17 nov 2020

1918… PANDEMIA

 

 

 

 

1918… PANDEMIA

 

 

Alicante, 1918: la lucha contra otra pandemia que también estigmatizó a las zonas pobres

En plena segunda ola de la gripe española, el alcalde ordenó desalojar y derribar las zonas más precarias, medida que contribuyó a diseminar el virus

El barrio alicantino de Las Provincias, en 1910. El barrio alicantino de Las Provincias, en 1910.Colección Frías / Archivo Municipal de Alicante

 

Alicante - 16 nov 2020

 

Octubre de 1918. 

La segunda oleada de la llamada gripe española ―la gran pandemia del siglo XX, que mató a más de 50 millones de personas en todo el mundo― toca techo. 

Los servicios municipales de ciudades en toda España están desbordados. 

La del Mediterráneo es una de las zonas más afectadas. 

En Alicante, el alcalde, Antonio Bono Luque, se ve obligado a convocar un pleno extraordinario el día 14 para solicitar ayuda al gobernador civil, José María Caballero. 

La intención del primer edil es exponer su plan para combatir la enfermedad. 

Necesita dinero para adquirir material sanitario.

Ya ha acordado construir un nuevo cementerio.

Pero, además, propone derribar y desalojar parte de los tres barrios más pobres de la ciudad, una medida que contribuiría a diseminar más el virus.

Según consta en el acta de la sesión, que se conserva en el Archivo Municipal de Alicante, Bono informa de que “donde más defunciones han ocurrido y ocurren es en aquellos puntos de la ciudad donde menos se practica higiene”

El foco está “allí donde las viviendas carecen de las circunstancias elementales de habitabilidad, en esas casuchas que Alicante tiene en las estribaciones del Castillo de Santa Bárbara, en las cuales las gentes viven en un hacinamiento y una miseria capaces por sí solos de causar a la salud pública los grandes estragos que lamentamos”

Se trata del barrio de Las Provincias, un grupo de casas precarias situado en la ladera del monte Benacantil, núcleo de la ciudad a principios del siglo XX.

El primer edil alicantino propone intervenir en estas zonas. 

Pretende “proceder al saneamiento de todo el barrio llamado de Las Provincias y de la parte alta de las barriadas del Carmen y del Arrabal Roig, donde se hallan los principales focos de enfermedad gripal”.

También planea “habilitar locales [pabellones y dockers, término inglés que hace referencia a los estibadores, probablemente donde se les alojaba] para todos aquellos que siendo hijos de esta población se quedaren sin vivienda como consecuencia de estas medidas”

Actualmente, Las Provincias ha desaparecido incluso de la memoria de los alicantinos. 

Los otros dos barrios siguen en pie.

Casas del barrio alicantino de Las Provincias, en los años 40. Casas del barrio alicantino de Las Provincias, en los años 40. Sánchez / Archivo Municipal de Alicante

“Acusar a las personas más vulnerables, a los más afectados, de ser el foco de la epidemia fue habitual” durante la epidemia de gripe española en 1918, asegura María Isabel Porras, catedrática de Historia de la Ciencia de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM).

“Las epidemias nunca afectan a todos por igual”, continúa, “el impacto siempre es mayor entre la gente con pocos recursos, mal alimentados y que viven hacinados en espacios pequeños”

Algo similar, opina, a lo que ha sucedido durante la actual pandemia de covid-19, “con el cierre de algunos barrios de Madrid”.

La especialista de la UCLM ratifica, a partir de un trabajo publicado por los profesores Josep Bernabeu-Mestre y Mercedes Pascual, de la Universidad de Alicante (UA), que el plan para sanear las zonas pobres de Alicante “obligó a los habitantes a salir de ellas”

“En muchos casos los realojaron, generando dispersión entre las familias”, sostiene Porras, “y a aquellos trabajadores de localidades diferentes los enviaron a sus lugares de origen”.

El estigma social no es el único parecido entre ambas emergencias sanitarias. 

La gripe española tuvo una primera oleada en primavera y afectó, principalmente, a Madrid y las dos Castillas, según Porras. 

La segunda, en otoño, fue peor y se desplazó hacia el Mediterráneo. 

“El movimiento de la población” durante el verano fue la clave. 

“Las vacaciones de la población, los traslados de los temporeros y de los quintos que iban a cumplir el servicio militar” expandieron el virus

Los datos de mortalidad que maneja Porras señalan que Alicante fue la provincia más afectada de lo que ahora es la Comunidad Valenciana, con 581 muertes por cada 100.000 habitantes durante el pico de octubre. 

Castellón registró 495 y Valencia, 335

En Almería se llegó a las 988, pero los peores datos fueron para Zamora, con 1.013 bajas por gripe por cada 100.000 habitantes

Según las cifras oficiales en toda España, en 1918, la epidemia mató a 147.114 personas, en 1919 a 21.245 y en 1920 a 17.825, en un país de poco más de 20 millones de habitantes.

En la misma sesión de 1918, el alcalde de Alicante también pide recursos para la compra de material sanitario y de higienización. 

Según el acta, Bono solicita dinero para “completar el material de desinfección de que se dispone, a cuyo efecto esta Alcaldía ha adquirido cuatro estufas portátiles y una modernísima estufa marca Metzger con todos sus accesorios”.

También debe el Ayuntamiento “adquirir un importante stok [sic] de material desinfectante para ser utilizado por las brigadas sanitarias y a la vez para ponerlo a disposición de los particulares a precio de coste”, así como “comprar dos carros sanitarios para el transporte de ropas y útiles y para el traslado de los enfermos”.

“Han pasado más de 100 años y las medidas para combatir una epidemia siguen siendo las mismas”, subraya Porras. 

Se trata de los métodos de profilaxis más generales, “como el aislamiento, el confinamiento o la higiene”, detalla, “y las de higiene pública, como la limpieza de calles”

No está acreditado que en España se usaran mascarillas, manifiesta, una práctica habitual en Francia, por ejemplo. 

“También entonces anduvieron como locos en busca de una vacuna, aunque sin éxito”, relata la experta.

Y en el ámbito socioeconómico, “el paralelismo” entre las pandemias de gripe y covid “es muy grande”

“La sensación es que siempre topamos con lo mismo, la dicotomía entre economía y salud, asegura. 

“En 1918 los Ayuntamientos pidieron ayuda económica, créditos, y activaron los comedores sociales”, indica. 

“Ahora están siendo necesarias medidas como los ERTE y volvemos a ver las tristes colas del hambre”

No obstante, sí hay una diferencia sustancial.

“En 1918, la población activa es la que más muere”, dice, “con lo que el impacto de paralización de la actividad fue aún mayor que el del confinamiento” de la pasada primavera.

fuente

"EL PAÍS", España, 16.11.2020

 

 

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¡BIENVENIDOS, GRACIAS POR ARRIMARSE!

Me atrevo a interpelar, por sentirlos muy cercanos, por más que las apariencias parecieran indicar lo contrario; insisto en lo de la cercanía, por que estamos en el mismo bote – que hace agua - , tenemos pesares, angustias y problemas comunes, recién después vienen las diferencias.

La idea es dialogar, hablar de nuestras cosas, hay textos que nos proporcionan la información básica – no única-, solo es una propuesta como para empezar. La continuidad depende de Ustedes, un eventual resultado adicional depende de todos.La idea es hablar desde un “nosotros” y sobre “nuestro futuro” desde la buena fe, los problemas exigen soluciones que requieren racionalidad, honestidad intelectual que jamás puede nacer desde la parcialidad, la mezquindad, la especulación.

Encontraran en “HASTA EL PELO MÁS DELGADO ...”, textos y opiniones sobre una temática variada y sin un orden temporal, es así no por desorganizado, sino por intención – a Ustedes corresponde juzgar el resultado -.Como no he vivido en una capsula, ya peino canas, tengo opiniones y simpatías, pero de ninguna manera significa dogmatismo, parcialidad cerrada.Soy radical (neto sin adiciones de letras ninguna), pero no se preocupen no es contagiosos … creo, solo una opción en el universo de las ideas argentinas. Las referencias al radicalismo están debidamente identificadas, depende de Ustedes si deciden “pizpear” o no.

El acá y ahora, el nosotros y el futuro constituyen la responsabilidad de todos.Hace más de cuatro décadas, en mi lejana secundaria, de una pasadita que nos dieron por Lógica, recuerdo el Principio de Identidad, era más o menos así: “Si 'A' no es 'A', no es 'A' ni es nada”, por esos años me pareció una reverenda huevada, hoy lo tomo con mucho más respeto y consideración. Variaciones de los mismo: no existe un ligero embarazo; no se puede ser buena gente los días pares.

Llegando al Bicentenario – y aunque se me tildé de negativo- siento que como pueblo, desde 1810, hemos estado paveando … a vos ¿qué te parece?. En algún momento perdimos el rumbo y ahí andamos “como pan que no se vende. Cuentan que don Ángel Vicente Peñaloza decía: “Como ei de andar, en Chile y di a pie, cuando hay de que no hay cunque, cuando hay cunque no hay deque”.

De tanto mirarnos el, ombligo y su pelusa, tenemos un cerebro paralitico, cubierto de telarañas y en estado de grave inanición. Padecemos una trágica concurrencia de factores que nos impiden advertir – debidamente -, este, nuestro triste presente y lo que es peor aún, nos va dejando sin futuro.

A los malos, los maulas, los sotretas, los villanos, los mala leche, los h'jo puta, los podemos enfrentar pero … ¿qué hacemos con los indiferentes, con los que solo se meten en sus cosas, y no advierten que el nosotros y el futuro por más que sean plurales son cosas personalisimas? Y luego dicen que quieren a sus hijos y su familia; ¡JA!, ¡doble JA!, ¡triple JA! (il lupo fero).

¡¡EL REY ESTÁ EN PELOTAS!!, dijo el niño de la calle, hijo de padre desconocido y madre ausente, ese niño es mi héroe favorito.

¿QUÉ ES PEOR LA IGNORANCIA O LA INDIFERENCIA?

¡¡NO LO SÉ Y NO ME IMPORTA!!

El impertinente, el preguntón es nuestra esperanza, nuestro “Chapulin Colorado”.

Mis querido “Chichipios” - diría don Tato- no olviden que además de ver el vaso medio vació o medio lleno, hay que saber que contiene – sino que le pregunten a Socrates - ¡Bienvenidos! Adelante. Julio


Mendoza, 11 de noviembre de 2009.