JUECES Y SUS PATRIMONIOS
Los jueces de Comodoro Py aumentaron, en promedio, un 1677% su patrimonio en diez años
Es el promedio entre los jueces federales y los cinco camaristas. Sebastián Ramos y Eduardo Farah, los que más se enriquecieron, con subas de más de 6.000%.
Martín Irurzun, Farah y María Servini, los más acaudalados, con más de $ 4 millones.
Eduardo Freiler, el camarista sospechado por enriquecimiento ilícito.
El patrimonio de los jueces ha sido, por años, uno de los secretos sin revelar de la política argentina. Ahora, ya conocidas sus declaraciones juradas -gracias a un pedido que hizo la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ)-, surgió un nuevo interrogante: cómo hicieron la mayoría de ellos para aumentar de manera exponencial sus patrimonios en una década.
Eduardo Freiler, es uno de los más cuestionados.
Quien quedó en una situación complicada es el camarista Eduardo Freiler, que ya venía acumulando sospechas y está en la mira del macrismo.
A través de causas que le iniciaron en el Consejo de la Magistratura, el oficialismo está buscando destituirlo o, como pasó con Norberto Oyarbide, forzar su renuncia. Freiler declaró bienes y dinero por $ 5,3 millones, pero su patrimonio desciende a $ 3,6 millones si se le restan las deudas que asegura tener.
En 2005, en cambio, declaraba tener $ 587 mil, por lo que en diez años logró un crecimiento del 500%, por debajo de la media del resto de sus compañeros de los tribunales de Comodoro Py.
El problema para Freiler es que sólo en los últimos tres años logró adquirir un caserón blanco frente a la quinta presidencial, un departamento en Pinamar, un lote de 4.000 metros cuadrados en Necochea,una cupé Mercedes-Benz C250, una camioneta Ecosport, otros dos autos antiguos de colección, un yate y una moto de agua.
Sin embargo, Freiler queda lejos en el ranking de incremento, que lideran Sebastián Ramos y Eduardo Farah.
En 2005, Ramos era secretario de juzgado. Tenía una casa, dos autos y $ 15 mil en ahorros.
Y declaraba una deuda de casi US$ 70 mil, por lo que el saldo le terminaba dando negativo.
Para fines de 2015, seguía teniendo esa deuda, pero había logrado acumular casi US$ 200 mil y $ 146 mil en ahorros, comprarse una camioneta de $ 150 mil y tener bonos (bonar 24) por $ 290 mil.
Así, su patrimonio subió 6.176% para totalizar en $ 2,7 millones (es el séptimo más rico).
El camarista Farah, segundo en el ranking.
Similar recorrido tuvo Farah, juez de la Cámara Federal, primera instancia de apelación de los casos de corrupción.
En 2005, declaraba bienes por $ 71 mil.
No tenía nada de ahorros, supuestamente.
Año tras año logró ir incrementándolo, incluso adquiriendo importantes cantidades de dólares (en un período en el que la divisa norteamericana estuvo barata).
El año pasado, lo terminó con ahorros por US$ 208 mil y $ 460 mil, y hasta con una camioneta Chrysler Jeep Grand Cherokee 2014 valuado en más de $ 1,1 millones.
Farah, con $ 4,4 millones, es el segundo magistrado más acaudalado.
El top five de los jueces que más se beneficiaron económicamente durante la última década los completan Marcelo Martínez De Giorgi (aumentó 2.544% su patrimonio, hasta los $ 2,5 millones), Sergio Torres (1.574%, $ 3,4 millones) y el ya renunciado Norberto Oyarbide (1.550%, $ 1,5 millones), a quien aún se investiga, por el rol de su novio y entorno.
Casanello, el último del ranking.
En el lado opuesto del ranking se ubica Sebastián Casanello, encargado de investigar el escándalo de La Rosadita donde está envuelto Lázaro Báez.
En 2005, era también secretario de juzgado, como Ramos.
Y en diez años, su patrimonio declarado creció un 102%.
Es también el vecino de Comodoro Py con menos bienes y depósitos: poco más de $ 300 mil.
El segundo que menos riquezas tiene y también que menos aumentó es Julián Ercolini, que tiene poco más de $ 1 millón, lo que significa un aumento de 478%.
En términos absolutos, los más acaudalados son los camaristas Martín Irurzún y Farah y la jueza María Servini, con patrimonios superiores a los $ 4 millones.
fuente
"#BORDERPERIODISMO", 03.11.2016
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