17 ago 2020

LLAMADO A LA CORDURA “BARBARO”… PERO SABIO








LLAMADO A LA CORDURA
“BARBARO”… PERO SABIO





El peronismo necesita sacarse de encima al kirchnerismo

La única lealtad respetable obliga a enfrentar los errores del Gobierno, lo otro es obsecuencia y esa enfermedad es mortal para la política

 
16 de Agosto de 2020
Politólogo y Escritor. Fue diputado nacional, secretario de Cultura e interventor del Comfer.
 

Alberto Fernández y Cristina Kirchner (Photo by ALEJANDRO PAGNI / AFP) Alberto Fernández y Cristina Kirchner (Photo by ALEJANDRO PAGNI / AFP)

Fue hace mucho y estábamos casi todos los enamorados de la política siendo absoluta mayoría.

Peronistas, radicales, conservadores, demócratas cristianos, socialistas, desarrollistas, estábamos casi todos, esencialmente, los convencidos de un futuro sin violencia y con acuerdos

Sin duda el último esfuerzo recuperable, reivindicable, un Perón que retornaba al encuentro de la grandeza opositora representada por el jefe radical. 

Aquel fue nuestro “pacto de la Moncloa” o, en rigor, la versión más acabada del intento de ser nación. 

Tiempos donde la política todavía ocupaba su lugar de pasión por el destino colectivo, tiempos donde la opción era democracia o violencia, donde resultaba imprescindible superar la confrontación y lograr una síntesis superadora.

Eran tiempos donde todavía los intereses económicos capaces de destruirnos tenían su partido militar y la política no había sido herida por la codicia.

Alfonsín fue el último intento de imponer la política; luego los gobiernos se dejaron llevar por los intereses particulares

Al principio no se notaban las diferencias; no mucho después, la pobreza y la miseria crecieron como fruto maduro de aquella siembra, que lo precedió desde el 76 y continuó en los noventa, donde la codicia privada se hizo cargo del destino colectivo.

Cristina, en su triunfo, tuvo la opción de apostar a la grandeza, de llamar a la unidad nacional y ponerse al servicio de la justicia, de esa justicia que ahora intentan reformar achicando al máximo el espacio de sus seguidores. 

Solo los propios fanatizados pueden imaginar viable ese proyecto que debilita al Gobierno y lo acerca al riesgo de un nuevo fracaso, que lo lleva a enfrentar el enorme espacio del sentido común

Insisten en discutir con el pasado olvidando que ellos son parte esencial de ese pasado

Todo se vuelve trinchera para un gobierno que necesita salir del aislamiento, ampliar su base de sustentación y no reducirla apostando a causas perdidas de antemano, como el intento de modificar la justicia

Por su parte, la cuarentena se va convirtiendo en una incentivación de la pobreza en una sociedad debilitada a tal extremo que no sabemos si está asumiendo la prohibición del gobierno o si esa soledad expresa tan solo la debilidad estructural a la que quedamos reducidos. 

En un principio, parecía que habíamos logrado evitar los efectos de la enfermedad; ahora parece que solo logramos demorarlos. 

Y el costo resulta tan desmesurado como la imagen del remero solitario al que persiguen cual prototipo de transgresor. 

Una idea de la autoridad, de esa que los lleva a cuestionar a los medios de comunicación y a soñar con ser propietarios de muchos que aplaudan hasta sus peores errores

Los medios de comunicación que tanto denuestan son, a veces, el espejo en el cual no soportan verse, son la crítica que necesitan los libres y menosprecian los autoritarios, sin que esto implique, naturalmente, un elogio ciego de todo lo que desde los medios se difunde y opina.

Olvidan que los obsecuentes solo sirven para la bonanza, son un salvavidas de plomo que suele conducir a un nuevo fracaso.

CFK perdió elecciones con Francisco De Narváez, con Sergio Massa y con Esteban Bullrich: necesitó de Alberto Fernández y del desastre de Mauricio Macri para retornar.

Coyunturas favorables que no se repiten fácilmente, como lo advierten las pitonisas más cotizadas. 

Si Alberto Fernández no logra ampliar su alianza con la sociedad o no puede dejar de ser CFK, habrá derrota, y si la oposición no encuentra a un radical que la conduzca, el peronismo se ocupará de hacerlo. 

Simplemente, vivimos con la cuarentena un complejo error político, con autopistas repletas de vehículos mientras los humildes, los que no tienen como aislarse, son los únicos que ven coartada su posibilidad de trabajo por las limitaciones del transporte público. 

Necesitamos ser más racionales y más dialoguistas, dos virtudes que acompañaron al último Perón y nunca supo ejercitar el kirchnerismo

El peronismo necesita sacarse de encima al kirchnerismo para evitar que lo arrastre en su derrota y termine por desvirtuar para siempre su digna historia. 

La única lealtad respetable obliga a enfrentar los errores del Gobierno, lo otro es obsecuencia y esa enfermedad es mortal para la política, que sin rebeldía carece de destino.

fuente
"infobae", 16.08.2020

 

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¡BIENVENIDOS, GRACIAS POR ARRIMARSE!

Me atrevo a interpelar, por sentirlos muy cercanos, por más que las apariencias parecieran indicar lo contrario; insisto en lo de la cercanía, por que estamos en el mismo bote – que hace agua - , tenemos pesares, angustias y problemas comunes, recién después vienen las diferencias.

La idea es dialogar, hablar de nuestras cosas, hay textos que nos proporcionan la información básica – no única-, solo es una propuesta como para empezar. La continuidad depende de Ustedes, un eventual resultado adicional depende de todos.La idea es hablar desde un “nosotros” y sobre “nuestro futuro” desde la buena fe, los problemas exigen soluciones que requieren racionalidad, honestidad intelectual que jamás puede nacer desde la parcialidad, la mezquindad, la especulación.

Encontraran en “HASTA EL PELO MÁS DELGADO ...”, textos y opiniones sobre una temática variada y sin un orden temporal, es así no por desorganizado, sino por intención – a Ustedes corresponde juzgar el resultado -.Como no he vivido en una capsula, ya peino canas, tengo opiniones y simpatías, pero de ninguna manera significa dogmatismo, parcialidad cerrada.Soy radical (neto sin adiciones de letras ninguna), pero no se preocupen no es contagiosos … creo, solo una opción en el universo de las ideas argentinas. Las referencias al radicalismo están debidamente identificadas, depende de Ustedes si deciden “pizpear” o no.

El acá y ahora, el nosotros y el futuro constituyen la responsabilidad de todos.Hace más de cuatro décadas, en mi lejana secundaria, de una pasadita que nos dieron por Lógica, recuerdo el Principio de Identidad, era más o menos así: “Si 'A' no es 'A', no es 'A' ni es nada”, por esos años me pareció una reverenda huevada, hoy lo tomo con mucho más respeto y consideración. Variaciones de los mismo: no existe un ligero embarazo; no se puede ser buena gente los días pares.

Llegando al Bicentenario – y aunque se me tildé de negativo- siento que como pueblo, desde 1810, hemos estado paveando … a vos ¿qué te parece?. En algún momento perdimos el rumbo y ahí andamos “como pan que no se vende. Cuentan que don Ángel Vicente Peñaloza decía: “Como ei de andar, en Chile y di a pie, cuando hay de que no hay cunque, cuando hay cunque no hay deque”.

De tanto mirarnos el, ombligo y su pelusa, tenemos un cerebro paralitico, cubierto de telarañas y en estado de grave inanición. Padecemos una trágica concurrencia de factores que nos impiden advertir – debidamente -, este, nuestro triste presente y lo que es peor aún, nos va dejando sin futuro.

A los malos, los maulas, los sotretas, los villanos, los mala leche, los h'jo puta, los podemos enfrentar pero … ¿qué hacemos con los indiferentes, con los que solo se meten en sus cosas, y no advierten que el nosotros y el futuro por más que sean plurales son cosas personalisimas? Y luego dicen que quieren a sus hijos y su familia; ¡JA!, ¡doble JA!, ¡triple JA! (il lupo fero).

¡¡EL REY ESTÁ EN PELOTAS!!, dijo el niño de la calle, hijo de padre desconocido y madre ausente, ese niño es mi héroe favorito.

¿QUÉ ES PEOR LA IGNORANCIA O LA INDIFERENCIA?

¡¡NO LO SÉ Y NO ME IMPORTA!!

El impertinente, el preguntón es nuestra esperanza, nuestro “Chapulin Colorado”.

Mis querido “Chichipios” - diría don Tato- no olviden que además de ver el vaso medio vació o medio lleno, hay que saber que contiene – sino que le pregunten a Socrates - ¡Bienvenidos! Adelante. Julio


Mendoza, 11 de noviembre de 2009.