22 abr 2020

CORONAVIRUS REQUISITORIA EUROPEA









CORONAVIRUS
REQUISITORIA EUROPEA




El Reino Unido y Francia encabezan un endurecimiento del tono europeo hacia China

Merkel alienta a Pekín a ser transparente pero elude una actitud de confrontación

París / Londres / Berlín - 20 abr 2020


Un avión con equipamiento sanitario chino llega el 19 de abril al aeropuerto París-Vatry (Francia).

Un avión con equipamiento sanitario chino llega el 19 de abril al aeropuerto París-Vatry (Francia).Francois Nascimbeni/AFP/dpa / Europa Press



No solo Donald Trump señala a China en la crisis global por el coronavirus

Sin la estridencia ni las incoherencias del presidente de Estados Unidos, con un tono más cauto y diplomático, varios líderes europeos han cuestionado en los últimos días la versión china sobre el origen, la gestión y las cifras. 

Y han replicado a lo que consideran una ofensiva propagandística destinada a eludir responsabilidades. 

Los Gobiernos de Francia y el Reino Unido encabezan este giro en la actitud hacia la superpotencia asiática.
“Esperamos que China nos respete, como ella desea ser respetada”, declaró el lunes el ministro francés de Exteriores, Jean-Yves Le Drian. 

“Ya nada puede volver a ser como antes” mientras China no aclare de forma total todo lo relacionado con el virus, señaló la semana pasada su homólogo en Londres, Dominic Raab, al frente de Downing Street mientras Boris Johnson se recupera de la enfermedad.
La pandemia ha exacerbado las rivalidades geopolíticas. 

Y ha abierto una oportunidad para ampliar las áreas de influencia. 

Entre Estados Unidos y China, los europeos habían mantenido hasta hace poco un perfil discreto. 

Una excepción fue Josep Borrell, alto representante para la Política Exterior de la Unión Europea, quien el 24 de marzo alertó sobre lo que llamó “la política de la generosidad” como arma de influencia geopolítica en “la batalla global de los relatos”.
Las imágenes de aviones chinos transportando material médico a Europa mientras los socios de la UE cerraban las fronteras entre ellos marcaron las primeras semanas de la crisis. 

No importa que Europa hubiera ayudado a China en enero después de que el virus se detectase por primera vez en ese país. 

El relato de la pujante potencia autoritaria rescatando a las decadentes democracias era tentador, en un momento en el que algunos países occidentales veían cómo la pandemia se les escapaba de las manos.


En vídeo, declaraciones del portavoz chino de Exteriores, Zhao Lijian, y de la canciller alemana, Angela Merkel. GREG BAKER (AFP) / VÍDEO: AFP
El tono ha cambiado. 

Los europeos no emplean la retórica de Trump, que habla del “virus chino” o da pábulo a las teorías sobre una posible fuga accidental del patógeno en un laboratorio y amenaza con consecuencias. 

Pero el fondo del mensaje no es tan distinto.
“La respuesta de Borrell sobre la batalla de los relatos ya era una respuesta bastante fuerte al esfuerzo diplomático chino por vender el modelo de China ante la crisis de la covid-19, explica Mathieu Duchâtel, responsable de Asia en el laboratorio de ideas Institut Montaigne.

“Ahora hay una cierta gradación. Se plantea la cuestión de la transparencia de la información de China, tanto respecto del origen del virus como respecto de la gestión de la crisis en diciembre y enero, y a la comunicación internacional sobre la gravedad de la situación en Wuhan y la provincia de Hubei”, añade Duchâtel.
La tensión, en el caso francés, llegó a su punto más fuerte el 14 de marzo, cuando Le Drian convocó en el Quai d’Orsay, sede del Ministerio de Exteriores, al embajador chino en París, Lu Shaye, después de que la web de la Embajada de China publicase varios artículos anónimos que acusaban de mala gestión a los Gobiernos occidentales y atacaban a sus medios de comunicación. 

Le Drian ha denunciado las “calumnias” de la embajada. 

Una de las acusaciones formuladas por los representantes del país asiático, después rectificada, decía que “el personal encargado de los cuidados en las Ehpads [siglas francesas de las residencias de ancianos] abandonó sus puestos de la noche a la mañana, desertó colectivamente, dejando morir a sus residentes de hambre y enfermedad”.
En China han muerto 4.632 personas por el coronavirus

En Francia, 20.265

En el Reino Unido, 16.509, según los últimos recuentos. 

El contraste en las cifras alimenta las dudas.
“Manifiestamente hay cosas que han ocurrido y que no conocemos”, dijo la semana pasada el presidente francés, Emmanuel Macron, al diario Financial Times

“Creo que es absolutamente necesario llevar a cabo una revisión en profundidad de todo lo ocurrido, incluido el origen del estallido de la pandemia, concurrió Raab. 

“Deberemos plantear las preguntas más duras, sobre todo, las que se refieren a cómo surgió toda esta crisis y si no se podría haber frenado antes”, añadió.
Tanto Francia como el Reino Unido mantenían una posición cooperativa con China antes de la pandemia

Al llegar a Downing Street el pasado verano, Boris Johnson se enfrentó al dilema de proteger los intereses del Reino Unido ante el futuro incierto del Brexit o seguir la senda de conflicto con Pekín señalada por su socio y aliado, Trump. 

Quiso nadar y guardar la ropa, y siguió adelante con la decisión de permitir la participación de la firma china Huawei en el desarrollo nacional de las nuevas redes de comunicación 5G, a pesar de las advertencias de Washington y de muchos halcones del ala dura del Partido Conservador.
De momento, el Gobierno británico ha mantenido un tono diplomático y ha querido ensalzar la cooperación entre ambos países a la hora de intercambiar material sanitario o de organizar el regreso de los ciudadanos británicos que permanecían en China, pero se ha sumado a la larga lista de voces internacionales que anuncian la necesidad de replantear el papel de Pekín en el mundo.

También París busca este equilibrio entre cooperación y competición —y entre Washington y Pekín—, pero la covid-19 inclina la balanza hacia la rivalidad.
“Pekín juega a la fragmentación de la UE”, ha dicho Le Drian en una entrevista en Le Monde.

El jefe de la diplomacia francesa sostiene que “la pandemia es la continuación, por otros medios, de la lucha entre las potencias” y “también la sistematización de las relaciones de poder que se veían antes, con la exacerbación de la rivalidad chinoamericana. 

“China se siente en condiciones de decir un día ‘yo soy la potencia y el liderazgo”, constata. 

Y añade: “Nosotros deseamos que Estados Unidos cumpla con sus responsabilidades y mantenga una relación de confianza con sus aliados”.
En otras palabras: la equidistancia entre Washington y Pekín nunca ha existido, y ahora menos que nunca. 

“Hay una convergencia transatlántica bastante fuerte en la manera en cómo se percibe la China de Xi Jinping [el presidente chino]. Hay una convergencia de análisis”, resume Duchâtel.

“Los tonos y las culturas políticas son diferentes, pero hay una base común y reacciones que a veces son similares”.

Alemania: Merkel pide transparencia

Berlín se mantiene de momento firme en su política de no confrontación con China, su gran socio comercial, en plena recesión y dependiente del material médico procedente de Asia, para luchar contra la pandemia

Aun así, la canciller alemana, Angela Merkel, poco dada a acusaciones públicas, deslizó el lunes una crítica velada a la gestión de Pekín.

“Cuanto más transparente sea China en cuanto a la génesis del virus, mejor será para que el mundo entero aprenda de ello”, indicó en respuesta a una pregunta durante una conferencia de prensa sobre la covid-19.
El tono general de Berlín ha sido hasta ahora sin embargo comedido. 

“De momento no hemos visto en Alemania la retórica dura de otras capitales europeas. Alemania tiene la relación económica más estrecha con el país asiático de toda Europa y en plena recesión va a ser muy reticente a la hora de ponerla en peligro”, recuerda Noah Barkin, investigador en el German Marshall Fund. 

La pujanza China, añade, resultó fundamental a la hora de mitigar los efectos de la crisis del euro y la economía asiática con su fuerte demanda, podría jugar ahora un papel similar.
Más allá de motivaciones económicas, la diplomacia alemana está marcada tradicionalmente por la búsqueda de entendimiento con China, un país que Merkel visita cada año. 

Hasta la irrupción del coronavirus, el plato fuerte de la presidencia alemana de la UE estaba previsto que fuera la cumbre con ese país en Leipzig. 

Esa sintonía diplomática ha dado sus frutos en esta crisis. 

A principios de mes, el Süddeutsche Zeitung informó de que Merkel había mantenido una conversación con el presidente Xi Jinping para allanar el camino para la adquisición de material sanitario a Alemania en un momento de competición global desaforada.
Al mismo tiempo, Alemania prepara medidas para evitar la adquisición de empresas alemanas desde el extranjero, advierte el especialista en China Thorsten Benner, director del Global Public Policy Institute de Berlín.

Benner interpreta, que también en Alemania, más allá de las políticas oficiales, “hay un debate público, que ya fue notable con el 5G y que cuando pase la emergencia volverá a resurgir. Ahora la prioridad es reabrir la economía y se imponen las posiciones pragmáticas”

La covid-19, añade Benner, ha hecho que los políticos alemanes sean ahora muy conscientes de la necesidad de reducir la dependencia de los suministros médicos.
Prueba del debate del que habla Benner es la pelea pública que mantiene el sensacionalista Bild, el más leído de Alemania, con la Embajada china en Berlín. 

Su director, Julian Reichelt, le ha dirigido una carta a Xi Jinping, en la que le acusa de poner en peligro al mundo. 

“Usted cierra cada periódico y cada web que es crítica con su Gobierno, pero no cierra los puestos en los que venden sopa de murciélago”, dice Reichelt, en alusión a las teorías que asocian este plato con los orígenes del virus

Y sigue: “China se enriquece con las invenciones de otros […]. El mayor éxito exportador (el que nadie quiere tener, pero ha recorrido el mundo) es el coronavirus.
 

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Me atrevo a interpelar, por sentirlos muy cercanos, por más que las apariencias parecieran indicar lo contrario; insisto en lo de la cercanía, por que estamos en el mismo bote – que hace agua - , tenemos pesares, angustias y problemas comunes, recién después vienen las diferencias.

La idea es dialogar, hablar de nuestras cosas, hay textos que nos proporcionan la información básica – no única-, solo es una propuesta como para empezar. La continuidad depende de Ustedes, un eventual resultado adicional depende de todos.La idea es hablar desde un “nosotros” y sobre “nuestro futuro” desde la buena fe, los problemas exigen soluciones que requieren racionalidad, honestidad intelectual que jamás puede nacer desde la parcialidad, la mezquindad, la especulación.

Encontraran en “HASTA EL PELO MÁS DELGADO ...”, textos y opiniones sobre una temática variada y sin un orden temporal, es así no por desorganizado, sino por intención – a Ustedes corresponde juzgar el resultado -.Como no he vivido en una capsula, ya peino canas, tengo opiniones y simpatías, pero de ninguna manera significa dogmatismo, parcialidad cerrada.Soy radical (neto sin adiciones de letras ninguna), pero no se preocupen no es contagiosos … creo, solo una opción en el universo de las ideas argentinas. Las referencias al radicalismo están debidamente identificadas, depende de Ustedes si deciden “pizpear” o no.

El acá y ahora, el nosotros y el futuro constituyen la responsabilidad de todos.Hace más de cuatro décadas, en mi lejana secundaria, de una pasadita que nos dieron por Lógica, recuerdo el Principio de Identidad, era más o menos así: “Si 'A' no es 'A', no es 'A' ni es nada”, por esos años me pareció una reverenda huevada, hoy lo tomo con mucho más respeto y consideración. Variaciones de los mismo: no existe un ligero embarazo; no se puede ser buena gente los días pares.

Llegando al Bicentenario – y aunque se me tildé de negativo- siento que como pueblo, desde 1810, hemos estado paveando … a vos ¿qué te parece?. En algún momento perdimos el rumbo y ahí andamos “como pan que no se vende. Cuentan que don Ángel Vicente Peñaloza decía: “Como ei de andar, en Chile y di a pie, cuando hay de que no hay cunque, cuando hay cunque no hay deque”.

De tanto mirarnos el, ombligo y su pelusa, tenemos un cerebro paralitico, cubierto de telarañas y en estado de grave inanición. Padecemos una trágica concurrencia de factores que nos impiden advertir – debidamente -, este, nuestro triste presente y lo que es peor aún, nos va dejando sin futuro.

A los malos, los maulas, los sotretas, los villanos, los mala leche, los h'jo puta, los podemos enfrentar pero … ¿qué hacemos con los indiferentes, con los que solo se meten en sus cosas, y no advierten que el nosotros y el futuro por más que sean plurales son cosas personalisimas? Y luego dicen que quieren a sus hijos y su familia; ¡JA!, ¡doble JA!, ¡triple JA! (il lupo fero).

¡¡EL REY ESTÁ EN PELOTAS!!, dijo el niño de la calle, hijo de padre desconocido y madre ausente, ese niño es mi héroe favorito.

¿QUÉ ES PEOR LA IGNORANCIA O LA INDIFERENCIA?

¡¡NO LO SÉ Y NO ME IMPORTA!!

El impertinente, el preguntón es nuestra esperanza, nuestro “Chapulin Colorado”.

Mis querido “Chichipios” - diría don Tato- no olviden que además de ver el vaso medio vació o medio lleno, hay que saber que contiene – sino que le pregunten a Socrates - ¡Bienvenidos! Adelante. Julio


Mendoza, 11 de noviembre de 2009.