20 sept 2015

JUBILADOS Y SU DÍA

JUBILADOS Y SU DÍA

EDITORIAL

Los asuntos pendientes con los jubilados


Suele decirse que todo organismo vivo sigue un ciclo vital: nace, crece, se reproduce y muere. Sin embargo, como siempre hay excepciones a la regla, el ser humano nace, crece, se reproduce, envejece y muere. A diferencia de sus congéneres y gracias al adelanto de la ciencia, su expectativa de vida se ha extendido, es decir que la vejez es más larga. “La edad madura es aquella en la que todavía se es joven, pero con mucho más esfuerzo”, solía decir el actor y director francés Jean-Louis Barrault (1910-1994), que vino a Tucumán en 1961. Mientras que, con su habitual humor, el escritor irlandés decía: “Envejecer no es nada; lo terrible es seguir sintiéndose joven”.

Como un premio o una recompensa al trabajo realizado durante los años y al comenzar su declinación física, la persona tiene la posibilidad de jubilarse, es decir gozar de una pensión hasta su muerte. Se celebra hoy el Día del Jubilado. El 20 de septiembre de 1904, se sancionó la primera ley 4349 que reconoció por primera vez el beneficio previsional para los empleados públicos de la Nación.

Hasta hace poco tiempo, se decía que una persona dejaba la vida laboral activa para pasar a formar parte de la clase pasiva. Pero los tiempos han cambiado. La Organización Mundial de la Salud habla del envejecimiento activo, es decir el proceso en que se optimizan las oportunidades de salud, participación y seguridad a fin de mejorar la calidad de vida de las personas a medida que envejecen.

Hay sociedades en las que los adultos mayores gozan de una serie de beneficios sociales que les permiten disfrutar los últimos años de su vida sin mayores sobresaltos económicos. No sucede lo mismo en otros países, donde llegar a la jubilación implica más un castigo que un premio. En lugar de aprovechar la experiencia y el conocimiento de la persona madura no sólo de su profesión u oficio, sino también de la vida, al cumplir los 60 o 65 años, es, por lo general, obligada a jubilarse tanto en el ámbito público como en el privado. Un ciudadano que tiene la desgracia de quedar sin empleo a los 45 o 50 años difícilmente pueda obtener otro porque en el mercado no se busca experiencia, sino mano de obra barata.

Esta ingratitud de la sociedad se refleja también en el maltrato que reciben constantemente. ¿Por qué un ciudadano laboralmente activo puede elegir libremente médicos y sanatorios y no ocurre lo mismo con un jubilado del PAMI, cuando este aportó al sistema todos los años en que estuvo en actividad? ¿Por qué debe haber diferencias? ¿Por qué debe ser la víctima de las administraciones de turno, cuando debería tener todas las preferencias y beneficios habidos y por haber? Para cobrar sus magros haberes en los bancos o para realizar gestiones en algunas obras sociales deben hacer generalmente extenuantes colas.

Más del 60% de los jubilados del país percibe el haber mínimo de $4.299,06 (1); en Tucumán el Gobierno no les paga el 82% móvil, pese a que la Justicia le ha ordenado en dos oportunidades que lo haga. Sería interesante que quienes nos gobiernan hicieran la prueba de vivir durante seis meses cobrando la jubilación mínima, tal vez así tomarían conciencia de las limitaciones que padecen nuestros mayores y se ocuparían tal vez de revertir esta realidad.

Afortunadamente, siempre ventanas por donde respiran vida, como sucede, por ejemplo, con el programa de Educación Permanente para Adultos Mayores de la Universidad Nacional de Tucumán, que constituye un espacio de encuentro, realización y afecto; instituciones como estas deberían multiplicarse. Los hindúes suelen decir que la vejez comienza cuando el recuerdo es más fuerte que la esperanza. Pero también es cierto que los árboles más viejos dan los frutos más dulces, como apunta un proverbio alemán.

 
FUENTE
"LA GACETA", Tucumán, 20.09.2015


(1) Jubilación mínima desde setiembre de 2015

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¡BIENVENIDOS, GRACIAS POR ARRIMARSE!

Me atrevo a interpelar, por sentirlos muy cercanos, por más que las apariencias parecieran indicar lo contrario; insisto en lo de la cercanía, por que estamos en el mismo bote – que hace agua - , tenemos pesares, angustias y problemas comunes, recién después vienen las diferencias.

La idea es dialogar, hablar de nuestras cosas, hay textos que nos proporcionan la información básica – no única-, solo es una propuesta como para empezar. La continuidad depende de Ustedes, un eventual resultado adicional depende de todos.La idea es hablar desde un “nosotros” y sobre “nuestro futuro” desde la buena fe, los problemas exigen soluciones que requieren racionalidad, honestidad intelectual que jamás puede nacer desde la parcialidad, la mezquindad, la especulación.

Encontraran en “HASTA EL PELO MÁS DELGADO ...”, textos y opiniones sobre una temática variada y sin un orden temporal, es así no por desorganizado, sino por intención – a Ustedes corresponde juzgar el resultado -.Como no he vivido en una capsula, ya peino canas, tengo opiniones y simpatías, pero de ninguna manera significa dogmatismo, parcialidad cerrada.Soy radical (neto sin adiciones de letras ninguna), pero no se preocupen no es contagiosos … creo, solo una opción en el universo de las ideas argentinas. Las referencias al radicalismo están debidamente identificadas, depende de Ustedes si deciden “pizpear” o no.

El acá y ahora, el nosotros y el futuro constituyen la responsabilidad de todos.Hace más de cuatro décadas, en mi lejana secundaria, de una pasadita que nos dieron por Lógica, recuerdo el Principio de Identidad, era más o menos así: “Si 'A' no es 'A', no es 'A' ni es nada”, por esos años me pareció una reverenda huevada, hoy lo tomo con mucho más respeto y consideración. Variaciones de los mismo: no existe un ligero embarazo; no se puede ser buena gente los días pares.

Llegando al Bicentenario – y aunque se me tildé de negativo- siento que como pueblo, desde 1810, hemos estado paveando … a vos ¿qué te parece?. En algún momento perdimos el rumbo y ahí andamos “como pan que no se vende. Cuentan que don Ángel Vicente Peñaloza decía: “Como ei de andar, en Chile y di a pie, cuando hay de que no hay cunque, cuando hay cunque no hay deque”.

De tanto mirarnos el, ombligo y su pelusa, tenemos un cerebro paralitico, cubierto de telarañas y en estado de grave inanición. Padecemos una trágica concurrencia de factores que nos impiden advertir – debidamente -, este, nuestro triste presente y lo que es peor aún, nos va dejando sin futuro.

A los malos, los maulas, los sotretas, los villanos, los mala leche, los h'jo puta, los podemos enfrentar pero … ¿qué hacemos con los indiferentes, con los que solo se meten en sus cosas, y no advierten que el nosotros y el futuro por más que sean plurales son cosas personalisimas? Y luego dicen que quieren a sus hijos y su familia; ¡JA!, ¡doble JA!, ¡triple JA! (il lupo fero).

¡¡EL REY ESTÁ EN PELOTAS!!, dijo el niño de la calle, hijo de padre desconocido y madre ausente, ese niño es mi héroe favorito.

¿QUÉ ES PEOR LA IGNORANCIA O LA INDIFERENCIA?

¡¡NO LO SÉ Y NO ME IMPORTA!!

El impertinente, el preguntón es nuestra esperanza, nuestro “Chapulin Colorado”.

Mis querido “Chichipios” - diría don Tato- no olviden que además de ver el vaso medio vació o medio lleno, hay que saber que contiene – sino que le pregunten a Socrates - ¡Bienvenidos! Adelante. Julio


Mendoza, 11 de noviembre de 2009.