25 ene 2024

A 90 SEGUNDOS… RELOJ DEL FIN DEL MUNDO O APOCALIPLIS

 

 

 

A 90 SEGUNDOS…

RELOJ DEL FIN DEL MUNDO O APOCALIPLIS

¿Qué es el reloj del fin del mundo o del Apocalipsis?

El Reloj del Juicio Final o "del fin del mundo", la famosa herramienta simbólica creada por científicos para visualizar la probabilidad de que la humanidad desaparezca, se encuentra por segundo año consecutivo a 90 segundos de la medianoche, muy cerca de su hora final

 

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 El reloj del Apocalipsis actualmente marca 90 segundos para la medianoche.

 

 

Los tambores de guerra están sonando fuerte

 

¿Hay posibilidades de una nueva guerra mundial

 

La dicotomía demoracias versus autocracias

 

El rol de Putin y Xi Jinping

 

 

22.01.2024

   
Former editor of the Buenos Aires Herald (1979-1986).
 
 
Esta fotografía muestra al presidente ruso Vladimir Putin y al presidente chino Xi Jinping interactuando durante una ceremonia de bienvenida en el Tercer Foro de la Franja y la Ruta en Beijing. | Foto:SERGEI SAVOSTYANOV / POOL / AFP
 Esta fotografía muestra al presidente ruso Vladimir Putin y al presidente chino Xi Jinping interactuando durante una ceremonia de bienvenida en el Tercer Foro de la Franja y la Ruta en Beijing. | Foto:SERGEI SAVOSTYANOV / POOL / AFP
 
¿Estamos en vísperas de una nueva guerra mundial en que confluyan conflictos que hasta hace poco parecían desconectados, como en efecto ocurrió en 1914 y 1939? 
 
El temor a que, una vez más, un largo período relativamente pacífico esté llegando a su fin se ha hecho palpable. 
 
Las guerras que ya se están librando en Ucrania y Gaza, más las amenazas procedentes de jerarcas chinos que por razones es de suponer psicológicas encuentran insoportable la independencia de facto de Taiwán, nos advierten que en el mundo las placas tectónicas están moviéndose con rapidez creciente y que pronto llegará la hora en que las sociedades democráticas tendrán que movilizarse para frenar a “las autocracias” que no las quieren.
 

Puede que se mantenga por un rato más el orden internacional dominado por Estados Unidos que siguió al colapso de la Unión Soviética, ya que, para sorpresa de muchos, la economía norteamericana no ha perdido ni su vigor productivo ni la creatividad tecnológica extraordinaria que siempre ha sido una de sus características más llamativas, pero hay muchos que creen que tiene los días contados; como es lógico, quienes se sienten perjudicados por dicho orden están procurando sacar provecho de lo que ven como una oportunidad irrepetible para alcanzar sus fines. 

 

Entre los más impacientes están los presidentes de las dos autocracias principales, China y Rusia. 

 

Xi Jinping y Vladimir Putin; saben que sus países respectivos enfrentan crisis demográficas gravísimas que ya les están ocasionando problemas mayúsculos. 

 

Tienen forzosamente que apurarse.

 

Lo mismo puede decirse de la sumamente agresiva teocracia iraní, que no vacila en matar a los reacios a someterse a las opresivas leyes islámicas, y también del régimen turco

 

Aunque Turquía es un integrante pleno de la OTAN, su presidente, el islamista Recep Erdogan, se niega a colaborar con sus presuntos aliados porque subordina todo a sus propias ambiciones regionales y se ve como el líder de un renacimiento otomano

 

Turquía no es una autocracia plena, pero para Estados Unidos está resultando ser un socio muy poco confiable.

 

Asimismo, en el Oriente Medio, Asía Central y África hay docenas de actores menores, como Hamas, Hezbollah, los talibanes, el Estado Islámico, los hutíes yemenitas, Al-Qaeda y Boko Haram, que se sienten envalentonados por la sensación difundida de que el Occidente antes todopoderoso está batiéndose en retirada en todos los frentes.

 

Al igual que tantos otros, Putin, el “zar” ruso, nunca ha disimulado su convicción de que quienes gobiernan los países occidentales carecen de la firmeza anímica que necesitarían para defenderse contra enemigos realmente resueltos. 

 

Hace un siglo, aquellos alemanes y japoneses que pensaban lo mismo se equivocaban, pero ello no quiere decir que también lo hayan hecho sus equivalentes actuales.

 

Putin está esperando con impaciencia el regreso a la Casa Blanca de Donald Trump que, de estar en lo cierto las encuestas de opinión más recientes y el triunfo aplastante que se anotó días atrás en el “caucus” del estado de Iowa, podría derrotar por un margen amplio a Joe Biden en las elecciones presidenciales de noviembre. 

 

Ya están ayudando al dictador ruso los legisladores republicanos que, presionados por Trump, frenan los costosísimos paquetes de ayuda militar y financiera que Biden quisiera enviar a Ucrania. 

 

También lo están haciendo aquellos mandatarios europeos que,  acostumbrados como están a depender por completo de Estados Unidos cuando de asuntos militares se trata, no cuentan con los medios precisos para suministrar al gobierno de Volodimir Zelensky material bélico en cantidades suficientes.

 

Aunque no le sea dado a Putin conquistar por completo a Ucrania, si Trump lo permite podría conservar las partes ya ocupadas que incluyen a la península de Crimea, para entonces ponerse a amenazar a otros países europeos; hace poco, las autoridades militares suecas alarmaron a sus compatriotas aconsejándoles prepararse mentalmente para enfrentar una guerra en su territorio soberano. 

 

Mientras tanto, el mandamás chino, Xi Jinping, sigue insinuando que en cualquier momento podría ordenar a las fuerzas armadas de su país asegurar la reincorporación a la madre patria de la isla de Taiwán. 

 

Un intento en tal sentido no estaría exento de riesgos para Xi; lo mismo que los ucranianos, los taiwaneses podrían frenar un asalto inicial y recibir ayuda de Estados Unidos, Australia, los europeos y el Japón.

 

Los taiwaneses, que acaban de elegir como presidente a Lai Ching-te que no quiere saber nada de “la reunificación” obligatoria con su vecino gigantesco, están conformes con la realidad ambigua que existe desde hace décadas en que han conservado su independencia, sin que -para no molestar al hipersensible régimen de Pekín- el resto del mundo la reconozca oficialmente.

 

Xi comparte con Putin la voluntad de culminar su carrera política adueñándose de lo que toma por una provincia rebelde. 

 

A ninguno de los dos le preocupan las leyes internacionales a las que suelen aludir los occidentales o el hecho de que últimamente hayan crecido mucho las diferencias culturales, tanto sociales como lingüísticas, que separan al país que gobiernan del que sueñan con colonizar.

 

Desde el punto de vista de Xi y de Putin, la interpretación propia de la historia del territorio que tienen en la mira es la única admisible.

 

Así, pues, la mera sospecha de que representantes del gobierno de Javier Milei habrían charlado amablemente con sus homólogos taiwaneses bastó como para provocar una crisis diplomática que la canciller Diana Mondino intentó solucionar jurando que la Argentina reivindica el dogma pekinés de “una sola China”, lo que es una manera de decir que, cuando los intereses comerciales están en juego, puede ser tan hipócrita como casi todos los demás países, comenzando con  Estados Unidos que, a pesar de su presunta adhesión al principio sagrado de la unidad inquebrantable del Reino del Medio tal y como la define el Partido Comunista en Pekín, no ha vacilado en enviar armas sofisticadas a los taiwaneses y da a saber que los ayudaría a defenderse contra un eventual ataque chino.

 

¿Estarían los norteamericanos en condiciones de hacerlo? 

 

Muchos lo dudan, lo que de por sí es motivo de preocupación; de propagarse la sensación de que Estados Unidos y los países europeos son tan débiles que ni siquiera son capaces de brindar protección a aliados tan valiosos como Taiwán, el mundo no tardará en hacerse aún más violento de lo que ya es.

 

He aquí que hay una razón por la que es de tanta importancia un roce de apariencia anecdótica, el ocasionado por los esfuerzos de Estados Unidos, el Reino Unido y, sin participar activamente, otros países de obligar a los hutíes de Yemen a desistir de atacar con drones y misiles a buques de carga que navegan en el Mar Rojo. 

 

A menos que los norteamericanos y británicos logren intimidar a lo que es una milicia tribal, fanáticamente anti-judía, respaldada por Irán, sería más que probable que otros enemigos de lo que aún es el statu quo se pusieran a emularlos, ya que hoy en día los drones son baratos y no es nada difícil encontrar misiles potentes en el gran bazar armamentista internacional. 

 

Por tanto, cualquier grupo terrorista bien ubicado podría paralizar el comercio mundial, lo que tendría consecuencias nada gratas para miles de millones de personas que verían aumentar todavía más el costo de vida.

  

Los hutíes juran que lo único que quieren hacer es ayudar a los habitantes de Gaza atacando a buques vinculados con Israel. 

 

La solidaridad así supuesta no se debe a sentimientos humanitarios, ya que ellos mismos y su padrino iraní han sido responsables de matanzas decididamente mayores que las causadas por la aviación israelí, sino a la fiebre yihadista que afecta de un modo u otro a todos los países del extenso mundo musulmán y a los enclaves islámicos que se han formado en Europa, Estados Unidos, Canadá y Australia. 

 

Se trata de una realidad que, hasta ahora, los gobiernos occidentales han preferido ignorar al insistir en que es absurdo vincular “la religión de la paz” con la violencia horrenda que tan a menudo se perpetra en su nombre. 

 

Huelga decir que tal actitud molesta sobremanera a los muchos  que, para indignación de “las elites” políticas, académicas y mediáticas, propenden cada vez más a apoyar a movimientos tildados de “ultraderechistas”.

 

Por lamentable que parezca, en última instancia la libertad de una comunidad depende de su propia capacidad militar o de la de los dispuestos a ayudarla

 

La comunidad conformada por “el Occidente” en su conjunto no es una excepción a esta triste regla milenaria. 

 

Lo comprenden los israelíes que, frente a sus amigos dubitativos occidentales, tienen que brindar la impresión de estar resueltos a ir a virtualmente cualquier extremo para minimizar el sufrimiento de civiles atrapados en una zona de guerra, pero que, ante sus vecinos musulmanes, se saben obligados a recordarles que poseen un poderío militar terrorífico e invencible porque, si no los convencen, quienes los odian por razones nacionalistas y religiosas no titubearían un momento en tratar de exterminarlos

 

En cambio, los norteamericanos, acostumbrados como están a librar sus guerras en países ajenos, y los europeos, que desde mediados del siglo pasado han sido protegidos por el escudo norteamericano, se resisten a entender algo que para sus ancestros era indiscutible.

  

fuente

"NOTICIAS (PERFIL)", 22.01.2024

 

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¡BIENVENIDOS, GRACIAS POR ARRIMARSE!

Me atrevo a interpelar, por sentirlos muy cercanos, por más que las apariencias parecieran indicar lo contrario; insisto en lo de la cercanía, por que estamos en el mismo bote – que hace agua - , tenemos pesares, angustias y problemas comunes, recién después vienen las diferencias.

La idea es dialogar, hablar de nuestras cosas, hay textos que nos proporcionan la información básica – no única-, solo es una propuesta como para empezar. La continuidad depende de Ustedes, un eventual resultado adicional depende de todos.La idea es hablar desde un “nosotros” y sobre “nuestro futuro” desde la buena fe, los problemas exigen soluciones que requieren racionalidad, honestidad intelectual que jamás puede nacer desde la parcialidad, la mezquindad, la especulación.

Encontraran en “HASTA EL PELO MÁS DELGADO ...”, textos y opiniones sobre una temática variada y sin un orden temporal, es así no por desorganizado, sino por intención – a Ustedes corresponde juzgar el resultado -.Como no he vivido en una capsula, ya peino canas, tengo opiniones y simpatías, pero de ninguna manera significa dogmatismo, parcialidad cerrada.Soy radical (neto sin adiciones de letras ninguna), pero no se preocupen no es contagiosos … creo, solo una opción en el universo de las ideas argentinas. Las referencias al radicalismo están debidamente identificadas, depende de Ustedes si deciden “pizpear” o no.

El acá y ahora, el nosotros y el futuro constituyen la responsabilidad de todos.Hace más de cuatro décadas, en mi lejana secundaria, de una pasadita que nos dieron por Lógica, recuerdo el Principio de Identidad, era más o menos así: “Si 'A' no es 'A', no es 'A' ni es nada”, por esos años me pareció una reverenda huevada, hoy lo tomo con mucho más respeto y consideración. Variaciones de los mismo: no existe un ligero embarazo; no se puede ser buena gente los días pares.

Llegando al Bicentenario – y aunque se me tildé de negativo- siento que como pueblo, desde 1810, hemos estado paveando … a vos ¿qué te parece?. En algún momento perdimos el rumbo y ahí andamos “como pan que no se vende. Cuentan que don Ángel Vicente Peñaloza decía: “Como ei de andar, en Chile y di a pie, cuando hay de que no hay cunque, cuando hay cunque no hay deque”.

De tanto mirarnos el, ombligo y su pelusa, tenemos un cerebro paralitico, cubierto de telarañas y en estado de grave inanición. Padecemos una trágica concurrencia de factores que nos impiden advertir – debidamente -, este, nuestro triste presente y lo que es peor aún, nos va dejando sin futuro.

A los malos, los maulas, los sotretas, los villanos, los mala leche, los h'jo puta, los podemos enfrentar pero … ¿qué hacemos con los indiferentes, con los que solo se meten en sus cosas, y no advierten que el nosotros y el futuro por más que sean plurales son cosas personalisimas? Y luego dicen que quieren a sus hijos y su familia; ¡JA!, ¡doble JA!, ¡triple JA! (il lupo fero).

¡¡EL REY ESTÁ EN PELOTAS!!, dijo el niño de la calle, hijo de padre desconocido y madre ausente, ese niño es mi héroe favorito.

¿QUÉ ES PEOR LA IGNORANCIA O LA INDIFERENCIA?

¡¡NO LO SÉ Y NO ME IMPORTA!!

El impertinente, el preguntón es nuestra esperanza, nuestro “Chapulin Colorado”.

Mis querido “Chichipios” - diría don Tato- no olviden que además de ver el vaso medio vació o medio lleno, hay que saber que contiene – sino que le pregunten a Socrates - ¡Bienvenidos! Adelante. Julio


Mendoza, 11 de noviembre de 2009.