Recluida en Santa Cruz, Cristina Kirchner evalúa su futuro
27-02-2016 La ex Presidente no puede abstraerse del complicado clima político que atraviesa su cuñada, Alicia Kirchner, ni de los vaivenes de la política nacional.
Solo en El Calafate tiene algo de paz pero su hija Florencia no quiere estar mucho tiempo en ese lugar
La ex Presidente pasa sus días manteniendo contactos telefónicos con dirigentes del FPV y de La Cámpora.
Sólo en El Calafate, destino que alterna permanentemente con Río Gallegos, logra abstraerse, en el paisaje soñado que rodea su casa.
El problema es que tampoco pasa mucho tiempo allí: su hija Florencia prefiere no volver a la casa de El Calafate, según confiaron en su círculo íntimo.
Desde el Sur, llamó al periodista Víctor Hugo Morales después de que fue despedido de Radio Continental, como lo reveló días después por Radio 10 el propio Morales.
Los turistas argentinos que llegan hasta El Calafate se ilusionan con verla salir del chalet ubicado al lado del Puente Antuco.
Hacen guardia en la plazoleta frente a la tranquera que cierra el acceso principal y esperan por un saludo, un mensaje o una selfie.
Los simpatizantes que no logran verla charlan con la custodia policial vestida de civil, ubicada en la cabaña de madera frente al ingreso principal construida durante la presidencia de Néstor Kirchner, le entregan cartas o papelitos con sus nombres y le dejan mensajes y saludos.
Por ahora, ni El Calafate ni Río Gallegos se han convertido en el peregrinaje político que muchos vaticinaban al terminar el mandato.
Sólo algunos dirigentes de La Cámpora que viajaron con asiduidad durante el verano para reunirse con Máximo Kirchner pudieron verla.
Entre quienes recibieron las llamadas telefónicas de Cristina se cuenta Héctor Recalde, presidente del bloque de diputados nacionales del kirchnerismo, quien llegó a recibir tres llamadas diarias en pleno enfrentamiento con Pro y durante la crisis que terminó con la ruptura de la bancada del FPV.
En su entorno cuentan que se mantiene informada y muy activa.
El encargado de las llamadas es Diego Bermúdez, uno de los secretarios privados que tenía en la Casa Rosada y que se instaló con ella en Santa Cruz.
También se lo vio a Diego Carbone, quien fue el jefe de la custodia presidencial durante sus ocho años de gobierno, según La Nación.
Además de Ottavis y Recalde, presidentes de los bloques legislativos que la siguen teniendo como jefa, en estos dos meses tuvieron diálogo con Cristina tres diputadas nacionales: Diana Conti, Teresa García y Juliana Di Tullio.
La ex presidenta habló muy seguido también con varios de sus ex funcionarios: Axel Kicillof, Martín Sabbatella, Julio De Vido, Jorge Capitanich, Oscar Parrilli y Carlos Zannini, hoy ya instalado en Santa Cruz.
En Río Gallegos, Cristina Kirchner se mueve entre su casa, ubicada a dos cuadras de la costanera local; la casa de Máximo Kirchner, y la residencia de la gobernación, la misma que los Kirchner habitaron como su casa durante doce años.
Hace pocos días se instaló allí Alicia Kirchner y recibe con frecuencia a su cuñada.
Entre los militantes y simpatizantes kirchneristas el tema del "regreso" de Cristina Kirchner es parte de las conversaciones.
Aún no hay fechas. Pero la decisión del juez Claudio Bonadio de ayer le puso al menos un día de regreso a Buenos Aires: el próximo 13 de abril.
fuente
"iProfesional", 27.02.2016
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