Por: Paz Rodríguez Niell
El exministro de Planificación Federal Julio De Vido enfrentará un nuevo juicio oral, acusado de fraude al Estado en el caso por la reactivación de la minera Río Turbio.
La elevación del caso fue dispuesta por el juez federal Luis Rodríguez.
Es la quinta causa elevada a juicio contra De Vido, uno de los hombres más poderosos del gobierno kirchnerista.
Junto con él, enfrentarán un tribunal oral -todavía no se sorteó cuál- Roberto Baratta, que fue un funcionario clave de su gestión, y otros 17 procesados, todos acusados del delito de «defraudación por administración fraudulenta».
En esa lista están Jorge Mayoral, exsecretario de Minería de la Nación, y Atanasio Pérez Osuna, exintendente de Río Turbio, que antes había sido interventor de Yacimientos Carboníferos Río Turbio (YCRT).
Cuando procesó a De Vido, Rodríguez consideró acreditada una estafa de 176 millones de pesos.
Fue por esta causa que el exministro fue desaforado y detenido, y el mes próximo cumplirá dos años preso en la cárcel de Marcos Paz.
Su defensa había pedido que le concedieran la prisión domiciliaria.
La semana pasada, en otra causa en que también tiene ordenada la prisión preventiva, la Cámara Federal se negó a dejarlo ir a su casa, pero le ordenó al juez Claudio Bonadio que dispusiera que a De Vido lo revisara el Cuerpo Médico Forense para determinar con precisión cuál es su estado de salud y si puede recibir atención adecuada en la prisión.
Fuentes de la defensa de De Vido informaron a LA NACION que el viernes pasado el exministro desistió de su pedido.
Que decidió levantarlo por lo que hizo Bonadio cuando recibió las indicaciones de la Cámara.
Según ellos, el juez ordenó un «traslado abrupto» del exministro y no lo notificó, impidiéndole así nombrar un perito de parte para que participara de los estudios, derecho que tiene todo acusado.
La ley establece seis casos en los el juez «podrá» disponer la prisión domiciliaria (no es automático y el juez no está obligado a hacerlo).
Uno es «cuando la privación de la libertad en el establecimiento carcelario le impida recuperarse o tratar adecuadamente su dolencia» y otro, cuando quien está preso sea «mayor de 70 años».
De Vido cumple 70 el 26 de diciembre.
Es probable que entonces vuelva a intentarlo.
En esta causa el juez Rodríguez consideró que De Vido fue responsable de desvíos que se concretaron gracias a una «construcción jurídica y administrativa» montada para permitir un «manejo discrecional» de miles de millones de pesos que se destinaron al complejo Río Turbio, en Santa Cruz.
Para el juez, De Vido «no podía desconocer los hechos que se le imputan».
Rodríguez sostuvo que hay pruebas de ello y que no se trata de una mera «asignación objetiva de responsabilidad por el cargo que detentaba» como ministro.
De Vido ya tiene una condena en su contra por la tragedia de Once.
El Tribunal Oral Federal N° 4 le impuso una pena de cinco años y ocho meses de prisión como «partícipe necesario» de estafa al Estado, un delito de corrupción, investigado en el marco del juicio por la tragedia.
Además de la pena de prisión, el tribunal ordenó la inhabilitación de por vida de De Vido para ejercer cargos públicos.
Por ese caso no está preso porque la condena no fue confirmada.
De Vido también fue elevado a juicio en la causa que investiga la compra de trenes chatarra a España y a Portugal, y en el caso por la supuesta estafa al Estado que implicó el financiamiento público de la novela Mamá corazón -en el que fue procesado junto con la actriz Andrea del Boca-.
También fue elevado por el caso Vialidad, el expediente que llevó por primera vez al banquillo a Cristina Kirchner, y por la causa por irregularidades en la adjudicación de contratos a la empresa Odebrecht para la ampliación de los gasoductos de Transportadora Gas del Norte (TGN) y Transportadora Gas del Sur (TGS). (La Nación)
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