Llevar a un anciano a las sedes del Hospital Privado es asomarse a un mundo de mugre y miseria. Qué dice el PAMI.Llevar a un anciano a las sedes del Hospital Privado es asomarse a un mundo de mugre y miseria. Qué dice el PAMI.
Viernes, 21 horas. La entrada al Hospital Privado tiene un cartel que señala que la puerta no funciona y que hay que cerrarla.
Adentro, invade el cerebro un asqueroso aliento caluroso con olor a caca. Toda la planta baja de la clínica huele a caca. A la derecha, una sala de espera llena, con unos 30 “pacientes” que esperan sentados, al costado de un mostrador que parece un banco, donde los empleados están detrás de un vidrio y a los que se les habla por micrófono.
A la izquierda, una fila de unas 15 personas, sin sentarse, un viejito apoyado en su andador, algunos jóvenes y no tanto que hacen los trámites de los padres.
Una puerta de vidrio señala que allí es la guardia, pero adentro hay un solo médico llenando papeles.
Pasando la fila de gente parada, ahí nomás de la puerta que da a la calle, empiezan las habitaciones. Hay tres, cuatro, camas por habitación, más algunas sillas para los acompañantes. En las camas hay viejos sin ropa, tapados hasta el hombro con una sábana blanca y una frazada gris que evidentemente no mitiga el frío, muchos de ellos tienen encima las camperas de los acompañantes. Al pie de la cama algún familiar en una dura silla de sala de espera. La distancia entre la cama y la silla no existe, si alguien quiere pasar, los demás deben levantarse.
Al final del pasillo está la sala de enfermeras, cerrada. Una mujer golpea porque necesita que a su pariente le cambien el suero “hace una hora que espero”, dice.
Y todo el piso huele a caca.
Una señora de la sala de espera de la derecha me cuenta que lleva ahí cinco horas esperando un análisis que determine si deben o no internar a su marido. Su marido, con andador, se levanta de la silla que automáticamente ocupa otra persona y le dice que necesita salir a tomar aire. El testimonio, en video:
La señora lo acompaña afuera. Y al rato desisten y se van.
Esta es la realidad que debe enfrentar cualquier afiliado a PAMI en los dos hospitales céntricos que los atienden. El Hospital Privado, con sede en calle Mitre y Colón y su sucursal, ubicado en la Costanera casi Beltrán, a quienes los mismos afiliados de PAMI llaman “el hospital pre muerte”.
El Hospital Privado de Mendoza ha sido denunciado numerosas veces por la mala atención y la falta de limpieza, desde 2010.
Claudia Bravo contó que llevó a su abuela la semana pasada para que le pusieran una sonda gástrica porque padece cáncer y vomitaba sangre. “Cuando llegamos había mucha gente en la guardia, hacía mucho frío y había viejitos en sillas de ruedas temblando de frío, hacía mucho que esperaban. Yo hice lío y entonces me atendieron rápido, le pusieron la sonda a mi abuela y me la querían dejar ahí sentada porque no había camas para internarla. Entonces pedí que me derivasen a otro lado pero me dijeron que todos los hospitales estaban llenos. Entonces yo hice flor de lío porque no iba a permitir que la dejaran toda la noche en una silla, así que un enfermero me consiguió una camilla y la acostaron ahí en una sala con otros enfermos. La sala no era de internación, era una sala de observación donde habían metido varias camas, incluso había un paciente con respirador”.
“Todo estaba mugriento, había manchas de sangre en el piso que nadie limpiaba, incluso donde estaba la gente esperando. A mi abuela en un momento se le tapó la sonda y cuando vino el enfermero a destaparla le tiró un chorro del mismo suero que tenía puesto mi abuela y todo eso cayó al piso y así quedó, nadie vino a limpiarlo”, relató.
“El baño estaba re mugriento y había un olor insoportable, les dije que no se podía entrar y me dijeron que a la mañana recién iban los de limpieza. En la sala de enfermeras también había pacientes y la gente iba con las chatas a tirar todo ahí en el baño que es para la gente de la sala de espera”.
Restos Patogénicos por todos lados
Claudia contó que el tacho de basura del baño que está en la entrada “estaba atestado de jeringas, envases de suero y gasas ensangrentadas, imaginate que yo tuve que llevar ahí a mi nena y se podía contagiar cualquier cosa”.
Un hombre que había llevado a su madre unos días antes hizo llegar a Mendoza Post fotos de cómo tiran gasas con sangre en un tacho de basura de una oficina donde se hacen trámites administrativos.
“No puede ser la mugre que hay acá, si traés un pariente seguro se agarran una infección peor”, gritó ofuscada una chica que por tercera vez iba a pedir que le dieran un trapo de piso. “Ya ni siquiera pido que vengan a limpiar, pido que me den a mi el trapo para limpiar el pis del piso porque al paciente que está al lado de mi papá le patearon sin querer el papagayo”, explicó.
Respecto a este tema, el director del hospital, Luis Cicchitti, señaló que “justo anoche me dijeron que había quejas con respecto a la limpieza y esta mañana fui a ver qué era lo que estaba pasando”.
Explicó que el olor es una realidad pero que tiene que ver con un problema edilicio y remarcó que “para arreglarlo hay que tirar la mitad de la planta baja y arreglar las cloacas”.
Cicchitti agregó que, si bien en estos días el hospital se ha visto desbordado, “la guardia es nuestro talón de Aquiles, he convocado una reunión urgente para que veamos el tema de la limpieza porque es justamente cuando más debemos reforzarla”.
Indicó que el servicio le limpieza es relativamente nuevo y que funciona las 24 horas, y aunque dijo no estar muy seguro, calculó que había al menos dos personas trabajando en el turno noche para los tres pisos del hospital, además de las encargadas específicamente para quirófanos y terapia.
Sin embargo, remarcó que el tema de los baños de la planta baja es un foco de problemas debido a que es constantemente utilizado por gente de la zona “que se roban hasta los flotantes de los inodoros”.
Contó que se vio la posibilidad de poner seguridad pero dijo que “no se pudo por un tema presupuestario”.
Finalmente, el médico puntualizó que siempre se están mejorando los servicios, como el nuevo Triage que se ha implementado y que permite atender a los pacientes graves al instante. “Desbordados estamos todos, falta de camas hay en todos lados y a mi a veces me piden camas de otros hospitales pero yo tengo que darle prioridad a mis afiliados de PAMI porque, además, PAMI cumple con los pagos y nosotros debemos cumplir igual”.
Afirmó que “el hospital cuenta con dos guardias generales y un terapista permanente que para las 80 consultas diarias que tenemos está perfecto”.
PAMI escucha (Y hace lo que puede)
Marcelo Álvarez es el titular de PAMI en Mendoza. No le gusta dar notas por teléfono, pero no tiene problemas en reunirse el domingo al mediodía para responder sobre esta situación.
Agregó que la obra social de los jubilados cuenta con un grupo de voluntarios hospitalarios que son los que recorren los distintos prestadores marcando los aciertos y las falencias, para que se tomen las medidas que mejoren la atención.
“Es necesario también que el paciente y, sobre todo la familia, participe, muchos de los problemas que tienen las guardias desbordadas se debe a una mala atención primaria, ya sea porque no la resolvió el médico de cabecera o porque dejaron pasar el tiempo. Es común que lleguen a la guardia ancianos con un cuadro de neumonía y cuando les preguntás desde cuándo tienen síntomas te dicen que llevan varios días, pero que no fueron antes al médico porque nadie los podía llevar”.
“La obra social a nivel nacional maneja un presupuesto anual de casi 54 millones de pesos y subsidia el 60% de los medicamentos que se venden en el país, pero no se la puede comparar con otra obra social porque todos tus afiliados tienen algún padecimiento. Sin embargo, se han sumado médicos a los que se les paga por 700 consultas mensuales cuando en otros países se calculan mil pacientes por médico. Algunos se quejan y dicen que cobran $12,50 por prestación, pero la realidad es que PAMI les paga por las 700 consultas mensualmente ya sea que las cubran a todas o no”, explicó.
Otro problema común es que los hospitales públicos no atiendan a los afiliados. “No pueden negarle la atención porque son mendocinos como cualquier otro y no es cierto que PAMI no les pague, puede tardar bastante, tal vez hasta seis meses, pero cobrarla la van a cobrar. Si los hospitales firmaran convenio con nosotros los pagos se harían en 30 días, pero aún no logramos ese objetivo”, se lamentó el titular de la obra social.
Agregó que “es necesario que el jubilado se informe bien sobre sus derechos y cómo hacerlos valer. Algunos creen que PAMI les cubre sólo cinco medicamentos y no es así, PAMI cubre todo, pero hay que hacer un trámite específico. Lo mismo pasa cuando se necesita un insumo en algún hospital, le dicen al paciente que PAMI no lo autorizó o tarda mucho y se lo hacen comprar y después PAMI no les va a reintegrar nada porque el pedido no se hizo por las vías formales. Hay un tiempo estipulado para entregar el insumo y si el proveedor no cumple se lo multa y PAMI lo consigue en otro lado, pero el pedido debe estar hecho a través del sistema informático y, a veces, no lo hacen, o lo hacen mal.
Finalmente, Álvarez enfatizó en pedir que el jubilado o la familia colabora realizando las denuncias correspondientes en PAMI Coordina (en las oficinas respectivas) y que, cuando se trata de una urgencia que no está siendo debidamente atendida se comuniquen con mendozarespuestainmediata@gmail.com
Y sí, todos sabemos que el que no llora no mama, así que, como en todo, la participación es clave. Si usted creyó que con la jubilación se iba a relajar se equivocó, ahora tiene un nuevo trabajo que es quejarse, pero quéjese donde corresponde.
fuente
"Mendoza Post", 14.07.2015
(facebook, B. Varela, 14.07.2015)
{Un aporte desde mi experiencia personal. Lo descripto por "Mendoza Post" es algo conocido (Y SUFRIDO) por los jubilados. Quien recorre el índice del blog puede encontrar los testimonios, que se van sumando, de todas las provincias argentinas. Y por haberlo vivido personalmente destaco la entrada del 05 de marzo "¡¡¡74 días para ser atendido!!! donde relato lo que me acontecio, ante un problema no tan grave como los descriptos en el artículo de "Mendoza Post" pero que requería atención. También relato sobre mis reclamos ante "Pami Escucha", mediante nota presentada en Mesa de Entrada de PAMI y finalmente las presentaciones denunciando la situación ante las Comisiones de Derechos y Garantías de las Cámara de Diputados y Senadores de la Legislatura de Mendoza. Hasta la fecha no he recibido respuesta alguna}
Ese Hospital privado de Pami en Mendoza es un desastre, ahi todos mueren, nadie se sana, despues de lo que le hacen sufrir a los viejitos, los castigan no dejan dormir y atados asi no pueden apagar las luces que dejan prendidas hasta las 2330hrs o mas, hacen ruido a las 5 de la mañana para matarlos de a poco, tipo torturas, sin sabana en esos colchone de plastico. los medicos nunca dan su nombre parece delincuentes de blanco los basuras, eso es un matadero de viejos del pami
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