diversos: el Papa lo ascendió a arzobispo coadjutor (con derecho a sucesión) de San Juan (era obispo de Gualeguaychú).
Y el presidente de la Nación, Mauricio Macri, dijo que la génesis del plan anti narco que lanzó el martes fue la firma, hace tres años, de un compromiso multipartidario para luchar contra el flagelo de la droga a la que había convocado como titular de la Pastoral Social.
En esto contexto, las palabras de Lozano en una entrevista con Clarín resuenan fuerte.
Consultado sobre si el Gobierno anterior subestimó el problema del narcotráfico, apuntó: “Varios funcionarios (no todos, pero sí los de mayor relevancia) de la gestión anterior negaban el problema o lo minimizaban”.
Pero además, la palabra de Lozano toma relevancia porque en los últimos días el Gobierno empezó a dar señales de abrirse a un diálogo político, económico y social, tal como vienen bregando hace años los obispos.
Con todo, consciente de las aprehensiones que suscita esta vía en sectores del macrismo –incluso en el propio Macri– Lozano –en la charla con este diario– subrayó: “Dialogar no es signo de debilidad, sino de fortaleza y generosidad”. E incluso advirtió: “dialogar no implica co-gobernar”.
-¿Qué opina de las señales que empieza a dar el Gobierno de abrirse a un diálogo multisectorial -si bien no sería una gran mesa, sino por sectores-, teniendo en cuenta que la Iglesia desde antes de las elecciones y de cara al nuevo gobierno venía alentando la búsqueda de consensos en torno a grandes desafíos como la pobreza? ¿Los obispos fueron, finalmente, escuchados?
-La búsqueda de consensos en torno a grandes temas en el país es un anhelo de líderes de diversos partidos políticos, dirigentes sindicales y de cámaras empresarias, referentes sociales, representantes de diversos credos … Desde la Conferencia Episcopal ya se planteaba esta necesidad en el Documento “Hacia un Bicentenario en Justicia y Solidaridad (2010-2016)” del año 2008. Varios representantes de partidos políticos firmaron un “Acta-acuerdo” en la Casa histórica de Tucumán el 18 de Junio pasado, ratificando ese deseo. Espero se pueda seguir avanzando hacia su concreción.
-Se dice que algunos miembros del Gobierno, incluso el presidente de la Nación, creyó inicialmente que abrirse al diálogo era un signo de debilidad. ¿Lo es para usted? ¿Llegan al diálogo por necesidad o por virtud?
-Dialogar no es signo de debilidad, sino de fortaleza y generosidad. Tiene apertura al diálogo quien está seguro de su identidad, y a su vez tiene convicción de la necesidad de todos para enriquecer las perspectivas. También debemos afirmar que dialogar no implica cogobierno. Debe quedar claro el lugar y la responsabilidad de cada uno de los actores.
-Es cierto que la Iglesia no promueve un mero acuerdo de precios y salarios, sino algo más amplio: políticas de Estado. De todos modos, algunos analistas políticos consideran que las concertaciones sociales nunca arrojaron resultados eficaces en el país. ¿Cuál es su opinión?
-Coincido parcialmente. No es bueno generalizar con un “nunca arrojaron resultados eficaces”. Hubo instancias de diálogo y acuerdos que fueron muy importantes. Por otro lado, aun cuando algunos puedan legítimamente observar que “nunca”, eso no nos impide pensar que alguna vez sí pueda darse.
-El Presidente dijo esta semana al lanzar un plan contra las drogas (“Argentina sin narcotráfico”) que este tuvo su génesis hace tres años en el compromiso multipartidario firmado a instancias del Episcopado. E incluso lo nombró a usted, personalmente. ¿Cómo evalúa ese reconocimiento?
-Aquellos lineamientos acordados el 19 de diciembre de 2013 fueron muy importantes y han sido el resultado de un trabajo participativo. Hubo un primer borrador que circuló y al cual le hicieron aportes, correcciones, compromisos … Yo lo evalúo como que más que un reconocimiento a la Pastoral Social, lo es también a los referentes de los partidos políticos que participaron.
-¿Considera que ese plan que lanzó el Gobierno puede ser eficaz o es un intento acotado que puede perder fuerza con el tiempo?
-La eficacia habrá que medirla con el tiempo y los resultados. Es un buen signo que se hayan reunido para su lanzamiento a los Gobernadores, el Poder Judicial, parlamentarios, funcionarios…
-¿Cree que el Gobierno anterior subestimó el problema de la drogadicción y el narcotráfico y el flagelo avanzó demasiado? ¿Se está a tiempo de revertir la situación?
-Varios funcionarios (no todos, pero sí los de mayor relevancia) de la gestión anterior negaban el problema o lo minimizaban. Unas cuantas veces lo hemos señalado en la Asamblea de la Conferencia Episcopal y en Declaraciones de la Pastoral Social y la Pastoral de Drogadependencia. Las redes del crimen organizado (narcotráfico, trata de personas, tráfico de armas) han crecido y se han enquistado, en algunos lugares desplazando al Estado o supliendo su ausencia y abandono. Todavía se está a tiempo (para buscar una solución). Pero, como hemos señalado, cada vez va a implicar más tiempo y más sangre inocente.
fuente
"Clarin.com", 04.09.2016
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