24 may 2024

INFLACIÓN… MALA “FARIÑA”

 

 

 

 

INFLACIÓN

MALA “FARIÑA”

 

 

 

UN ÍNDICE Y EL OTRO
 

La inflación y el Índice del Ahorcado

 

viernes 24 de mayo de 2024

 

Federico Recagno

Presidente Fundación Éforo

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La inflación y el Índice del Ahorcado

De todos los índices que corren por Argentina es, probablemente, el de la inflación al que le prestamos mayor atención.

 

Los números de los precios los usamos para ir midiendo el pulso de cualquier gobierno. 

 

A mayor porcentaje de aumento en los bienes, más incertidumbre, más dudas y más desconfianza.

 

Será por eso que en algún gobierno anterior se intentó disimular las cifras para atenuar nuestros temores o pagar menos intereses en deudas contraídas.

 

Pero también la inflación posee el espantoso poder de encoger nuestros bolsillos, disminuir los saldos bancarios y achicar los changuitos del super.

 

El mes de abril tuvo una inflación del 8,8%, festejado por funcionarios oficialistas, acumulando un anual de 289,4%.

 

El INDEC arrastra una mala fama producto de las adulteraciones señaladas, a la vez que los consumidores vamos elaborando un índice personal de variación de precios, según nuestras compras habituales.

 

Groucho Marx tenía una frase que decía “¿A quién va a creer usted, a mí o a sus propios ojos?”

 

A quién debemos creer, ¿al índice o a lo que vemos en las góndolas, en los servicios, en los gastos cotidianos?

 

Y así como hablamos del índice inflacionario, esta sección nos dirige al otro índice, al inventado, al subjetivo, al elaborado sin ningún criterio científico.

 

Entonces crearemos el novedoso Índice del Ahorcado.

 

https://storage.googleapis.com/el-auditor-assets/664deab4246d5972d24da5a3/720.webpEl humano a ser ahorcado, peligrosamente,  se va completando.

 El humano a ser ahorcado, peligrosamente, se va completando.

 

La consultora Aresco dice que el 86% de los argentinos considera que, respecto de 2023, ha perdido su poder adquisitivo

 

Perder un poder, en este caso el de compra, significa un no poder, aunque aquellas cosas, aquellos bienes y servicios a los que no logramos acceder, los del “no poder” no son iguales para todos.

 

En el clásico juego del ahorcado hay que descubrir una palabra oculta antes de que te ahorquen.

 

Se van eligiendo letras intentando adivinar aquella palabra, cuando acertamos se completa un campo vacío, pero cuando erramos, avanza el dibujito del ahorcado que, en definitiva, somos nosotros.

 

En nuestro índice del ahorcado adaptamos el popular entretenimiento a la cruda realidad de lo que vamos resignando para afrontar la inflación con ingresos en baja.

 

Partiendo de las posibilidades de la clase media, si eliminamos viajes y/o vacaciones, el ahorcado nos dibuja la cabecita; si luego resignamos ropa, comer afuera, entretenimiento, taxis, empleo doméstico, va dibujando nuestro tronco y algún que otro bracito, y se agregan nuevas partes del cuerpo si suprimimos peluquería, estacionamiento, primeras marcas, salud, colegio, festejos, regalos, cosmética, gimnasio.

 

El humano a ser ahorcado, peligrosamente,  se va completando y llegamos al ahorcado completo cuando ya no accedemos al alquiler mínimo, a los medicamentos, a la comida básica.

 

El ahorcado es un índice cruel que excede el dibujo y que puede tornarse de carne y hueso.

 

¿Cómo representaríamos, en el índice propuesto, al jubilado solo, al enfermo crónico sin familia, a los expulsados, a los desvalidos?

 

La inflación, dijimos, es del 8,8% y ante estos números uno puede ver el chango “medio lleno, medio vacío, casi vacío o vacío del todo”.

 

Justo es reconocer que los precios parecen ir a la baja cuando en octubre del ‘23 teníamos 8,3% pero el alza parecía no tener techo.

 

Están cayendo la actividad económica, los salarios, las jubilaciones, el empleo registrado

 

El gobierno mantiene altos índices de valoración, pese a esta realidad.

 

Se mantiene la esperanza de lo nuevo frente al fracaso rotundo del pasado reciente. 

 

Pero…pero, cuidado, todos estamos jugando al ahorcado y con eso no se juega.

 

fuente

"El Auditor Info", 24.05.2024

 

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¡BIENVENIDOS, GRACIAS POR ARRIMARSE!

Me atrevo a interpelar, por sentirlos muy cercanos, por más que las apariencias parecieran indicar lo contrario; insisto en lo de la cercanía, por que estamos en el mismo bote – que hace agua - , tenemos pesares, angustias y problemas comunes, recién después vienen las diferencias.

La idea es dialogar, hablar de nuestras cosas, hay textos que nos proporcionan la información básica – no única-, solo es una propuesta como para empezar. La continuidad depende de Ustedes, un eventual resultado adicional depende de todos.La idea es hablar desde un “nosotros” y sobre “nuestro futuro” desde la buena fe, los problemas exigen soluciones que requieren racionalidad, honestidad intelectual que jamás puede nacer desde la parcialidad, la mezquindad, la especulación.

Encontraran en “HASTA EL PELO MÁS DELGADO ...”, textos y opiniones sobre una temática variada y sin un orden temporal, es así no por desorganizado, sino por intención – a Ustedes corresponde juzgar el resultado -.Como no he vivido en una capsula, ya peino canas, tengo opiniones y simpatías, pero de ninguna manera significa dogmatismo, parcialidad cerrada.Soy radical (neto sin adiciones de letras ninguna), pero no se preocupen no es contagiosos … creo, solo una opción en el universo de las ideas argentinas. Las referencias al radicalismo están debidamente identificadas, depende de Ustedes si deciden “pizpear” o no.

El acá y ahora, el nosotros y el futuro constituyen la responsabilidad de todos.Hace más de cuatro décadas, en mi lejana secundaria, de una pasadita que nos dieron por Lógica, recuerdo el Principio de Identidad, era más o menos así: “Si 'A' no es 'A', no es 'A' ni es nada”, por esos años me pareció una reverenda huevada, hoy lo tomo con mucho más respeto y consideración. Variaciones de los mismo: no existe un ligero embarazo; no se puede ser buena gente los días pares.

Llegando al Bicentenario – y aunque se me tildé de negativo- siento que como pueblo, desde 1810, hemos estado paveando … a vos ¿qué te parece?. En algún momento perdimos el rumbo y ahí andamos “como pan que no se vende. Cuentan que don Ángel Vicente Peñaloza decía: “Como ei de andar, en Chile y di a pie, cuando hay de que no hay cunque, cuando hay cunque no hay deque”.

De tanto mirarnos el, ombligo y su pelusa, tenemos un cerebro paralitico, cubierto de telarañas y en estado de grave inanición. Padecemos una trágica concurrencia de factores que nos impiden advertir – debidamente -, este, nuestro triste presente y lo que es peor aún, nos va dejando sin futuro.

A los malos, los maulas, los sotretas, los villanos, los mala leche, los h'jo puta, los podemos enfrentar pero … ¿qué hacemos con los indiferentes, con los que solo se meten en sus cosas, y no advierten que el nosotros y el futuro por más que sean plurales son cosas personalisimas? Y luego dicen que quieren a sus hijos y su familia; ¡JA!, ¡doble JA!, ¡triple JA! (il lupo fero).

¡¡EL REY ESTÁ EN PELOTAS!!, dijo el niño de la calle, hijo de padre desconocido y madre ausente, ese niño es mi héroe favorito.

¿QUÉ ES PEOR LA IGNORANCIA O LA INDIFERENCIA?

¡¡NO LO SÉ Y NO ME IMPORTA!!

El impertinente, el preguntón es nuestra esperanza, nuestro “Chapulin Colorado”.

Mis querido “Chichipios” - diría don Tato- no olviden que además de ver el vaso medio vació o medio lleno, hay que saber que contiene – sino que le pregunten a Socrates - ¡Bienvenidos! Adelante. Julio


Mendoza, 11 de noviembre de 2009.