Dos advertencias o dos mensajes bien claros hacia la Casa Rosada reiteró la gobernadora de Río Negro, Arabela Carreras, en su análisis de la toma de tierras en Villa Mascardi:
“El gobierno nacional debe entender que aquí se trata de un grupo
violento que hasta hace poco no se identificaba con la comunidad
mapuche”, dijo.
Y alertó: “Preocupa mucho el sostén económico que se
ofrece a este grupo desde el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas
(INAI) planteando una ambigüedad desde el Estado nacional”.
La
gobernadora Carreras viajó esta semana para tomar contacto con varios
ministros del gobierno nacional y plantearles la problemática del lugar
pero también para fijar su postura.
“Lo importante es que haya firmeza y
no ambigüedades frente a este grupo de encapuchados que son violentos”,
dijo la gobernadora de Río Negro en diálogo con Infobae.
Cuando habla de “firmeza”, la gobernadora Carreras se refiere abiertamente a “no tener ambigüedades” y “no seguir sosteniendo económicamente a estos grupos”.
Carreras
está tan preocupada con el avance del COVID-19 en buena parte de su
provincia como por el nivel de conflictividad social que se desató en
Villa Mascardi en los últimos tiempos y en cierta actitud del gobierno
nacional ante esto.
“Yo
dije que no voy a aceptar dialogar con estos grupos encapuchados porque
creo que en democracia debemos poder dialogar a rostro descubierto y la
ley tiene que estar regulando estos diálogos”, dijo Carreras desde
Viedma para diferenciarse de otros actores.
Aunque la gobernadora viaja
todo el tiempo y recorre su extensa provincia para seguir de cerca el
conflicto de Villa Mascardi y otros problemas pero se hace un alto en el
camino para dialogar con este medio.
-Gobernadora,
¿qué evaluación hizo de su ronda de diálogo con funcionarios del
gobierno nacional por la toma de tierras en Villa Mascardi?
-Evalúo
muy positivamente las gestiones que se han hecho esta semana que pasó.
Tuve reuniones con tres ministros nacionales. Estuve con el jefe de
Gabinete, Santiago Cafiero, la ministra de Seguridad, Sabina Frederic y
la ministra de Justicia, Marcela Losardo.
Con ellos fue muy positivo
porque profundizamos en el conflicto con una mirada más compleja de un
tema más complejo.
Es que si se toman posiciones que no contemplan la
complejidad de los hechos es muy difícil proponer soluciones relevantes.
Esta charla sirve para eso.
En mi caso para representar a los vecinos y
vecinas de la región tanto de Bariloche como de Villa Mascardi.
Y
toda la zona que viene sufriendo situaciones de violencia unilaterales
por parte de este grupo que se ha instalado en tierras de Parques
Nacionales y que actúa cubriendo sus rostros con reclamos amplios y
variados que exceden absolutamente a una capacidad de respuesta del
gobierno provincial y mucho menos de los vecinos.
Esto
complejiza mucho el abordaje.
La Nación tiene interlocutores con esta
gente.
Ha establecido una agenda de diálogo y nosotros le manifestamos
la urgencia de avanzar con ese diálogo para saber si es el camino que
aceptarán.
Queremos ver el resultado de estas gestiones. Nosotros
sabemos que la Nación desde el comienzo ha puesto en agenda este tema.
De hecho, en diciembre y enero llevamos estos temas al gobierno
nacional.
Aquí como respuesta positiva fuimos poniendo plazos para
evaluar el resultado del dialogo y hay más presencia de Gendarmería.
Hay
dos puestos de control antes y después de Mascardi, lo cual mejora la
seguridad y los movimientos de la zona. Creo que eso es positivo en
cuanto al compromiso de la Nación.
La ministra de Seguridad Sabina Frederic
-Pero usted dijo que no está
dispuesta a dialogar con encapuchados y por otra parte el gobierno
nacional dialoga con ellos.
¿No ve cierta ambigüedad en esto por parte
del gobierno nacional?
¿No cree que sea contradictorio denunciar a los
vecinos que hacen reclamos en contra de la toma de tierras como hizo la
ministra Frederic?
-Mi
decisión de no dialogar con encapuchados no es de Mascardi sino que es
histórica.
Creo que en democracia debemos poder dialogar a rostro
descubierto y la ley tiene que estar regulando estos diálogos.
Es difícil tomar en serio o realmente pensar que con una capucha puesta se puede ser interlocutor de la democracia.
Lo
que pasa es que Nación dialoga a rostro descubierto con estos grupos.
Es un diálogo que ellos van estableciendo y construyen un vínculo con
los interlocutores. No es lo mismo que ocurre con el gobierno provincial
que siempre que ha tenido que interactuar con estos grupos no ha podido
hacerlo a rostro descubierto.
Ahí marcamos una diferencia.
Por otra
parte, Nación me indica que las denuncias no fueron al conjunto de los
manifestantes sino a algunos que en el marco o bajo el paraguas de esta
protesta incitaban a la violencia de manera delictiva y ellos evaluaron
hacer la denuncia para proteger a todas las partes.
-¿Pero esas denuncias contra los vecinos no cree que generaron más tensión en la zona de conflicto?
-Sí,
pero siempre hay tensiones.
Ayer me reuní con un grupo de vecinos y eso
también generó tensiones.
Cuando hay interlocutores que están
desbordados en su ánimo todo desborda en tensiones.
Hay tensiones en la
sociedad porque hay miradas distintas y hay hartazgo.
Esto genera
malestar y enojo.
Es válido esto.
Yo nunca cuestioné la idea de
visibilizar un problema.
Esto forma parte de la vida democrática.
Lo
importante es asumir compromisos para solucionarlos.
-¿No cree que el gobierno nacional ve este tema con algo de lejanía?
-Lo
interesante aquí es que mas allá de la lejanía o cercanía, hay que
marcar que en este caso no existe un reclamo real de pueblos originarios
como ocurre en el 99 por ciento de los casos de pueblos originarios en
Río Negro. Esta provincia convive con comunidades mapuches.
Pero
a mí lo que me interesa es que el gobierno nacional y los
interlocutores que ponga entiendan que aquí se trata de un grupo
violento que tiempo atrás no se identificaba como una comunidad mapuche y
de pronto encontró en este origen un marco de actuación. El
marco de actuación de una comunidad no le da impunidad diferente a las
leyes de la democracia.
Esto es lo que queremos remarcar.
Que las leyes
de la democracia se apliquen para todos.
-¿Quién cree que está detrás de este grupo que tomó las tierras en Villa Mascardi?
-No tengo en claro si responden a un interés particular.
Lo que sí nos preocupa es la presencia del INAI (Instituto Nacional de
Asuntos Indígenas) como organismo nacional que le lleva insumos, víveres
y otras cosas.
Interactúa en forma permanente apoyando a este grupo
violento.
Esto sí nos preocupa porque es un apoyo institucional
de funcionarios asalariados.
Ahí hay un apoyo político institucional a
un grupo que estaba asolando en la región.
Este planteo lo hemos hecho
claramente.
-¿Cómo se da ese apoyo del INAI?
-Constantemente llegan provisiones del INAI al grupo de Villa Mascardi que desconocemos las características.
Lo
tenemos registrado porque los vecinos lo ven y los controles camineros
lo registran.
Hay vehículos oficiales que se acercan a la zona e
interactúan con ellos.
Lo importante aquí es que no distinguen
comunidades pacíficas de grupos violentos que violan todo tipo de
normativa.
Entonces lo que no tenemos en claro cuál es el rol de los
funcionarios públicos de este organismo.
Alberto Fernández junto a la gobernadora de Río Negro
-¿Cuál cree que debería ser la propuesta de solución?
¿Darles otras tierras?
¿Desalojaros de inmediato?
¿Qué se debería hacer?
-Nuestra
visión es que se trata de una ocupación ilegítima de ese predio.
Creemos que no debería estar allí este grupo.
Después cómo lleguemos a
lograr ese objetivo se verá con todas las herramientas de la democracia
en un camino pacífico y de diálogo para evitar la tragedia que ya vivió
la región con la muerte de Rafael Nahuel.
No se trata de hacer uso de la
fuerza irracionalmente.
Pero sí tiene que haber
mucha firmeza en cuanto a ver la ilegitimidad de este grupo que no
tiene reconocimiento tradicional de las tierras.
Es decir, está
muy pautado cómo se llega a la propiedad comunitaria de la tierra, algo
que tampoco este grupo lo ha solicitado.
Aquí hay agresión y violencia
en una ruta nacional y refugio en un Parque Nacional.
Esto no se parece
en nada a los reclamos de las comunidades que solicitan la tenencia de
sus tierras de manera legítima.
-¿Qué
piensa cuando escucha a la ministra de Seguridad Frederic que dice un
día que la toma de tierras no es un tema de seguridad y después se
desdice?
-Eso es parte de la
complejidad de los temas. No me preocupa tanto eso como cuando temas
complejos se usan como consignas político-partidarios.
Que ningún
gobierno de ningún signo político pudo abordar con soluciones reales.
Si esos problemas complejos los limitamos a consignas no vamos a solucionar el fondo de la cuestión.
Aquí
sí observamos la actuación del gobierno anterior a nivel nacional (el
de Mauricio Macri) con respecto a Mascardi fue infructuoso.
Entonces la
posición de un extremo a otro no nos da respuesta.
El gobierno
provincial está presente porque entendemos que este problema supera a
cualquier otro problema.
Estamos poniendo más efectivos.
Antes teníamos
cuatro policías provinciales y ahora tenemos 12 fijos y dos controles en
la ruta nacional.
Algo que antes no habíamos hecho.
Ahora acordamos con
el gobierno nacional de poner presencia de efectivos provinciales en
esa ruta nacional.
Toma de tierras en Villa Mascardi
-El gobierno de Macri no escuchaba
a los sectores que ocupaban la tierra pero en la visión de ahora parece
que se toma partido por este sector de grupos violentos…
-Hay
miradas distintas de la cuestión.
Creo que con todas las miradas
podemos abordar soluciones concretas.
Si vamos a avanzar en soluciones
concretas para solucionar la seguridad de nuestros vecinos cada pasito
mejora la vida en la región. Aquí lo que interesa es que los vecinos
puedan transitar tranquilos por esa ruta y que la Justicia actúe.
Hay
más de 50 causas.
-¿Cree que la Justicia es muy lenta en este caso?
-Creo
que no hubo una real investigación a fondo en todos los datos de las
causas. Afortunadamente la justicia provincial unificó todas las causas
en un solo fiscal.
Esto es un buen paso.
Antes teníamos todas las causas
dispersas en diferentes fiscales.
A partir del trabajo que le pedimos a
la justicia rionegrina se está logrando.
-¿Pero por qué cree que la Justicia no se define por avanzar con el desalojo?
-Desconozco por qué.
Hay
una complejidad de jurisdicciones en donde nadie termina de asumir las
responsabilidades.
Lo importante es que investiguemos a fondo los
delitos.
Y que haya firmeza y no ambigüedades.
Es decir, que haya
firmeza en cuanto a no seguir sosteniendo económicamente a estos
grupos.
Porque eso hace que esos grupos tomen vuelos que a lo mejor con
una gran firmeza de la condena de esto no ocurriría.
-¿Observa un doble discurso desde el gobierno nacional en este sentido?
-Si,
creo esto es contradictorio.
Más allá de las banderías o miradas
ideológicas.
Hay que tomar decisiones que no alienten esta situación.
Todos
los que vivimos en territorio argentino debemos estar bajo la misma ley
y las mismas normas.
En este marco acompañamos a los vecinos, tolerando
enojos que tienen que ver con cansancios.
-¿Qué rol puede tener la Iglesia en todo esto para destrabar el conflicto?
-Podría
ayudar.
Pero son instituciones que no son reconocidas por estos grupos.
Hubo una mesa de diálogo hace un tiempo atrás con la Iglesia.
Pero no
llegó a buen puerto y no se sostuvo en el tiempo.
Igualmente creo que
las iglesias siempre tienen un rol positivo.
-¿Piensa que el tiempo apremia ante este conflicto por el cansancio de los vecinos o que puede darse un desborde social?
-Sí,
por supuesto.
Más que para que no haya un desborde social, para que no
haya situación de riesgo permanente entre los vecinos del lugar.
Estoy
tratando de acercarme a los vecinos para alcanzar una solución y debemos
tener firmeza.
fuente
"infobae", 06.09.2020
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