29/09 – 14:30 – El kirchnerismo, en el último quinquenio, sepultó al país en la pobreza, eso queda revelado a partir del conocimiento público que hay de los nuevos datos del INDEC, que por tantos años suprimió, anuló y sepultó el gobierno kirchnerista.
Los nuevos números sacaron a la luz una parte de la realidad social que vive la Argentina, pero especialmente en la Patagonia, la pobreza se multiplicó 7 veces, en relación con las últimas mediciones y debido al costo de la canasta del Indec, Santa Cruz, tiene entre el 45 y 50% de su población en condición crítica y/o de pobreza estructural.
De acuerdo a los nuevos datos del INDEC, relevados ayer y que tratan de poner un grado de “normalidad” y “realidad” a la pobreza y la indigencia en el país, el lapso donde no hubo mediciones, se puede establecer que la diferencia entre aquel momento, cuando en el 2013 el organismo intervenido por Moreno arrojó 3,4% de pobres y 1,8% de indigentes en la Patagonia y hoy, la diferencia se haga más que alarmante y grosera.
Partiendo de allí y tras conocerse los datos del nuevo INDEC, en tres años los pobres se multiplicaron por 7 en la Patagonia, donde de acuerdo a la nueva medición el 24,7% (unas 250 mil personas) son pobres y el 3,3% está bajo esa línea, lo que marcaría unos 32.000 indigentes.
Pensemos, además, que son datos “aproximados” por lo tanto hay variables que el estudio oficial no incluye ni tiene en cuenta.
Tal como lo señala hoy un medio chubutense, en aquel informe del 2013, lugares de la Patagonia como Comodoro Rivadavia-Rada Tilly y Río Gallegos expusieron las tasas más bajas de la región, con 1,6% de pobreza.
Ushuaia, Río Grande y Viedma-Carmen de Patagones tenían 2,7% de pobres.
En Trelew y Rawson trepaba a 3,4% y en Neuquén-Plottier estaba la “peor” tasa de la Patagonia: 5,4%.
En esta última publicación del INDEC a cargo de Todesca no se incluyen desagregados de estas ciudades patagónicas, pero si la medición oficial está en el orden del 25%, está claro que como promedio, excluye la realidad de lugares donde la carestía de la vida es muy superior a la media de la región, por caso Santa Cruz, donde los valores de los insumos prácticamente doblan al precio en Buenos Aires y en muchos casos, como en la carne y las verduras, llegan más del 100% encarecidas.
Las fuentes profesionales consultadas por OPI, aseguran que la canasta básica establecida por el INDEC a nivel nacional, es inapropiada para medir el nivel de pobreza en la región y más precisamente en nuestra provincia y especialmente en Río Gallegos y Caleta Olivia, centros urbanos más poblados los cuales en los últimos 7 años han recibido una masiva migración, han proliferado los asentamientos, ha decaído el nivel y el precio de la mano de obra, disminuido las fuentes laborales y se han perdido miles de puestos de trabajo.
Los $ 12.500,00 de la canasta básica prevista por el INDEC, es insuficiente en Santa Cruzdonde, de acuerdo a mediciones comparativas, entre el 45 y el 50 % de la población está por debajo de ese salario de bolsillo.
La asimetría entre la región que se extiende desde el Río Colorado hacia abajo con el resto del país,magnifica aún más la brecha cuando la comparación se hace a partir de datos estadísticos generales, sin tener en cuenta una regionalización de las economías, los sueldos promedios y el desenvolvimiento de la industria y el comercio en cada lugar.
No escapa a esta realidad que Santa Cruz posee más de un 60% de la población que vive de manera directa o indirecta del empleo público y/o del Estado (sobre 320 mil habitantes, se imprimen 80 mil recibos de haberes).
Esto genera otra distorsión aún mayor en la relación entre el poder adquisitivo y la canasta básica que para nuestra provincia está considerada entre $18.000 y $ 22.000.
Quiere decir que puesto en estos términos y comparando los datos del INDEC, más del 50% de la población de Santa Cruz vive en la pobreza.
Es importante rescatar la voluntad del gobierno nacional de sincerar los números y volver a la normalidad de una realidad que aplastó voluntariamente el kirchnerismo para sustentar un relato que contrastaba con la realidad diaria, pero lejos estamos aún, al menos en Santa Cruz, de tener una medición exacta y claramente confiable del fenómeno de la pobreza en la región.
Los “promedios” estadísticos son tan arbitrarios y anárquicos que si uno se llevara por los resultados de estos promedios para evaluar cómo estamos los argentinos, podríamos llegar a conclusiones realmente delirantes y cabe un ejemplo muy actualizado que viene a cuento: según la “estadística y el promedio”, si en la cuadra en la que vive la familia de Lázaro Báez viven 9 familias más, ninguna tiene auto y los Báez tienen 10 vehículos, para la estadística y el promedio, en esa cuadra hay un auto por familia.
Así de ridículo y distorsivos son los promedios. Es una herramienta comparativa o indicativa de un fenómeno determinado, pero de ninguna manera configura la verdad en algunos casos (como en esta región), ni aproximada.
Se trata, simplemente, de una media matemática cuyo valor general resulta de la suma de todos los valores particulares, divididos por la cantidad de valores sumados.
Por eso, al INDEC le da que en Patagonia se puede vivir con $ 12.500 y en nuestro ejemplo resulta que cada vecino tiene un auto, en la cuadra donde vive Lázaro.
fuente
Agencia OPI Santa Cruz, 29.09.2016Publicado
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