17 dic 2023

APOCALIPSIS

 

 

 

 

APOCALIPSIS

 

 

Apocalipsis, Guerra, Desastre

 

 

CAOS

 

Una retirada con sello propio

 

  

Símbolo. Gesto de la exvicepresinta.

 

 15-12-2023

 Félix Lonigro

*Abogado constitucionalista. Prof Dcho. Constitucional UBA.

 

El 25 de mayo de 2003 se inició, en la Argentina, un régimen hegemónico y populista que devastó al país durante veinte años

 

El intervalo 2015-2019, por ineptitud, por impericia, o por lo que fuera, fue insuficiente para frenar el huracán, que en 2019 volvió enfurecido y con una intensidad acentuada.

 

Como si eso fuera poco, un virus chino potenció la capacidad de daño de un sistema oprobioso.

 

La devastación fue completa; no dejó ámbito sin afectar: fue social, económica, educativa y cultural. 

 

Se dilapidaron recursos públicos, se confiscaron conceptos comunes como “garantías”, “derechos humanos”, “fechas patrias”, y se adueñaron de su discrecional utilización, colocándose, los representantes de ese régimen en un escandaloso estrado de superioridad moral, que justificó todas y cada una de las fechorías llevadas a cabo.

 

El populismo fue una fábrica de elaboración de las materias primas que le permitieron consolidar su poderío: regó al país de pobreza, ignorancia y fanatismo

 

La pobreza hizo posible que pudieran “comprar” voluntades a través de subsidios y prebendas; la ignorancia les permitió elaborar “relatos”, crear “monstruos” (las corporaciones, el imperialismo, los buitres, etc.) y erigirse en “salvadores” de una catástrofe, que, de todos modos, fue inevitable

 

Mientras tanto el fanatismo les permitió “lavar cerebros” para evitar que todo lo anterior se advierta.

 

La actividad económica del Estado

 

La fábrica de pobres también generó “empresarios” de la pobreza, y las calles se convirtieron en el escenario macabro en el que montaron sus “negocios”

 

La circulación se tornó milagrosa y debimos acostumbrarnos a que hay derechos más importantes que otros

 

El combo era perfecto; todo estaba listo para “saquear” a un país “secuestrado”, en el que muchos sufrieron el “síndrome de Estocolmo”, y se enamoraron de los “secuestradores”.

 

El país se convirtió en un caos social, económico, financiero, cultural y político; dejando como resultado un marcado deterioro en todos los órdenes

 

Nos enseñaron a invisibilizar la corrupción, escondiéndola detrás del cortinado del “lawfer” y de la persecución judicial

 

Nos inculcaron que con la deformación del lenguaje se resolverían los problemas de inclusión; nos ocultaron los datos de la pobreza argumentando que mostrarla implicaba una “estigmatización”

 

Nos quisieron convencer de que el mérito no es importante para progresar; y nos encariñaron con la idea que subsidiar eternamente a los desocupados es justicia social.

 

El resultado de este huracán devastador fue que, en la Argentina de hoy, “es lo mismo ser derecho que traidor, ignorante, sabio, chorro, pretencioso, estafador”, y que “es lo mismo ser un burro que un gran profesor”

 

No solo el Cambalache de Discépolo reemplazó al himno de Vicente Lopez y Planes, sino que, además, el kirchnerismo, subrogándose en Blas Parera, le puso música al desatino.

 

Nuestro unitarismo fiscal

 

En la Argentina, que quedó relegada en el mundo económica y educativamente, el cincuenta por ciento de los adolescentes no trabaja ni estudia; y entre los que sí lo hacen, las pruebas PISA organizadas por la OCDE (Organización para el Comercio y el Desarrollo Económico) desnudaron las enormes falencias de un sistema destructivo, dando cuenta de que siete de cada diez alumnos no logran los niveles mínimos de desempeño

 

El país quedó en el puesto sesenta y ocho de ochenta evaluados

 

Pero claro, también nos hicieron creer que las evaluaciones estigmatizan y que las repitencias afectan la dignidad del niño.

 

Sin embargo, como el ave Fénix, la gente despertó de su letargo, y en las últimas elecciones dijo “basta”

 

El mandato fue concreto: recuperen a ese paciente llamado Argentina

 

El problema es que hacerlo requiere intervenciones quirúrgicas profundas y un posoperatorio complicado.

 

El dedo mayor de la exvicepresidenta, levantado al ingresar al Senado el pasado 10 de diciembre, fue la mejor forma de simbolizar la impronta del régimen destructivo que, en patética retirada, dejó el país en llamas.

fuente

"PERFIL", 15.1.2023


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¡BIENVENIDOS, GRACIAS POR ARRIMARSE!

Me atrevo a interpelar, por sentirlos muy cercanos, por más que las apariencias parecieran indicar lo contrario; insisto en lo de la cercanía, por que estamos en el mismo bote – que hace agua - , tenemos pesares, angustias y problemas comunes, recién después vienen las diferencias.

La idea es dialogar, hablar de nuestras cosas, hay textos que nos proporcionan la información básica – no única-, solo es una propuesta como para empezar. La continuidad depende de Ustedes, un eventual resultado adicional depende de todos.La idea es hablar desde un “nosotros” y sobre “nuestro futuro” desde la buena fe, los problemas exigen soluciones que requieren racionalidad, honestidad intelectual que jamás puede nacer desde la parcialidad, la mezquindad, la especulación.

Encontraran en “HASTA EL PELO MÁS DELGADO ...”, textos y opiniones sobre una temática variada y sin un orden temporal, es así no por desorganizado, sino por intención – a Ustedes corresponde juzgar el resultado -.Como no he vivido en una capsula, ya peino canas, tengo opiniones y simpatías, pero de ninguna manera significa dogmatismo, parcialidad cerrada.Soy radical (neto sin adiciones de letras ninguna), pero no se preocupen no es contagiosos … creo, solo una opción en el universo de las ideas argentinas. Las referencias al radicalismo están debidamente identificadas, depende de Ustedes si deciden “pizpear” o no.

El acá y ahora, el nosotros y el futuro constituyen la responsabilidad de todos.Hace más de cuatro décadas, en mi lejana secundaria, de una pasadita que nos dieron por Lógica, recuerdo el Principio de Identidad, era más o menos así: “Si 'A' no es 'A', no es 'A' ni es nada”, por esos años me pareció una reverenda huevada, hoy lo tomo con mucho más respeto y consideración. Variaciones de los mismo: no existe un ligero embarazo; no se puede ser buena gente los días pares.

Llegando al Bicentenario – y aunque se me tildé de negativo- siento que como pueblo, desde 1810, hemos estado paveando … a vos ¿qué te parece?. En algún momento perdimos el rumbo y ahí andamos “como pan que no se vende. Cuentan que don Ángel Vicente Peñaloza decía: “Como ei de andar, en Chile y di a pie, cuando hay de que no hay cunque, cuando hay cunque no hay deque”.

De tanto mirarnos el, ombligo y su pelusa, tenemos un cerebro paralitico, cubierto de telarañas y en estado de grave inanición. Padecemos una trágica concurrencia de factores que nos impiden advertir – debidamente -, este, nuestro triste presente y lo que es peor aún, nos va dejando sin futuro.

A los malos, los maulas, los sotretas, los villanos, los mala leche, los h'jo puta, los podemos enfrentar pero … ¿qué hacemos con los indiferentes, con los que solo se meten en sus cosas, y no advierten que el nosotros y el futuro por más que sean plurales son cosas personalisimas? Y luego dicen que quieren a sus hijos y su familia; ¡JA!, ¡doble JA!, ¡triple JA! (il lupo fero).

¡¡EL REY ESTÁ EN PELOTAS!!, dijo el niño de la calle, hijo de padre desconocido y madre ausente, ese niño es mi héroe favorito.

¿QUÉ ES PEOR LA IGNORANCIA O LA INDIFERENCIA?

¡¡NO LO SÉ Y NO ME IMPORTA!!

El impertinente, el preguntón es nuestra esperanza, nuestro “Chapulin Colorado”.

Mis querido “Chichipios” - diría don Tato- no olviden que además de ver el vaso medio vació o medio lleno, hay que saber que contiene – sino que le pregunten a Socrates - ¡Bienvenidos! Adelante. Julio


Mendoza, 11 de noviembre de 2009.