5 nov 2021

PENSIONES DE PRIVILEGIO SIGLO XX SU ORIGEN - I-

 

 

 

 

“… ERAN OTROS HOMBRES,

 MÁS HOMBRES LOS NUESTROS…”

 


PENSIONES DE PRIVILEGIO

SIGLO XX

SU ORIGEN

-I-

 

 

El vicepresidente argentino que nunca quiso cobrar sueldo ni jubilación de privilegio

 

La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner viene librando una batalla judicial para cobrar dos jubilaciones de privilegio: la suya como expresidenta y la derivada de su esposo por la ser la viuda de un expresidente, a lo que suma, claro, su actual remuneración, todo lo cual ronda el millón de pesos, cincuenta veces lo que cobra un jubilado con la mínima.

 

No siempre fue así con los políticos: los ejemplos de austeridad y entrega por la patria sobran, pero para este caso alcanza con enfocarse en otro vicepresidente de la Nación, don Elpidio González, quien ocupó el cargo entre 1922 y 1928, durante la presidencia de Marcelo T. de Alvear: jamás quiso cobrar sueldo por ese cargo ni mucho menos los haberes que, luego de su retiro y por ley, le correspondían, y murió en una extrema pobreza.

 

A tal punto es así que la jubilación de privilegio se creó ante la conmoción que causó a muchos de sus colegas verlo llegar al final de su vida sumergido en necesidades y padecimientos económicos.

 

Cuando ocupó el segundo lugar más importante del gobierno nacional, Elpidio González rechazó cobrar el sueldo de vicepresidente con el argumento de que estaba mal percibir dinero del Estado por un cargo con el que había sido honrado por el voto del pueblo.

 

No tenía herencias ni le sobraba el dinero, sobre lo cual el tiempo que le llevaba la gestión pública le impedía tener ingresos extras, por lo que, al dejar el cargo, su situación financiera se había vuelto tan complicada que hasta le remataron la casa.

 

Después de haberse recibido de abogado con estudios que compartió entre la Universidad Nacional de Córdoba y la de La Plata, este rosarino de nacimiento y radical por herencia paterna, fue jefe de Policía, diputado, ministro y vicepresidente, pero, lejos de las fortunas que amasan muchos políticos actuales, terminó viviendo en una humilde pensión y vendiendo anilinas por la calle.

 

El taquígrafo del Congreso Ramón Columba, contó que Elpidio González tenía en 1916 un patrimonio de 350.000 pesos pero, 14 años después, tras haber ocupado los cargos más importantes que pueda tener un político, ya no le quedaba nada y enfrentaba una tremenda deuda de 65.000 pesos.

 

Al ver la situación desesperante en la que se encontraba, el dueño de la empresa Anilinas Colibrí, Germán Ortkras, le ofreció pagarle la jubilación que correspondía a todo  vicepresidente de la República. González no aceptó, pero como estaba desocupado y sin dinero, le pidió vender sus productos.

 

No tenía ni siquiera auto y mucho menos pidió chofer, por lo que se trasladaba siempre en tranvía y no aceptaba viajar sin no le cobraban el pasaje, algo que por su fama le ofrecían casi todos los conductores.

 

Su situación no era ajena a sus pares, quienes, ya sea por vergüenza o empatía, le enviaban dinero en sobres que Elpidio rechazaba sistemáticamente, hasta que el diputado Adrian Escobar decidió presentar un proyecto para crear una jubilación de privilegio para los que fueron presidentes y vicepresidentes, iniciativa que se convirtió en ley en 1938.

 

¿Qué pasó? 

 

Elpidio González tampoco aceptó cobrar ese derecho y murió fiel a sus convicciones.

 

De aquel vicepresidente que no aceptó cobrar ningún sueldo ni jubilación a esta vicepresidenta que quiere cobrar tres haberes han pasado muchas cosas en el país, y en especial con nuestra política.

 

Los vicepresidentes: desde Pelagio Luna a Amado Boudou - Edición Impresa -  Opinión : : El Litoral - Noticias - Santa Fe - Argentina - ellitoral.com : :

fuente

"SUQUIA", 12.03.2021

 

* Las ilustraciones fueron seleccionadas por el blog 

 


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¡BIENVENIDOS, GRACIAS POR ARRIMARSE!

Me atrevo a interpelar, por sentirlos muy cercanos, por más que las apariencias parecieran indicar lo contrario; insisto en lo de la cercanía, por que estamos en el mismo bote – que hace agua - , tenemos pesares, angustias y problemas comunes, recién después vienen las diferencias.

La idea es dialogar, hablar de nuestras cosas, hay textos que nos proporcionan la información básica – no única-, solo es una propuesta como para empezar. La continuidad depende de Ustedes, un eventual resultado adicional depende de todos.La idea es hablar desde un “nosotros” y sobre “nuestro futuro” desde la buena fe, los problemas exigen soluciones que requieren racionalidad, honestidad intelectual que jamás puede nacer desde la parcialidad, la mezquindad, la especulación.

Encontraran en “HASTA EL PELO MÁS DELGADO ...”, textos y opiniones sobre una temática variada y sin un orden temporal, es así no por desorganizado, sino por intención – a Ustedes corresponde juzgar el resultado -.Como no he vivido en una capsula, ya peino canas, tengo opiniones y simpatías, pero de ninguna manera significa dogmatismo, parcialidad cerrada.Soy radical (neto sin adiciones de letras ninguna), pero no se preocupen no es contagiosos … creo, solo una opción en el universo de las ideas argentinas. Las referencias al radicalismo están debidamente identificadas, depende de Ustedes si deciden “pizpear” o no.

El acá y ahora, el nosotros y el futuro constituyen la responsabilidad de todos.Hace más de cuatro décadas, en mi lejana secundaria, de una pasadita que nos dieron por Lógica, recuerdo el Principio de Identidad, era más o menos así: “Si 'A' no es 'A', no es 'A' ni es nada”, por esos años me pareció una reverenda huevada, hoy lo tomo con mucho más respeto y consideración. Variaciones de los mismo: no existe un ligero embarazo; no se puede ser buena gente los días pares.

Llegando al Bicentenario – y aunque se me tildé de negativo- siento que como pueblo, desde 1810, hemos estado paveando … a vos ¿qué te parece?. En algún momento perdimos el rumbo y ahí andamos “como pan que no se vende. Cuentan que don Ángel Vicente Peñaloza decía: “Como ei de andar, en Chile y di a pie, cuando hay de que no hay cunque, cuando hay cunque no hay deque”.

De tanto mirarnos el, ombligo y su pelusa, tenemos un cerebro paralitico, cubierto de telarañas y en estado de grave inanición. Padecemos una trágica concurrencia de factores que nos impiden advertir – debidamente -, este, nuestro triste presente y lo que es peor aún, nos va dejando sin futuro.

A los malos, los maulas, los sotretas, los villanos, los mala leche, los h'jo puta, los podemos enfrentar pero … ¿qué hacemos con los indiferentes, con los que solo se meten en sus cosas, y no advierten que el nosotros y el futuro por más que sean plurales son cosas personalisimas? Y luego dicen que quieren a sus hijos y su familia; ¡JA!, ¡doble JA!, ¡triple JA! (il lupo fero).

¡¡EL REY ESTÁ EN PELOTAS!!, dijo el niño de la calle, hijo de padre desconocido y madre ausente, ese niño es mi héroe favorito.

¿QUÉ ES PEOR LA IGNORANCIA O LA INDIFERENCIA?

¡¡NO LO SÉ Y NO ME IMPORTA!!

El impertinente, el preguntón es nuestra esperanza, nuestro “Chapulin Colorado”.

Mis querido “Chichipios” - diría don Tato- no olviden que además de ver el vaso medio vació o medio lleno, hay que saber que contiene – sino que le pregunten a Socrates - ¡Bienvenidos! Adelante. Julio


Mendoza, 11 de noviembre de 2009.