23 jul 2021

POR NOSOTROS Y… POR NUESTROS HIJOS -VI-

 

 

 

 

 

POR NOSOTROS Y…

POR NUESTROS HIJOS

-VI-

 

 

 

Deforestación en el Gran Chaco, una bomba de carbono ignorada

 

El carbono almacenado en los bosques del Gran Chaco es muy superior a lo que originalmente se pensaba, lo que resalta la importancia de evitar su deforestación 

 

Las campañas internacionales contra la deforestación se han centrado históricamente en los bosques húmedos. 

Biomas como los de la Amazonía o Indonesia, donde se producen grandes cantidades de commodities para la cadena agroindustrial global, han recibido un foco constante de atención por científicos y medios de comunicación. 

Pero, esta narrativa dejó de lado lo que viene ocurriendo desde hace más de tres décadas en los bosques secos

Por la transformación profunda que experimentaron gracias a la soja y la expansión de la ganadería, el Gran Chaco Americano y el Cerrado brasileño, entre otros ecosistemas vitales, han sido diezmados, generando emisiones de carbono comparables a las de los sistemas tropicales.

Esto también impactó, claro está, en la composición física de la atmósfera y en el aumento de la temperatura planetaria, más allá de que se le haya prestado o no la suficiente atención.

El Gran Chaco, subestimado

El caso del Gran Chaco, que comparten Argentina, Paraguay, Bolivia y Brasil, es emblemático. 

No sólo se han subestimado las emisiones históricas, también se ha errado en la valoración de cuánto carbono queda almacenado en la biomasa que sigue en pie

Según estudios realizados por investigadores argentinos y alemanes usando una combinación de mediciones en el terreno y de monitoreo satelital, el carbono almacenado en la ecorregión es 19 veces superior al que se pensaba, un valor que no deja de sorprender a los propios científicos.

 

19

Veces superior a lo que se pensaba es el carbono almacenado en el Gran Chaco
 
 

“Sólo para el Gran Chaco seco, hay unas 4.65 gigatoneladas de carbono almacenados en la vegetación. Esto es una cantidad de carbono muy considerable. Es lógico pensar que no todo va a ser emitido. Pero demostramos, en término de las cantidades de emisiones que están yendo a la atmósfera, que las del Gran Chaco son comparables a las de lugares como la Amazonía o Indonesia”, indica Tobias Kuemmerle, del programa de Uso de la Tierra del departamento de Geografía de la Universidad de Humboldt en Berlín. 

El Gran Chaco es el sistema boscoso continuo más grande y biodiverso de América del Sur detrás de la Amazonía

Su destrucción ha sido particularmente brutal en la Argentina y en el Paraguay, donde se han desmontado grandes áreas para la ganadería y la soja. 

Bolivia cuenta con más áreas protegidas, aunque ha sufrido incendios forestales

Esto, por supuesto, vuelve todavía más relevante las necesidades de conservación de un sistema que tiene apenas una área ínfima de protección en El Impenetrable argentino, donde se logró la creación del Parque Nacional del mismo nombre.

¿Integración o desintegración?

En total, desde 1985, se han deforestado 14 millones de hectáreas del Gran Chaco. 

¿Con qué objetivo? 

La integración de estos países al ciclo de commodities global, ya sea para granos enteros o procesados en forma de harina o aceite, carne o cuero. 

Todo tiene una demanda que parece no tener techo.

“Los actores que intervienen en la mayoría de las veces son empresas con capacidad de inversión que, cuando deforestan, hacen un evento de limpieza total y pasan, en dos o tres años, por todo un camino de la ganadería a la agricultura y, a veces, a la agricultura directo”, afirma Ignacio Gasparri, investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina (Conicet) de la Universidad Nacional de Tucumán.

  
 
Gran Chaco
 El yaguareté está clasificado como una especie en peligro de extinción en Argentina, con proyectos de conservación que se están llevando a cabo actualmente en el Gran Chaco (imagen: Rewilding Argentina)
 
 

“En muchos lugares del Chaco argentino, hay un sistema de arrendamientos de tierras. No es la gente que es dueña de la tierra la que controla los campos, sino alguien que la alquila. No hay ninguna motivación para hacer las cosas bien. Estoy aquí por 10 años, le arranco cada gota a este campo y después me voy a otro lugar. Todo esto contribuye a una dinámica tremenda”, añade Kuemmerle. 

Esta lógica de uso de capital intensivo se tradujo en un avance muy rápido y sostenido de la frontera agrícola. 

Así, en muy poco tiempo, se produjo una enorme cantidad de emisiones desde lugares que, se suponían, no tenían que liberar tanto carbono hacia la atmósfera.

Igual que en Borneo

Por muchos años, la comunidad científica internacional ni siquiera había reparado en lo que estaba sucediendo en esta zona del mundo, por considerarlo un sitio vacío, degradado y de difícil acceso. 

Tampoco había dinero para la investigación. 

Para tratar de llamar la atención, los investigadores empezaron a usar el término “extratropicales” para referirse a los bosques secos, como para alertar que algo aquí estaba pasando también.

No obstante, una investigación científica de 2016 entre varios investigadores argentinos y alemanes, encabezados por Matthias Baumann, también de la Universidad Humboldt de Berlín, vino a llenar un vacío que existía en la literatura científica.

“El carbono que se ha liberado por la agricultura en los últimos 30 años tiene la misma magnitud que Kalimantan en el Sudeste asiático, que es un área (en la Isla de Borneo) muy afectada por la deforestación para la producción de la palma aceitera. Todo el mundo habla de Indonesia, pero nadie habla del Chaco. Y nuestra investigación revela que la magnitud de las emisiones son las mismas”, señala Baumann.

“Las emisiones son tan fuertes porque el cambio del uso de la tierra ha sido tan drástico y extendido. Hay más carbono en el Chaco de lo que previamente se asumió. Eso significa que, si la expansión de la frontera agrícola continúa, el daño en término de emisiones de carbono se espera que sea más grande de lo que pensaba”, agrega.

A su vez, Gasparri, investigador que hace las mediciones en el terreno, indica: “En términos de la superficie que tiene esta región, comparada con la Amazonía, se está emitiendo mucho, a pesar de que tiene menos de la mitad de la biomasa que tiene un bosque amazónico por hectárea. Sin embargo, las emisiones son equivalentes en órdenes de magnitud”.

Más desmonte, más desigualdad

La deforestación en la porción argentina del Gran Chaco se ha desacelerado en la última década, aunque los científicos aún no logran entender qué es lo que sucedió realmente.

La sanción de la Ley de Bosques, en 2007 en Argentina, coincidió con una baja en el precio de los commodities

Muchas de las áreas que quedan para limpiar de árboles y animales están lejos de la infraestructura de transporte, por lo que el costo del traslado de la producción a los centros de acopio no alcanza para garantizar una renta ventajosa. 

Hay lotes que se desmontan por especulación inmobiliaria y nunca llegan a tener un uso productivo



Las emisiones son tan fuertes porque el cambio del uso de la tierra ha sido tan drástico y extendido. Hay más carbono en el Chaco de lo que previamente se asumió

 

Así y todo, el ritmo de desmonte en la ecorregión se mantiene en torno a las 100.000 hectáreas anuales, que —si bien es un cuarto del pico histórico— sigue siendo muy alta. 

Ahora bien, el desmonte no sólo avanza sobre la vegetación y la biodiversidad, poniéndola en alarmante peligro

También lo hace sobre comunidades nativas y criollas, muchas veces vulnerando sus derechos humanos

El reparto de la “riqueza” generada por la deforestación ha sido totalmente desigual, generando desplazamiento de comunidades que han vivido históricamente en el monte. 

Lejos de París

La producción de carbono es superior cuando se trata de agricultura que de ganadería. 

Cuando se hace agricultura en un campo desmontado, se eliminan hasta las raíces, se quema todo, liberando en el acto el carbono acumulado

En cambio, cuando se hace ganadería, se cubren los suelos con gramíneas, que capturan más carbono que la soja.

La discusión sobre las emisiones del Chaco debería ser relevante en un mundo que quiere limitar la suba de la temperatura media global a 1,5°C respecto de la era preindustrial, que es la meta más ambiciosa del Acuerdo climático de París

“Hay más gente en los mercados donde se consumen los productos de la Argentina que empiezan a estar interesados en este tema”, advierte Baumann.

De acuerdo a Transparency for Sustainable Economies (Trase), una plataforma online que permite visibilizar el comercio de commodities con el objetivo de transparentar las cadenas de suministro, la Unión Europea y el Reino Unido figuran entre los mercados más expuestos a la deforestación del Gran Chaco, a través de la compra de harina de soja que se despacha por los puertos de Santa Fe, hidrovía mediante. 

Diligencia debida

La Unión Europea y el Reino Unido están discutiendo leyes llamadas de “debida diligencia”, para limpiar las cadenas agroindustriales de deforestación, de la misma forma en que se le exige a los grandes fabricantes de productos electrónicos que no se abastezca de componentes en zonas donde se violan los derechos humanos.

La soja procesada que compran a la Argentina es utilizada para engordar todo tipo de animales de cría industrial, como cerdos, vacas, pollos o salmones. 

Así, se está reemplazando la rica biodiversidad del Chaco, por un puñado de proteínas que llega mágicamente trozada y empaquetada a las góndolas de los supermercados.

“Lo que le damos de comer a los cerdos y a los pollos, así como la carne que importamos, pueden conectarse a la deforestación. Cuando se toma a la Unión Europea como un todo, es muy grande la deforestación indirecta que estamos probando en América del Sur”, dice Kuemmerle.

El árbol, el bosque 

El Gran Chaco tiene una variedad de árboles de madera dura. 

Entre ellos, el Quebracho, cuya explotación a escala industrial constituyó buena parte de la historia de Argentina. (1)

Además de tener mucho tanino y un tronco de hermoso color colorado, guarda en su interior una gran capacidad para retener carbono

Este tipo de árboles, que incluyen también al Quebracho Blanco y al Palo Santo, no se encuentran en ninguna otra ecorregión

Los ecólogos no saben por qué: es un misterio de la naturaleza.

Se trata de especies de crecimiento lento, sometidas a un calor enorme. 

Tienen la capacidad de estar varios siglos en pie, proveyendo servicios ambientales por generaciones

Una topadora, sin embargo, puede derribarlos en cuestión de minutos.

El Quebracho proveyó un insumo esencial para la industria textil que generó la Revolución Industrial. 

Ahora, más que el tanino y su madera —que también fue súper explotada para fabricar durmientes en la expansión del ferrocarril, así como postes y alambrados—, la mejor ayuda que puede prestarle a la sociedad es secuestrando el exceso de carbono de la atmósfera que empujó, paradójicamente, la misma Revolución Industrial que casi lo destruye

Y, también, dar sombra y enaltecer espiritualmente el paisaje. 

“Es difícil competir con la Amazonía, que es un ecosistema tan importante, con muchas especies únicas y con gran importancia en el reciclaje de la humedad. Pero, sistemas como el Cerrado o el Chaco son retratados equívocamente con tierras vacías degradadas, tierras que no tienen mucha biodiversidad. No tendrán la biodiversidad de la Amazonía, pero tienen mucha biodiversidad”, reflexiona Kuemmerle.

Este artículo es una republicación del proyecto periodístico llevado adelante por Periodistas por el Planeta (PxP) y es republicado bajo licencia Creative Commons. 


fuente

"Diálogo Chino", 15.07.2021

 

(1) Ver entrada relacionada "La Forestal (Daño ecológico y social)", 28.06.2010)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡BIENVENIDOS, GRACIAS POR ARRIMARSE!

Me atrevo a interpelar, por sentirlos muy cercanos, por más que las apariencias parecieran indicar lo contrario; insisto en lo de la cercanía, por que estamos en el mismo bote – que hace agua - , tenemos pesares, angustias y problemas comunes, recién después vienen las diferencias.

La idea es dialogar, hablar de nuestras cosas, hay textos que nos proporcionan la información básica – no única-, solo es una propuesta como para empezar. La continuidad depende de Ustedes, un eventual resultado adicional depende de todos.La idea es hablar desde un “nosotros” y sobre “nuestro futuro” desde la buena fe, los problemas exigen soluciones que requieren racionalidad, honestidad intelectual que jamás puede nacer desde la parcialidad, la mezquindad, la especulación.

Encontraran en “HASTA EL PELO MÁS DELGADO ...”, textos y opiniones sobre una temática variada y sin un orden temporal, es así no por desorganizado, sino por intención – a Ustedes corresponde juzgar el resultado -.Como no he vivido en una capsula, ya peino canas, tengo opiniones y simpatías, pero de ninguna manera significa dogmatismo, parcialidad cerrada.Soy radical (neto sin adiciones de letras ninguna), pero no se preocupen no es contagiosos … creo, solo una opción en el universo de las ideas argentinas. Las referencias al radicalismo están debidamente identificadas, depende de Ustedes si deciden “pizpear” o no.

El acá y ahora, el nosotros y el futuro constituyen la responsabilidad de todos.Hace más de cuatro décadas, en mi lejana secundaria, de una pasadita que nos dieron por Lógica, recuerdo el Principio de Identidad, era más o menos así: “Si 'A' no es 'A', no es 'A' ni es nada”, por esos años me pareció una reverenda huevada, hoy lo tomo con mucho más respeto y consideración. Variaciones de los mismo: no existe un ligero embarazo; no se puede ser buena gente los días pares.

Llegando al Bicentenario – y aunque se me tildé de negativo- siento que como pueblo, desde 1810, hemos estado paveando … a vos ¿qué te parece?. En algún momento perdimos el rumbo y ahí andamos “como pan que no se vende. Cuentan que don Ángel Vicente Peñaloza decía: “Como ei de andar, en Chile y di a pie, cuando hay de que no hay cunque, cuando hay cunque no hay deque”.

De tanto mirarnos el, ombligo y su pelusa, tenemos un cerebro paralitico, cubierto de telarañas y en estado de grave inanición. Padecemos una trágica concurrencia de factores que nos impiden advertir – debidamente -, este, nuestro triste presente y lo que es peor aún, nos va dejando sin futuro.

A los malos, los maulas, los sotretas, los villanos, los mala leche, los h'jo puta, los podemos enfrentar pero … ¿qué hacemos con los indiferentes, con los que solo se meten en sus cosas, y no advierten que el nosotros y el futuro por más que sean plurales son cosas personalisimas? Y luego dicen que quieren a sus hijos y su familia; ¡JA!, ¡doble JA!, ¡triple JA! (il lupo fero).

¡¡EL REY ESTÁ EN PELOTAS!!, dijo el niño de la calle, hijo de padre desconocido y madre ausente, ese niño es mi héroe favorito.

¿QUÉ ES PEOR LA IGNORANCIA O LA INDIFERENCIA?

¡¡NO LO SÉ Y NO ME IMPORTA!!

El impertinente, el preguntón es nuestra esperanza, nuestro “Chapulin Colorado”.

Mis querido “Chichipios” - diría don Tato- no olviden que además de ver el vaso medio vació o medio lleno, hay que saber que contiene – sino que le pregunten a Socrates - ¡Bienvenidos! Adelante. Julio


Mendoza, 11 de noviembre de 2009.