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CFK YA LO HIZO
Trump no se compromete a un cambio de mando ‘pacífico’, si pierde las elecciones
Al responder una pregunta, el presidente de Estados Unidos se quejó de las boletas de votación por correo.
“Francamente, no habrá una transferencia”, de poder, dijo. “Habrá una continuación”.
Credit...Oliver Contreras para The New York Times
Por - 24 de septiembre de 2020
WASHINGTON — El miércoles, el presidente estadounidense, Donald Trump, declinó la oportunidad de respaldar una transferencia pacífica del poder luego de las elecciones de noviembre, con lo que renovó sus advertencias infundadas sobre un extenso fraude electoral antes de recalcar que no ocurriría ninguna transferencia de poder.
Cuando se le preguntó si “hoy se comprometería a una transferencia pacífica del poder después de las elecciones de noviembre”, Trump objetó, dejando pasar la oportunidad de pedir un proceso electoral tranquilo y ordenado.
“Tendremos que ver qué pasa”, le dijo a un reportero durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca.
“Sabes que me he quejado mucho de las boletas y las boletas son un desastre”.
“Lo entiendo, pero la gente se está alborotando”, respondió el reportero Brian Karem, de la revista Playboy, quien repitió la pregunta.
“Deshazte de las papeletas y tendrás una muy tranquila… Francamente no habrá una transferencia. Habrá una continuación”, dijo el mandatario.
Esa fue una aparente referencia a las boletas electorales por correo, a las que ha criticado durante meses, sin mostrar pruebas, por supuestamente estar plagadas de fraude.
Esto, según él, podría producir un resultado electoral retrasado, contaminado o completamente ilegítimo.
La negativa de Trump —o su incapacidad— de respaldar lo que quizás sea el principio más fundamental de la democracia estadounidense, como seguramente lo habría hecho cualquier otro presidente, fue la última acción que proyectó una gran incertidumbre en torno a las elecciones de noviembre y sus secuelas.
Los demócratas están cada vez más alarmados a medida que Trump cuestiona de manera repetida la integridad de la votación y sugiere que, de ser derrotado, es posible que no acepte los resultados.
El mismo miércoles, Trump dijo que necesitaba confirmar rápidamente al sucesor de la jueza Ruth Bader Ginsburg porque esperaba que las disputas sobre el resultado de las elecciones fueran resueltas por la Corte Suprema, cuya votación podría dividirse 4 a 4 si un noveno juez no ha sido designado.
“Está amenazando el proceso electoral y diciendo en voz alta lo que todos han asumido que ha estado pensando”, dijo Julian E. Zelizer, profesor de historia política estadounidense en la Universidad de Princeton.
“Mientras más dice esos argumentos, más normaliza el hecho de que eso puede ser parte de la conversación”.
“Incluso si tienen la intención de distraer, estas son palabras poderosas que provienen de un presidente”, agregó Zelizer.
“Claramente está acelerando su esfuerzo por desafiar cualquier resultado que sea desfavorable”.
Horas después de las afirmaciones de Trump, el senador Mitt Romney, republicano por Utah, expresó su alarma por los comentarios en Twitter.
“La transición pacífica del poder es fundamental para la democracia; sin eso, pasan cosas como las de Bielorrusia”, escribió Romney.
“Cualquier sugerencia de que un presidente podría no respetar esta garantía constitucional es impensable e inaceptable”.
Los comentarios de Trump son la continuación de una larga serie.
Durante una entrevista con Fox News, en julio, Trump objetó de manera similar cuando el presentador de la cadena, Chris Wallace, lo presionó para que “diera una respuesta directa” sobre si aceptaría los resultados de las elecciones independientemente de las consecuencias”.
“Tengo que ver”, dijo Trump.
“No, no voy a decir simplemente que sí. No voy a decir que no, y tampoco lo hice la última vez”, agregó, refiriéndose a su equívoco similar antes de las elecciones de 2016, que advirtió que podrían robarle.
Incluso después de su elección de ese año, Trump insistió de manera falsa en que había perdido el voto popular solo porque millones de inmigrantes no elegibles para votar habían votado por su oponente, Hillary Clinton.
En esta campaña, Trump ha preparado a sus simpatizantes para que crean que su derrota solo es posible a través de lo que ha definido como una elección “amañada” o “robada”.
“La única forma en que pueden quitarnos esta elección es si se trata de una elección amañada”, dijo Trump el mes pasado durante la Convención Nacional Republicana.
Durante mucho tiempo, Trump también ha bromeado sobre retener el poder más allá de los límites legales, mencionando la posibilidad de gobernar más allá de enero de 2025, cuando la Constitución, que limita a los presidentes a dos mandatos, requiere que deje el cargo.
En 2018, después de que el Partido Comunista de China anunció el fin del límite de dos mandatos para la presidencia, Trump dijo en una reunión de recaudación de fondos a puerta cerrada que el líder autoritario de China, Xi Jinping, sería “presidente de por vida”.
“Yo creo que es genial. Tal vez tengamos que intentarlo algún día”, dijo Trump, ante los aplausos de sus partidarios.
En julio, Trump incluso planteó la idea de retrasar las elecciones de noviembre, una sugerencia que carece de bases legales, aunque la descartó después de que los republicanos la criticaran.
Trump no dio más detalles sobre sus comentarios del miércoles, en parte porque terminó abruptamente la rueda de prensa para atender lo que calificó como “una llamada telefónica de emergencia”, sin ofrecer más información. La Casa Blanca no brindó más comentarios o explicaciones.
La noción de que un presidente podría negarse a aceptar los resultados de una elección y dejar el cargo sin resistencia —algo que antes era impensable— se ha convertido en un tema cada vez más importante durante la campaña de 2020.
Este mes, Bernie Sanders, el senador independiente por Vermont, advirtió que Trump podría impugnar el resultado de las elecciones y buscar mantener su control del poder.
“Lo que tenemos que hacer en los próximos dos meses es alertar al pueblo estadounidense sobre cómo podría verse ese escenario de pesadilla con el fin de prepararlos para esa posibilidad y hablar sobre lo que haremos si eso sucede”, dijo Sanders en una entrevista con Politico.
David Cole, director legal nacional de la Unión Estadounidense de Libertades Civiles, dijo en un comunicado que los comentarios de Trump “deberían preocupar a todos los estadounidenses”.
“La transferencia pacífica del poder es esencial para el funcionamiento de una democracia”, dijo.
Sin embargo, las declaraciones del presidente contrastaron de manera discordante con las palabras de su propio fiscal general, William P. Barr, apenas un día antes.
“Lo que este país tiene a su favor más que cualquier otra cosa es la transferencia pacífica del poder, y eso se logra a través de elecciones en las que la gente tiene confianza”, dijo Barr, un franco opositor al voto por correo, durante una conferencia de prensa celebrada el martes, en Milwaukee.
“Por eso, deberíamos hacer todo lo posible para respaldar esa confianza”, agregó.
Michael Crowley es corresponsal en la Casa Blanca y cubre la política exterior del presidente Trump. Se unió al Times en 2019 desde Politico, donde fue editor de la Casa Blanca y de seguridad nacional, y corresponsal de asuntos exteriores.
fuente
"THE NEW YORK TIMES", EE.UU., 24.09.2020
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