Hago referencia a la nota de opinión publicada por “Los Andes” el 19.05.08 y firmada por el abogado Jorge Manzitti.
Trataré de ser breve, a pesar del extenso escrito del Sr. Manzitti.
En primer lugar, creo oportuno destacar las confusiones que el autor refleja en su nota.
Sobre documentación probatoria del pueblo huarpe, le recomiendo leer las actas fundacionales de las ciudades de Mendoza y San Juan, como también los antecedentes obrantes en el INAI.
Después de desvaría sobre antinomias de progreso vs. Indigenismo y termina el cóctel con el origen del hombre versus diversidad cultural.
Bueno, dudar de que el pueblo huarpe tuviera escritura, es poco serio; no obstante le recomiendo leer una hermosa poesía escrita en lengua milcallac dedicada al árbol del pan, como ellos llamaban al algarrobo.
Ahora, el error más grande del Sr. Manzitti, siendo abogado, es tratar la problemática de los huarpes, aislándola del contexto indígena americano.
El sacar conclusiones basándose en escritos de Umberto Eco o Rouseau, tratando de ajustarlos a realidades que ellos desconocen y fuera de contexto social y cultural es agraviante para dichos autores.
Sería más práctico que leyera el Convenio C.169 de la OIT, ratificado como Pacto Internacional por Res.50/157 de Naciones Unidas, o nuestra ley 23302, antecesora a estos documentos, ratificada por la Cámara Federal 2 en lo contencioso administrativo, mayo/2000, al celebrarse el 21 de mayo el “Día Mundial de la Diversidad”.
En cuanto a que las poblaciones indígenas eran un freno para el desarrollo, no fue una conclusión científica sino una idea que propulsó la Cepal.
Curiosamente diría, ya que en 1940 se realizaba el Primer Congreso Indigenista Interamericano en Pátzcuaro, México, donde ya se plantearon temas como el etno-desarrollo y el cuidado del medio ambiente.
Le recomiendo leer las conclusiones de la Unesco y la Flacso (1981)y también el diccionario crítico de Ciencias Sociales de la Universidad Complutense de Madrid.
Después cita como pruebas del desarrollo los antibióticos y las vacunas.
Lea la demanda entablada, ante la Corte Internacional de la Haya, por el Instituto Indigenista Interamericano contra los grandes laboratorios, porque estos patentaron más de 2200 medicamentos que los pueblos precolombinos preparaban 200 años a.c.
En cuanto a los 500 años, tiene razón es mucho tiempo para que los pueblos sigan marginados y desprovistos de los más elementales derechos humanos .
No hay prescripción para ello y Ud. lo debe saber.
Y por último Sr. Manzitti, no existe una cultura universal, salvo que usted crea que ella es la que le venden por los medios de comunicación.
Y no confunda progreso con confort.
El calentamiento global no es culpa de los pueblos indígenas sino de la sociedad de consumo a la cual pertenecemos.
PEDRO ZALAZAR, LE.6891577
“LOS ANDES”, 22.05.2008
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