Urgido por la situación
fiscal, el Gobierno aprovecha el Presupuesto para apurar una "mini
reforma" jubilatoria
Ya presentó
una propuesta para restringir el acceso a una prestación universal y aguarda la
resolución de la Corte para tratar la sustitutividad del haber
Por Sebastian Albornos
21.09.2018
La reforma jubilatoria se encontraba durmiendo en los
cajones, junto a otra cantidad de cambios estructurales con los que en
su momento se había entusiasmado el macrismo.
Pero la crisis financiera hizo que el Gobierno tomara la
decisión de adelantar algunas medidas que parecían condenadas al largo plazo: ahora se
impulsarán con "bajo perfil" y algo camufladas dentro de leyes como
la del Presupuesto 2019.
Entre ellas se encuentran la iniciativa de restringir el acceso al cobro de la
Prestación Universal para el Adulto Mayo (PUAM), que se abona a aquellas
personas que llegan a los 65 años pero que no tienen la cantidad de años de
aportes necesarios para acceder al beneficio.
Esta idea se estaba trabajando en el anteproyecto de reforma
previsional a cargo de un grupo multidisciplinario, pero la necesidad de
recortar fondos fiscales para lograr el denominado "déficit cero"
hizo que ahora se plasme en el texto que empezará a debatir el Congreso para
definir el Presupuesto.
Otro de los temas que se quiere impulsar en el corto plazo es el
"principio de sustitutividad" de la jubilación; es
decir, el porcentaje
que representa el haber si se lo compara con el salario que recibía el
beneficiario en su último año como trabajador.
La idea del Gobierno, de acuerdo con
las fuentes consultadas por iProfesional, es que ese porcentaje
tenga un "techo" de aproximadamente
el 60 por ciento.
El factor que le imprime urgencia al
tratamiento de este tema es un reciente fallo de la Cámara de Apelaciones de la
Seguridad Social, que ubicó ese porcentaje en el 70% del salario.
La sentencia
será cuestionada por la Anses ante la Corte Suprema, pero desde el Gobierno no
quieren correr riesgos de que, con ese antecedente, pueda generarse un efecto
multiplicador.
Es que si se confirma ese fallo, se
abre la puerta para que miles de jubilados realicen millonarios juicios al
Estado por actualización del haber y cobro de retroactivos.
El monto que puede
resultar de ello es incalculable.
En el macrismo destacan que mantener
el sistema vigente es "inviable" y que deben tomarse medidas urgentes para evitar que el déficit
siga escalando hasta niveles insostenibles.
El Gobierno no puede
esperar a que cristalice la reforma integral que está estudiando
el Consejo de Sustentabilidad Previsional, impulsado por la secretaría de
Trabajo, por lo que esta iniciativa específica para evitar que se generalice la
jubilación al 70% será canalizada por una nueva ley.
Mientras tanto, en el texto que
debate el Consejo, se busca generar un sistema previsional sustentable basado
en aportes legítimos (comprobables) y se
prevén modificaciones en rubros tan sensibles como la edad jubilatoria, sistema
de retiro anticipado y régimen de pensiones.
Pero tienen asumido que una reforma
de ese tipo requiere tiempo y grandes consensos legislativos, por lo que no se
espera que en este período de gobierno de Cambiemos pueda plasmarse.
Avance a “cuentagotas”
El macrismo no tiene previsto
eliminar la mencionada PUAM, sino que ahora busca cambiar la ley 27.260 sobre
reparación histórica, que la creó, para hacerla
incompatible con el trabajo.
De esta manera, aquellos que lleguen a los
65 años de edad (ya sean hombres o mujeres) y no tengan los años de aporte,
deberán optar por esta prestación –que en la actualidad es el 80% del haber
mínimo- o continuar trabajando, ya sea en relación de dependencia o cuenta
propia.
La ley vigente permite una
compatibilidad entre llegar a la edad y la prestación de tareas.
Adrián Tróccoli, titular del estudio
que lleva su apellido, explicó a iProfesional que “el principal problema de este cambio está dado en
los cuentapropistas que tienen ingresos reducidos o eventuales”.
La eliminación de las moratorias hace
imposible que muchos se jubilen.
El acceso a la prestación de subsistencia les
permitía complementar ingresos bajos y quizás alcanzar los requisitos para una
jubilación “completa”.
“Bajo este esquema será imposible
para este grupo que seguramente optará por la informalidad, y debiera ser
corregido en el debate”, agregó Tróccoli.
De acuerdo al especialista, “hasta
que se legisle la jubilación proporcional, sería
más razonable mantener el esquema vigente, al menos para los monotributistas”.
En caso de aprobarse el texto
contenido en el proyecto de Presupuesto, el beneficiario se vería obligado
entonces a optar por una de estas 2 alternativas:
1. Acceder a la
PUAM de manera vitalicia, cobrando el 80% del haber mínimo
jubilatorio, sin posibilidad de transformar ese beneficio (cuando se esté
imposibilitado de acceder a una moratoria)
2. Optar por
continuar trabajando hasta los 70 años en
los términos de la ley de reforma previsional 27.426, sea que al llegar a dicha
edad alcance los 30 años de aportes necesarios para la jubilación ordinaria, o
para recurrir a la Prestación por Edad Avanzada (por no ser suficientes
dichos años).
Sustitutividad
El principio de sustitutividad es
otro punto en discusión.
¿Qué significa? Como la jubilación es consecuencia de
la remuneración percibida por un trabajo, una vez que éste cesa, el beneficio
debe permitir el mantenimiento de un status de vida similar a aquel que se tenía
en actividad.
Son varios los que pretenden volver
al régimen de las leyes 18.037 y 18.038, que sí establecía la sustitutividad
del haber jubilatorio.
Este último estaba íntimamente
vinculado con las remuneraciones o las rentas - categorías autónomas -, percibidas por el beneficiario durante su vida
activa.
Sobre este punto, Tróccoli afirma que
deberá analizarse cada situación en particular, para evitar perjuicios a los
trabajadores que estén cerca de obtener el beneficio.
En este contexto, la sala II de la
Cámara de la Seguridad Social determinó que un jubilado no puede tener una
jubilación menor al 70% del sueldo promedio que cobró durante sus últimos diez
años de actividad laboral.
En la
actualidad, el mismo se ubica en un 55% promedio. En su proyecto de
reforma, el Gobierno pretendería mantenerlo en ese número o elevarlo al 60%
como máximo.
El Defensor del Pueblo de la Tercera
Edad, Eugenio Semino, se mostró a favor del fallo que garantizó que los
jubilados deben tener un haber inicial equivalente al 70% del salario de los
diez últimos años laborales.
“Cuando
llegue a la Corte vamos a pedir que se generalice hacia todos los jubilados”,
adelantó.
De acuerdo con el Defensor de la
Tercera Edad, en otros precedentes el máximo tribunal señaló que “el haber
tiene que ser sustituto del salario como trabajador activo”.
Por eso, la Sala
considera que la tasa de sustitución con la que se calcula la jubilación
inicial no puede ser menor a 70%.
Respecto a la apelación y el
tratamiento que tendrá este fallo en la Corte Suprema, Semino aseguró: “El
problema que tenemos es que como la ley
no es taxativa en términos de lo que estamos definiendo, aparecen las
interpretaciones.
En este tema, ha reiterado en muchos fallos que debe
darse tal sustitución del haber por el salario.
Lo que ha variado en distintos
fallos es cuál es el criterio exacto de esa sustitución y cuál es el
porcentaje”, explicó.
En caso de que el fallo de la Corte
haga lugar al reclamo del jubilado, es probable que el Gobierno envíe una ley
al Congreso para contemplar solo este tema mientras termina de definir un nuevo
proyecto de reforma previsional.
Otros puntos del proyecto
En cuanto a la edad, se evalúa
subirla hasta los 70 años y, para ello, hay
distintas modalidades en carpeta que apuntan al "gradualismo".
Tróccoli afirma a iProfesional que
se analizará una suba gradual para que no se vea afectada la expectativa de
quienes están cerca de acceder al beneficio.
En cambio, "afectará completamente a aquellos que les falten 15
o 20 años", asegura.
"En la actualidad, las mujeres
se jubilan a los 60 años, pero sólo el 15% completa los 30 años de aporte
necesarios a esa edad", señala Tróccoli.
"En el caso de los varones, la situación está un poco
mejor, ya que el 40% cumple con los requisitos al alcanzar los 65 años",
completa.
Por lo pronto, se apuntará a ir acercando la edad entre ambos,
pero no a la equiparación.
Otro de los temas clave es el de la pensión vitalicia.
Al respecto, se baraja la idea de adaptarla al sistema de compensaciones del
Código Civil.
Por ejemplo, que a una persona que enviuda a los 35 años y que
estuvo 10 años casada, se le pague la prestación por ese tiempo (para luego
perder el beneficio).
Sobre este punto, Tróccoli asegura que se trata de
"un cambio lógico", ya que no tiene sentido pagarle una
suma fija a una persona joven por el resto de su vida si no vuelve a contraer
nupcias.
Además, se apunta a extender la edad de los hijos que perciben
pensiones por el fallecimiento de los padres.
Por otro lado, se impondrá un límite a la acumulación de la
jubilación y la pensión.
En este sentido, se manejan dos
opciones:
- Que entre ambas prestaciones se cobre la del beneficio más
alto (por lo general, la jubilación).
- Que valide la alternativa más elevada y un proporcional de la
otra.
Lo que sí es un hecho es que en la futura ley no convivirán
ambas prestaciones al 100% para un único beneficiario.
También se analiza la extensión del período a considerar para el
cálculo del haber inicial: 25 años en lugar de los 10 actuales.
Sin embargo, el problema es que en un contexto inflacionario,
como el que suele tener constantemente el país, esto derivará en que el ingreso
sea menor.
Resta por verse, ahora, si la "mini reforma" jubilatoria
logrará realmente pasar camuflada o, en cambio, sus fuertes contenidos
alertarán a la oposición.
Fuente
“iProfesional”,
21.09.2018
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