29 may 2020

DIJO DUMBO… ¡¡¡QUÉ OCASIÓN PARA HACER UN BRINDIS!!!






DIJO DUMBO…

Dumbo» | Joan Vizcarra
¡¡¡QUÉ OCASIÓN PARA HACER UN BRINDIS!!!







MUNDO ANIMAL

Los elefantes se emborrachan fácil (y un gen lo explica)

Los humanos y otras especies tienen una mutación genética que les permite digerir el alcohol. 

Pero otras especies no la tienen.

 Credit...Oleksandr Rupeta/Alamy



Los humanos no son los únicos animales que se emborrachan.  

Los pájaros que se atiborran de bayas y savia fermentadas se caen de los árboles y chocan contra las ventanas. 

Los ciervos que se exceden con las manzanas podridas se quedan atrapados en los árboles.

Los alces ebrios de manzanas silvestres demasiado maduras se enredan con columpios, hamacas e incluso luces de Navidad.

Los elefantes, sin embargo, son los borrachos más conocidos del reino animal. 

Un artículo científico describe a entrenadores de elefantes recompensando a los animales con cerveza u otras bebidas alcohólicas, y se dice que un elefante en el siglo XVII bebía 30 botellas de oporto al día. 

En 1974, una manada de 150 elefantes en Bengala Occidental, India, se intoxicó después de irrumpir en una fábrica de cerveza, luego salió en un alboroto que destruyó edificios y mató a cinco personas.

A pesar de este recuento, los científicos se han preguntado si los animales —especialmente los grandes, como los elefantes y los alces— en realidad se embriagan. 

En 2006, unos investigadores calcularon que, en función de la cantidad de alcohol que se necesita para emborrachar a un humano, un elefante de 3000 kilos en juerga tendría que consumir rápidamente hasta 27 litros de etanol al siete por ciento, el ingrediente clave en el alcohol. 

Tal cantidad de alcohol es poco probable de encontrar en la naturaleza. 

Los elefantes salvajes intoxicados, concluyeron los investigadores, debían ser un mito. 

Como dijo el autor principal en ese entonces, “la gente quiere creer en elefantes borrachos”.

Si eres de los que querían creer, un estudio publicado en abril en Biology Letters puede ser tu reivindicación. 

Un equipo de científicos dijo que los investigadores en busca de mitos cometieron un error común: asumieron que para emborracharse los elefantes tendrían que consumir tanto alcohol como los humanos. 

De hecho, los elefantes son probablemente los bebedores con menor tolerancia al alcohol porque a ellos —y a muchos otros mamíferos— les falta una enzima clave que metaboliza rápidamente el etanol. 

Los hallazgos resaltan la necesidad de considerar a las especies de manera individual.

“No se puede suponer que los humanos son como cualquier otro mamífero y que las habilidades fisiológicas de todos los mamíferos son comparables”, dijo Mareike Janiak, académica postdoctoral en antropología evolutiva en la Universidad de Calgary y la autora principal del estudio. 

“Hacer simplemente una proyección según el tamaño del cuerpo no tiene en cuenta las diferencias que existen entre las diversas especies de mamíferos”.


Credit...Sasanka Sen/Associated Press

Los humanos, los chimpancés, los bonobos y los gorilas tienen una tolerancia inusualmente alta al alcohol debido a una mutación genética compartida que les permite metabolizar el etanol 40 veces más rápido que otros primates.

La mutación ocurrió hace unos 10 millones de años, coincidiendo con un cambio ancestral de la vida arbórea a la terrestre y, muy probablemente, una dieta más rica en frutas caídas y fermentadas en el suelo del bosque.

Para probar si otras especies desarrollaron independientemente la misma adaptación, Janiak y sus colegas buscaron en los genomas de 85 mamíferos que comen una variedad de alimentos y encontraron el gen metabolizador del etanol en 79 especies. 

Pero identificaron la misma mutación, o una similar a la de los humanos, solo en seis especies, principalmente en aquellas con una dieta alta en frutas y néctar, incluidos los zorros voladores y los aye-aye.

Pero la mayoría de los mamíferos no poseía la mutación, y en algunas especies, incluidos los elefantes, los perros y las vacas, el gen metabolizador del etanol había perdido toda función.

“Era mucho más probable que perdieran el gen los animales que comen la parte frondosa de las plantas o los carnívoros”, dijo Amanda Melin, ecologista molecular de la Universidad de Calgary y coautora del estudio. 

“La conclusión es que la dieta es importante en lo que vemos que ocurre en la evolución molecular”.

Algunos resultados fueron inesperados. 

Las musarañas de los árboles, por ejemplo, beben “cantidades copiosas” de néctar fermentado cuyo contenido de etanol equivale al de una cerveza ligera, dijo Melin, pero nunca mostraron signos de embriaguez. 

Sin embargo, las musarañas de los árboles no comparten la misma mutación productora de enzimas que los humanos. 

Esto implica que “hay múltiples, diferentes formas de resolver este problema”, dijo.

Nathaniel Dominy, antropólogo biológico del Dartmouth College, quien no participó en la investigación, dijo que el nuevo artículo “resalta las adaptaciones novedosas de los humanos al poner nuestra competencia metabólica en un contexto evolutivo más amplio”.

También dijo que “ejemplifica el poder de la biología comparada” para descubrir las funciones subyacentes de rasgos genéticos específicos.

Los hallazgos sobre los elefantes, en particular, son “interesantes pero confusos”, dijo Chris Thouless, jefe de investigación de Save the Elephants, una organización sin fines de lucro en Kenia. 

Los elefantes del bosque hoy en día buscan y comen fruta con regularidad, pero sus ancestros se convirtieron en comedores de hierba hace unos ocho millones de años. 

La evidencia indica que entonces cambiaron a una dieta mixta hace aproximadamente un millón de años.

“Quizás perdieron la capacidad de metabolizar eficientemente el alcohol, pero continuaron teniendo, o recuperaron, el gusto y la capacidad de encontrar fruta”, dijo Thouless. 

Él lo comparó con las personas que tienen muy baja tolerancia al alcohol pero que aún así lo desean y lo beben.

Si bien el nuevo estudio revela los medios por los cuales los elefantes y otros mamíferos pueden embriagarse, no confirma explícitamente el fenómeno en la naturaleza.

“El mito persistente de los elefantes borrachos sigue siendo una pregunta abierta y tentadora, y una prioridad para futuras investigaciones”, dijo Dominy.

fuente
"THE NEW YORK TIMES", EE.UU., 27.05.2020


Y EL HIPO DE BORRACHO...

Meme hipo gato. Afull


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Me atrevo a interpelar, por sentirlos muy cercanos, por más que las apariencias parecieran indicar lo contrario; insisto en lo de la cercanía, por que estamos en el mismo bote – que hace agua - , tenemos pesares, angustias y problemas comunes, recién después vienen las diferencias.

La idea es dialogar, hablar de nuestras cosas, hay textos que nos proporcionan la información básica – no única-, solo es una propuesta como para empezar. La continuidad depende de Ustedes, un eventual resultado adicional depende de todos.La idea es hablar desde un “nosotros” y sobre “nuestro futuro” desde la buena fe, los problemas exigen soluciones que requieren racionalidad, honestidad intelectual que jamás puede nacer desde la parcialidad, la mezquindad, la especulación.

Encontraran en “HASTA EL PELO MÁS DELGADO ...”, textos y opiniones sobre una temática variada y sin un orden temporal, es así no por desorganizado, sino por intención – a Ustedes corresponde juzgar el resultado -.Como no he vivido en una capsula, ya peino canas, tengo opiniones y simpatías, pero de ninguna manera significa dogmatismo, parcialidad cerrada.Soy radical (neto sin adiciones de letras ninguna), pero no se preocupen no es contagiosos … creo, solo una opción en el universo de las ideas argentinas. Las referencias al radicalismo están debidamente identificadas, depende de Ustedes si deciden “pizpear” o no.

El acá y ahora, el nosotros y el futuro constituyen la responsabilidad de todos.Hace más de cuatro décadas, en mi lejana secundaria, de una pasadita que nos dieron por Lógica, recuerdo el Principio de Identidad, era más o menos así: “Si 'A' no es 'A', no es 'A' ni es nada”, por esos años me pareció una reverenda huevada, hoy lo tomo con mucho más respeto y consideración. Variaciones de los mismo: no existe un ligero embarazo; no se puede ser buena gente los días pares.

Llegando al Bicentenario – y aunque se me tildé de negativo- siento que como pueblo, desde 1810, hemos estado paveando … a vos ¿qué te parece?. En algún momento perdimos el rumbo y ahí andamos “como pan que no se vende. Cuentan que don Ángel Vicente Peñaloza decía: “Como ei de andar, en Chile y di a pie, cuando hay de que no hay cunque, cuando hay cunque no hay deque”.

De tanto mirarnos el, ombligo y su pelusa, tenemos un cerebro paralitico, cubierto de telarañas y en estado de grave inanición. Padecemos una trágica concurrencia de factores que nos impiden advertir – debidamente -, este, nuestro triste presente y lo que es peor aún, nos va dejando sin futuro.

A los malos, los maulas, los sotretas, los villanos, los mala leche, los h'jo puta, los podemos enfrentar pero … ¿qué hacemos con los indiferentes, con los que solo se meten en sus cosas, y no advierten que el nosotros y el futuro por más que sean plurales son cosas personalisimas? Y luego dicen que quieren a sus hijos y su familia; ¡JA!, ¡doble JA!, ¡triple JA! (il lupo fero).

¡¡EL REY ESTÁ EN PELOTAS!!, dijo el niño de la calle, hijo de padre desconocido y madre ausente, ese niño es mi héroe favorito.

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¡¡NO LO SÉ Y NO ME IMPORTA!!

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Mis querido “Chichipios” - diría don Tato- no olviden que además de ver el vaso medio vació o medio lleno, hay que saber que contiene – sino que le pregunten a Socrates - ¡Bienvenidos! Adelante. Julio


Mendoza, 11 de noviembre de 2009.