VENEZUELA Y…
EL PERIODISMO
“La manera de cerrar los
periódicos era impedir que los periódicos compraran papel”
Miguel Henrique
Otero. El presidente y editor del diario El Nacional de Caracas, cuya edición
impresa dejó de circular el 14 de diciembre, cuenta cómo el régimen venezolano
fue arreciando las presiones poco a poco para cerrarlos.
Alma
Vidaurre Arias
Miguel Henrique Otero.
Managua, Nicaragua | 17 Diciembre 2018
La primera edición de El Nacional de Caracas (Venezuela) circuló
el 3 de agosto de 1943.
Tras 75 años de trayectoria de este rotativo, el
periódico impreso dejó de circular el pasado 14 de diciembre, una drástica
decisión que afecta a sus colaboradores, pero principalmente a Miguel Henrique
Otero, presidente editor de este medio de comunicación.
El informativo que inicialmente era de 72 páginas, según Otero, se vio
obligado a ir disminuyendo su portafolio de productos, sus páginas y el
personal, lo que les permitió mantenerse a flote por algún tiempo, hasta que el
pasado viernes decidieron que seguirán informando solamente desde su portal
web.
Refugiado en España, país que le otorgó la nacionalidad, Otero
cuenta en entrevista con El Nuevo Diario, la difícil situación que enfrentaron
ante la falta de tinta y papel, materia prima básica que fue monopolizada por
el Gobierno venezolano, que creó una corporación estatal en 2013 para ir
arrinconando a los medios impresos.
Este viernes hicieron un paréntesis en sus
labores. ¿Qué significa dejar de imprimir el diario después de 75 años de
circulación?
Es un golpe muy duro, es un duelo familiar, de los periodistas y los
demócratas venezolanos, pero nosotros dimos la batalla hasta el final.
Aquí
desaparecieron 66 diarios por el bloqueo a la prensa, uno a uno con el tema de
suministro del papel.
Fuimos los últimos y además no nos vamos a doblegar, vamos a seguir
informando y denunciando a través de la web, pero es el último bastión de la
empresa escrita en Venezuela.
- Miguel Henrique Otero, presidente editor del diario El Nacional de Venezuela. EFE/END -
¿Qué tan difícil es para usted esta etapa,
visto desde el plano familiar?
Es fuerte, pero somos muy combativos.
El Nacional y su familia son unos
guerreros, nos cierran una puerta y abrimos otra.
No es que nos silenciaron,
seguimos en la web, tenemos la web más poderosa del continente, según las
cifras de Alexa (empresa que se especializa en el análisis de datos
relacionados con el tráfico de Internet), entonces lo que vamos a hacer es
fortalecer aún más esa web y esperar porque la rotativa está ahí, esa se activa
en cualquier momento el día que tengamos otra vez papel.
Yo creo que el régimen
no va a durar mucho tiempo; es un impase.
Por un lado es un duelo y por otro lado, es un paréntesis.
Entiendo que fueron años de acoso de parte del
Gobierno.
¿En qué consistían esos acosos y cuándo comenzaron?
Ellos tienen esa especie de hegemonía comunicacional y fueron poco a
poco cerrando los diferentes medios de expresión.
Primero silenciaron a la
radio y la televisión con una legislación y después a los medios impresos.
Empezaron con muchas, muchas estrategias: con violencia física, utilización de
los tribunales, violencia tributaria, violencia publicitaria, campañas de
desprestigio, pero al final eso no les había funcionado.
Entonces, se dieron cuenta que la manera de cerrar los periódicos era
impedir que los periódicos compraran papel y ahí si no hay manera, esa fue la
fórmula que ellos utilizaron y hallaron para silenciar a los medios impresos,
impidiéndoles que compraran papel.
Falta de papel, esta es una las razones.
¿Desde cuándo no pudieron seguir comprando el
papel y cuánto tiempo les llevó tomar la decisión de anunciar el cierre del
periódico impreso?
Seis años, porque ellos crearon la corporación de ellos, que era una
operadora de compra de papel y ahí nos dimos cuenta que a nosotros nunca nos
iban a vender papel.
En ese momento hicimos un sobre stock que nos permitió por
algún tiempo tener papel.
Después hubo periódicos latinoamericanos que se
solidarizaron con nosotros y nos enviaron papel.
Después utilizamos un fondo que teníamos para comprar papel a precio
libre, que es una cosa totalmente prohibitiva y esa es la razón por la cual no
pudimos comprar papel, y al final, pues racionalizamos el consumo.
Redujimos la publicación y la paginación a unos niveles (inimaginables).
Las últimas dos semanas teníamos 10,000 ejemplares, sin salir el sábado, con un
periódico de 15 páginas y empezamos a bajar un poco más que eso, y entonces
decidimos parar.
Decidimos silenciar la rotativa como un paréntesis.
No seguimos
produciendo el periódico esperando que las cosas cambien.
¿Qué conllevó todo este proceso, empezaron de
alguna forma a disminuir su personal, por ejemplo? ¿Qué otras acciones tuvieron
que tomar?
Eso tiene tiempo. Nosotros éramos 1,100 empleados hace 10 años, y ahora
somos 280 porque fuimos reduciendo los productos.
Teníamos un periódico de
carácter popular y lo paramos, un periódico gratuito lo paramos, teníamos
revistas y las cortamos, teníamos muchos suplementos y los cortamos, entonces
fuimos reduciendo y reduciendo, quedándonos con el corazón de la empresa que es
el periódico impreso y la web, y ya lo que tenemos es eso, no creamos otra
cosa.
¿Cree que este es el peor momento que vive el
periodismo independiente de Venezuela?
Sí, claro, este es el peor momento.
Es una manera, digamos, de ir
destruyendo los medios para limitar la libertad de expresión de una manera
brutal, con todas las estrategias posibles, este es el peor momento que se
puede haber pasado en Venezuela, porque dictaduras han habido, pero las
dictaduras anteriores lo hicieron con una censura previa, pero no destruyen el
periódico, estos destruyen las empresas.
- Miguel Henrique Otero. Archivo/END -
A usted, igual que a muchos otros venezolanos, le tocó exiliarse por la
situación sociopolítica.
¿Qué situación de ataque vivió para tomar esa
decisión?
No fue una situación sociopolítica, lo hice porque tengo medidas de
tribunales, una de las maneras que ellos utilizaron contra los medios al abrir
procedimientos legales, procedimientos jurídicos penales para que la gente
fuera a la prisión o se fuera del país.
Yo tuve un procedimiento de una demanda de difamación, tengo medidas
(cautelares).
La excusa es una demanda de difamación porque explicamos una
información de ABC España, al día siguiente, que salió en ABC, diciendo que
Diosdado Cabello (político venezolano) estaba siendo investigado por
narcotráfico por un fiscal federal del Estado de Nueva York, lo publicamos al
día siguiente, lo publicaron unos 90 periódicos y por esa razón me abrieron un
juicio.
¿Esas son otras tácticas que ha venido
utilizando el Gobierno contra la prensa?
Los juicios, claro. Hay muchos periodistas que están en el exilio con
medidas cautelares, con procedimientos judiciales y penales.
La situación los obligó a quedarse con la página web, ¿considera que es
una oportunidad para desarrollar el periodismo digital de forma más profunda?
Sí, claro. Ahora tenemos a los periodistas en la página web.
En la
práctica la página web va a quedar muy beneficiada en este proceso, además que
es una página web con el tráfico que tiene y se debe a nivel continental de una
manera muy grande.
¿Considera que la prensa nicaragüense puede
llegar a estos mismos niveles?
Bueno, esas son las estrategias de los gobiernos autoritarios, que es
llegar a la hegemonía comunicacional y es una forma muy sofisticada de llegar
al modelo cubano a largo plazo, entonces, yo no pongo en duda que ese es el
camino que van a tomar.
Esa es una manera de controlar la información, porque una de las cosas
que tienen los gobiernos autoritarios, es que no pueden soportar que lo
critiquen.
Ustedes ya llevan años esa situación.
¿Qué
mensaje puede enviar a la prensa nicaragüense?
Hay que estar alerta, hay que dar la batalla, no hay que flaquear, no
hay que ceder a las presiones.
Yo creo que estos regímenes van a ir cayendo,
uno tras otro y hay que llegar al final en la lucha.
- Edición impresa de El Nacional. Archivo/END -
La misión del periodismo, hay una misión del periodismo que no hay que
cambiarla en una ruta como esta.
Únicamente, que sean pacientes, que no se
detengan, el país se los reconocerá
en un momento determinado.
¿Hay una alerta para la prensa internacional?
Aquí hay una alerta muy grande, la solidaridad de la prensa
internacional es gigantesca, estos son temas que se vuelven globales, parecen
locales, pero se vuelven globales.
¿Qué les diría a sus muchachos, los
periodistas y demás trabajadores allá en Venezuela?
Que han sido unos guerreros, que han sido valientes, que han resistido y
que no tienen por qué pensar en doblegarse, que hay que seguir resistiendo, que
hay que seguir luchando y hay que seguir informando, y hay que seguir
denunciando la realidad que viven los venezolanos.
Fuente
“EL NUEVO
DIARIO.COM.NI”, Nicaragua, 17.12.2018
No hay comentarios:
Publicar un comentario