{Fragmento de la nota publicada por "iProfesional" el 05 de setiembre}
...se desploma el real y hay alerta entre empresarios argentinos
Impacto directo: negocios en peligro
El real brasileño ya acumula una devaluación de casi 45% en lo que va del año. Como contrapartida, la moneda argentina apenas se movió 9% frente al dólar, con una inflación casi tres veces mayor.
¿Qué implica esto? Que la competitividad cambiaria entre el peso y el real alcanzó el mismo nivel desfavorable que imperó entre 1999 y el 2001. Es decir, durante el lapso crítico en el que se combinaron las dos grandes crisis de los mayores socios del Mercosur.
Para ponerlo en perspectiva, según la Consultora Ledesma, mientras que en 2012 las empresas argentinas exportaban con una relación de $1,64 por real brasileño –descontando inflación-, en la actualidad tienen que hacerlo con una ecuación muy desfavorable, de apenas $0,75 (ver cuadro).
Es decir que en menos de tres años, a las compañías locales la competitividad cambiaria respecto del mayor socio comercial se les desplomó un 55%.
Dado que Brasil compra el 40% de las manufacturas industriales que exporta la Argentina, esto le impondrá un severo condicionamiento al candidato que resulte elegido en octubre para suceder a Cristina.
Para Daniel Scioli implica un doble desafío: la propia Presidenta le marcó la cancha días atrás al asegurar que una devaluación no aseguraba un aumento de las exportaciones y que había que refugiarse en el mercado interno. La jefa de Estado dijo bien claro que la estrategia que había que seguir era la de "sustituir exportaciones".
En segundo lugar, Cristina no reconoció el atraso cambiario. Afirmó que si hoy se vende menos al mundo no es por un problema de competitividad de la economía nacional sino por los inconvenientes que acarrean los socios comerciales.
En caso de llegar a la presidencia, Scioli y su equipo deberán resolver un tema complejo: cómo generar divisas o evitar un déficit comercial sin tocar el dólar cuando en Brasil ya están proyectando que el tipo de cambio superará el techo de los 4 reales por billete verde para fin de año.
La realidad es que las firmas exportadoras ya están sintiendo en carne propia el doble efecto de tener que lidiar con un peso fuerte y una moneda brasileña débil.
Durante los ocho primeros meses del año, las ventas hacia Brasil no llegaron a los u$s7.500 millones, lo que implicó un derrumbe del 25% frente a igual lapso de 2014.
En este contexto, desde la consultora Abeceb prevén que el intercambio comercial con el país vecino dejará un déficit de u$s2.000 millones, cifra que contrasta con los casi u$s500 millones de superávit de 2014.
Hoy, prácticamente ningún sector productivo nacional se salva de la crisis en Brasil y del real débil: las exportaciones de calzados, por ejemplo, se vienen desplomando un 95% en lo que va del año. En el caso de fibras de algodón, carburantes y cueros, los derrumbes van del 50% al 72%. En tanto que textiles, frutas frescas y derivados de caucho están sufriendo fuertes caídas del orden del 30% (ver cuadro).
Una de las peores partes se las está llevando la industria automotriz: las terminales locales llevan enviados a ese destino apenas 135.500 vehículos, unos 60.000 menos que en igual lapso del año pasado, lo que implica un desplome del 30%.
Esto está íntimamente vinculado con la crisis de demanda que sufre Brasil: en ese mercado, los patentamientos de derrumbaron 24% en agosto y las ventas acumuladas están arrojando el peor registro en ocho años.
La caída de las exportaciones que padece la Argentina, además de la debilidad del real, se vincula con una multiplicidad de factores:
• Economía en recesión: las expectativas de mercado, según Ecolatina, ya descuentan que el PBI sufrirá una dura baja del 2,3% en 2015.
• Caída de la actividad industrial: en el primer semestre, la producción se contrajo un 4% y no hay proyecciones que den cuenta de una rápida recuperación.
• Menor consumo: entre enero y junio, la demanda por parte de familias brasileñas se redujo un 2% y tocó el peor nivel desde el año 2003.
En diálogo con iProfesional, el presidente de la Cámara de Exportadores (CERA), Enrique Mantilla, advirtió que “la crisis en Brasil hará que vendamos menos. Lo más preocupante es que la economía vecina recién va a empezar a recuperarse hacia el año 2017”.
En este contexto, para la entidad, el bajón que sufre el país comandado por Rousseff contribuirá al desplome de las exportaciones generales del "Made in Argentina", golpeadas también por el derrumbe de los precios de las commodities.
De acuerdo con proyecciones de la CERA, las ventas al mundo cerrarán el año en apenas u$s60.000 millones, el peor nivel desde 2009 y casi u$s24.000 millones por debajo del récord de 2011.
fuente
"iProfesional", 05.09.2015
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