17 feb 2020

EL GOBIERNO Y LA ECONOMIA QUIEN CALLA OTORGA











EL GOBIERNO Y LA ECONOMIA
QUIEN CALLA OTORGA








Domingo, 16 de febrero de 2020

Sin margen para el silencio 

El oficialismo sostiene que no puede armarse un programa económico sin saber cómo se reestructuran los vencimientos de la deuda externa.


Sin margen para el silencio - Por Edgardo R. Moreno



Por Edgardo R. Moreno - De Nuestra Corresponsalía en Buenos Aires


El gobierno de Alberto Fernández prometió tener cerrada la renegociación de la deuda argentina antes de abril. 

Tras el paso del ministro Martín Guzmán por el Congreso Nacional, todo parece indicar que lo hará sin mostrar un plan fiscal y sin un programa de política monetaria. 

Sin Presupuesto, ni programa contra la inflación, todas las definiciones se reducen a la cesión de facultades en el Ejecutivo que implicó la nueva ley de emergencia.

Al cerrado silencio sobre el plan económico, la Casa Rosada lo justifica con dos argumentos.

El primero es como la cíclica historia del huevo y la gallina. 

El oficialismo sostiene que no puede armar un programa sin saber cómo se reestructuran los vencimientos de deuda. 

Los acreedores razonan lo opuesto: no puede renegociarse la deuda sin evaluar la capacidad de pago a futuro. 

Algo que es imposible si el equipo económico no revela qué piensa hacer con la economía argentina, más allá de las declamaciones ideológicas y del congelamiento por un tiempo de las variables más sensibles.

El segundo argumento es de naturaleza política.

El oficialismo dice que su silencio sobre el plan económico obedece a una estrategia de fortalecimiento de su posición negociadora.

Explica que ocultar el plan es una condición indispensable frente a acreedores institucionales y privados dueños de una enorme capacidad de presión. 

El razonamiento contrario fue expuesto por la oposición en el Congreso: si el país no conoce su plan ¿adónde piensa obtener su fortaleza el Gobierno?

Mientras el oficialismo confía en esos dos argumentos para silenciar su programa económico, el vacío comienza a llenarse con definiciones parciales, declaraciones contradictorias y la lectura provisoria de las cosas concretas que hace, mientras tanto, el Gobierno con la deuda y los mercados.

Guzmán dejó algunas de esas definiciones raídas en el Parlamento. 

Deslizó a media voz que una reducción de cuatro décimas de déficit primario que heredó del gobierno anterior es un objetivo a cumplir.

Pero recién en 2023. 

Según Guzmán, tanta modestia en las metas se justifica en el reperfilamiento obligatorio de las obligaciones externas e internas, pero más en la convicción ideológica de que la austeridad fiscal es recesiva por naturaleza.

Tanta tibieza con el gasto público -leyeron los mercados- es el auténtico plan

Uno más bien cándido, que admite con realismo la centralidad de la deuda, pero sólo está dispuesto a ejecutar la primacía de la política: ganar las próximas dos elecciones con los recursos derivados de la reestructuración de vencimientos y dejar para un próximo gobierno cualquier ajuste adicional de las cuentas del Estado.

También con voz mesurada, la oposición replicó a Guzmán que el reperfilamiento -tan hostigado durante el discurso de campaña- parece haberse transformado ahora en el dogma central del equipo económico. 

Y que si la austeridad fiscal es recesiva, ¿de qué otro modo puede calificarse el ajuste que implicó el impuestazo del paquete de emergencia nacional y el archivo del consenso fiscal con las provincias?

El silencio sobre el plan es también un vacío que tiende a completarse con declaraciones contradictorias. 

Ante la brusca aceleración del conflicto interno, el Presidente terminó cediendo a la presión que imprimió Cristina Fernández a la discusión de la deuda y validó su razonamiento en contra del Fondo Monetario.

Como en los tiempos de Néstor Kirchner, los funcionarios de Alberto Fernández recomiendan atender a los hechos antes que a las palabras. 

El consejo tiene sus límites. 

Los exploró con disgusto el equipo económico en los sucesivos intentos frustrados para reprogramar vencimientos de bonos en pesos.

Los hechos del mercado también hablan a su modo sobre las incertidumbres y vacíos del programa económico.

La oposición prefirió bajar el tono para dejar en evidencia el doble comando en cortocircuito y las dificultades inaugurales del oficialismo.

La estrategia del silencio le fue redituable a Mauricio Macri. 

Tanto que su infortunada reaparición en La Angostura puso de relieve el valor de estar callado.

Pero así como ya crujen los límites del silencio sobre el plan económico para el oficialismo, también se agotan para el discurso opositor. 

El relato de la deuda heredada es vulnerable sólo cuando incorpora el dato de sus causas.

Cuando la oposición señala con claridad los cáusticos efectos del déficit fiscal.

Los partidos de la coalición opositora procesaron en segundo plano la renovación de sus autoridades. 

Esta semana inaugurarán su mesa de conducción con los nuevos referentes partidarios y parlamentarios. Estará Macri.

También asomarán las (SIC) arbitrajes pendientes de resolución en una estructura obligada por la derrota y la crisis económica a asordinar sus disputas.

Entre esos laudos indefinidos está el que enfrenta a la UCR con el PRO para la conducción de la Auditoría General de la Nación. 

Uno de los pocos organismos de control a salvo de la avanzada cristinista

Los radicales insistirán con Jesús Rodríguez en una posición que ambicionaba Miguel Pichetto.

Serán disputas menores al lado de un interrogante central: tras el desgaste de la reelección frustrada, la voluntad de Mauricio Macri ¿está más cercana al retiro que al liderazgo?

Fuente
“LOS ANDES”, 16.02.2020


No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡BIENVENIDOS, GRACIAS POR ARRIMARSE!

Me atrevo a interpelar, por sentirlos muy cercanos, por más que las apariencias parecieran indicar lo contrario; insisto en lo de la cercanía, por que estamos en el mismo bote – que hace agua - , tenemos pesares, angustias y problemas comunes, recién después vienen las diferencias.

La idea es dialogar, hablar de nuestras cosas, hay textos que nos proporcionan la información básica – no única-, solo es una propuesta como para empezar. La continuidad depende de Ustedes, un eventual resultado adicional depende de todos.La idea es hablar desde un “nosotros” y sobre “nuestro futuro” desde la buena fe, los problemas exigen soluciones que requieren racionalidad, honestidad intelectual que jamás puede nacer desde la parcialidad, la mezquindad, la especulación.

Encontraran en “HASTA EL PELO MÁS DELGADO ...”, textos y opiniones sobre una temática variada y sin un orden temporal, es así no por desorganizado, sino por intención – a Ustedes corresponde juzgar el resultado -.Como no he vivido en una capsula, ya peino canas, tengo opiniones y simpatías, pero de ninguna manera significa dogmatismo, parcialidad cerrada.Soy radical (neto sin adiciones de letras ninguna), pero no se preocupen no es contagiosos … creo, solo una opción en el universo de las ideas argentinas. Las referencias al radicalismo están debidamente identificadas, depende de Ustedes si deciden “pizpear” o no.

El acá y ahora, el nosotros y el futuro constituyen la responsabilidad de todos.Hace más de cuatro décadas, en mi lejana secundaria, de una pasadita que nos dieron por Lógica, recuerdo el Principio de Identidad, era más o menos así: “Si 'A' no es 'A', no es 'A' ni es nada”, por esos años me pareció una reverenda huevada, hoy lo tomo con mucho más respeto y consideración. Variaciones de los mismo: no existe un ligero embarazo; no se puede ser buena gente los días pares.

Llegando al Bicentenario – y aunque se me tildé de negativo- siento que como pueblo, desde 1810, hemos estado paveando … a vos ¿qué te parece?. En algún momento perdimos el rumbo y ahí andamos “como pan que no se vende. Cuentan que don Ángel Vicente Peñaloza decía: “Como ei de andar, en Chile y di a pie, cuando hay de que no hay cunque, cuando hay cunque no hay deque”.

De tanto mirarnos el, ombligo y su pelusa, tenemos un cerebro paralitico, cubierto de telarañas y en estado de grave inanición. Padecemos una trágica concurrencia de factores que nos impiden advertir – debidamente -, este, nuestro triste presente y lo que es peor aún, nos va dejando sin futuro.

A los malos, los maulas, los sotretas, los villanos, los mala leche, los h'jo puta, los podemos enfrentar pero … ¿qué hacemos con los indiferentes, con los que solo se meten en sus cosas, y no advierten que el nosotros y el futuro por más que sean plurales son cosas personalisimas? Y luego dicen que quieren a sus hijos y su familia; ¡JA!, ¡doble JA!, ¡triple JA! (il lupo fero).

¡¡EL REY ESTÁ EN PELOTAS!!, dijo el niño de la calle, hijo de padre desconocido y madre ausente, ese niño es mi héroe favorito.

¿QUÉ ES PEOR LA IGNORANCIA O LA INDIFERENCIA?

¡¡NO LO SÉ Y NO ME IMPORTA!!

El impertinente, el preguntón es nuestra esperanza, nuestro “Chapulin Colorado”.

Mis querido “Chichipios” - diría don Tato- no olviden que además de ver el vaso medio vació o medio lleno, hay que saber que contiene – sino que le pregunten a Socrates - ¡Bienvenidos! Adelante. Julio


Mendoza, 11 de noviembre de 2009.