15 sept 2020

LA CLASE MEDIA… ¿DIEZMADA?





LA CLASE MEDIA… ¿DIEZMADA?





Clase media, bienvenida a la pobreza

La pobreza se recrudecerá, pero la desigualdad se ampliará ante la caída de los ingresos de la clase media y lo más preocupante es la velocidad en la que está ocurriendo, opina Jonathán Torres


Jonathán Torres


(Expansión) – La escalera social en México se está modificando y, consecuentemente, la polarización se está intensificando. 
 
Así, quienes están en la punta ahí permanecerán y aquellos que se ubicaban en los escalones intermedios bajarán y se sumarán a millones de personas que carecen del ingreso suficiente para sobrevivir. 
 
La movilidad social no será un sueño. Es ya un fenómeno imposible de cumplir.

Seis meses después de aplicadas las medidas de confinamiento por la pandemia, aún no es posible dimensionar las consecuencias que el COVID-19 dejará en materia educativa, salud mental, seguridad social, integración familiar.
 
Pero sin duda el choque implicará una erosión de la clase media que actualmente no tiene forma de amortiguar el impacto de la pérdida del empleo.

“El problema es grande. Se piensa que millones de personas podrían entrar a la pobreza”, afirma Diego Vázquez, gerente de Investigación de Oxfam México. 
 
“Habrá muchas personas que perderán lo poco que habían acumulado y perderán su riqueza. Con este efecto, la clase media se empobrecerá”.

Definir las fronteras de la clase media sigue siendo tema de análisis para los economistas.
 
No hay un criterio único que permita definir quién es de la clase media. 
 
El ingreso no es suficiente pues hay organismos que sostienen que también hay que considerar si se tiene una vida digna o no, así como revisar otros indicadores que permitan ubicar los grados de vulnerabilidad de la población en estudio.

Según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, una persona de la clase media es aquella que no es pobre ni vulnerable, que no tiene carencias que le impidan acceder a las canastas alimentarias y no alimentarias
 
Pero los últimos datos disponibles son de 2018 (cuando ni en las peores historias de terror se hablaba de una pandemia) y apenas 23% de la población no era pobre ni vulnerable y en esa categoría se ubicaban los de la clase media y los muy ricos.


Ahora, muchos miembros de la clase media ya no cuentan con los ingresos y ya se saben vulnerables
 
El colapso de la economía ha sido muy desigual y lo que ahora se está proyectando es que no habrá una pronta recuperación del ingreso y con ello hay quienes han decidido, por ejemplo, mudarse a casas más pequeñas, sacar a los hijos del colegio privado, dejar de pagar seguros, vender sus pocos activos.

La pobreza se recrudecerá, pero la desigualdad se ampliará ante la caída de los ingresos de la clase media y lo más preocupante es la velocidad en la que está ocurriendo
 
Acto seguido, la malicia anima a preguntarse cuándo empezarán los estallidos sociales
 
Pero antes de eso es mejor determinar la capacidad que existe para reactivar la economía lo más pronto posible y cómo hacer para que la recuperación en forma de palomita sea lo más asimétrica posible.

Pero, malas noticias, no hay elementos para pensar que eso puede ocurrir. 
 
Con todo y que la narrativa oficial diga que ya empezó a recuperarse el empleo, lo cierto es que no hay políticas que lo garanticen. 
 
Los programas sociales están dirigidos a la base más vulnerable, pero el número de personas en condiciones vulnerables se está desbordando, sin ninguna medida que lo evite
 
“Si se quiere evitar que los pobres no sufran más el choque tendrían que recibir mayores transferencias de dinero, pero también quienes estaban por arriba de la pobreza podrían estar cayendo en ella”, sostiene Roberto Vélez, director ejecutivo del Centro de Estudios Espinosa Yglesias.

Desde mucho tiempo atrás se han deslizado recomendaciones para intentar restañar algunos, solo algunos, de los daños económicos causados por la pandemia
 
Subsidios a la nómina sobre todo en pequeñas y medianas empresas. 
 
Una renta básica para quienes sobrevivían de la economía informal. 
 
Pero poco se ha hecho para romper con la inercia y, dada la magnitud del problema, el gobierno debe reenfocar su política de desarrollo social, a menos que considere que la pobreza es una buena herramienta política para consolidar su proyecto político.

¿Es conveniente la pobreza para un gobierno?
 
Sería muy perverso pensarlo y aplicar una estrategia de esa dimensión. 
 
Pero si no se toman medidas que cambien el modelo de desarrollo habrá más pobreza.
 
Todavía hay tiempo de cambiar la estrategia pues, de no hacerlo, es muy posible que se recuperen los niveles de ingreso precrisis pandémica hasta 2022. O incluso 2023. 
 
Con o sin rescate, las personas con mayores ingresos tarde o temprano se recuperarán. 
 
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El Presidente de la República anunció en mayo un nuevo parámetro que requeriría de la opinión de econometristas, matemáticos, economistas, sociólogos, antropólogos, sicólogos y otros especialistas. 
 
Un indicador alternativo en sustitución de la medición del PIB para determinar el crecimiento económico, bienestar, grados de desigualdad y la “felicidad del pueblo”
 
¿El compromiso sigue en pie?

Nota del editor: Jonathán Torres es periodista de negocios, consultor de medios, exdirector editorial de Forbes Media Latam. Síguelo en LinkedIn y en Twitter como @jtorresescobedo . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

fuente
"EXPANSIÓN  POLÍTICA", México, 15.09.2020







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¡BIENVENIDOS, GRACIAS POR ARRIMARSE!

Me atrevo a interpelar, por sentirlos muy cercanos, por más que las apariencias parecieran indicar lo contrario; insisto en lo de la cercanía, por que estamos en el mismo bote – que hace agua - , tenemos pesares, angustias y problemas comunes, recién después vienen las diferencias.

La idea es dialogar, hablar de nuestras cosas, hay textos que nos proporcionan la información básica – no única-, solo es una propuesta como para empezar. La continuidad depende de Ustedes, un eventual resultado adicional depende de todos.La idea es hablar desde un “nosotros” y sobre “nuestro futuro” desde la buena fe, los problemas exigen soluciones que requieren racionalidad, honestidad intelectual que jamás puede nacer desde la parcialidad, la mezquindad, la especulación.

Encontraran en “HASTA EL PELO MÁS DELGADO ...”, textos y opiniones sobre una temática variada y sin un orden temporal, es así no por desorganizado, sino por intención – a Ustedes corresponde juzgar el resultado -.Como no he vivido en una capsula, ya peino canas, tengo opiniones y simpatías, pero de ninguna manera significa dogmatismo, parcialidad cerrada.Soy radical (neto sin adiciones de letras ninguna), pero no se preocupen no es contagiosos … creo, solo una opción en el universo de las ideas argentinas. Las referencias al radicalismo están debidamente identificadas, depende de Ustedes si deciden “pizpear” o no.

El acá y ahora, el nosotros y el futuro constituyen la responsabilidad de todos.Hace más de cuatro décadas, en mi lejana secundaria, de una pasadita que nos dieron por Lógica, recuerdo el Principio de Identidad, era más o menos así: “Si 'A' no es 'A', no es 'A' ni es nada”, por esos años me pareció una reverenda huevada, hoy lo tomo con mucho más respeto y consideración. Variaciones de los mismo: no existe un ligero embarazo; no se puede ser buena gente los días pares.

Llegando al Bicentenario – y aunque se me tildé de negativo- siento que como pueblo, desde 1810, hemos estado paveando … a vos ¿qué te parece?. En algún momento perdimos el rumbo y ahí andamos “como pan que no se vende. Cuentan que don Ángel Vicente Peñaloza decía: “Como ei de andar, en Chile y di a pie, cuando hay de que no hay cunque, cuando hay cunque no hay deque”.

De tanto mirarnos el, ombligo y su pelusa, tenemos un cerebro paralitico, cubierto de telarañas y en estado de grave inanición. Padecemos una trágica concurrencia de factores que nos impiden advertir – debidamente -, este, nuestro triste presente y lo que es peor aún, nos va dejando sin futuro.

A los malos, los maulas, los sotretas, los villanos, los mala leche, los h'jo puta, los podemos enfrentar pero … ¿qué hacemos con los indiferentes, con los que solo se meten en sus cosas, y no advierten que el nosotros y el futuro por más que sean plurales son cosas personalisimas? Y luego dicen que quieren a sus hijos y su familia; ¡JA!, ¡doble JA!, ¡triple JA! (il lupo fero).

¡¡EL REY ESTÁ EN PELOTAS!!, dijo el niño de la calle, hijo de padre desconocido y madre ausente, ese niño es mi héroe favorito.

¿QUÉ ES PEOR LA IGNORANCIA O LA INDIFERENCIA?

¡¡NO LO SÉ Y NO ME IMPORTA!!

El impertinente, el preguntón es nuestra esperanza, nuestro “Chapulin Colorado”.

Mis querido “Chichipios” - diría don Tato- no olviden que además de ver el vaso medio vació o medio lleno, hay que saber que contiene – sino que le pregunten a Socrates - ¡Bienvenidos! Adelante. Julio


Mendoza, 11 de noviembre de 2009.