30 mar 2024

100 DÍAS

 

 

 

 

100 DÍAS

 

 

 

Milei, 100 días de populismo de derecha en Argentina

 

El presidente ultra colocó a la defensiva a muchos políticos, a los que subsume dentro del colectivo “casta”

 

 Javier MileiEl presidente de Argentina en el Congreso Nacional, en Buenos Aires, el 1 de marzo.Pablo E. Piovano

 

El primer logro de Milei es, sin duda, discursivo: durante estos 100 días logró replantear los ejes de debate público. 

 

No es menor en un país donde el kirchnerismo consolidó un relato populista de izquierda y de un Estado “presente”

 

Pero Milei le planteó lo que calificó como una “batalla cultural”: ganó las elecciones prometiendo el achique del sector público y hasta logró que los argentinos incorporen el latiguillo “no hay plata” a sus vidas cotidianas.

 

Circula en las redes sociales, como logo en camisetas y lo repiten muchísimos jóvenes como mantra.

 

El segundo logro de El Loco, como lo apodan, es táctico: al frente de otro populismo, pero de derecha, colocó a la defensiva a muchos políticos, a los que subsume dentro del colectivo “casta”

 

Los obligó, como dice el refrán, a poner sus barbas en remojo. 

 

Paladines del despilfarro –siempre con fondos públicos, nunca con billetera propia–, sobran ejemplos de dirigentes de primerísima línea que ahora piensan dos y mil veces antes de volar en avión privado o contratar a una artista para un evento en su distrito.

 

El tercer logro pasa por su especialidad, la economía. 

 

La inflación parece comenzar a ceder –al menos según los parámetros argentinos, ya que bajó del 20,6% de enero al 13,2% de febrero–, el Banco Central sumó reservas, el peso mostró incluso una apreciación tenue y colocó un nuevo bono, en tanto que el ministro de Economía, Luis Caputo, cerró el primer mes del año con superávit fiscal, una rareza total en la Argentina.

 

Pero la otra cara de esos logros resulta preocupante. 

 

Para empezar, porque Milei avanza con la delicadeza de un elefante en una cristalería

 

Y para reducir el gasto público no recurrió al bisturí, sino a su declamada motosierra.

 

¿Conclusión? 

 

Para que mejoren las cuentas del Estado nacional pisó las transferencias a las provincias y acumuló deuda con los importadores, congeló la obra pública y dio luz verde a las subas de tarifas y combustibles, entre otras decisiones draconianas que deja enormes daños colaterales.

 

El resultado fue previsible, según coinciden las consultoras privadas. 

 

Se licuaron salarios y jubilaciones, se retrajo el consumo, se enfrió la economía y aumentó la pobreza

 

Hoy, al menos el 57% de los argentinos es pobre, según las proyecciones del respetadísimo Observatorio de la Universidad Católica Argentina (UCA). 

 

El porcentaje, cabe aclarar, es el más alto desde el colapso institucional a fines de 2001 –cuando el país acumuló cinco presidentes en un par semanas–, y se espera que trepe aún más durante los próximos meses.

 

Así, el ajuste que impulsó Milei durante sus primeros meses de gestión resultó tan drástico y áspero que logró lo impensable

 

Hasta el Fondo Monetario Internacional (FMI) le recomendó ser más contemplativo y “proteger a los más vulnerables”, para de ese modo “evitar que el peso del ajuste caiga desproporcionadamente sobre las familias pobres y trabajadoras”

 

Ver para creer: el Fondo, corrido por derecha.

 

Más relevante en términos institucionales, El Peluca, otro apodo del presidente, encontró ya sus primeros límites. 

 

Por un lado, la Justicia suspendió por inconstitucional la aplicación de un capítulo del decreto de necesidad y urgencia (DNU) que había impulsado con múltiples reformas de fondo. 

 

Por el otro, el Senado también rechazó ese DNU, la semana pasada, mientras que la Cámara de Diputados torpedeó su megaproyecto de ley, con más reformas, al punto que el Gobierno optó por retirarlo de la trituradora.

 

Como era de esperar, Milei respondió a cada rechazo, negativa, límite y hasta ligera discrepancia con insultos y agresiones verbales

 

Al que no acusó de corrupto lo tildó de “traidor”, “orko”, “rata” y, lo que para él es peor, “zurdo”, cuando no da su beneplácito –y un “like” y retuitea– a posteos que difunden caricaturas de sus rivales con rasgos de síndrome de Down, o promete “mear” –orinar, en criollo– a los gobernadores. 

 

Lo inquietante es que incluso personas cercanas a sus ideas o de su espacio afrontan la lluvia ácida: desde la vicepresidenta Victoria Villarruel hasta el referente de la derecha local, Ricardo López Murphy, al que pasó de calificar como “segundo padre” a tildarlo de “basura” y “delincuente”

 

¿Por qué? 

 

Por plantear dudas técnicas sobre el camino a la dolarización que quiere recorrer Milei.

 

A esta altura, queda claro que para el presidente hay una “casta” mala y una “casta” buena.

 

Integran la primera todos los políticos que discrepen con él o, incluso, que tengan parejas que disientan con él. 

 

¿Un ejemplo? Echó a Osvaldo Giordano, al que había designado al frente de uno de los organismos más importantes del Estado, la Anses, y que había denunciado el que a todas luces es el peor escándalo de corrupción del presidente anterior, Alberto Fernández. 

 

Pero Milei echó a Giordano como represalia por un voto de su esposa, diputada nacional, en el Congreso. 

 

¿La “casta” buena? 

 

Aglutina dirigentes con décadas de recorrido público y apellidos como Menem y Bussi, pero que están a salvo de la furia presidencial por haber cruzado el Jordán hacia la orilla libertaria.

 

En la misma senda, para Milei parece haber nichos y nichos en el gasto público

 

Así, anunció el cierre de organismos como el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi) o de la agencia estatal de noticias Telam por considerarlos antros de “corrupción”, “adoctrinamiento político” y “ñoquis” –empleados que cobran salarios, pero no trabajan–, pero preserva regímenes tributarios especiales que le cuestan muchísimo más dinero al Estado argentino, como el de Tierra del Fuego, cuyos capitostes se sospecha que financiaron parte de su campaña presidencial.

 

La gran pregunta es, a esta altura, hasta cuándo contará Milei con el beneplácito o la tolerancia social

 

Por ahora, el libertario cuenta con tres ventajas.

 

La primera, que los gobiernos anteriores fueron tan malos –y tan próximos en la memoria social– que puede invocar la “herencia recibida” para justificar muchas decisiones. 

 

La segunda, que hoy no hay un referente opositor que ilusione a la sociedad y sirva de contrapeso a su desmesura

 

Y la tercera, que una mayoría social internalizó que estábamos ante un fin de fiesta y había que sincerar la situación.

 

Esa tolerancia ciudadana, como hemos visto tantas veces en la Argentina y en todo el mundo, sin embargo, tendrá un límite

 

Más próximo o más lejano, pero llegará. 

 

Ya sea por defectos propios, virtudes ajenas, un infortunio, algún episodio oprobioso o muchas otras causas posibles, pero llegará

 

Y Milei, al que tanto le gusta compararse con Donald Trump y Jair Bolsonaro, acaso termine por reflejarse mejor en el espejo peruano. 

 

Como Pedro Castillo, el libertario se encuentra en minoría en el Congreso y la oposición, unida, podría destituirlo si se le presenta la oportunidad. 

 

Y El Loco, que será loco, pero no come vidrio, lo sabe.

 

fuente

"EL PAÍS", España, 19.03.2024

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡BIENVENIDOS, GRACIAS POR ARRIMARSE!

Me atrevo a interpelar, por sentirlos muy cercanos, por más que las apariencias parecieran indicar lo contrario; insisto en lo de la cercanía, por que estamos en el mismo bote – que hace agua - , tenemos pesares, angustias y problemas comunes, recién después vienen las diferencias.

La idea es dialogar, hablar de nuestras cosas, hay textos que nos proporcionan la información básica – no única-, solo es una propuesta como para empezar. La continuidad depende de Ustedes, un eventual resultado adicional depende de todos.La idea es hablar desde un “nosotros” y sobre “nuestro futuro” desde la buena fe, los problemas exigen soluciones que requieren racionalidad, honestidad intelectual que jamás puede nacer desde la parcialidad, la mezquindad, la especulación.

Encontraran en “HASTA EL PELO MÁS DELGADO ...”, textos y opiniones sobre una temática variada y sin un orden temporal, es así no por desorganizado, sino por intención – a Ustedes corresponde juzgar el resultado -.Como no he vivido en una capsula, ya peino canas, tengo opiniones y simpatías, pero de ninguna manera significa dogmatismo, parcialidad cerrada.Soy radical (neto sin adiciones de letras ninguna), pero no se preocupen no es contagiosos … creo, solo una opción en el universo de las ideas argentinas. Las referencias al radicalismo están debidamente identificadas, depende de Ustedes si deciden “pizpear” o no.

El acá y ahora, el nosotros y el futuro constituyen la responsabilidad de todos.Hace más de cuatro décadas, en mi lejana secundaria, de una pasadita que nos dieron por Lógica, recuerdo el Principio de Identidad, era más o menos así: “Si 'A' no es 'A', no es 'A' ni es nada”, por esos años me pareció una reverenda huevada, hoy lo tomo con mucho más respeto y consideración. Variaciones de los mismo: no existe un ligero embarazo; no se puede ser buena gente los días pares.

Llegando al Bicentenario – y aunque se me tildé de negativo- siento que como pueblo, desde 1810, hemos estado paveando … a vos ¿qué te parece?. En algún momento perdimos el rumbo y ahí andamos “como pan que no se vende. Cuentan que don Ángel Vicente Peñaloza decía: “Como ei de andar, en Chile y di a pie, cuando hay de que no hay cunque, cuando hay cunque no hay deque”.

De tanto mirarnos el, ombligo y su pelusa, tenemos un cerebro paralitico, cubierto de telarañas y en estado de grave inanición. Padecemos una trágica concurrencia de factores que nos impiden advertir – debidamente -, este, nuestro triste presente y lo que es peor aún, nos va dejando sin futuro.

A los malos, los maulas, los sotretas, los villanos, los mala leche, los h'jo puta, los podemos enfrentar pero … ¿qué hacemos con los indiferentes, con los que solo se meten en sus cosas, y no advierten que el nosotros y el futuro por más que sean plurales son cosas personalisimas? Y luego dicen que quieren a sus hijos y su familia; ¡JA!, ¡doble JA!, ¡triple JA! (il lupo fero).

¡¡EL REY ESTÁ EN PELOTAS!!, dijo el niño de la calle, hijo de padre desconocido y madre ausente, ese niño es mi héroe favorito.

¿QUÉ ES PEOR LA IGNORANCIA O LA INDIFERENCIA?

¡¡NO LO SÉ Y NO ME IMPORTA!!

El impertinente, el preguntón es nuestra esperanza, nuestro “Chapulin Colorado”.

Mis querido “Chichipios” - diría don Tato- no olviden que además de ver el vaso medio vació o medio lleno, hay que saber que contiene – sino que le pregunten a Socrates - ¡Bienvenidos! Adelante. Julio


Mendoza, 11 de noviembre de 2009.