Mariano Martínez Rojas es el nuevo arrepentido de la corrupción kirchnerista.
Sus revelaciones dejaron muchas pistas para investigar a fondo la asociación criminal destinada a saquear el estado que lideró Cristina Elisabet.
Una de las informaciones de mayor impacto tiene que ver con el rol clave que jugó en el lavado de 2.000 millones de dólares la mujer de Guillermo Moreno.
La escribana Marta Amelia Cascales siempre tuvo un perfil bajo pero Martínez Rojas confirmó que ella era la armadora de todas las empresas fantasmas y la gran recaudadora.
Cascales tiene un prontuario que certifica su íntima relación con Cristina Kirchner, con Julio de Vido y, lamentablemente, con el Papa Francisco.
La estafa millonaria se concretó con maniobras vinculadas a importaciones y dólares pagados al precio oficial de 6 pesos cuando el valor del blue era de 12.
Cada uno de los miles de contenedores que entraba contrabando les daba una ganancia ilegal, solo con la divisa norteamericana, del 100 por ciento.
La compañera de Guillermo Moreno, quien era junto con los jueces corruptos los que autorizaban esas operaciones, fue la que diseñó sociedades truchas presididas en general, por jubilados o indigentes.
Marta Cascales es la escribana del lavado de dinero.
Tuvo pocos momentos de gloria mediática.
Primero cuando se comprobó que hizo la misma estafa al inscribir la empresa Meldorek, la que utilizó Sergio Schocklender y sus cómplices de las Madres de Plaza de Mayo para desviar fortunas que fueron a parar a sus bolsillos pese a que estaban destinadas a la construcción de viviendas populares.
Otros 15 minutos de fama los adquirió cuando le pegó un puñetazo a una señora en un restaurant vasco a donde estaban cenando con su concubino, Guillermo Moreno.
Gente vinculada al campo, en pleno ataque a los productores agropecuarios, los criticó y Marta defendió a su hombre con la violencia de un golpe a la cara.
Pero hoy sabemos que Marta Cascales es más importante de lo que muchos pensaban en la estructura delictiva de la corrupción K.
En sociedad con Alessandra Minnicelli, la esposa de Julio de Vido asesoró a Claudio Uberti, en la conformación de los fondos fiduciarios truchos que se hicieron con Venezuela para canalizar el dinero negro del chavismo.
¿Se acuerda de Uberti? Vino en el avión con Antonini Wilson y la valija de 800 mil dólares para la campaña de Cristina.
Apenas salió del aeropuerto fue a Olivos a rendirle cuentas a Néstor Kirchner de lo que había pasado.
Fue tan burdo su trabajo que Néstor lo expulsó de su entorno y nunca más se supo de sus actividades.
Pero todo el soporte administrativo de lo que se conoció como la embajada paralela de Venezuela, un coto de caza de dólares de Julio de Vido, fue dibujado por su esposa y por Martita Cascales, su socia y pareja de Guillermo Moreno.
Cascales tuvo varias reuniones con la gente de la empresa petrolera estatal venezolana para ajustar los detalles.
Alessandra y Martita, juntas fueron dinamita.
Fundaron Fonres, SA, una consultora precisamente para generar fondos fiduciarios y de inversión.
Y recibieron fondos directa o indirectamente de ambos maridos.
Le doy un par de casos. Oruga y Tostaki fueron las productoras cinematográficas debutantes que accedieron a un crédito del INCAA para filmar un panfleto llamado “El Pacto” que fue un instrumento para atacar a los dueños de Papel Prensa con todas las falsedades que utilizó el kirchnerismo.
La miniserie se emitió en 2011 y fue protagonizada por varios actores K como Cecilia Roth, Federico Luppi, Cristina Banegas y Luis Ziembrowski.
Fue un fracaso total y Mike Amigorena huyó despavorido después de un par de capítulos.
También hicieron algunos programas de televisión sobre comidas y recibían auspicios de empresas proveedoras del estado en el área de Julio de Vido y alimenticias cuyos precios debía controlar Moreno como secretario de Comercio.
El arrepentido Martínez Rojas dice que nunca tuvo “el disgusto” de conocer a Cristina pero le consta que la arquitecta egipcia estaba al tanto de todas las maniobras delictivas.
¿Escuchó bien? Dice que Cristina sabía todos los detalles de este verdadero robo a mano armada.
También participaron de estos negociados para enriquecerse ilícitamente el Mono Minnicelli, cuñado de De Vido y flamante preso que estuvo prófugo casi diez meses.
Ahí hay una conexión con la mafia de los contrabandistas de la Aduana.
Porque aparece liderando algunas operaciones Sug Ku Hwang, conocido como Míster Korea y ladrones al servicio de Gildo Insfrán, el señor feudal de Formosa o de Daniel Scioli como el titular de la lotería de la provincia, Luis Peluso.
Todo esto lo dice frente a cámara Mariano Martínez Rojas que le compró a Sergio Szpolski dos medios de comunicación de inmensa pauta publicitaria y minúscula audiencia: Tiempo Argentino y Radio América.
A propósito de Szpolski, lo filmaron esquiando en San Martin de los Andes disfrutando de la vida y del dinero que vació de esos medios.
Dos cosas de Szpolski: dejó a muchos periodistas colgados del pincel y no les pagó un peso y la justicia todavía no lo convocó ni a tomar un café.
¿Quién y porque protege a Szpolski, el que más pauta publicitaria oficial recibió de Cristina?
Pero volvamos a nuestra nueva estrella: Marta Cascales. Fue directora de Enarsa y de Arsat, empresas que estaban bajo la órbita de Julio de Vido.
Se convirtió en una experta en sociedades off shore y fuga de divisas.
Y su novio se llena la boca hablando de la oligarquía.
También fue la escribana de la operación Ciccone cuando Néstor Kirchner primero y Amado Boudou después, intentaron apropiarse de la fábrica de billetes.
Autoritaria y gritona, fue la encargada de llevar a Hebe de Bonafini al Vaticano para la entrevista con el Papa Francisco.
Cascales es una antigua amiga de Jorge Bergoglio.
Algunos dicen que compartieron la militancia en Guardia de Hierro allá por los 70.
Pero una agrupación llamada “Católicos en Alerta” denunció que desde 2005, Marta administra parte de los fondos que recibe la iglesia católica.
De confirmarse esto sería un verdadero peligro y un escándalo mayúsculo, como para poner el grito en el cielo.
Otro punto saliente de los dichos del arrepentido a Nico Wiñazki es la participación central que tuvo Ricardo Echegaray en esta mega estafa de lavado.
Hasta ahora, el que fuera jefe de la AFIP venía zafando con su perfil bajo.
Pero está claro que en el caso Ciccone que va a juicio oral el 3 de octubre y en este, son muchas las explicaciones que va a tener que dar para no ir preso.
De todos modos lo más grave, lo que supera todas los peligros es la respuesta que Martínez Rojas dio frente a la pregunta de porque no regresaba a la Argentina.
Dijo que tiene una valija con 72 kilogramos de documentación probatoria que le protege la vida y que no vuelve porque tiene miedo que lo asesinen.
El juez que pidió su captura nacional e internacional ya dispuso que su familia tenga custodia.
Pero esto es lo que hace correr frío por la espalda de la Republica.
Si vuelvo me matan, confiesa. Y asegura que trabajó para esta banda criminal K y por eso, sabe cómo operan.
Un arrepentido estafador kirchnerista tiene miedo de morir asesinado. Y está todo dicho.
Tal vez Marta Cascales, la escribana del lavado y la corrupción pueda dar fe de esto.
- Elecciones Paso 2017: 7º entre 24 candidatos, porcentaje 2,80% -
fuente
"Radio Mitre", 29.08.2017
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