3 sept 2024

EN DEMOCRACIA… SE PUEDE DISENTIR

 

 

 

 

EN DEMOCRACIA

SE PUEDE DISENTIR

                                  (SIN SER UN “ENSOBRADO”)

 

 

 

25 agosto, 2024

 

A nuestro ‘Moisés’ le está fallando la brújula

 

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 Por Sergio Marcelo Mammarelli*

*Abogado laboralista,exporfesor de Derecho del Trabajo y Seguridad Social de la UNSJB, autor de varios libros y publicaciones, ex Ministro Coordinador de la Provincia del Chubut.
 
Al igual que en el “éxodo”, Milei se autoproclamó como Moisés, el guía del pueblo argentino en la salida de la oscura crisis, y la liberación de la sociedad en nuestra marcha por el desierto del ajuste para llegar al crecimiento económico sostenido de la patria prometida. 
 
Para eso, aceptamos una alianza a partir de algunas premisas muy parecidas a las tablas del monte Sinaí que nadie puede discutir, como que la inflación es un exclusivo fenómeno monetario, o que la libertad y el mercado son las únicas herramientas para alcanzar nuestro bienestar, etc. 
 
Será por todo eso que resulta inadmisible oponerse, discrepar o simplemente tener una idea distinta del nuevo dogma
 
Puede ser una imagen de una persona y texto

Si hay algo que estamos aprendiendo con sangre, sudor y lágrimas es que “el equilibrio fiscal es fundamental para lograr la estabilización macroeconómica” y ese equilibrio permitirá que las fuerzas del cielo, léase del mercado nos derramará crecimiento económico sin parar y niveles de ingresos de todos nosotros como en cualquier país desarrollado del mundo. 

 

Dicho de otro modo, el equilibrio se ha convertido en bíblico y aquel que lo cuestione supondrá estar al borde de las garras de la Santa Inquisición.

 

Supongamos por algunos instantes, que la meta bíblica de Milei es verdad absoluta

 

Aun así, debería -como buen religioso- arribar al objetivo con “misericordia”, es decir, debe lograrse al menor costo social posible, y debe ser sostenible en el tiempo para no volver a caer en el ‘pecado’

 

Sin embargo, Milei se ha convertido en un Tomás de Torquemada (presbítero dominico y primer inquisidor del Siglo XV en España), y pareciera que goza en forma incansable con el sufrimiento de todos. 

 

Frases como “el mayor ajuste de la historia de la humanidad”, confirman estas sospechas.

 

En la práctica, ese sufrimiento no ha sido otro que “motosierra” y “licuadora”, además de subas de impuestos. 

 

Para decirlo en términos científicos: “hubo una maxi devaluación licuadora que no tuvo consideración sobre los costos sociales y ni de sus efectos sobre el nivel de actividad, el nivel de los ingresos de la población, y que solo provocó escasa confianza de los inversores”.

 

De este modo, nos atrevemos a sentenciar, junto a muchos prestigiosos economistas, que en definitiva Milei no provocó, sino que “utilizó la recesión como instrumento de política económica”

 

Esta conclusión es macabra y más propia de Satán que de Dios.

 

Hoy por hoy, esa diabólica utilización de la recesión, además de ser cuestionada por muchos, comenzó a mostrar las inconsistencias de las medidas de política económica que están siendo atacadas por falta de credibilidad como lo demuestra el riesgo país junto a una desinflación a la que le presagian cierta estabilidad en torno al 3 o 4%, frente a todos nuestros vecinos con esos índices, pero anuales.

 

Sin querer repetir análisis anteriores, lo cierto es que nuestro Moisés, desde diciembre hasta esta parte, ha perdido alianzas políticas, destacados compañeros de ruta que lo abandonaron y nuestra sociedad, que sigue acompañando ciega a nuestro profeta, comienza a ver una cierta “inconsistencia temporal”, junto a la aparición de ciertos vicios extravagantes impropios de un verdadero profeta, desde su predilección por vedetes, insultos y agravios, intransigencia negociadora, etc.

 

Lo peor de todo es que por primera vez, nuestra sociedad, que hasta ahora siguió ciegamente a nuestro líder espiritual en este camino a la estabilidad y crecimiento económico prometido, comienza a tener un temor a otra amenaza del demonio: la pobreza

 

Efectivamente, la pobreza se está alzando como castigo divino en este proceso. 

 

Una especie similar a la X plaga de Egipto, que da muerte de todos los primogénitos que no marquen sus puertas con la sangre de un cordero. 

 

Efectivamente, la pobreza amenaza con entrar en todas las casas por igual, en particular en aquellas de la clase media, aquella que supo ser un modelo de esfuerzo y ahorro en la Argentina hace más de 100 años. 

 

Aquella clase que precisamente nació para superar la plaga de la pobreza, ahora está infestada por doquier.

 

Esta plaga se une a la desinflación para congelar la posibilidad de curarse: Quién hoy es pobre, lo será por muchísimo tiempo quedando como único gran objetivo la modesta lucha “para no perder y llegar a fin de mes” o “poder llenar la heladera”, como Guillermo Oliveto lo explicó en una artículo excelente publicado esta semana: El descenso es elocuente, contundente, lacerante. 

 

Económico, sí, pero sobre todo simbólico. 

 

Se trata de millones de ciudadanos que técnicamente integran esos sectores medios, pero que ya no se sienten como tales. 

 

Se autoperciben en algunos casos como “clase trabajadora” o “remadora” y en otros directamente como parte de una pobreza intermitente”, con excepción de “ciertos grupos de la clase media alta y de la alta –que se autodefine como clase media– un corpus de ambiciones más tradicionales. Ellos continúan portando orgullosamente su identidad histórica”.

 

¿Cuánto tiempo y deterioro puede seguir tolerando la sociedad en este tránsito por el desierto de la recesión? 

 

¿Dónde estará el límite al dolor, que hoy no solo es económico, sino que ahora, como dice Oliveto, es multidimensional metiéndose en cada casa en todas las relaciones inter familiares, como la salud, la educación, la alimentación, el esparcimiento, etc.?

 

Las encuestas ya nos están diciendo que la mitad del pueblo de este nuevo Moisés, no está de acuerdo con el camino y el sufrimiento que padecemos en este desierto. 

 

El peligro ahora es precisamente el otro 50% de argentinos, si no logran encontrarle una respuesta a todo este sufrimiento y pierden la esperanza en el horizonte.

 

Con este panorama, comienzan a asomar las dudas de muchos que optamos por seguir a Moisés, no por convicción sino por descarte, dado que no queríamos más el yugo de la esclavitud egipcia. 

 

Sin embargo, la pregunta que comenzamos a hacernos todos es la siguiente: ¿fue necesaria tanta crueldad con las clases más humildes? 

 

¿Fue necesario llevar a nuestros jubilados a niveles de pobreza pocas veces vista? 

 

¿Fue necesario acudir a la recesión como método y jactarse de ello en cualquier foro internacional y nacional? 

 

Nadie sabe cuánto camino falta por recorrer y todos comenzamos a dudar. 


Seran (sic) ciertas las leyes del Monte Sinaí? 

 

¿Por qué somos sometidos a tanta crueldad y recesión? 

 

Para peor, ahora nos avisan que la tan promocionada desinflación, no bajará mucho más y obliga a los que fueron contagiados con la peste de la pobreza a no poder curarse de ella, debido a que nadie sabe dónde y cuándo aparecerá la vacuna.

 

Como tantos argentinos, muchos votamos a Milei por descarte

 

Ninguno queria (sic) el yugo del Kirchnerismo

 

Sin embargo, muchos tampoco confiábamos en Milei y solo lo votamos por descarte en la segunda vuelta

 

Hoy, pasados 8 meses de transitar por el desierto de la recesión, no solo no volvería a votarlo por convicción, sino que comienzo a dudar si vale la pena elegirlo, aunque como la única opción posible.

 

fuente

"CHUBUTLINE", 25.08.2024

 

 

Sepultar la inflación sin dólares y el puente hacia la tierra prometida de Milei

 

https://statics.eleconomista.com.ar/2024/08/crop/66d1095eb485d__950x512.webp

Hace falta un puente hacia esa "tierra prometida" que podría llegar a ser la Argentina. El gran tema es cómo llegar. "El Economista", 30.08.2024

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¡BIENVENIDOS, GRACIAS POR ARRIMARSE!

Me atrevo a interpelar, por sentirlos muy cercanos, por más que las apariencias parecieran indicar lo contrario; insisto en lo de la cercanía, por que estamos en el mismo bote – que hace agua - , tenemos pesares, angustias y problemas comunes, recién después vienen las diferencias.

La idea es dialogar, hablar de nuestras cosas, hay textos que nos proporcionan la información básica – no única-, solo es una propuesta como para empezar. La continuidad depende de Ustedes, un eventual resultado adicional depende de todos.La idea es hablar desde un “nosotros” y sobre “nuestro futuro” desde la buena fe, los problemas exigen soluciones que requieren racionalidad, honestidad intelectual que jamás puede nacer desde la parcialidad, la mezquindad, la especulación.

Encontraran en “HASTA EL PELO MÁS DELGADO ...”, textos y opiniones sobre una temática variada y sin un orden temporal, es así no por desorganizado, sino por intención – a Ustedes corresponde juzgar el resultado -.Como no he vivido en una capsula, ya peino canas, tengo opiniones y simpatías, pero de ninguna manera significa dogmatismo, parcialidad cerrada.Soy radical (neto sin adiciones de letras ninguna), pero no se preocupen no es contagiosos … creo, solo una opción en el universo de las ideas argentinas. Las referencias al radicalismo están debidamente identificadas, depende de Ustedes si deciden “pizpear” o no.

El acá y ahora, el nosotros y el futuro constituyen la responsabilidad de todos.Hace más de cuatro décadas, en mi lejana secundaria, de una pasadita que nos dieron por Lógica, recuerdo el Principio de Identidad, era más o menos así: “Si 'A' no es 'A', no es 'A' ni es nada”, por esos años me pareció una reverenda huevada, hoy lo tomo con mucho más respeto y consideración. Variaciones de los mismo: no existe un ligero embarazo; no se puede ser buena gente los días pares.

Llegando al Bicentenario – y aunque se me tildé de negativo- siento que como pueblo, desde 1810, hemos estado paveando … a vos ¿qué te parece?. En algún momento perdimos el rumbo y ahí andamos “como pan que no se vende. Cuentan que don Ángel Vicente Peñaloza decía: “Como ei de andar, en Chile y di a pie, cuando hay de que no hay cunque, cuando hay cunque no hay deque”.

De tanto mirarnos el, ombligo y su pelusa, tenemos un cerebro paralitico, cubierto de telarañas y en estado de grave inanición. Padecemos una trágica concurrencia de factores que nos impiden advertir – debidamente -, este, nuestro triste presente y lo que es peor aún, nos va dejando sin futuro.

A los malos, los maulas, los sotretas, los villanos, los mala leche, los h'jo puta, los podemos enfrentar pero … ¿qué hacemos con los indiferentes, con los que solo se meten en sus cosas, y no advierten que el nosotros y el futuro por más que sean plurales son cosas personalisimas? Y luego dicen que quieren a sus hijos y su familia; ¡JA!, ¡doble JA!, ¡triple JA! (il lupo fero).

¡¡EL REY ESTÁ EN PELOTAS!!, dijo el niño de la calle, hijo de padre desconocido y madre ausente, ese niño es mi héroe favorito.

¿QUÉ ES PEOR LA IGNORANCIA O LA INDIFERENCIA?

¡¡NO LO SÉ Y NO ME IMPORTA!!

El impertinente, el preguntón es nuestra esperanza, nuestro “Chapulin Colorado”.

Mis querido “Chichipios” - diría don Tato- no olviden que además de ver el vaso medio vació o medio lleno, hay que saber que contiene – sino que le pregunten a Socrates - ¡Bienvenidos! Adelante. Julio


Mendoza, 11 de noviembre de 2009.