{Una buena iniciativa queda desvirtuada por una negociación entre un gobierno en retirada y una gremialista derrotada en su reciente incursión en la política}
El bloque del FpV se quedo solo con el trailer de una película que querían anticipar completa, como expectadores privilegiados, con lo que ha sido denominada como la democratización de la Osep, la obra social de los empleados públicos que nuclea a 400 mil afiliados. Un proyecto que nació en 2006, que el FIT retomó con su propia redacción en 2013 y que el Poder Ejecutivo, mientras acordaba en paritarias el festival de acomodos y pases a planta permanente, asumió como propio e hizo ingresar por el Senado.
El chasco del bloque del oficialismo sucedió cuando quiso tratar en la sesión de hoy el mencionado proyecto. Estaban apurados, pocas horas antes de que ATE concurra a votar para raficar o no a Raquel Blas y Roberto Macho en la conducción, con quienes el FpV construyó una alianza de múltiples objetivos y que involucra también a otros gremios, como Sitea y Ampros. Con ello, empezaban a dar forma corpórea a acuerdos que, hasta ahora, eran "de palabra".
Pero no pudieron conseguir que la Comisión de Salud emitiera ayer un despacho, por dos razones. La primera, porque los radicales juegan con el tema. Se dicen partidarios de avanzar con el voto de los afiliados para definir un nuevo esquema de conducción de la Osep, pero creen que el problema es la oportunidad: final de mandato de Pérez, crisis profunda de la entidad, y ausencia de fondos para encarar, en lo inmediato, el proceso electoral que implicaría que la nueva estructura institucional la integren dos representantes del Poder Ejecutivo y tres por los representantes de los afiliados, incluyendo a uno por los jubilados. Lo hicieron en silencio público. Entre ellos tampoco hay mucho acuerdo sobre el tema.
Sin embargo, todo el mundo cree que estos últimos tres directores son para ATE, Ampros y Sitea. Tanto es así, que hay dos gremios de la salud importantes, como Atsa y la Federación de Municipales, que se han expedido en contra, con lo que no hay tampoco unanimidad sindical.
La segunda razón por la que la Comisión de Salud no pudo emitir un despacho siquiera con los votos propios del FpV, que tiene la mayoría, es por una escisión interna. Un senador no acompañó lo que parecía una decisión cerrada, por lo que la estrategia del oficialismo se cayó a pedazos. Este legislador tan solo pidió que haya una Osep plena y cristalina, que preste los mejores servicios y eso requería más estudio y más tiempo que, al parecer, el resto del peronismo no tenía o no quería tener. Al punto fue así que -una vez más- han intentado desacreditar al disidente con métodos varios.
Una vez más, la bronca por no poder cumplir con el tome y traiga que el peronismo tenía acordado con el sindicalismo estatal a principio de año en las discusiones paritarias y horas antes de una elección en la que los seguidores de Paco Pérez necesitan que quede la gente de Blas al frente del gremio, estalló.
El peronismo pidió en la sesión de este martes cambiar a sus representantes en la Comisión y así correr al disidente. Pero para ello necesitaban que la sesión continuara. El radicalismo y el PRO se retiraron y la dejaron sin quorum, según la versión que dio un legislador radical.
Así, el presidente de bloque, Gustavo Arenas, no contó toda la verdad al tuitear, furioso, que culpa de los radicales y del PRO el proyecto se trabó. No le funcionó la caja de cambios para alcanzar la velocidad que le habían querido imprimir desde el oficialismo.
fuente
"mdzonline", 02.09.2015
(facebook, H. Ponce, 02.09.2015)
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