También con el compromiso que selló con Alberto F. cuando le cedió el primer lugar en la fórmula.
Desarmar desde el comienzo las causas de corrupción que comprometen a ella y a sus hijos.
No existe apuro por Máximo Kirchner, protegido por los fueros de diputado.
En cambio, la ex presidenta desespera por Florencia, refugiada por enfermedad en La Habana.
Hacia allí volvió este sábado.
La maniobra de salvataje de Cristina está cargada de obstáculos.
Pero un contundente triunfo electoral allanaría los caminos.
Esto todavía no sucedió aunque en Comodoro Py es fácil advertir un montón de corcoveos.
Rodolfo Canicoba Corral fue el primero en apoyar a Alberto F. cuando advirtió que muchos fallos de los jueces deberían ser revisados.
El magistrado se atrevió aún a más: abrió una investigación contra Marcos Peña, el jefe de Gabinete, y otros funcionarios por presunta asociación ilícita.
Se originó en una declaración de Martín Redrado por la supuesta inacción del Banco Central el día después de las PASO, que provocó una disparada del dólar.
Julián Ercolini, también apuntado por el candidato K, se encargó de enviarle un mensaje transigente.
Es el juez que puso en prisión a Cristóbal López y Fabián De Sousa.
El par de empresarios podría ser liberado por la Cámara Federal.
También el juez tiene procesada por lavado de activos y asociación ilícita a Cristina y sus hijos en la causa Hotesur.
Una empresa de la familia Kirchner que alquilaba inmuebles y habitaciones del hotel Alto Calafate.
Existen otros magistrados, en cambio, que durante los últimos años no hicieron olas. No las hacen ahora.
Ariel Lijo es uno de ellos.
Habrá que reparar a futuro en ese nombre.
Fallos que siguen dando que hablar
Algunos, en cambio, podrían ser expeditivos si la oposición se aborda el poder.
¿Cuáles? Desactivar las actuaciones del Estado como auspiciante de las causas por corrupción. De arranque, aquellas que involucran a la familia Kirchner.
Dos organismos han tenido durante el macrismo, en ese sentido, un papel preponderante.
La Oficina Anticorrupción que conduce Laura Alonso.
Es querellante en la actualidad en 41 procesos.
Varios de ellos de altísima sensibilidad. La causa “Los Sauces”, donde también están comprometidos Cristina y sus hijos.
El escándalo de los cuadernos de las coimas, que Claudio Bonadio elevó a juicio oral, acompañado por otro pedido de desafuero para la ex presidenta.
La OA fue creada en 1999 y tuvo actuaciones dispares.
Con un denominador común: siempre prevalecieron las indagaciones a los gobiernos precedentes.
También cumplió una labor activa la Unidad de Investigaciones Financieras (UIF), a cargo de Mariano Federici.
Propició el caso de los cuadernos y todas las causas en las que figura implicado Lázaro Báez.
Se comprende: el dinero clandestino fue una de las prácticas más extendidas que se conocieron en la era de la corrupción kirchnerista.
Los votos y la política decidirían, al fin, el destino de esa historia tenebrosa.
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